CAPÍTULO 299. ENCUENTRO
CON LA FAMILIA WEI EN EL CAMINO (1)
El territorio de Gran Qin era extremadamente vasto, y el campo de batalla del noroeste estaba a miles de li de distancia de la ciudad imperial. Los guardias vestidos de hierro y los guardias oscuros que les acompañaban eran demasiado llamativos, lo que levantaba sospechas. Así que, poco después de abandonar la ciudad imperial, se dividieron en tres rutas y se dirigieron desde diferentes direcciones hacia el noroeste. Pei Yuanlie, Shen Liang, Tianshu y Lei Zhen, por supuesto, permanecieron juntos, y avanzaron incansablemente día y noche. No sabían cuántos caballos finos habían agotado, y sólo consiguieron recorrer dos tercios del camino tres días después.
"¿Estás bien?"
Al cuarto día, al pasar por un arroyo, Pei Yuanli pidió a todos que pararan a descansar. Apartó a Shen Liang, que cojeaba, para que se sentara. Shen Liang rara vez montaba a caballo. Ahora se había estado golpeando contra el lomo del caballo día y noche, y tenía rozadas las caras internas de los muslos. Pei Yuanli sintió mucha pena al verlo. Cada vez que intentaba persuadirle para que buscara una posada donde descansar una noche, decía que no. Así que sólo pudo ayudarle a aplicarse algunas medicinas cuando tomaron un descanso.
"No pasa nada. Cuando lleguemos al noroeste, se curará en unos días."
Tianshu y los demás ya habían ido a buscar comida, dejándoles a los dos algo de espacio. Mirando a su alrededor, sólo estaban ellos dos excepto los caballos, y Shen Liang se quitó directamente los pantalones exteriores y abrió lentamente las piernas, soportando el enorme dolor. La piel de la cara interna de los muslos estaba toda desgastada, con la sangre filtrándose débilmente, y toda la zona estaba roja e hinchada. No importaba cuántas veces lo mirara Pei Yuanlie, no podía evitar sentir que un cuchillo le cortaba el corazón.
"Liangliang..."
"Está realmente bien, sólo parece un poco raspado. Aplícame la medicina. Volverán pronto."
Tan pronto como abrió la boca, Shen Liang le interrumpió con una sonrisa. Este dolor no era nada, ¡ni siquiera digno de mención comparado con la posibilidad de no volver a ver a su hermano mayor!
"Hmm, entonces tienes que soportarlo."
Mirándole a los ojos durante un rato, Pei Yuanli cogió de mala gana el pañuelo limpio que había humedecido cuando Shen Liang se quitó los pantalones hacía un momento, y le limpió cuidadosamente las heridas. Pronto el pañuelo blanco se manchó de rojo. Pei Yuanli se volvió hacia el arroyo para limpiarlo de nuevo. Después de repetirlo tres o cuatro veces, el trabajo de limpieza de las heridas no había hecho más que terminar.
Independientemente de su identidad, Pei Yuanlie se inclinó entre sus muslos y sopló repetidamente aire en las heridas. De repente, las abrasadoras heridas se sintieron frescas, y Shen Liang no pudo evitar gemir cómodamente. Su postura parecía indescriptiblemente ambigua, como si estuvieran haciendo alguna mamada vista desde la distancia. Sin embargo, sólo ellos sabían que, de ser posible, ninguno de los dos querría hacerlo.
"Um..."
Después de que toda el agua de las heridas se hubiera secado, Pei Yuanlie sacó el polvo y lo esparció uniformemente sobre las heridas. Le dolió tanto que Shen Liang sudó, y apretó los dientes para no hacer ningún ruido porque sabía que la persona a la que realmente le dolía era Pei Yuanlie.
"Vale, hecho."
Después de una taza de té, Pei Yuanlie terminó por fin, y se puso los pantalones por él, luego se sentó y lo colocó en su regazo, diciendo: "¡Liangliang, sólo esta vez!"
Por el hecho de que eran hermanos y no se veían desde hacía cinco años y él estaba realmente preocupado, podía dejarlo pasar esta vez. ¡Pero no la próxima vez!
"Um, de acuerdo."
Tumbado en el suelo, apoyando la cabeza en el muslo, Shen Liang sonrió y asintió. Él tampoco pensó que habría otra vez.
"Echa una siesta. Te llamaré cuando comamos."
Los delgados dedos le apartaron suavemente el desordenado pelo, y Pei Yuanlie suspiró impotente. Shen Liang sabía que esta vez le había preocupado, así que esta vez no rechazó su buena intención, cerró los ojos y se durmió. Cuando despertó, había pasado casi una hora. Tianshu y los demás ya habían asado bien los faisanes salvajes y las liebres.
"¿Cuánto falta?"
Comiendo el muslo de pollo asado que le dio Pei Yuanlie, Shen Liang preguntó despreocupadamente.
"Unos mil li. Si no hay accidentes, deberíamos llegar mañana por la mañana."
El campo de batalla del noroeste estaba a unos 5000 li de la ciudad imperial, y ya habían recorrido dos tercios, y sólo les quedaba un tercio.
"Hmm, ya casi hemos llegado. Partamos después de comer."
Asintiendo, Shen Liang arrancó un gran trozo del faisán salvaje y se lo tragó en unos pocos bocados. Pei Yuanli sacudió la cabeza y le envió la bolsa de agua, diciendo: "Vamos. Tómate tu tiempo. Cuida tu cuerpo."
"Hmm."
