55LOVE (Runner 1)

By Basummers2020

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A Carlos Sainz , su equipo le da un ultimátum. Tiene que cambiar su actitud o el año que viene lo echan de la... More

♥️🅵🅸🆁🆂🆃 🅿🅻🅰🅲🅴♥️
🏎️ 🅿🆁ó🅻🅾🅶🅾 🏎️
𝟣. 𝐿𝒶 "𝓈𝓅𝑜𝓈𝒶" 𝒹𝑒 𝒫𝒾𝑒𝓇𝑜
𝟤. 𝒩𝑜 𝑒𝓈 𝟧𝟢 𝓈𝑜𝓂𝒷𝓇𝒶𝓈
𝟥. 𝒬𝓊𝒾𝑒𝓃 𝓃𝑜 𝒶𝓇𝓇𝒾𝑒𝓈𝑔𝒶 𝓃𝑜 𝑔𝒶𝓃𝒶
4. 𝑀í𝒶
5. 𝐿𝒶 𝒽𝑒𝒸𝒽𝒾𝒸𝑒𝓇𝒶
6. 𝐿𝒶 𝓅𝒶𝓇𝓉𝒾𝒹𝒶 𝒹𝑒 𝒹𝒶𝓇𝒹𝑜𝓈
7. 𝑀𝒾 𝒻𝒶𝒾 𝒾𝓂𝓅𝒶𝓏𝓏𝒾𝓇𝑒
8. 𝐿𝒶 𝓅𝓇𝒾𝓃𝒸𝑒𝓈𝒶 𝒹𝑒𝓁 𝒸𝒶𝓈𝓉𝒾𝓁𝓁𝑜
9. 𝒯𝑒𝓈𝓉 𝒪𝓃𝑒. 𝐵𝒶𝓇𝒸𝑒𝓁𝑜𝓃𝒶
10. 𝑅𝑜𝒸𝓀𝒶𝓁𝑒𝓉𝒶
11. 𝒟𝑒𝓈𝓅𝒶𝒸𝒾𝓉𝑜
12. 𝒯𝑒𝓈𝓉 𝒯𝓌𝑜. 𝐵𝒶𝒽𝓇𝑒𝒾𝓂
13. 𝑀𝒶𝓁𝒹𝒾𝓉𝑜 𝓈𝒶𝒷𝑜𝓇 𝒶 𝒸𝑒𝓇𝑒𝓏𝒶
14. 𝒩𝑒𝒸𝑒𝓈𝒾𝓉𝑜 𝓊𝓃 𝒸𝒶𝒻é, 𝓋𝒶𝓁𝑒, 𝓎𝑜 𝓉𝒶𝓂𝒷𝒾é𝓃
15. 𝒦𝓁𝓊𝒷 𝟥𝟨𝟢
16. 20 Horas y 12.800 metros
17. 𝟤𝟧 𝓅𝑜𝒾𝓃𝓉𝓈
18. 𝒜𝓈𝒻𝒶𝓁𝓉𝑜
19. 𝐸𝓈𝓉𝒶𝓂𝑜𝓈
