Estaba en sexto año de primaria cuando supe la verdad.
Satoru era mi destinado, si, era de lo más raro que me pude imaginar después de todo el tiempo que cuido de mi llegue a quererlo, pero de una manera diferente y sin darme cuenta ya me había enamorado de ese alvino doble cara.
Nunca dije nada, no por miedo al rechazó sino que... jamás encontré la oportunidad perfecta para acerlo, ya que después de volverse jefe de su propia empresa pasaba la mayor parte del tiempo fuera de la cuidad.
Una única oportunidad era lo que pedía... y cuando se me dio... descubrí otra parte de él. Yo era joven ese ese entonces, pero no idiota, pensé que me aceptaría o quizás daríamos tiempo y asi talvez la relación fluiria poco a poco.
Y no.
Ese día lo recuerdo perfectamente, yo había salido más temprano de la escuela debido a los días festivos, una clara oportunidad para declararme la empresa no era la mejor opción, pero era el único lugar en el que siempre estaba disponible, acompañado de Kugisaki pregunte por él en recepción dijeron que estába en una junta pero que no iba a tardar en salir con una gran emoción decidi esperar en la sala asta que me dieran permiso de subir.
Para cuando eso sucedido yo ya estaba cruzando las puertas del elevador para llegar asta su piso.
Llegué pero no había nadie, apesar de que la puerta estaba media abierta y unos ruidos extraños provenían de ahi mi curiosidad fue mayor que termine por asomarme un poco.
Tan sólo alcanse a mirar las sombras de dos personas una encima de otra murmurando cosas que rompieron pr completo mis esperanzas.
"¿me quieres?"
"Claro que te quiero, sino fuera así no estaría aquí"
"Mm~ dime que soy el único~... que no existe alguien más que te pueda aser sentir esto como yo~..."
"Eres único y por eso me encantas~.."
"Suguru~..."
Escuchar el nombre de otra persona en sus labios le rompió por completo tanto el alma como el corazón, porque después de todo no fue la primera persona que llevo ahi. Suguru fue uno de tantos, pero lo que más le dolía era el echo de saber que talvez aún diciéndole sus sentimientos seguiría asiendo eso y que nunca lo tomaría de verdad enserio, solo sería otro de sus pasatiempos. Al cual cuándo tuviera lo que nesecitaba lo abandonaría, no, no era el tipo de vida que estaba dispuesto a llevar.
Con lágrimas escurrriendo por sus mejillas huyo de allí, sin saber exactamente a donde ir.
No sabía cuanto tiempo llevaba allí pero poco le importaba, siendo el único lugar donde pudo desahogarse se dejo caer en una de las bancas frías del parque lamentandose por aver ido a ese lugar.
Saco su celular de su bolsillo para ver la hora el brillo le lastimó un poco el rostro así que lo iso aún lado ignorado las llamadas y mensajes perdidos que habían.
Pronto se oscurecio, pero sus ánimos para volver eran muy pocos así que se quedó alli más tiempo, debido al frío que asia su nariz se pinto de un rojo muy notorio,como había olvidado su suéter tan pronto le empezó a dar escalafrios
—¿oye estas bien?—habló desde sus espaldas.
Megumi se giró para ver de quien se trataba, era un joven chico de maso menos su edad o un poco mayor.
—¿estas sólo? O¿te perdiste? —siguió preguntado al mismo tiempo que se acercó a él.
—n-nada de eso—jadeo un poco debido al frío que estába asiendo.
El joven lo examinó de piez a cabeza para después darle su suéter así ya no sentiría frío.
—es tarde para que andes solo por estos lados ¿tienes a alguien que pueda venir por ti?—
Dudo en responder y sólo agachó su mirada mientras se abrazaba asi mismo.
—Itadori!! Es hora de irnos—gritó una mujer albina.
—yo... puedes venir con nosotros, le puedo decir ami hermana que te lleva a tu casa si estás deacuerdo—sugirió el chico un poco nervioso.
—no lo se —dudo en aceptar.
