This is my home

By Lunaxny

47.3K 2.7K 141

Un fanfic de Brian O'Conner y Laila Toretto (tú) Laila una chica de códigos conoce a Brian un policía infiltr... More

Prólogo
Capítulo 1 - ¿Sin corteza?
Capítulo 2 - Casi te gano
Capitulo 3 - No salgo con los amigos de mi hermano
Capítulo 4 - Si le partes el corazón te rompo el cuello
Capitulo 5 - Un equipo, somos un equipo
Capítulo 6 - No quiere volver a la cárcel
Capítulo 7 - Ten cuidado en como le hablas
Capítulo 8 - ¡Brian, sácalo de ahí!
Capítulo 9 - Iremos por Jesse
Capítulo 10 - Aguarda, aún te necesito
Capítulo 11 - ¿Esto es un adiós?
Nota
𝓟𝓐𝓡𝓣 𝓣𝓦𝓞 | ¿𝘛𝘰𝘥𝘰 𝘵𝘦𝘳𝘮𝘪𝘯𝘰?
Capítulo 1 - Destrozalo, linda
Capítulo 2 - Se trata de Letty
Capítulo 3 - En Los Angeles
Capítulo 4 - ¿Sabes la diferencia entre un policía y un criminal?
Capítulo 5 - ¿Robert Frost?
Capítulo 6 - Al pelón y al rubio
Capítulo 7 - Tú no tienes huevos
Capítulo 8 - Estoy bien, pero si tocó el tema lloró
Capítulo 9 - No hablo con traidores
Capítulo 10 - Es nuestra única opción
Capítulo 11 - Solo dile que si, Mia
𝒯𝒽𝒾𝓇𝒹 𝒫𝒶𝓇𝓉 - ¿𝑈𝑛𝑎 𝑝𝑒𝑞𝑢𝑒𝑛̃𝑎 𝑟𝑒𝑢𝑛𝑖𝑜𝑛?
Capítulo 1 - Señora mandona
Capítulo 2 - Saludos a tu familia
Capítulo 3 - Ya estoy involucrado
Capítulo 4 - ¡Jamás confías en mí!
Capítulo 5 - ¿Embarazada?
Capítulo 6 - ¿Robar a Hernán Reyes?
Capítulo 8 - Motivación chica
Capítulo 9 - ¡Esto nunca funcionó!
Capítulo 10 - ¿Ella? ¿Quién es ella?
Capítulo 11 - "Japón, Tokio"

Capítulo 7 - ¿Deseando suerte?

404 31 0
By Lunaxny

Mia caminaba hacia donde estaban todos, excepto Laila que estaba sentada algo apartada de el resto, Mia traía un gran papel enrollado.

—La belleza de las oficinas públicas— dijo y lo puso sobre la mesa para después desenrollar aquello con ayuda de Mack. —Este es el plano.

—Aquí debe de tener el dinero— señaló Mack un punto en el plano o mapa de la jefatura. —¿Verdad, Brian?

—Si, así es, en la bóveda de evidencia— asintió el rubio.

—Necesito que me me escuchen solo un segundo— hablo Tej y todos prestaron totalmente su atención en él. —Estamos hablando de entrar a una jefatura de policía, ¿Reconocen esas palabras? ¿Nadie? Los azules, la justicia, el sheriff, puercos, personas que no nos agradan.

Y cabe mencionar que Laila aún estando alejada de ellos podía escuchar perfectamente la conversación, así que por aquella razón no se perdía de nada de lo que dijeran sobre el plan, a menos que se distrajera o se quedará atrapada en sus pensamientos.

—Las jefaturas intentan evitar que la gente salga, no que entre.

—Es una misión furtiva— afirmó Brian, recibiendo ahora la atención él.

—Asi que, lo único que tenemos que hacer es entrar y salir— dijo Mack mirando de reojo a su amiga alejada de ellos. —Suena fácil, pero la cosa es que debemos salir antes de que ellos se enteren.

—Es necesario que alguien entre, al menos para averiguar el modelo de esa bóveda— aclaró Dominic.

—Entonces, la bóveda, y luego— comenzó a hablar Roman y se recargo en la mesa. —Que locura, ¿Quién se supone que hará todo esto?