20. 𝒰𝓃 𝓁𝒶𝓂𝒷𝑜𝓇𝑔𝒽𝒾𝓃𝒾 𝓎 𝓊𝓃𝑜𝓈 𝓉𝒶𝒸𝑜𝓃𝑒𝓈 𝓇𝑜𝒿𝑜𝓈
21. 𝐸𝓁 𝒶𝒷𝓊𝑒𝓁𝑜 𝒫𝒾𝑒𝓇𝑜
22. 𝒯ú 𝑔𝒶𝓃𝒶 𝓆𝓊𝑒 𝓎𝒶 𝓋𝑒𝓇𝑒𝓂𝑜𝓈 𝒹𝑒𝓈𝓅𝓊é𝓈
23. 𝒫𝓊𝑒𝓈 𝓁𝑜 𝑒𝒸𝒽𝒶𝓂𝑜𝓈 𝒶𝓁 𝓈𝓊𝑒𝓁𝑜
24. 𝒞𝓊𝒶𝓃𝒹𝑜 𝒸𝒶𝓁𝒾𝑒𝓃𝓉𝒶 𝑒𝓁 𝓈𝑜𝓁
25. ¿𝒫𝑜𝓇𝓆𝓊é 𝓃𝑜 𝓅𝓊𝑒𝒹𝑜 𝒹𝑒𝒿𝒶𝓇 𝒹𝑒 𝓅𝑒𝓃𝓈𝒶𝓇 𝑒𝓃 𝓉𝒾?
26. 𝒱𝓊𝑒𝓁𝓋𝑒 𝒶 𝓂𝒾
𝟤𝟩. 𝒩𝑜 𝑒𝓇𝑒𝓈 𝒱𝒶𝓁𝑒𝓇𝒾𝒶
𝟤𝟪. 𝐸𝓈𝒶 𝓈𝑜𝓃𝓇𝒾𝓈𝒶
𝟤𝟫. 𝒱𝑒𝓃 𝒸𝑜𝓃𝓂𝒾𝑔𝑜
𝟥𝟢. 𝐿𝒶 𝑅𝑜𝒸𝒽𝑒𝓇
𝟥𝟣. 𝑀𝒾 𝒿𝓊𝑒𝑔𝑜 𝒻𝒶𝓋𝑜𝓇𝒾𝓉𝑜
𝟥𝟤. 𝐸𝓈𝓉𝒶 𝑒𝓈 𝓂𝒾 𝓉𝑜𝓇𝓇𝑒
𝟥𝟥. ¿𝒬𝓊𝒾é𝓃 𝑒𝓈 𝓁𝒶 𝓇𝓊𝒷𝒾𝒶?
𝟥𝟦. 𝒯𝑜𝒸𝒶𝒹𝒶 𝓎 𝒽𝓊𝓃𝒹𝒾𝒹𝒶
𝟥𝟧. 𝐿𝑜 𝓆𝓊𝑒 𝓃𝓊𝓃𝒸𝒶 𝒻𝓊𝑒 𝓂𝒾𝑜
𝟥𝟨. 𝒟𝒶𝓂𝑒 𝓊𝓃𝒶 𝑜𝓅𝑜𝓇𝓉𝓊𝓃𝒾𝒹𝒶𝒹
𝟥𝟩. 𝑀𝒾 𝒹𝑒𝓈𝒶𝓈𝓉𝓇𝑒
𝟥𝟪. 𝐸𝓁 𝓉𝒾𝑒𝓂𝓅𝑜
𝟥𝟫. 𝒩𝒶𝓀𝓊𝓅𝑒𝓃𝒹𝒶
𝟦𝟢. 𝐿𝒶 𝓃𝓊𝑒𝓇𝒶
𝟦𝟣. 𝒞𝒶𝓇𝒶 𝒶 𝒸𝒶𝓇𝒶 𝒸𝑜𝓃 𝓂𝒾𝓈 𝑒𝓇𝓇𝑜𝓇𝑒𝓈
𝟦𝟤. 𝒱𝑜𝓁𝒶𝓇 𝓈𝒾𝓃 𝒶𝓁𝒶𝓈
𝟦𝟥. 𝑀𝒾 𝒽𝑜𝑔𝒶𝓇 𝓈𝑒𝓇á𝓈 𝓉ú
𝟦𝟦. 𝐿𝒶 𝒩𝑜𝒸𝒽𝑒 𝒟𝑒 𝒞𝒽𝒾𝒸𝑜𝓈
𝟦𝟧. 𝒯𝑒 𝒟𝒾𝓇é 𝒬𝓊𝑒 𝒯𝑒 𝒬𝓊𝒾𝑒𝓇𝑜
𝟦𝟨. 𝒩𝓊𝓇𝒷𝓊𝓇𝑔𝓇𝒾𝓃𝑔
𝟦𝟩. 𝐵𝓊𝑜𝓃𝑔𝒾𝑜𝓇𝓃𝑜 𝒫𝓇𝒾𝓃𝒸𝒾𝓅𝑒𝓈𝓈𝒶
