Los ojos de Ron no podían procesar completamente lo que veían.
Harry... estaba muerto.
Las muñecas de aquel que había sido su mejor amigo se encontraban desgarradas, el piso de la habitación que habían compartido durante casi toda su vida, ahora estaba teñida de sangre. Nunca había odiado el color rojo, era su favorito, pero ahora, ahora lo despreciaba con fuerza.
Sin embargo aquella sangre que manchaba el dormitorio, estaba seca. ¿Cuántos días llevaba ahí? ¿Por que nadie lo había notado?
"Sólo necesito un poco de espacio amigo, un tiempo conmigo mismo"
Y Ron había respetado su desicion, se había encargado personalmente que los elfos le llevaran comida, dejó que Harry estuviera todo el tiempo que quisiera encerrado en esa maldita habitacional. Habían ganado la guerra, pero el salvador ahora estaba muerto. No, el que murió fue su mejor amigo.
Los gritos de Hermione fueron escuchados por todo el castillo, eran altos y desgarradores, ella seguía intentando buscar algún palpito inexistente en Harry, alguna respiración por muy leve que fuera, pero nada, no había nada.
La guerra les había quitado mucho a todos, la guerra se había llevado a su hermano. Ron no había llorado, no aún, siempre decía que habría tiempo para eso después. Habían muchas cosas que hacer para ayudar s reconstruir todo lo que fue destruido en la batalla, él sería fuerte para que sus padres pudieran llorar la muerte de su hijo. Pero este fue el límite de Ron, no tenía cordura suficiente para consolar a Hermione, no cuando el mismo se estaba cayendo a pedazos.
Ronald gritó, lloró, abrazó con fuerza el cuerpo de Harry, le imploró a Hécate que se lo mandara de vuelta, suplicó por horas, pero nada dió resultado.
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Semanas pasaron, y lo que quedaba del trío de oro, seguían sin encontrar alguna causa específica para que Harry decidiera morir. Ron a veces se encontraba insultando la foto de su mejor amigo y a veces era a su reflejo al que le echaba la culpa. ¿Qué se había perdido? ¿Qué no había visto?
—¿Y si Harry fue abusado?
Aquellas palabras pronunciadas por Hermione hicieron que Ron entrara en crisis. ¿No estaba Harry demasiado delgado? ¿No tuvieron el y sus hermanos que sacarlos de su casa, rompiendo barrotes que tenía en su ventana? Oh Merlín lo llevara, le había fallado a su mejor amigo.
¿No le había dicho a su mejor amigo que sólo serían unas semanas en casa de sus parientes?¿Por qué no vió las cicatrices? Le gustaba pensar que eran resultado de sus aventuras, pero Harry las tenía incluso antes de que comenzaran. Se había engañado así mismo para sentirse más cómodo, le había restado importancia porque pensó que Harry hablaría si algo sucedía. La culpa lo estaba consumiendo, la culpa y el dolor, porque dolía que Harry no estuviera allí para pedirle perdón, había llegado demasido tarde.
—El profesor Snape se despertado del coma...¿Deberíamos visitarlo?
Ron observó a la chica de cabellos castaños, parecía tan muerta en vida como él. Tenía ojeras y estaba desaliñada, Incluso tenía tinta regada en sus mejillas.
—Iré, voy a pedirle ayuda para el ritual.
—Ron...sobre ese ritual, no creo que debamos hacerlo.
El pelirrojo tomó las manos de su amiga y las apretó con delicadeza, no quería hacerle daño, sólo quería que sintiera que estaba ahí, quería sentir que ella aún estaba ahí.
—Estas equivocada en algo Mione, tu no vas a participar, esto es algo que tengo que hacer yo. Viajaré al pasado, cuidaré de Harry, lo haré feliz. No dejaré que borres tu existencia.
—¿Por qué tu existencia vale menos que la mía? —los ojos de Hermione se llenaron de lágrimas— ¡Dimelo Ron! Tú al menos aún tienes una familia, no puedo dejar que tu madre pierda otro hijo.
—No dejaré que Fred muera, no dejaré que la guerra ocurra, derrotaré a Voldemort mucho antes de que se alce. Tú, vas a devolverle los recuerdos a tu familia, serás la amiga de Harry, como siempre debió haber sido. Mis padres tendrán más dinero para comprar cosas a mis hermanos, ellos no sabrán que debí existir, y yo estaré feliz de verlos a todos juntos y vivos.
Hermione suspiró, estaba agotada, habían tenido esta conversación varias veces en esa semana. A veces se arrepentía de haberle contando a Ron del ritual, pero Hermione también amaba a Harry, también se sentía culpable, y vacía.
—¿Crees que el profesor quiera ayudarnos?