Shen Liang asintió con pulcritud, pero sus movimientos al comer no disminuyeron ni un poco. Cuando terminaron de comer, se dispusieron a salir a la carretera, lo que ocurrió casi un cuarto de hora después. Decenas de caballos cabalgaban por la carretera oficial al mismo tiempo, levantando polvo detrás.
No muy lejos de ellos, otro grupo de personas también estaba en camino, pero no viajaban día y noche como Shen Liang y los demás. Descansaban cuando lo necesitaban a lo largo del camino, y sólo se apresuraban durante el día. La mayoría de la gente iba en carruajes, y su estado mental era mucho mejor que el de Shen Liang y los demás.
"¡Whoa!"
Cuando los dos grupos de personas se encontraron, ambos lados se detuvieron coincidentemente. Shen Liang, sentado en el lomo del caballo, miró al hombre de mediana edad a horcajadas sobre el lomo del caballo en medio de la plaza delantera. Lágrimas rodaron por sus ojos mientras llamaba: "Tío..."
Sí, este grupo de gente era la familia Wei que regresó con el grupo de enviados del Reino Wei. El hombre de mediana edad a la cabeza era Wei Zehang, el hijo mayor del General Wei, tío abuelo de Shen Liang.
"¿Eres... Liangliang?"
CAPÍTULO 300. ENCUENTRO CON LA FAMILIA WEI EN EL CAMINO (2)
Al principio, Wei Zehang estaba un poco mareado, pensando que había visto a su hermano menor fallecido hacía más de una década, pero pronto se dio cuenta de quién era e inmediatamente cabalgó hacia él con gran emoción. Shen Liang se secó las lágrimas, saltó del caballo y se acercó dando tumbos sin esperar a que Pei Yuanlie le apoyara.
"Tío mayor..."
Nadie sabía por qué Shen Liang los conocía, y nadie sabía por qué él, que nunca antes debía haber visto a nadie de la familia Wei, estaba tan emocionado. Sólo él sabía lo emocionado que estaba en ese momento.
"Liangliang, más despacio."
Al ver que estaba a punto de tropezar, Pei Yuanli, que le seguía, se apresuró a intentar sujetarle, pero Wei Zehang, que estaba más cerca de él, le agarró las manos primero. "Liangliang, tú eres Liangliang, ¿verdad? Te pareces a tu padre."
Wei Zehang estaba indescriptiblemente emocionado y nunca soñó con ver aquí a uno de los dos hijos de su hermano menor.
"Mm-hmm, soy Liangliang. Tío mayor..."
Al ver de nuevo a su tío abuelo vivo, Shen Liang no pudo reprimir su emoción y se lanzó a sus brazos con lágrimas cayendo por su cara. No era una ilusión suya, todo era verdad. ¡Todos seguían vivos!
"Liangliang..."
Al ver a su sobrino, que nunca antes le había visto pero era tan cariñoso con él, Wei Zehang se sintió feliz y emocionado a la vez, y no pudo evitar cruzar los brazos y abrazarle con fuerza.
"Tío mayor, tío mayor..."
En aquel momento, Shen Liang ya no era el hijo legítimo de un duque de la ciudad imperial, ni tampoco la emperatriz de siempre. Sólo era un chico de quince años que experimentaba la emoción y la alegría de recuperar lo que había perdido. Esta faceta de Shen Liang era desconocida para Pei Yuanlie y los demás, pero todos podían sentir su emoción y alegría.
"Zehang, ¿quién va delante?"
Una suave pregunta llegó de repente desde el carruaje de atrás, y el tío y el sobrino que estaban abrazados se congelaron allí al mismo tiempo. Las lágrimas de Shen Liang fluyeron aún más ferozmente, ¡era la voz de su abuelo, y él nunca cometería un error!
"Papá, padre, hermanos, vengan a ver con quién nos hemos encontrado."
Sujetando a Shen Liang, Wei Zehang gritó. Varios caballos se adelantaron uno tras otro, y las cortinas del carruaje también se abrieron. Entonces se acercaron dos ancianos altos, esbeltos y enérgicos, rodeados por más de una docena de personas. Shen Liang ya no podía controlar sus lágrimas, que caían como lluvia.
"Ustedes son..."
Cuando los dos ancianos vieron a Shen Liang, sus labios temblaron de emoción. Tal vez no al 100%, Shen Liang al menos se parecía en un 80% a Wei Zeqian cuando era joven. Aunque en ese momento estaba hecho un lío, eso no les impidió reconocerle.
Liberándose de los brazos de su tío mayor, Shen Liang avanzó cojeando y se arrodilló frente a los dos ancianos con un plop, diciendo: "Abuelo, abuelo, mis saludos."
Mientras hablaba, Shen Liang les hizo tres reverencias. Había hecho que los mataran a todos en su vida anterior y les debía demasiado.
"Liangliang, es realmente mi Liangliang..."
El anciano señor Wei estaba tan emocionado que temblaba por todo el cuerpo, se sacudió el apoyo del general Wei y abrazó a Shen Liang. Las lágrimas ya habían humedecido sus mejillas. A lo largo de su vida, había tenido cuatro hijos, de los cuales sólo el menor era un Shuan'er. Desde que eran pequeños, todos le habían mimado, esperando darle todo lo mejor. Sin embargo, murió inesperadamente de una hemorragia a los veinte años. Bajo el fuerte golpe, cayó enfermo y no mejoró durante muchos años. La familia Wei, que llevaba años en el campo de batalla, simplemente le propuso estacionarse en la frontera suroeste. Si no, ¿cómo iba a dejar que el recién nacido Liangliang se quedara en la mansión Dongling sin hacer nada?