𝟦𝟪. 𝒫𝑜𝒹𝓇í𝒶 𝒮𝑒𝓇 𝒞𝓊𝒶𝓁𝓆𝓊𝒾𝑒𝓇𝒶
𝟦𝟫. 𝑀𝒶𝓇𝒾𝓃𝒶 𝐵𝒶𝓎 𝒮𝓉𝓇𝑒𝑒𝓉 𝒞𝒾𝓇𝒸𝓊𝒾𝓉
𝟧𝟢. 𝐿𝒶 𝓂𝒾𝒶 𝓇𝒶𝑔𝒶𝓏𝓏𝒶
𝟧𝟣. 𝐿𝑒 𝓋𝒶𝓈 𝒶 𝒹𝒶𝓇 𝓊𝓃 𝒹𝒾𝓈𝑔𝓊𝓈𝓉𝑜
𝟧𝟤. 𝒮𝓊𝓅𝓁í𝒸𝒶𝓂𝑒
𝟧𝟥. 𝑅𝑒𝓃𝒹𝒾𝒹𝑜 𝒜 𝒯𝒾
𝟧𝟦. 𝒮ó𝓁𝑜 𝐸𝓈 𝒰𝓃 𝒩ú𝓂𝑒𝓇𝑜
𝟧𝟧. 𝒟𝑒𝒷í 𝐻𝒶𝒷𝑒𝓇𝓁𝑜 𝐻𝑒𝒸𝒽𝑜 𝒜𝓃𝓉𝑒𝓈
𝟧𝟨. 𝒯𝑜𝒹𝑜𝓈 𝑀𝒾𝓈 𝑀𝒾𝑒𝒹𝑜𝓈
𝟧𝟩. 𝒞𝓇𝒶𝓈𝒽
𝟧𝟪. 𝒪𝓇𝑔𝓊𝓁𝓁𝑜 𝒴 𝒞𝒶𝒷𝑒𝓏𝒶 𝒜𝓁𝓉𝒶
𝟧𝟫. 𝐼𝓁 𝒫𝓇𝑜𝓉𝑒𝓉𝓉𝑜
𝟨𝟢. 𝟣𝟦.𝟧𝟢𝟢 𝒞𝑜𝓂𝓅𝑜𝓃𝑒𝓃𝓉𝑒𝓈 𝐼𝓃𝒹𝒾𝓋𝒾𝒹𝓊𝒶𝓁𝑒𝓈
𝟨𝟣. 𝒞𝒶𝓃𝓃𝑜𝓁𝒾 𝒶𝓁𝓁𝒶 𝓈𝑜𝓇𝓇𝑒𝓃𝓉𝒾𝓃𝒶
𝟨𝟤. 𝒞𝑜𝓂𝑜 𝓈𝒾 𝒻𝓊𝑒𝓇𝒶 𝓊𝓃 𝒶𝒹𝒾ó𝓈
𝟨𝟥. 𝐿𝑜 𝓆𝓊𝑒 𝒸𝒶𝒹𝒶 𝓊𝓃𝑜 𝓆𝓊𝒾𝑒𝓇𝑒
𝟨𝟦. 𝐿𝑜 𝓆𝓊𝑒 𝓁𝓁𝑒𝓋𝑜 𝑒𝓃 𝑒𝓁 𝒷𝑜𝓁𝓈𝒾𝓁𝓁𝑜
65. 𝐼𝓁 𝓂𝑜𝓂𝑒𝓃𝓉𝑜
𝟨𝟨. 𝐿𝒶𝓈 𝒹𝓊𝒹𝒶𝓈
67. 𝒜𝓂𝒶𝓇𝑔𝒶𝓈 𝒸𝒶𝓈𝓉𝒶ñ𝒶𝓈
𝟨𝟪. 𝐿'𝓊𝓁𝓉𝒾𝓂𝑜 𝒶𝒹𝒹𝒾𝑜
𝟨𝟫. 𝒱𝒾𝓋𝑒, 𝒶𝓂𝒶 𝓎 𝓃𝑜 𝓁𝓁𝑜𝓇𝑒𝓈 𝓂á𝓈
𝟩0. 𝒬𝓊𝑒𝓇𝒾𝒹𝒶 𝒱𝒶𝓁𝑒𝓇𝒾𝒶
𝟩1. 𝐿𝒶 𝓅𝒾ù 𝒷𝑒𝓁𝓁𝒶 𝓈𝓉𝑜𝓇𝒾𝒶 𝒹'𝒶𝓂𝑜𝓇𝑒
72. 𝒩𝑜 𝓉𝑒 𝓆𝓊𝑒𝒹𝑒𝓈 𝒸𝑜𝓃 𝓁𝒶𝓈 𝑔𝒶𝓃𝒶𝓈
𝒞𝓊𝒶𝓃𝒹𝑜 𝒱𝒶𝓁𝑒𝓇𝒾𝒶 𝒹𝒾𝒿𝑜 𝓆𝓊𝑒 𝓈𝒾
𝒫𝓇𝑒𝓂𝒾𝑜𝓈