Brian y Mack se miraron entre si, luego ambos buscaron con la mirada a Laila y a Mia. Sin embargo, solo se encontraron con la mirada de Mia, pues recordaron que Laila estaba separada de ahí, porque quería estar unos minutos sola, o bueno lejos de todos ellos, Mia entendió lo que ellos habían pensado así que miro a Dom y el también lo entendió perfectamente. Al igual el resto lo hizo, y todos en cuestión de segundos ya estaban mirando a Roman.

—Al parecer todos ya elegimos al indicado— se burló Mack a lo que Roman se dejó de recargar en la mesa y se enderezó.

—¿Qué? ¿De que hablan?— nadie contestó y el entendió perfectamente que sería él. —¿Yo por qué?

—Porque eres el que habla más— hablo por fin Laila acercándose a ellos.

—Definitivamente— murmuró Tej, pero lo suficiente alto para que todos escucharán.

—Entiendo— asintió con la cabeza Roman, totalmente indignado, o más bien asustado, de ser el que se metiera a la boca del lobo. —Habías decidido estar alejada de todos, y solo viniste para decir que tenía que ser yo, parece que te hace feliz aquello— todos rieron a excepción de Laila que solo se limito a sonreír, y por supuesto Roman. —No, me corrijo, a todos les hace feliz hacerme sufrir.

—Si, eso parece amigo— siguió riéndose Mack.

—Lo que me faltaba— se quejó Roman. —Ahora no solo tengo que ser molestado por Tej y Brian, sino que también por todos ustedes, ¿Cuando se me cruzó por la cabeza venir aquí? Y aún más, ¿Cuándo se me ocurrió aceptar este trabajo?

—Bueno, eso te lo respondo yo— volvió a hablar Laila. —Se te ocurrió venir cuando Brian te hablo y te dijo que habría dinero de por medio— sonrió un poco la castaña, mirando de reojo a Brian. —Y aceptaste cuando supiste que eran cien millones de dólares, y cuando supiste que nueve mil de ellos serían todos tuyos.

—Gracias, Laila, gracias— respondió con ironía.

—Si, no hay de que— sonrió con falsedad y burla al mismo tiempo.


[....]

Roman acababa de salir del elevador con una caja en sus manos, llevaba una cadena con la placa de policía que Brian le había dado, encima de la caja llevaba la billetera que también Brian le había dado, pues ahí venía la credencial o identificación de Brian cuando era oficial, la única diferencia era que habían conseguido cambiar su foto por la de Roman, lo demás seguía igual, cabe recalcar que no era la misma, era una copia en si, Mack había conseguido hacerla con un poco de ayuda de Tej. Roman se acercó a dónde estaba la ventanilla y puso a un lado la caja.

—Hola bombón— saludo pues la que estaba tras la ventanilla era una mujer. —¡Que lindas mejillas! Sexy swxy, me encantan los anteojos ¿Donde los compraste? ¿Son Gucci o algo así? Cuéntame— la mujer comenzó a negar con la cabeza lo cual confundió a Roman. —¿No entiendes?

Se levantó de su asiento y se acercó a su compañero que estaba sentado dándoles la espalda.

En la ventanilla— dijo la mujer a su compañero policía.

—No, no, no, no es posible— susurró para si mismo al ver como el hombre se acercaba a la ventanilla. —Hola, soy el agente especial O'Conner buró Federal de investigación— dijo a la vez que le enseñaba la identificación al policía.

—Dice caucásico.

—Es el sol— se excusó, y guardo la identificación, al ver qué aquella estúpida respuesta no funcionó prosiguió inventando más excusas estúpidas. —Y el calor— esta de más decir que eso tampoco funciono. —Escucha, estoy en un caso y necesitamos guardar la evidencia aquí, pero necesito entrar para ver dónde la van almacenar.

—No puede.