—se que nos acabamos de conocer, pero de verdad sólo quiero ayudar... no me agradaría la idea de irme y dejarte asi—habló preocupado.
—estabien—acepto.
Sonrió más animado y tomó su mano para llevarlo con su hermana quien se llevo una gran sorpresa al verlo con un niño,pero después que le explicara la razón ella personalmente acepto ir a dejarlo a su casa.
—¿es aquí?—preguntó luego de detener el auto.
—si—
—¿me dejas acompañarte asta la puerta? Sólo es por si te piden alguna explicación—
—porsupuesto... nos vemos y gracias por todo—se despidió del chico.
Ambos salieron del auto, mientras caminaban asta la entrada, mucho antes Satoru lo esperaba con cierta preocupación, tanto que en cuanto lo vio se lanzó para abrazarlo.
—Megumi ¿en donde habías estado? Estábamos tan preocupados por ti—exclamó con cierta preocupación.
—estoy bien—lo empujó un poco.
—Mucho gusto soy Mei Mei, no se preocupe a su hijo no le pasó nada, sólo este más alpendiente de él porfavor—dijo antes de irse.
Dicho aquello volvió a su auto para volver a casa, por su parte Satoru miro un poco molesto y desepcionado al menor, ya que nunca lo había echo antes ¿además con que motivos? Si nunca se los dio, más no le dijo nada para no acerlo sentir peor, tan sólo lo dejo ir asu cuarto sin siquiera pregúntarle nada.
No estaba consciente del daño que eso le provocó.
Conocer a Itadori, le devolvió su sonrisa, pese a que sólo se vieron una vez, cuando Megumi salió de la primaria ingreso a la misma escuela que él, fue entonces que lo conoció, no era presisamente alguien positivo o entusiasta pero con cada día que estaban juntos se volvieron buenos amigos.
Eso fue asta que Itadori tuvo que irse a otra escuela donde quizás no se verían seguido, porque el conocería a mas personas y quizás aria nuevas amistades. Se sentiría vacío denuevo algo que no quería volver a repetir.
Aunque ahora era mas maduro, tenía que ver la realidad de las cosas, pero una pequeña llamada lo dejó más tranquilo.
"Hola"
"¿Hola?"
"Megumi me da tanta alegría volver a escuchar tu voz"
"Disculpa te conozco?"
"Si, soy... Yuuji Itadori"
"Yuuji..."
Volver a escuchar su voz lo puso ancioso, después de todo habían pasado doce largos meses sin verse, ahora se escuchaba diferente, pues claro él ya estaba en preparatoria.
Se preguntaba como se vería ahora, tanto en persona como físico.
"¿podemos vernos?
Esa simple y pequeña pregunta lo puso aún más nervioso. Pero acepto, porque tampoco se iva a engañar con que no quería verlo.
Se citaron en el mismo parque donde se conocieron y como si fuera la primera vez en años se quedaron parados uno frente a otro sin decirse nada, así fue asta que Itadori corrió asia él para abrazarlo.
Un abrazo tan cálido y sincero.
—Megumi—habló con una sonrisa, su nariz sintió cosquillas debido a los cabellos azabache del menor.
—Yuuji...—soltó con nerviosismo, en verdad verlo denuevo le sorprendió.
Ahora era más alto, no sólo eso por su físico pudo deducir que asia ejercicio. En verdad ese gran cambió le iso bien.
Jamás imaginó reencontrarse con él y de esa manera, si, pasaron mucho tiempo lejos pero trataron de mantenerse en contacto. Sin embargo Itadori seguía avanzando decidido a terminar una carrera y él aún no tenia una idea clara de lo que realmente quería. Entonces denuevo volvieron a separarse, uno entró a la Universidad y otro se quedó en el mismo lugar.
Esa parte le dolía, pero no era momento para lamentarse. Sino avanzar.
Durante su estancia en la preparatoria, volvió a reunirse con una vieja amiga Kugisaki, no sólo eso sino también conoció a otras personas como Kamo, Maki, Miwa,Yuta (primo lejano de Gojo) solían juntarse en grupo e ablar de cualquier tema ya fuera de la escuela o personal (a lo cual no solía participar mucho porqué había ocasiones en que en verdad eran intensos) pero eran buenas personas.