𝐸𝓍𝓉𝓇𝒶 𝟣. 𝒩𝑜 𝒽𝒶𝓎 𝓆𝓊𝑒 𝒽𝒶𝒸𝑒𝓇 𝓃𝒾𝓃𝑔ú𝓃 𝒹𝓇𝒶𝓂𝒶

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By Basummers2020

📅 1 DE ENERO

📅 UN RATO DESPUÉS

Valeria bebía una taza de café mientras esperaba a Carlos en la cocina. Su marido había ido a llevar a Charlie al aeropuerto y ella pensaba que no tardaría mucho en volver. El monegasco había acabado haciéndole caso y por lo menos, cuando se despidió de él, vio que su rostro no estaba tan afligido. O por lo menos, eso es lo que ella quería creer. No quería ni pensar en el dolor que su amigo estaba sufriendo.

Escuchó los pasos de su marido en el pasillo y mordió nerviosa su labio inferior, en cuanto él entró por la puerta. Un pequeño suspiro salió de su boca, e intentó calmarse cuando Carlos apareció por la puerta. Se notaba que estaba algo cansado, pues se llevó la mano a la cara, pasándola un par de veces por sus mejillas. 

-¿Todo bien? -le preguntó Valeria siendo lo primero que le dijo en cuanto lo vio.

-Si, creo que si -le respondió Carlos con una media sonrisa- por lo menos se ha ido animado. A veces es mejor alejarse para volver.

Su boca esbozó una media sonrisa acercándose lentamente hacia su mujer. No le había pasado desapercibida la expresión del rostro de Valeria, y también un leve gesto de tristeza en el. Se puso tras su espalda y la rodeó con sus brazos antes de posar su barbilla en su cuello.

-¿Y a ti que te pasa? -el piloto dejó un pequeño beso en su mejilla, esperando la respuesta de su mujer, una que sin duda, le estaba afectando, por el suspiro ahogado que salió de su garganta.

-Me ha bajado la regla.

Carlos chasqueó su lengua contra el paladar, entendiéndolo todo. Su rubia esperaba tener un retraso y quedarse embarazada, algo que al parecer, no sería ahora cuando sucediera. Su marido apartó sus brazos de su cuerpo, y la giró lentamente hasta hacer que ella estuviera frente a él. Puso dos de sus dedos debajo de su barbilla, y se la alzó para que pudiera mirarlo.

-No pasa nada, nena -el tono de su voz reflejaba toda la dulzura y el amor que Carlos sentía por su mujer. Desde la primera vez que la vio, sintió que ella, era esa maravillosa complicación que su vida necesitaba.

-Si pasa, jo. Yo quería quedarme embarazada -el tono tristón de su voz le hizo a Carlos acercarse y besarla con mucha dulzura. Se perdió en sus labios, hundiendo su lengua en su boca, para buscar la suya y bailar juntos esa danza que ambos conocían tan bien. 