"Abuelo..."
Igual que antes, el corazón de Shen Liang estaba tan dolorido que no pudo contener las lágrimas.
"¿Cómo es que estás aquí? Aún no te has casado con Liangliang, ¿cómo te atreves a llevártelo a un lugar así?"
Después de que el General Wei tratara de calmar su excitación, fulminó con la mirada a Pei Yuanlie. Ya sabían que Su Majestad les había concedido el matrimonio, y el cielo sabía lo descontentos que estaban con este matrimonio. ¿Cuál es la identidad de Pei Yuanlie? ¿Cómo podía tener la cara de arrastrar a su Liangliang a esos líos?
"General Wei..."
Incluso Pei Yuanlie tuvo que inclinarse respetuosamente ante él. Este era el verdadero héroe del Gran Qin. ¿Por qué los cada vez más poderosos vecinos no se atreven a ofender a su Gran Qin? ¿No es porque la familia Wei, la fortaleza más fuerte del Reino Qin, sigue siendo lo suficientemente sólida?
"Pequeño mocoso, si quieres casarte con nuestro Liangliang, ¡tienes que obtener nuestra aprobación primero!"
Con el General Wei tomando la iniciativa, los tres hermanos Wei también se destacaron.
"¡Sí, y nosotros!"
También destacó un grupo de adolescentes más jóvenes, uno de los cuales no parecía tener más de diez años.
"..."
Viendo la unidad de toda esta familia, Pei Yuanlie sólo se sintió negro ante los ojos, y tuvo la fuerte ilusión de no poder volver a casarse con su Liangliang en vida, pues se había convertido en el enemigo público de todos los hombres de la familia Wei.
"General Wei, el príncipe pregunta qué está pasando aquí."
Un pequeño eunuco que parecía tener como mucho diecisiete o dieciocho años se acercó corriendo, rompiendo indirectamente la postura ofensiva de los hombres de la familia Wei. El general Wei frunció el ceño con impaciencia y dijo: "Zehang, ve a explicárselo y dile que necesitamos un descanso temporal."
"Entendido."
Wei Zehang se dio la vuelta y se dirigió hacia la retaguardia. Al otro lado, El anciano Wei y Shen Liang también se levantaron con el apoyo de varias esposas. El abuelo y el nieto se agarraron fuertemente de las manos y no se soltaron.
"¿Sigues llorando así a esta edad? Cuidado con los ojos."
El General Wei miró a su esposa y luego dijo mientras ponía los ojos en blanco. "¿Qué haces aquí en vez de quedarte cómodamente en casa?"
"¡Abuelo!"
Sabiendo que tenía una boca afilada pero un corazón blando, Shen Liang le soltó la mano y tomó la iniciativa de tirar de la ropa de su abuelo, diciendo con tono ahogado: "Voy al campo de batalla del noroeste a buscar a mi hermano mayor, él..."
"¡Tonterías!"
Antes de que pudiera terminar sus palabras, el general Wei soltó un chasquido, lo que hizo que Shen Liang retrocediera inconscientemente. El anciano Wei se abrazó rápidamente a su hombro y le dijo: "¿Por qué gritas así? ¿Y si asustas a Liangliang?"
"Ignóralo, sólo tiene una voz fuerte."
El general Wei, incluso Pei Yuanlie, se sonrojó por la vergüenza. Todo Wei estaba acostumbrado, pero Pei Yuanlie y los demás se quedaron tan sorprendidos. ¡Así que resultó ser cierto que todos los hombres de la familia Wei eran unos calzonazos!
CAPÍTULO 301. DESPEDIDA DE
LA FAMILIA WEI; VUELTA
A LA CARRETERA (1)
"¿Qué has dicho?"
Desde que los dos grupos se habían encontrado, por supuesto, se retrasaría algún tiempo. La familia Wei estaba muy apenada por Shen Liang, y todos le preguntaban esto y aquello cogiéndole de la mano. Cuando terminaron, Shen Liang encontró por fin un hueco para contarles que su hermano mayor había sido envenenado y que ahora estaba en coma. El general Wei montó en cólera y su viejo rostro se puso rojo de ira. Todos los hombres de la familia Wei tenían un aspecto horrible, y para ellos, Shen Da y Shen Liang eran su familia.
"¿Lo hicieron los enemigos?"
El segundo hijo Wei Zexun miró fijamente a Shen Liang con esos grandes ojos, éste cerró los ojos y permaneció en silencio durante un rato antes de sacudir la cabeza. "Todavía no está claro. Sólo se sabrá todo cuando yo llegue."
Tras considerarlo detenidamente, Shen Liang decidió ocultarles todo temporalmente y hablar de ello después de que él y su hermano mayor regresaran sanos y salvos.
"Ustedes salgan primero. Tengo algo que decirle a Liangliang a solas."
El anciano Wei, que había permanecido en silencio durante un rato, habló de repente. Tianshu y los demás, que estaban siendo mirados fijamente por él, tuvieron que irse temporalmente a un lado. Después de que sólo quedaran personas de la familia Wei y Pei Yuanlie, el Viejo Señor Wei cogió las manos de Shen Liang y le preguntó: "Ya que has conseguido los guardias oscuros del inframundo, entonces el Manual también debería estar ahora en tus manos, ¿verdad?"