—Comprendo que eres todo un profesional y te respeto, lo prometo— el hombre se mostraba serio, por lo que Roman pensó que si decía algo gracioso cambiaría eso, pero no fue así. —Y parece que también haces pesas, ¿Cuánto levantas? ¿Cien? ¿Doscientos? Eh— Roman rió amargamente al ver como el hombre ni siquiera una sonrisa mostraba. —Ay que cosa. Nada más quiero hacer mi trabajo, mi jefe me envió para asegurarme de que todo es seguro.

—Estará seguro.

—Solo déjame entrar para echar un vistazo.

—No.

—Ay por favor, apoya a un hermano— insistió Roman, a lo que el policía suspiró ya cansado.

—No, y no eres mi hermano— dijo, está vez en un tono más fuerte.

—¿Hermano de otra madre?

—¡No!

—¿Lo habías escuchado?

—No, no puede entrar nadie, excepto el personal de evidencia autorizado— dijo sin paciencia, pues Roman había acabado en ese momento con la que el pobre policía tenía. —¡No me hagas perder el tiempo! ¡Llamaré a la embajada!

—No, no no, estamos bien— lo detuvo cuando ya comenzaba a marcar los números en el teléfono. —No tenemos que hacerlo, estamos bien, aquí está la evidencia— dijo y le entrego la caja. —Todo bien te lo prometo. Te agradezco mucho tu tiempo— se despidió y se fue hacia el elevador. —Te juro que si estuvieras del otro lado de ese vidrio te rompería la maldita cara— musitó molesto Roman, a la vez que tocaba el botón del elevador.

Roman salió de la jefatura de policía, mientras que aquel policía al cual le había dado la caja entro a dejarla justo en el mismo lugar donde se encontraba la bóveda de Reyes. Roman tardo un rato en llegar hasta donde estaban sus amigos esperándolo en una camioneta, que estaba en un estacionamiento frente a la jefatura. Abrió la puerta y entro ante aquello, Brian, Tej y Mack, si Mack, el había querido ir también, voltearon a verlo.

—Listo— dijo sentándose a un lado de Mack. —Creo que yo soy mejor agente especial de lo que fuiste— se burló del rubio y al parecer fue el único que le causó gracia lo que el mismo dijo.

—Eso depende como definas especial— sonrió Brian, mientras que Mack y Tej soltaban una carcajada y bueno a Roman se le borró su sonrisa. Y Brian para molestarlo aún más, le puso su mano el la cabeza rapada de Roman, a lo que esté trataba de quitarlo con sus manos.

—Si, ya ya— se quejó Roman. —No es gracioso.

—Bueno, Tej es tu turno— hablo Mack, a lo que antes de que Tej hiciera lo que se suponía que le tocaba, Brian miro de reojo a su amigo. —¿Qué?

—Comienzas a hablar como Laila— se burló el rubio, y estaba en lo correcto, Laila durante el tiempo que pasó con su amigo Mack comenzó a actuar y hablar como el o algo parecido y eso mismo pasaba con Mack, que el comenzaba a actuar parecido a Laila.

—Si, ya me doy cuenta, solo falta que me haga igual de amargado que ella— bufo Mack, a lo que los otros tres negaron divertidos.

—Vamos a ver qué hay aquí— dijo a la vez que tomaba el control y comenzaba a moverlo haciendo que lo que fuera que hubieran puesto en la caja comenzará a moverse, hasta que finalmente cayó al suelo, era un auto, al cual le había equipado una cámara la cual estaba conectada a su computadora. —Ahora a trabajar.

Tej conducía el auto con el control remoto, lo pasaba por debajo de los estantes que había, hasta poder llegar justo enfrente de la bóveda.

—Todavia no sabes conducir— y justo después Tej choco el auto contra uno de los estantes.

—Ahora entiendo a lo que se refiere Roman— se burló Mack a lo que choco los cinco con Roman.

—Y tambien por eso siempre tiene accidentes— se rieron ambos. —Ni siquiera puedes conducir un auto a control remoto.

—Que pena, Tej— murmullo Mack entre risas.

—Necesito que cierren la boca— les regaño Tej

—No nos vamos a callar— respondió Roman por el y por Mack.

—Tapales la boca con el cinturón de seguridad por favor— le pidió Tej a Brian, a lo que este solo miro a Mack y a Roman.