-Tendremos que intentarlo de nuevo, esta vez, con más empeño -Carlos la agarró de las caderas y la alzó hasta ponerla en la encimera. Su boca estuvo en su cuello besando este con pequeños y excitantes besos. Pero, consiguió el efecto contrario con sus besos, pues su mujer estaba rígida y no respondía a sus avances. 

-Ya te he dicho que tengo la regla, Carlos -Valeria apartó con algo de brusquedad, a su marido, gesto este, que no le pasó inadvertido al piloto, quien dejó de besarla nada más escuchar sus palabras.

-De acuerdo. Lo siento.

Carlos alzó sus manos, apartándose de Valeria. Estaba claro que se había equivocado pensando que estar juntos, aliviaría de cierta manera, la decepción que sentía su mujer por no haberse quedado embarazada. Decidió darle su espacio y después de coger una botella de agua, abandonó la cocina, esbozando una pequeña sonrisa.

-Bajo un rato al gimnasio. Cuando tengas hambre me lo dices.

Valeria lo vio marchar sin ser capaz de contestarle ni decirle nada más. El que le hubiera bajado el periodo le había afectado más de lo que pensaba Solo llevaban unas semanas intentando ser padres. Y ella había pensado que tardaría poco en quedarse. En el primer intento incluso. Y por eso, cuando fue al baño hace un rato y comprobó que no había sido así, lo que sintió fue decepción, mezclada con tristeza.

Pero, de esto, Carlos, no tenía la culpa.

📅 MÁS TARDE

Carlos había subido directamente al baño de su dormitorio, para ducharse. Hacer un rato de ejercicio le había venido bien para despejarse y no pensar en otra cosa. A veces sentía que él no era suficiente para calmar todos los temores de su mujer. Y ésta era tan terca, que aún creía que ella solía podría con todo. Se quitó la ropa dejándola en el cesto que había en una de las esquinas y estiró los brazos antes de meterse en la ducha. 

Segundos después, la puerta del baño se abrió, entrando su rubia por ella. Decidió no darse la vuelta para recibirla, y esperar los próximos movimientos de Valeria. Estos, no tardaron en suceder, cuando sintió como sus brazos rodeaban su cintura, hasta posarse en su estómago. Un ligero estremecimiento recorrió todo su cuerpo al sentir las caricias de su mujer en su abdomen, y como esta ponía su cabeza en su espalda. 

-Lo siento, soy una idiota. Estoy enfadada y no es culpa tuya -los labios de Valeria dejaron un tierno beso en su espalda. La piel de ésta se le erizo en cuanto sintió el contacto de sus cálidos labios.

-Tienes derecho a sentirte mal, pero no a ponerte como si fuera el fin del mundo -le aconsejó él mientras agarraba una de sus manos, torciendo un poco su cabeza para poder mirarla mejor. Para perderse en esos ojos que siempre lo habían tenido a sus pies. 

-Lo sé. Pero, estoy acostumbrada a ser la primera en casi todo, y pensé que ésta vez, también lo sería -Valeria torció los labios con algo de tristeza, a la vez que de su boca, salía un pequeño suspiro. 

-Eres humana, Val. Y lo que no puedes hacer, es obsesionarte con quedarte embarazada, porque si lo haces, no vas a disfrutar -la rubia tuvo que admitir que su esposo tenía toda la razón. Y que estaba siendo bastante idiota si dejaba que el hecho de quedarse embarazada, gobernara su vida. 

-Cuándo hablas de disfrutar, ¿te refieres a ti y a mi follando como locos?

Una carcajada salió de los labios de Carlos cuando la escuchó hablar así. De los dos, él era el de las palabras sucias, pero a veces, le encantaba que ella también las usara. La risa murió en sus labios cuando sintió la mano de Valeria deslizarse por su estómago hasta rozar la punta de su endurecido pene, el cual se movía inquieto al sentir ese contacto.

-Y despacio. Y duro. Y suave. Te voy a follar de todas las maneras habidas y por haber. Y aún cuando tengas a mi bebé en tu vientre, te voy a seguir follando, más despacito, pero te follaré. 