En apariencia, la familia Wei nunca había contactado con los guardias oscuros del Inframundo, pero cada vez que su comandante tomaba posesión de su cargo, acudía a la familia Wei para saludarles, aunque era algo puntual. Lei Zhen acababa de tomar posesión de su cargo, y aún no se había vuelto miope, por lo que ya le había reconocido cuando apareció por primera vez.
"Hmm. Lo recibí cuando volví de la mansión del pueblo."
Delante de ellos, no había necesidad de ocultar nada, y Shen Liang admitió sin pensar.
"Bien, eso está bien, han pasado trescientos años, y eres la primera persona que abre esa caja de Luban. Liangliang, nuestro antepasado dejó todo en esa caja Luban, para dejar una salida a los descendientes de la familia Wei. Ahora que lo has obtenido, demuestra que estás destinado a ello, esas cosas serán tuyas en el futuro. Vamos, ve al noroeste, y asegúrate de traer a tu hermano mayor entero. Te esperaré en la ciudad imperial."
Acariciando su mano, el Viejo Señor Wei dijo suavemente.
"¡Abuelo!"
Los ojos de Shen Liang se pusieron rojos y se lanzó sobre él para avergonzarle. El anciano Wei le dio una palmada en la espalda. Sabía que Liangliang, no, debería decirle la familia Shen, les había ocultado muchas cosas a lo largo de los años, ya que habían estado apostados en las fronteras, pero estaba bien. Ahora que estaban de vuelta, cuando regresaran a la ciudad imperial, investigaría esas cosas una por una. Si la familia Shen realmente se atrevía a jugar un doble juego, ¡no culpara a la familia Wei por no mostrarles la cara!
"Wei Xu, ve con ellos. ¡Protege bien a tu primo!"
Con una orden del General Wei, un hombre de unos veinte años, que parecía extremadamente guapo y se parecía un poco a Shen Liang, se levantó y dijo: "Sí, abuelo."
"Abuelo, no molestes a mi primo mayor. Ahora que el matrimonio entre Yuanlie y yo está arreglado, y Su Majestad tiene sus escrúpulos al respecto. Si sabe que he reclamado el parentesco con la familia Wei, puede que intente por todos los medios separarnos. Tú regresa primero, y yo definitivamente traeré a mi hermano mayor sano y salvo."
Después de levantarse, Shen Liang hizo una profunda reverencia. Aunque la familia Wei no había actuado en la superficie en su vida anterior, siempre habían intentado protegerle en la oscuridad. Sabía que les debía demasiado, ¡y ya era hora de que cuidara de ellos en esta vida!
"¿Qué hay de malo en que admita a mi nieto? ¿Se atreve a impedírmelo?"
Al oír sus palabras, el viejo general Wei dio un respingo con los ojos muy abiertos. Si el viejo emperador estuviera presente en este momento, probablemente no se atrevería a decir ni una palabra.
"Abuelo."
Shen Liang estaba a la vez enfadado y divertido, y con una pizca de coquetería, se acercó a él y le cogió del brazo. "Sabes que no quería decir eso. Ahora que acabas de regresar, y la vida de mi hermano mayor sigue siendo incierta. Cuantos menos problemas, mejor. Al menos espera a que volvamos, ¿vale?"
"¿Cuántos años tienes? ¡No juegues como un niño delante de mí!"
Quitándose la mano de encima, el General Wei giró la cabeza y miró fijamente a Pei Yuanlie. "Ya que Liangliang no nos permite interferir, entonces su seguridad depende de ti, mocoso. Si ni siquiera puedes protegerle bien, deja de soñar con casarte con él. ¡Mi nieto no se casará con un perdedor!"
"General Wei, quédese tranquilo. Me preocupo más por la seguridad de Liangliang que tú."
Pei Yuanlie sólo sentía un cosquilleo en el cuero cabelludo, pero tuvo que obligarse a mirarle a los ojos. No quería quedarse soltero para siempre.
"¡Humph!"
El Viejo General Wei soltó un bufido, "Ya que ese es el caso, deberías partir ahora. Vuelve lo antes posible."
"Hmm."
Shen Liang asintió y caminó de vuelta al lado de Pei Yuanlie, ahuecó las manos y les hizo una profunda reverencia: "¡Abuelo, abuelo, tío mayor, tío segundo, tío pequeño, tías políticas y todos mis primos, reunámonos en la ciudad imperial la próxima vez!"
"¡Cuídense!"
Todos los de la familia Wei ahuecaron sus manos uno tras otro, cada uno con los ojos y la cara llenos de más o menos preocupaciones. Shen Liang no quería seguir llorando, así que, subió inmediatamente a su caballo con Pei Yuanlie. Un grupo de gente pasó rápidamente junto a ellos y se dirigió directamente hacia el noroeste.
"Ese niño no nos dijo la verdad."
Viéndoles marchar, El Viejo Shuang'er Wei suspiró profundamente. No le culpaba, pero sentía pena por Shen Liang, que era tan considerado y sensato a una edad tan temprana. Temía que pudieran preocuparse.
"Después de volver, lo sabremos todo."
CAPÍTULO 302. DESPEDIDA
DE LA FAMILIA WEI; VUELTA
A LA CARRETERA (2)
Después de que el Viejo General Wei dijera eso en voz baja, giró la mano y se dio la vuelta. En un lugar que nadie podía ver, sus viejos ojos dispararon una luz sagaz. ¿Cómo podía el dios de la guerra del campo de batalla no ver la ocultación de Shen Liang? Todos estos años, se habían adentrado en el interior del suroeste y estacionado en la zona más fronteriza. Les resultaba incómodo comunicarse por carta, ¡y algunos parecían haber olvidado lo que la familia Wei significaba para el Gran Qin!