Roman cerro la boca ante la simple mirada seria del rubio, mientras que Mack solo aguanto la risa por aquella situación, y ante eso Brian intento hacer lo mismo con él también, pero no funcionó.

—No, yo no te tengo miedo, Brian— advirtió Mack, aún con su gran sonrisa.

—Ya veo— respondió el rubio, y volvió a ver hacia la computadora ahora sonreía, pues solo había visto serios a sus amigos y ahora que no lo veían podía sonreír porque aquello le causaba gracia.

—Dame el control remoto— Mack negó divertido, Roman definitivamente parecía un niño pequeño. —A la izquierda, ¿Qué no ves? Parece que hay algo ahí, voltea.

—Si, ¿Que es lo está a la izquierda?— pregunto Mack.

A lo que Tej contesto girando hacia la izquierda, y cuando detuvo el auto quedó justo enfrente de la bóveda.

—Perfecto.

—¿De cuanto es? ¿De dos por dos?— pregunto ahora Brian.

—Dos cuatro por tres— contestó Roman.

—No, debe ser tres por tres, ¿No?

—Dos cinco por tres metros— les corrigió Tej a los tres. —Con muros de acero reforzado de cuarenta y cinco centímetros y un núcleo de cobre aislado que la protege de ataques termales— explico, mientras movía el auto y a la vez la cámara para observar mejor los detalles de la bóveda. —Cerradura electrónica de clase tres con cilindros automáticos Griffin y un lector biométrico de palmas, diez toneladas de super tecnología.

Conforme Tej decía más, cada vez los otros tres entendían menos, de por si Roman dejo de entender después de que comenzará hablar sobre muros reforzados. En un momento Brian volteo a ver a Roman tratando de ver si este había entendido, pero aquel solo hizo un ademán de no entender nada, al igual que él, o más bien, peor que él, luego ambos miraron a Mack el cual prestaba completa atención a lo que decía Tej, aunque se terminó confundiendo al igual que los otros dos.

—Bien, me perdí después de cilindros automáticos— hablo Mack, a lo que Brian y Roman lo miraron boquiabierto.

—¿Hasta esa parte?— pregunto Brian a lo que Mack asintió. —Deje de entender de que hablaba de ataques termales.

—Mejor yo no digo nada, no entendí nada después de muros acero no se que cosa— se quejó Roman, haciendo reír a Tej.

—Debo admitir que eso es un logro para ti Roman— se burló Tej. —Entender hasta ese punto, créeme te has superado, hermano.

Brian negó divertido al igual que Mack, mientras que Roman volvía a quejarse.

—¿Y todo eso de dónde lo sabes?— pregunto Brian, si bien, todo el tiempo que lo había conocido nunca lo oyó hablar sobre cosas así o que aprendiera aquello en un lugar.

—Tenia una vida antes de que me conocieras, dejémoslo en eso, ¿Si?— respondió Tej y luego volvió a mover el auto con el control remoto. —Es una verdadera belleza.

—¿Una belleza fácil o qué?

—Una belleza porque se hará la difícil al inicio, no importa cuánto la acaricie, no importa cuánto la ame, al final no habrá forma de que se abra— explico y en ese momento el rubio ya estaba riendo a tal explicación, contagiando con su risa a Roman y Mack.

—Es como si estuvieras hablando de una mujer— dijo Mack. —Haces referencia a una mujer con una bóveda, ¿En serio?

—Eso parece— se burló Roman. —Igual de difíciles.


[....]


Juro por Dios que para la próxima otro cargará por ti.

Ah, ¿Por qué siempre tienes que ser tan negativo en la vida?

¿Negativo? Nunca, hermano— respondió Rico siguiendo a Tego. —Yo siempre soy positivo— bajo las bolsas que llevaban con herramientas y le dio la espalda vigilando que nadie los viera. —Espero que sepas lo que estás haciendo.

En serio, tienes problemas.

Tego rompió la cerradura con una de las herramientas que llevaban, cuando lo logro el fue el primero en bajar por las escaleras, Rico le pasó las dos bolsas que llevaban para el después bajar.

Para la próxima si no hay ascensor, no vengo— volvió a quejarse Rico, mientras bajaba las escaleras.