Las palabras de Carlos le produjeron a la rubia un fuerte estremecimiento. Sus dedos se movían acariciando el pene de su marido, quien, emitía pequeños jadeos cuando ella le apretaba la punta. 

-Es una pena que tenga la regla -el tono sensual de Valeria hizo que el pene de Carlos se frotara contra la mano de su mujer de forma bastante ansiosa- porque iba a dejar que me hicieras de todo, marido.

-¿Y desde cuando coño me ha  importado a mi eso? -le respondió él con ese toque de chulería que a ella tanto le gustaba. 

Carlos agarró la mano de su mujer y la obligó a que dejara de tocarlo. Se giro hasta estar frente a ella y estrelló su boca con la suya. Parecía devorarla por la intensidad con la que tomaba sus labios y hundía su lengua en la cavidad de su boca. Tomó su labio superior, mordisqueándolo y jugando con él, a la vez que la agarraba de las caderas y la llevaba hasta estar cerca del lavabo.

-Te voy a follar, pero bien duro. Y luego te vas a duchar conmigo y te voy a follar otra vez, ¿algún problema? -Carlos alzó una de sus cejas esperando la respuesta de su mujer.

Valeria se mordió su labio superior presa de una terrible excitación. Que su marido la hablara en ese tono la ponía muy, pero que muy cachonda. Asintió a sus palabras y se dejó quitar por él, las primeras prendas de ropa.

-Así me gusta, que seas obediente, nena.

📅 MÁS TARDE

Valeria acariciaba el pelo de su marido sentada en la cama. Vestía una camiseta de Carlos, la cual apenas tapaba sus muslos, en los cuales, su marido tenía su cabeza. Estaba más relajada. Más tranquila. Y todo gracias a él. Su calma. Quien era el más racional de los dos cuando de decisiones importantes se trataba. 

-¿Te he contado alguna vez que cuando yo nací, mi madre pensaba que yo era una niña? -Carlos levantó su cabeza para contarle a Valeria esa historia que su madre solía repetirle, cuando quería fastidiarlo.

-¿Una niña? Pues no tenía ni idea -Carlos dejó un beso en el muslo de su mujer, y se incorporó un poco hasta apoyarse en sus codos.

-Al parecer, nunca me dejaba ver en las ecografías. Y él ginecólogo que atendió a mi madre, le dijo que era una niña para salir del paso -el tono divertido con el que Carlos le contaba la historia, produjo en ella que también se tomara a risa lo que él le relataba. 

-Pues si que se equivocó entonces -Valeria cogió una de las manos de su marido y acarició estas con la yema de sus dedos. Le gustaban mucho las manos de Carlos. Eran grandes. Fuertes. 

-Al que casi le da un ataque es a mi padre -siguió relatándole Carlos- mi madre iba a llamarme Enma, algo que alegró a mi padre al saber que el tercer Carlos de la familia había nacido.

-Pues Emma es un nombre muy bonito -le dijo Valeria curvando su boca en una sonrisa. Carlos le devolvió la sonrisa aún pensativo. Entrelazó sus dedos con los suyos y tiró de su mujer hasta tenerla encima suya.

-Mi madre muchas veces, para fastidiarme, me llama así, la cabrona.

Valeria río, pues sabía que su suegra era capaz de eso y de más. Carlos volvió a tumbarse, dejando de nuevo su cabeza sobre el estómago de su mujer, ese que deseaba que pronto albergara una nueva vida creada por ellos. 

-Si alguna vez tenemos una niña, me gustaría que se llamará Emma -le confesó Carlos muy decidido. La rubia puso sus manos en el pecho de su marido y acabó con su cabeza reposando en él. Sentir los latidos de su corazón eran los que le daban siempre esa calma que tanto necesitaba.

-¿Y si es un niño? -le preguntó Valeria bostezando ligeramente. 

-Diego. Como el hombre que le dio la vida  a la mujer más maravillosa del mundo.