Cuando Shen Liang se reunió con la familia Wei a mitad de camino, las noticias de que Shen Da estaba herido y el enemigo había lanzado un feroz ataque también se enviaron a la ciudad imperial a toda velocidad. Tanto dentro como fuera de la corte quedaron enormemente conmocionados. Su Majestad emitió varios edictos imperiales y ordenó que se informara diariamente para vigilar de cerca las guerras en el noroeste. Al mismo tiempo, para mostrar su preocupación por Shen Da, Su Majestad renunció finalmente a la idea de utilizar la muerte del Alteza Jian para suprimir la Mansión Dongling. También ordenó al jefe del Hospital Imperial, Wu Ci, que fuera personalmente a la mansión para diagnosticar y tratar a Shen Ruiting. Tras confirmar que, efectivamente, estaba gravemente enfermo, tal y como Xiang Qing había previsto, fue apartado del cargo, y el caso quedó cerrado.
"No, no..."
En el Patio Chonglin, en lugar de sentir un gran golpe tras serle retirado el título, debido a la prescripción dada por Shen Liang antes de su partida, el estado de ánimo de Shen Ruiting se vio muy amortiguado. Después de que su salud mejorara, fue inmediatamente al Patio Chonglin y permaneció allí todos los días, sin querer marcharse. Desgraciadamente, su precioso nieto no le dio la cara en ningún momento. No importaba cómo le engatusara, el pequeño Shen You sólo decía que no.
"Mi señor, el pequeño maestro no está de humor ya que el Joven Maestro Liang no está por aquí. ¿Por qué no vienes otro día?"
Como estaba anocheciendo y Shen Ruiting seguía sin tener intención de marcharse, Fu Ying sólo pudo recordárselo de soslayo. El segundo día después de que Liangliang se fuera, Shen Ruiting vino. Al principio, pensaron que sólo venía a ver al niño, ¡pero quién iba a decir que se quedaba todo el día y no se iba!
"Tío, tío..."
No sabían si el pequeño antepasado entendió las palabras del joven maestro Liang, pues inmediatamente tiró de Fu Ying con esos ojos inquisitivos. Sus ojos grandes y acuosos hacían que el corazón de la gente se derritiera.
"Pequeño maestro, sé bueno. Tu tío tiene algo que hacer y volverá en unos días. ¿Qué tal si le esperamos en casa?"
Agachándose, Fu Ying le consoló. Liangliang realmente no se preocupaba por él en vano. En los últimos días, había estado buscando a Liangliang, y a veces se metía en la habitación de Liangliang mientras no le prestaban atención. Si no encontraba allí a Shen Liang, lloraba a gritos en el suelo. Y nadie podía impedirle llorar, Finalmente, cerraron con llave la habitación de Liangliang desde ayer.
"Tío... buuuu buuuuuu..."
La pequeña boca se crispó aún más.
"Waaaaa... Tío... Tío..."
Al segundo siguiente, acompañadas de un fuerte lamento, las lágrimas caían por su cara, lo que asustó a Shen Ruiting. Extendió la mano para abrazarlo, pero el pequeño era bastante testarudo. Agitaba sus pequeñas manos desesperadamente, sin dejarle acercarse. Fu Ying le abrazó rápidamente por detrás y le dijo: "Muy bien, muy bien, deja de llorar, pequeño antepasado, tu tío volverá pronto. Pórtate bien."
"Waaaaa... Tío, tío..."
Después de todo, él era quien había cuidado de él todo el día. Al pequeño Shen You no le desagradaba tanto como Shen Ruiting. Se arrojó a sus brazos y lloró tristemente.
"No llores, no llores, pequeño antepasado. Sé bueno..."
"Hermanito, no llores..."
Fu Ying le dio unas suaves palmaditas para calmarle. Dabao, que aún no hablaba con fluidez, le agarró los pies y los agitó de un lado a otro para tranquilizarle. Al mismo tiempo, Qi Xuan, que había oído el llanto, también se precipitó sudando a mares: "¿Qué pasa? ¿El pequeño maestro ha vuelto a echar de menos a Liangliang?"
"¡Por supuesto! Este niño depende demasiado de Liangliang."
Dijo Fu Ying con impotencia. Afortunadamente, con su consuelo, Shen You poco a poco dejó de llorar, y al final, sólo quedaban sollozos.
"Zhong Yun dijo que los niños son los más puros, y les gusta quien más les quiere. El pequeño maestro sabe que Liangliang le quiere, así que siempre quiere a Liangliang."
Qi Xuan se acercó y alargó la mano para acariciarle la mejilla, con afecto en los ojos.
"Deseo que Liangliang vuelva pronto sano y salvo."
"Hmm."
Los dos se miraron y asintieron. Shen Ruiting, que se había quedado a un lado, vio que su nieto ya no lloraba y se dio la vuelta decepcionado: "Vámonos."
"Mi señor, el pequeño maestro echa demasiado de menos a Liangliang. No es que no te reconozca como su abuelo."
Shen Xiang le consoló con impotencia, y pudieron ver que el pequeño maestro sentía bastante repulsión por el señor.
"Lo sé, está bien. Se hace tarde, volvamos mañana."