Ya cállate— le reprendió Tego. —Tienes que aprender a relajarte— encendió la lámpara y comenzaron a caminar hacia dentro. —Creo que aquí está.

Apunto con la luz a unos de los tantos tubos que había ahí abajo. Por otro lado, el mismo policía que había atendido y que había estado soportando a Roman antes, estaba yendo al baño a hacer sus necesidades.

Rico se encargo de quitar la tapa al tubo mientras Tengo se encargaba de ponerle el tiempo a la bomba, cuando por fin abrió el tubo todo el excremento salió de ahí.

Date prisa, que la bomba dice que tienes menos de un minuto— le dijo a Rico. —Nada más a ti se te ocurre.

¿Por qué me das tan poco tiempo?— metió la bomba dentro del tubo para después cerrarlo. —Ya, listo.

Dejalo así, ya déjalo.

Ambos latinos subieron las escaleras denuevo, y justo cuando el policía se encontraba ya sentado en la taza del baño solo pasaron unos segundos para que la bomba explotara y causará que de todos los baños saliera todo el excremento. El policía soltó el periódico que se había llevado, salio del baño y se subió el pantalón en el camino, pobre de él, no solo tuvo que lidiar con Roman, sino que ahora tenía que haber sentido como el excremento le caía o regresaba, le había ensuciado toda su ropa.

De los baños seguía saliendo aún excremento, pero ahora era la cosa más líquida que otra cosa. Tego y Rico se habían vestido o disfrazado como conserjes de ahí, de la jefatura de policía, fingirian que irían a arreglar los baños, pero no era así.

Espero que tú sepas para dónde vamos.

Yo me encargo, tu relájate, relájate.

Tego iba por delante, por lo que cuando pasaron cerca de un policía Rico se quedó un poco atrás viéndolo, ¿Por qué? No se sabe, tal vez por curiosidad. Pasaron por la puerta y se detuvieron viendo como estaban las oficinas y ahí más policías.

La oficina de policía— dijo Rico.

Tranquilo— contestó Tego y siguió caminando mientras Rico se volvía a quedar observando a todos los policías a su alrededor.

Pronto Rico lo alcanzó y Tego entro al mismo baño del cual había salido corriendo aquel policía, Rico había estado cargando con un par de carteles señalizadores que indicaban que tuvieran cuidado, Rico puso uno afuera, justo enfrente de la puerta.

Cuando Tengo entro inmediatamente le llegó el mal olor por lo que se quejó y se tapo la nariz al instante.

Como que se te fue la mano de nuevo.

Perfume de gardenias, papi— le respondió, al parecer Tego ignoraba aquel mal olor a diferencia de Rico. —¿Tu no vas al baño?

De seguro es una de esas teorías budistas estúpidas que aprendiste en un libro de la cárcel— dijo poniendo un pedazo de madera en la puerta para que no pudiera ser abierta por fuera, mientras Tengo se encargaba de hacer lo que se suponía que iba a hacer. —Y de seguro eso que estás haciendo en la pared también lo aprendiste de un libro de esos que leíste en la cárcel, ¿Verdad que sí?

Ya, eres demasiado negativo— Rico se recargo en la manija de la puerta tratando de aguantar el asco y no vomitar en ese momento por aquel mal olor, pero se olvidó de ello al escuchar que el detector de metales de Tego empezó a sonar. —Aquí a ver.

Rico se apresuró a ayudarlo, abrió una de las bolsas y que habían traído con ellos y de ella saco más herramientas, para destruir la pared. Un taladro que comenzó a usar Tego, mientras que Rico utilizaba la sierra, después de ello tomaron martillos y unos picos pequeños, hasta que por fin lograron despegar la pared, entre los dos la despegaron o bueno quitaron cargándola pues en si era un pequeño pedazo lo que hacía que no les costará mucho.

Tego intento poner el aparato que les habían dicho que debían de poner, pero Tego no lograba alcanzar y por esa misma razón Rico se lo arrebato y lo hizo él.

—Dame luz.

Y cuando Rico por fin acomodo el aparato bien, Mia y el resto recibieron señal en la computadora, tenían acceso a las cámaras de la jefatura.