Valeria apretó sus labios y alzó su cabeza para mirar, muy emocionada, a su marido. Le había llegado al alma que él quisiera llamar a su futuro hijo, con el nombre de su padre.

-Te quiero tanto, Carlos. Casi cada día doy gracias porque hayas llegado a mi vida. Joder, es que estoy tan enamorada de ti.

Una pequeña lágrima resbaló por la mejilla de Valeria. Su marido sólo tuvo que acercar sus dedos, para atraparla entre sus yemas y quedarse con ella. Sus manos la agarraron de la cintura, aprisionándola más todavía contra su cuerpo.

-Nena. Estabas destinada a ser mía, eso nunca lo olvides. Y otra cosa te digo, no quiero que te obsesiones con el tema de los bebés -esta vez, Carlos fue muy tajante con lo que le decía. No era una petición, era una promesa- que vengan cuando tengan que venir, y si por desgracia, no podemos tener hijos, no será ningún drama. Ya pensaremos que hacer cuando eso suceda, ¿te queda claro?

Carlos le dio una palmada en el culo a su mujer. La volteó hasta que su espalda tocó el colchón, y con su muslo, la instó a abrir sus piernas.

-Muy claro, señor Sainz -la boca de Valeria recibió un pequeño mordisco de su esposo, y segundos después, hundió su lengua en su cavidad bucal buscando como enredarla con la de ella.

-No me gustaría tener que castigarla si no se ha enterado bien, señora Sainz -le advirtió él mientras le alzaba la camiseta, dispuesto a quitársela del todo. 

-Humm. Me encantan tus castigos, amor.

*** Este extra pensaba guardármelo para cuando 55Love alcanzara los 300K de lectura, como una forma de celebrarlo. Pero resulta que hoy es el cumpleaños de mi querida Imslytheringirl, y le dije que le dedicaría este capítulo especial como regalo de cumpleaños. Así que, muchas felicidades guapísima. Eres un encanto de niña y me río mucho con tus cositas. No cambies nunca, te lo pido por favor.

Y a los demás, espero que también os haya gustado y que lo hayáis disfrutado. Muchos besos y abrazos***

🏎️ SAGA RUNNER 🏎️

A Carlos Sainz , su equipo le da un ultimátum. Tiene que cambiar su actitud o el año que viene lo echan de la escudería. Arrogante, engreído y prepotente, nunca está dispuesto a admitir que la culpa es suya. Pero toda esa fachada de tipo duro, se caerá en el momento que su mirada se cruza con la ella. La que viene a salvarlo, y no sólo de si mismo.

Max Verstappen. Lo llaman el príncipe de hielo. Sin emociones. Sin amar. Con una vida planeada al milímetro donde no hay nada al azar. Pero, ¿que pasa cuando la pelirroja de ojos claros se cruza en su camino? ¿Cuando siente que ella rompe todas sus barreras y quiere darle lo que nadie nunca se atrevió a ofrecerle? 

Charles Leclerc. Le llaman Il predestinato. El niño bonito de Mónaco. Rico, famoso pero con un odioso destino que cumplir. Enamorarse no es una opción para él. Diana De Luca. Un pasado marcado por la tragedia que la ha hecho desconfiar de todo llevándola a no creer en el amor. Jamás entregara su corazón a nadie por miedo a que lo destrocen de nuevo. 

🏀🏍️ OTRAS HISTORIAS EN CURSO 🏍️🏀

Juancho Hernán-Gomez vuelve a casa después de su paso por la NBA. Lleno de sueños e ilusiones, afronta la temporada con su nuevo equipo dispuesto a demostrar lo que no pudo hacer en tierras americanas. Natalia está cansada de disimular que todo está bien. De que nada le afecta ni le duele. Obligada a vivir una vida que no quiere por el que dirán.

Él en la cumbre de su carrera. Un ganador. Acostumbrado a la fama, al éxito, a las alabanzas, pero, siendo un solitario en el amor. Ella, la abandonada, la novia en la sombra, la que un día entregó su corazón para que se lo rompieran en miles de pedazos.

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