Acariciándose el hombro y esbozando una débil sonrisa, Shen Ruiting no se desanimó porque sabía que no tenía derecho a desanimarse. Ya fuera Shen You, Shen Da o Shen Liang, él los había tratado injustamente primero.
En la quietud de la noche, en el patio principal de la mansión, Liu Shuhan, con su larga melena recogida hacia atrás, abrió la puerta y salió tras asegurarse de que no había nadie fuera. Caminó y se detuvo con cuidado, fue de la parte delantera del patio principal a la trasera, pasando por el corredor del estanque de lotos, y finalmente se detuvo en la leñera del rincón más alejado.
"Toc toc..."
Dándose la vuelta y mirando en todas direcciones, tras asegurarse de que no había nadie, llamó rítmicamente a la puerta.
"Squeak..."
"Señora..."
Una anciana destartalada y algo envejecida abrió la temblorosa puerta, y Liu Shuhan asintió y entró. Los dos no encendieron las luces ni se comunicaron. Bajo la tenue luz de la luna, Liu Shuhan se dirigió a la esquina de la pared donde había apilada toda una pila de leña, se puso en cuclillas y sacó la leña del fondo, del grosor de un brazo.
"Boom..."
Sonó una ligera vibración y apareció una grieta en medio de la otra pared. Tras dividirla por la mitad, se abrió lentamente un hueco por el que podría pasar un adulto. Dentro, se podía ver débilmente una escalera de un metro de ancho. Liu Shuhan cogió una antorcha colocada en un rincón y la encendió. La pared abierta volvió a cerrarse y, sin una inspección cuidadosa, no se pudo ver ningún rastro. La anciana que le había abierto la puerta estaba sentada con la espalda apoyada en la pared. Parecía que estaba guardando la leña, pero en realidad la estaba vigilando.
En lugar de estar estrictamente vigilada, dejaba que una anciana vigilara una leñera. ¿Quién iba a pensar que ésta sería la entrada al pasadizo secreto?
Los pensamientos de Liu Shuhan eran muy precisos, pero esta vez estaba claro que iba a calcular mal. Todo acababa de caer en los ojos de los oscuros guardias del inframundo enviados por Lei Zhen para vigilarla.
CAPÍTULO 303. WEI ZEQIAN;
LA VERDAD DEL PASADO (1)
En la sucia habitación secreta, una figura con el pelo revuelto estaba sentada apoyada en el suelo apilado con paja. Al agachar la cabeza, el largo pelo del suelo le tapaba la cara y era casi imposible ver su aspecto. Sin embargo, su cuerpo era delgado, como si sólo le quedara un puñado de huesos, con esas ropas raídas de las que ya no se podía distinguir su color y estilo cubriéndole, igual que un niño vistiendo ropas de adulto.
Liu Shuhan, con una antorcha en la mano y bajando las escaleras, echó una débil mirada y encendió lentamente todas las demás lámparas de aceite de la habitación secreta antes de caminar hacia él.
"Ha pasado mucho tiempo, sigues igual."
Acuclillándose ante él, Liu Shuhan sonrió e intercambió saludos como si fuera un viejo amigo al que no había visto en muchos años. Por desgracia, el otro ni siquiera movió el cuerpo desde que entró, y mucho menos habló con ella. Liu Shuhan tampoco parecía desanimada. Sonrió y, despreocupadamente, acercó un pequeño taburete y se sentó: "¿No sientes curiosidad por saber en qué he estado ocupada estos días y por qué he venido a verte de repente?"
El cuerpo de la otra parte se puso ligeramente rígido, pero rápidamente volvió a la normalidad, y sin una observación cuidadosa, los cambios no podían notarse.
Nadie sabía si Liu Shuhan se había dado cuenta de su anormalidad, pero ella sólo continuó: "Te dije la última vez que tu hijo menor Shen Liang había vuelto. Es idéntico a ti cuando eras joven, pero es mucho más astuto que tú. Incluso yo seguía sufriendo reveses frente a él. Shen Qiao fue directamente enloquecida por él y mató a la Alteza Jian en su noche de bodas hace unos días, lo que llevó a la decapitación de toda la familia de Shen Ruiqing. El señor y Shen Ruijiang también están implicados. Afortunadamente, él sólo perdió su posición, el título sigue ahí, y por cierto, la vieja señora. Planeó destruir la virginidad de Shen Liang, pero en vez de eso fue calculada por Shen Liang. Estaba tan enfadada que escupió sangre y sufrió un derrame cerebral, y sigue inconsciente. Y lo más importante, desde el principio hasta el final, se ha escondido detrás de la escena y se ha librado con éxito de todo esto. ¿Qué dices, Wei Zeqian? ¿Es mucho más listo que tú?"
Sí, el encarcelado aquí no era otro que Wei Zeqian, a quien todos creían muerto hacía quince años debido a la hemorragia al dar a luz a Shen Liang. Cuando Liu Shuhan fue introducida en la mansión por la anciana señora, se enamoró casi de inmediato de Shen Ruiting, que era joven, tenía talento y ocupaba una posición tan noble. Sin embargo, en aquel momento, él acababa de casarse con Wei Zeqian, y la pareja se había mostrado cariñosa el uno con el otro, provocando los celos de todos. ¿Cómo pudo darse cuenta de su existencia?