—Lo tengo, ahí esta— dijo Mia ya tenía señal o acceso.

—Tego y Rico lo hicieron bien, ahora podemos ver cuatro camaras— respondió Laila la cual estaba a su lado.

—Parecen ser de última tecnología— hablo Mack viendo la pantalla de la computadora.

—Optima de cargador, campo visual de cien grados, diez segundos de oscilación— dijo Han recibiendo la atención de Gisele.

—Eso si que es poco tiempo— respondió el rubio.

—¿No podemos entrar y remplazar la imagen?— pregunto Gisele, pero Mack negó con un movimiento de cabeza.

—No está enlazado a una señal digital, sabían que entramos al sistema— explico Tej.

—¿Y eso significa?— pregunto Roman esperando que se lo explicarán mejor.

—Que no podemos hacer nada más que espiar, Roman— le respondió Laila.

—Gracias, en ese caso— Laila asintió ante el agradecimiento de Roman por haberle explicado. —Necesitaremos autos rápidos para pasar por ahí.

—No solo rápidos, hay que dar curvas muy cerradas— respondió Han, a lo que Roman asintió.

—Asi que lo que necesitamos es algo lo suficientemente ágil, para no ser vistos— explico Mack a lo que todos estuvieron de acuerdos.

—Hay que duplicar la ruta— hablo por fin Dominic. —O'Conner— él nombrado volteo en dirección a dónde estaba Dom. —Es hora de conseguir autos.

—Si— Laila observó al rubio y pudo notar como había una gran sonrisa en su rostro, como un niño pequeño al que le estaban apunto de dar un regalo. —¿Mack, vienes?

El mencionado dudo unos segundos, miro a Mia y a Laila, para después volver su atención a Brian.

—No— el rubio asintió, entendiendo que Mack quisiera pasar más tiempo con Mia. —Pero apuesto a que Laila quiere ir.

—¿Qué? ¿Yo qué?— pregunto desconcertada la chica.

—Laila ve— Mack se acercó a su amiga y puso su mano sobre el hombre de ella. —Te hará bien distraerte— dijo en un susurro casi inaudible, el cual solo el y ella escucharon.

—Vamonos— sonrió Laila, empujó sutilmente a su amigo Mack haciendo que esté casi se cayera. —A conseguir autos, como en los viejos tiempos.

Brian sonrió al ver como Laila iría con ellos, estos últimos días, no eran tantos, pero Laila no había hablado mucho con Brian y él único tiempo que lo hacía era para acordar partes del plan.

—Así se habla— dijo Dom y se acercó a su hermana, paso su brazo por los hombros de la chica, también contento ante esa nueva actitud de ella. —¿Te vas a quedar ahí parado Brian o vas a venir?

—Voy— respondió el rubio y comenzó a caminar a lado de los dos hermanos.

Los demás se quedaron ahí en la fabrica, lo único que podían hacer era vigilar las cámaras y esperar a que los latinos llegarán, pues ellos aún seguían en los baños de la jefatura de policía.







[....]





Cuando los tres llegaron se sintieron como devuelta en casa, la sensación que tenían al llegar a ese lugar era genial para ellos. La música resonaba por todos lados, luces, autos en cada lugar que vieran, el sonido de los motores, las competencias de autos las cuales algunas apenas empezaban y otras acababan, mujeres por todos lados, era como en los Angeles, era como cuando estaban todos juntos, antes de todos los problemas. Sin embargo, ya ninguno deseaba regresar a como antes, porque eso significaba cambiar todo y perder todo lo que hasta ahora habían logrado, pues ahora Mia era feliz con Mack y estaban apunto de ser padres, ahora tenían más familia: Tego, Rico, Roman, Gisele, Han y Tej.

—Llegamos a casa.

Laila y Brian rieron, era una sensación hermosa, estar ahí, era ser libre, olvidar los problemas que tenían justo ahora. Los tres bajaron del auto, Laila fue la primera en bajar pues iba en las piernas de Brian en todo el trayecto.

—Mira esas hermosuras— hablo Laila viendo todos los autos que había. —¿Podemos llevarnos todos?