Luego de un tiempo también se alejaron claro nunca se dejaron de ablar, sea como sea intentaban manterse en contacto.
Y durante es tiempo Megumi pudo olvidar el sufrimiento que estába pasando prometiendo se no vol ver a repetirlo. NUNCA.
Estando ya a un semestre de iniciar sus cursos en la preparatoria Jujutsu, se idealizo una idea clara para su futuro o que almenos esperaba conseguir. No tenía otra preocupación más que esa.
—esto de las clases extra empieza a aburrirme—se quejó inclinando un poco su asiento asia atrás.
—crei oirte decir que nunca falatraus a ninguna clase—comento mirándole sin mucho interés.
—¡así era! Asta que dejaron de venir esos lindos chicos de tercer grado—sonrió un poco mirando a la ventana.
—¿ese era tu único motivo para venir? —preguntó molestó.
—si... talvez, si—admitió sin quitar su sonrisa burlona. —oh vamos! no tiene nada de malo querer mirar un poco—exclamó ofendida ante la mirada del contrario.
—¿que nunca lo an echo?—los miro a ambos.
—si, pero no soy tan obvio—
—...¿qué hay de ti Megumi? —miro al menor que yasia leyendo un libro. Pero había estado escuchando su conversación.
—no me fijo mucho en eso, nisiquiera consideró tener tiempo para andar en esas cosas—contestó secamente.
—¡va! Que aburrido—se incorporo en su silla denuevo.
—no se ustedes, pero pienso aprovechar estos 20 minutos libres para comprar algo—se levantó de su asiento.
—Buena idea! Vallamos a ver que nos invita— iso el mismo acto. —anda Megumi—
—¿mm?—
—¿tiene algo mejor que acer? Anda!—lo jaló del brazo para llevarle asta la cafetería.
Caminaron asta allá, mientras Kugisaki intentaba mantener la conversación sólo para molestarles pese a que ignoraron sus preguntas ¡era muy insistente! Quien como ella.
Pronto llegaron a la cafetería, pero segúian en su platica nisiquiera notaron la prencencia de otras personas caminando en su misma dirección.
El joven de ojos avellana venía de recoger su almuerzo, Megumi levantó un poco su mirada y aquella cabellera pelirosa llamo su atención tanto que sin darse cuenta había chocado con él.
Soltó un pequeño quejido apartandose del contrario, quien ahora tenía toda su comida sobre su ropa.
—yo...—trató de buscar las palabras correctas para decir pero no fue así.
—¿no te paso nada verdad?—le interrumpió con una sonrisa sincera.al ver de quien se trataba.
—Hola Me-gu-mi —saludó amablemente.
Al menor se le subieron los colores, tanto que quería desaparecer de ahí.
—no es asi como me imaginaba volver a verte —sonrió mientras se quita su sudadera.
—yo... tampoco, siento mucho lo de tu ropa—se disculpó nervioso.
—nada que no se pueda lavar!! Además gracias a esto es que te vuelvo a ver—se acercó a el acortando un poco la distancia entre ambos.
—ami también me da mucho gusto verte—le regaló una pequeña sonrisa.
Desde ese día empezaron a verse denuevo, y poco a poco salieron más seguido.
Así asta que Itadori confesó sus sentimientos a Megumi quien no lo rechazó pues también se había enamorado.
Pero para entonces Satoru era alguien más exigente con sus horarios de regreso, desde aquel dia en que llegó tarde estuvo más al pendiente con el echo de no dejarlo llegar o irse sólo.
Tuvo que mentirle en varias ocasiones, aunque no siempre sería así. Y cuando llegó ese día aún no se sintió listo para decírselo, si era sincero le dolió avercelo dicho de tal manera.
Pero su enojo y frustración fue mayor que termino diciéndole de una manera que a ambos les dolío.
Porqué aún después de tanto, en el fondo lo seguía queriendo.
28/09/2023.