Afortunadamente, la anciana señora era una vieja zorra, y le fue imposible ganarse una buena reputación, e incluso limó asperezas con la familia Wei y se ganó su reconocimiento. Sabiendo que la familia Wei era la que más despreciaba a los hombres con tres esposas y cuatro concubinas, pensó en conseguir varias concubinas para Shen Ruiting y finalmente la eligió a ella. Cuando mostró deliberadamente su afecto por él ante la anciana señora, ésta se sintió extremadamente satisfecha, y pronto utilizó una excusa para enviar fuera a Wei Zeqian y drogó a Shen Ruiting cuando estaba solo en el estudio, con el propósito de que consiguiera la virginidad de Liu Shuhan.
Sin embargo, todavía subestimaban el afecto de Shen Ruiting por Wei Zeqian y también subestimaban la tolerancia de Wei Zeqian hacia Shen Ruiting. No importaba cómo les obligara la anciana señora, los dos no estaban dispuestos a dejar que se casara con ella en la mansión. Por desgracia, no sabían que ya cuando Liu Shuhan se decidió, su hermano mayor Liu Wenjin había encontrado la droga para ella. Sucedió que poco después de que Wei Zeqian se quedara embarazada, ella también se quedó embarazada. Esta vez, la anciana señora no fue a hablar con Shen Ruiting, sino que buscó directamente a Wei Zeqian y le obligó a elevar su posición a esposa secundaria. Wei Zeqian sintió un gran dolor y aún así no accedió, porque el lema ancestral de la familia Wei era que a los hombres no se les permitía tomar concubinas, así que naturalmente pensó que su marido no podía tomar concubinas bajo ninguna circunstancia.
Pero en aquel momento, después de todo, ya estaba embarazada de Shen Ruiting, y unido a la constante persuasión de la anciana señora, este asunto se extendió rápidamente al exterior. Shen Ruiting y Wei Zeqian finalmente tuvieron que aceptarla como concubina. En términos de su identidad en ese momento, esto era suficiente. Mientras se convirtiera en la concubina legítima de Shen Ruiting, con su belleza, él compartiría gradualmente con ella parte de su amor por Wei Zeqian. Pero el corazón de Shen Ruiting era tan férreo como el hierro. Durante varios años, se negó siquiera a tocarla, ni siquiera entró en su patio, ni se preocupó por su hijo. De los dos niños, Shen Da fue mimado y tuvo todo lo que quiso, pero su hijo quedó desatendido.
Cuando Wei Zeqian volvió a quedarse embarazado, por fin se dio cuenta de que mientras Wei Zeqian estuviera allí un solo día, ella y su hijo nunca recibirían la atención de Shen Ruiting. Por lo tanto, conspiró con la anciana para sobornar a la gente del patio de Wei Zeqian mientras Shen Ruiting estaba en Tongcheng, añadiendo discretamente la medicina para acelerar el parto en su sopa, haciendo que tuviera un parto prematuro.
Esa noche, la anciana señora, alegando preocupación por él, condujo a alguien al patio principal. Su gente bloqueó el paso a toda la gente de Wei Zeqian y Shen Ruiting. En mitad de la noche, después de dar a luz a Shen Liang, se anunció la muerte de Wei Zeqian por sangrado. En realidad, en ese momento, Wei Zeqian no tuvo ningún sangrado, sólo se desmayó. Ya habían preparado a un Shuanger que murió desangrado al dar a luz y le cambiaron su apariencia y tranquilamente los hicieron intercambiar. Así que todo el mundo pensó que Wei Zeqian estaba realmente muerto, incluida la gente de Wei Zeqian y el joven Shen Da.
CAPÍTULO 304. WEI ZEQIAN; LA VERDAD DEL PASADO (2)
La anciana le pidió que se ocupara de Wei Zeqian, y tuvo que hacerlo sin que nadie se diera cuenta. Pero ella odiaba tanto a Wei Zeqian en aquel momento, ¿cómo pudo dejarle morir tan fácilmente? Accidentalmente descubrió la cámara secreta de la leñera y lo escondió allí en secreto sin que nadie lo supiera. Más tarde, Shen Ruiting regresó y quiso ver si el difunto era Wei Zeqian o no. La anciana señora se apresuró a enterrarlo en el cementerio de la familia Shen, diciendo que era siniestro desenterrar a los muertos. Shen Ruiting quiso como loco desenterrar la tumba para comprobarlo, todos se sobresaltaron. Fue la anciana señora la que lloró y fingió pasar y finalmente le detuvo. La familia Wei, que había vuelto corriendo del campo de batalla, vio que "Wei Zeqian" había sido enterrado y no tuvo intención de desenterrar la tumba para confirmarlo, sino que se limitó a golpear a Shen Ruiting. Sin embargo, todos sabían que la familia Wei había enviado a alguien a investigarlo, pero al fin y al cabo no eran de la Mansión del Duque, y lo hicieron de forma bastante secreta. Además, no podían mantenerse alejados del campo de batalla durante demasiado tiempo. Después de confirmar que no había lugares dudosos, se marcharon y se estacionaron en el suroeste desde entonces, y nunca más volvieron, y la muerte de Wei Zeqian se había convertido completamente en una conclusión inevitable.