—Lo hará, su magia es técnicamente inexistente desde que Harry murió, lo protegió del peligro de Voldemort, pero no de los recuerdos que lo atormentaban. Salvaré a Harry, suena egoísta que lo ponga a él antes que a todo el mundo mágico, pero Mione ustedes para mi siempre fueron más importante que el resto del mundo, siempre fui un extra en mi familia, pero con ustedes me sentí el protagonista de una gran historia de aventura, los quiero, si por que aún quiero a Harry, aunque este muerto lo quiero y si la magia está de mi parte no permanecerá muerto por mucho tiempo.
Su amiga lo abrazó dándole todo su apoyo, Ron salvaría a Harry, y no importa que su yo del pasado jamás lo conociera, siempre sería parte de ella.
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—Señor Weasley, es una sorpresa recibir tan desea visita.
El sarcasmo adorno las palabras del profesor menos favorito de Ron, sin embargo, no tenía ganas de seguirle el juego, sus ojos azules miraron los negros con seriedad, y la sonrisa burlona que Snape está formando, murió antes de poder tomar forma.
—Vengo por Harry, profesor. ¿Sabe que ha muerto, verdad?
—Lo sé, mi magia se ha ido con él. Aunque nadie me ha contando la circunstancia exactas de tal suceso.
Ron tragó en seco, pronunciar las palabras era más difícil de lo que había imaginado, lo hacía tan real, pero él era un Gryffindor, así tomó aquel miedo que tenía a confirmar lo sucedido y lo enterró.
—Harry... él se ha suicidado profesor. Pero eso no importa, voy a traerlo de vuelta. Hay un ritual y necesito su ayuda.
—¿Por qué?—murmuró Snape más para si mismo que para Ronald.—¿No se supone que el señor Potter era feliz? Acaba de terminar la guerra.
Ronald negó con la cabeza, y suspiró, el tampoco entendía del todo las razones de Harry, pero tenía sus sospechas.
—Hermione y yo pensamos que quizás fue abusado por sus parientes, no estamos seguros, pero hubo señales a lo largo de los años. Nosotros la notamos demasido tarde.
Snape tenía los ojos abiertos de par en par, Ron notó la culpa y el remordimiento, aunque a penas estuvieron presentes algunos minutos.
—¿Qué quiere de mi, señor Weasley?
—Encontré un ritual, el sacrificio es grande, necesitamos una vida humana, y el que lo realiza perderá su identidad. Es para viajar al pasado, sólo puedo retroceder 13 años, pero es suficiente profesor, salvaré a Harry.
—¿Y sacrificaras la paz que tan duramente le ha costado al mundo mágico?
Ronald sonrió, lo hizo con tristeza, porque después de la muerte de Harry, había descubierto una faceta de si mismo que no sabía que tenía.
—Si, no me importa ser considerado una mala persona profesor. Yo sacrificaria a todo el mundo mágico por Harry, no me importa que él me odie después por eso. ¿Nunca ha tenido un amigo así? ¿Por el que dejaría todo, cambiaría todo? Si no lo has tenido, imagina que lo tienes...y luego encuentras en su cuarto sin vida, solo porque no llegaste a tiempo, todo por no darte cuenta antes.
—No necesito imaginar nada Weasley, lo he sentido, también perdí a una persona que era más que irremplazable.
-Necesito su vida señor, es egoísta de mi parte, pero prometo que encontraré a su yo más joven y le contaré lo que usted me pida a cambio, no es mucho, pero es lo que puedo ofrecer.
—Oh no señor Weasley, usted puede ofrecer mucho más que eso. Mi madre perteneció a la familia Prince, pero decidió casarse con muggle, mi familia me permitió heredar su fortuna si me casaba con otro sangre pura y por supuesto en un período de tres años del matrimonio deberíamos tener un heredero, sino todo se anula.
—¿Me esta pidiendo matrimonio, profesor Snape?
—Si, a cambio tendrá acceso a la fortuna Prince y sera conocido como mi consorte, acabaremos con Voldemort sin necesidad de que yo espíe, y tampoco tendré que enseñar, por supuesto.
"Pequeñas ventajas" pensó Ronald.
—Si tengo ese hijo...no pienso dejarlo nunca—dijo en modo de advertencia.
—Nunca dude de eso, viviremos justos hasta el final de los días, solo que esos arreglos los hará con mi yo de 25 años. ¿Será capaz de sacrificar tanto por su amigo?
-Todo profesor, lo sacrificaría todo.
Nota de Autora: Lo prometido es deuda amores. Aquí el primer capítulo de Diferente, tomaré un día de descanso y luego volveré actualizar en el mismo orden, un día Liber y otro Diferente. Gracias por su apoyo, los amo.