Los dos hombres negaron divertidos ante la actitud de Laila, ella no había actuado de esa forma en estos días, al contrario era una chica más preocupada, apagada, si reía, en ocasiones, pero no como solía ser ella. Así que en ese momento sintieron que tenían a aquella Laila de vuelta.

—No creo— respondió el rubio caminando a lado de los dos hermanos. —No podríamos conducir todos al mismo tiempo.

—Tendran que escoger— dijo Dominic, haciendo que Laila y Brian se mirarán entre sí.

Aquella pareja tenía una gran sonrisa, como la de niños entrando a una jugueteria, ellos eran los niños y aquel lugar la jugueteria, los autos definitivamente eran los juguetes. Laila fue la primera en adelantarse y mirar cada uno de los autos que los rodeaban, mientras que Brian se quedó a lado de Dominic observando los otros autos.

—Ese— señalo un auto azul claro. —¿Qué te parece? Todo motor, nada de tuneo. Siempre quise uno así.

Dominic asintió y miro el auto, era bueno, luego miro de reojo como su hermana Laila, caminaba enfrente de todos los autos observando cada uno, esa era su hermana, no la chica que había estado estresada estos días.

—Tiene el récord de la avenida hace tres años— dijo Diogo, el dueño del auto, apareciendo enmedio de toda la multitud. —Diablos hermano— exclamó en su idioma, portugués. —Tienes muchas agallas para traer aquí tus problemas Toretto, eso sin mencionar a un policía.

Laila alcanzó a escuchar todo aquello pues justamente ella iba a dónde su hermano y Brian para decirles que ya había elegido un auto. Ella se puso enfrente de los dos y miro a Diogo.

—Oye— hizo una pequeña pausa y miro de reojo a Dom y Brian. —¿Qué te parece si eso, lo mantenemos en secreto?

Diogo rió por lo bajo, al darse cuenta que no solo habían llegado Dominic y Brian, sino también que habían llevado a su hermana de Dom, Laila.

—En la calle se dice que muchas personas los están buscando— dijo señalando a cada uno de ellos. —¿Qué? ¿Creyeron que no los reconoceríamos?

—Contabamos con eso— hablo Dom, y le dió una mirada a Laila para que se pusiera a lado del rubio, lo cual hizo. —Tal vez ese Coupé gane en las calles de aquí— se dió la vuelta y señalo a su auto en el que habían llegado. —Pero ese mounstro jamás ha visto unas luces traseras.

—Creeme, jamas— recalcó Laila.

—Pues lo hará pronto— respondió Diogo a la que Brian no puedo soltar un par de carcajadas. —El auto de Toretto en mi cochera, eso sería un buen trofeo— le dijo a su gente, o bien, a la multitud. —Estoy listo, leyenda, auto por auto.

—¿Auto por auto?

—Si lo quieres, ven por el.

—Genial— sonrió Laila, se acercó a Dom y lo agarro del brazo. —Denos unos segundos.

Y con eso Laila se llevó a su hermano mientras dejaban al rubio ahí, pero aquel rubio ya sabía que era lo que tramaba su chica, la conocía lo suficiente bien para saber lo que pasaba por su mente.

—Ya dime Laila.

—Deja que yo lo haga— comenzó Laila, a lo que a su hermano se le dibujo una sonrisa. —Sera mejor si yo le gano, y en caso de que perdiera, lo cual no sucederá, no será tu culpa.

Dominic negó divertido y soltó un par de carcajadas mientras Laila lo observaba esperando su decisión.

—Bien, así será— Laila sonrió al escuchar aquello y ya se iba a marchar para decir que ella competiría, pero su hermano la detuvo del brazo. —Pero quítate la idea de perder, ¿Entiendes? Porque si pierdes mi auto, me conseguirás uno nuevo.

—Claro, lo tendré en cuenta— sonrió la chica y está vez su hermano la dejo irse, le tomo unos segundos para después alcanzarla.

—¿Que ha dicho Dom?— pregunto Brian al ver llegar a ambos.

—Lo he convencido— Brian sonrió orgulloso de su chica, aunque también sabía que Dom había aceptado al instante pues a los dos les gustó la idea de que Laila estuviera feliz y tranquila, al menos esa noche.