Cuando escondió por primera vez a Wei Zeqian en la cámara secreta, también sintió miedo. Después de todo, el patio principal no era su propio patio. Así que, por si los demás descubrían algo, dejó que la persona a la que habían sobornado vigilara la leñera y silenció a Wei Zeqian usando algo de veneno. Le rompió las manos y los pies. Finalmente, después de diseñar con éxito a Shen Liang como la pesadilla de toda la mansión, drogó a Shen Ruiting mientras estaba borracho debido a los dolores y tuvo sexo con él de nuevo, y luego se quedó embarazada de su segundo hijo. En aquel momento, la posición de la primera esposa estaba vacía, y tras la muerte de Wei Zeqian, Shen Ruiting parecía no dar ya importancia a esas cosas. Bajo la persuasión de la anciana señora, hizo un trato con ella, y poco después de que naciera su hija, la ascendió como primera esposa, y naturalmente se trasladó al patio principal.
En aquellos años, para cortar por completo la conexión entre Shen Ruiting y la familia Wei, así como para demostrar su virtud y disgustar a Wei Zeqian, tomó la iniciativa de conseguir varias concubinas más para Shen Ruiting. Con el creciente número de concubinas, parecía que a Shen Ruiting ya no le importaba con quién dormir por las noches. Todo era como ella deseaba. Sin Wei Zeqian, Shen Ruiting ya no las ignoraba por completo, aunque todos podían ver que a Shen Ruiting, que una vez había sido fogoso, sólo le quedaba una cáscara vacía. Lo único que podía hacerle reaccionar era Shen Da, hijo suyo y de Wei Zeqian.
Durante quince años, cada vez que tomaba una concubina para Shen Ruiting o hacía algo malo a Shen Da o Shen Liang, venía a presumir delante de él y charlaba con él durante casi todo el día. Al principio, Wei Zeqian se enfadaba, pero ahora ya se mostraba indiferente. Sólo cuando se enteraba de cosas de Shen Da y Shen Liang, reaccionaba. Quince años de encarcelamiento habían apagado por completo la llama de su corazón. El otrora alegre, extrovertido y asombrosamente bello hijo de la familia Wei hacía tiempo que había muerto en una serie de conspiraciones y decepciones.
Tras oír lo que Shen Liang había hecho, las lágrimas que Wei Zeqian no había derramado en años empezaron a gotear. Su Liangliang había crecido. Ahora debería tener quince años y ser el momento de casarse, ¿no? Esperaba no ser tan ciego como antes para elegir a un hombre con un pasado familiar tan complejo. No se arrepentía de haberse casado con Shen Ruiting. Después de todo, en aquel momento, estaban verdaderamente enamorados, y Shen Ruiting sólo le amaba a él. Sin embargo, se arrepentía de no haber visto claramente por qué era tan tontamente filial de su madre legítima pero no biológica, y por qué no le pidió a Shen Ruiting que dividiera la familia después de casarse en la mansión a pesar de todo. También se arrepintió de por qué dejó que Shen Ruiting aceptara a Liu Shuhan, se arrepintió... Sus remordimientos eran mucho más que sus no remordimientos. La razón por la que todavía intentaba vivir y no intentaba suicidarse era porque todavía no podía dejar ir a sus dos hijos, y todavía no había tenido la oportunidad de pedir perdón a sus padres.
"¿Eres muy feliz?"
Al ver sus lágrimas, Liu Shuhan sonrió inquietantemente y de repente cambió de tono: "Pero me temo que lo que voy a decir a continuación te entristecerá, Wei Zeqian, ¿sabes por qué permití que Shen Liang fuera tan engreído? ¿Por qué no lo maté en primer lugar? Porque una persona sólo siente el mayor dolor cuando cae después de alcanzar el punto más alto. ¡La razón por la que se atreve a hacer todo esto es sólo porque Shen Da tiene ahora tanto éxito! Si no fuera por Shen Da, él no sería nada. No mucho después de que humillara a mi hermano mayor, mi hermano mayor propuso matar a Shen Da, y en ese momento, el pequeño bastardo Shen Liang no es en absoluto una amenaza. Sin embargo, al principio dudé porque quería que muriera en manos del señor. No fue hasta que estuve seguro de que era imposible que le prometí a mi hermano mayor cooperar con él para desviar la atención de todos en la mansión y pedirle que dirigiera personalmente a su gente hacia el noroeste para asesinar a Shen Da. Justo esta mañana, llegó un informe militar del noroeste, diciendo que Shen Da estaba envenenado, desmayado y en gran peligro, y al mismo tiempo, los enemigos lanzaron su asalto final..."
"Haaaaaa..."
Al oír esto, Wei Zeqian no pudo evitar levantar repentinamente la cabeza y gemir ante ella. Su sucio rostro ya estaba cubierto de lágrimas, y sus ojos estaban llenos de ira y preocupación. ¿Moriría su Da'er en sus manos? No, no...
"Jajaja..."
Al no haberle visto así en los últimos años, Liu Shuhan sintió que toda la depresión que había soportado últimamente había sido barrida. Riendo, se levantó y se fue.
"Haaaaaa..."
¡No te vayas! Dime cómo está Da, dime...
Wei Zeqian, que estaba mudo envenenado y tenía las manos y los pies cortados, gemía dolorosamente a su espalda. Sin embargo, Liu Shuhan estaba aquí intencionadamente tratando de estimularle, así que ¿cómo iba a detener sus pasos? Wei Zeqian sólo pudo observar impotente cómo ella desaparecía de su vista, dejándole de nuevo solo en la estrecha cámara.
"Haaaaaa..."
Después de tantos años, los rugidos de una bestia herida volvieron a resonar por toda la cámara secreta, pero aun así nadie los oyó. El dolor de Wei Zeqian nunca pudo ser transmitido.
Igual de maldita qué su hija. 🤬