—¿Estás listo, Dominic?— pregunto Diogo, a lo que Dom negó.

—No correré yo.

—¿Entonces quién?— pregunto desconcertado, se suponía que correría contra Dom.

—Yo— dijo Laila mientras se ponía enfrente nuevamente. —Yo lo haré.

—Eso será fácil.

—¿En serio?— cuestiono con burla Laila.

—Si, estoy seguro.

—No sabes lo que dices— dijo Dominic a lo que Brian estuvo de acuerdo.

—Esta chica es mejor corredora de lo que crees— explico Brian con una gran sonrisa.

Diogo rió, pues el creía que sería muy fácil ganarle, aunque estaba totalmente equivocado. Los dos se subieron a sus autos y se pusieron en la línea de meta. Brian se acercó al auto de Dominic el cual conducía Laila.

—¿Vienes a desearme suerte?— sonrió la chica al verlo.

—Algo así— metió su cabeza por la ventanilla del auto. —Te vengo a compartir algo de mi suerte.

Se acercó al rostro de Laila, quedando a unos solo centímetros de distancia.

—¿En tus venas sigue corriendo el poder del atún?— rió Laila, Brian solo asintió con una sonrisa de lado a lado, y corto la distancia que los separaba.

Unio sus dos labios en uno, encajaban a la perfección, un beso que necesitaban, aquello demostraba que su relación seguía siendo igual de especial que en un principio.

Duraron así hasta que alguien a lado del rubio los interrumpió fingiendo que tocia, a lo que ambos se separaron y al ver quién era se encontraron con Dominic con una pequeña sonrisa.

Brian y Laila rieron algo nerviosos al ver cómo Dom los estaba observando, Brian saco su cabeza de la ventanilla y recupero su postura.

—¿Interrumpí algo?

—No— respondió Laila fijando su vista al frente mientras aguantaba la risa.

—Solo le estaba deseando suerte— Dom enarco una ceja haciendo reír al rubio.

—¿Deseando suerte?— ambos asintieron. —Vaya forma de hacerlo.

—Si— dijo está vez Laila mirándolo. —¿Que quieres, Dom?

—Venia decirle suerte a mi hermana, pero creo que ya te la han deseado suficiente— dijo mirando de reojo a Brian, el cual tenía los labios rojos al igual que Laila. —Y decirte que más te vale que ganes y no pierdas mi auto.

—Asi será, ahora váyanse— les pidió Laila a lo que ambos asintieron. —Y Dom, no le cuentes a nadie sobre eso.

—No tenía pensado hacerlo— rió su hermano.

—Eso espero.

—Lo hará— le susurro Brian a Laila para después irse con Dom.

—Eso temo.

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

Dos capítulos en un día, este es más corto porque ya quería subirlo hoy antes de la 1:00 p.m (hora en México) y bueno se los subí como a las 12:00 p.m.

Extrañaba escribir la relación de Brian y Laila, y se supone que la intención cuando cree el fanfic era escribir sobre ellos, pero lo deje como algo secundario la verdad, y no se la razón, pero bueno, voy a tratar de poner más interacción entre esos dos, porque siento que deja abandonado aquello.

Muchas gracias por el apoyo, ya saben siempre me gusta agradecerles, de igual modo también les pido que sigan comentando y votando, ns pero leerlos me motiva a seguir, aunque aún así solo sea uno me dice que al menos a esa sola persona le gusta.

Y bueno sin más me despido hasta la otra semana que les vuelva a subir nuevos capítulos

Continue Reading

You'll Also Like

95.3K 2.5K 31
ONE SHOTS [SPREEN] +18 Minis historias. Esta historia no se hace con fines de incómodar a nadie, si te incomoda, vete. No en todas hay +18. Si no qui...
32.4K 2.3K 14
solo lean la historia
31K 1.4K 14
bueno otra historia de reacción pero será de dB multiverso viendo a dbs, esta historia siempre me hizo interesante pero casi nadie que e visto lo com...
8.8K 508 16
esto es una historia de tierra x todos , disfrútenlo ^^