El día que la luna dejó de br...

By marvzcc

468K 18.4K 3.4K

«El día que te lances por el precipicio sin miedo a caer con tanta fuerza va a ser el día en el que en verdad... More

PRESENTACIÓN
BOOK TRÁILER
DEDICATORIA
• PRÓLOGO •
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Cartas que nunca llegaron.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Cartas que nunca llegaron.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Cartas que nunca llegaron.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 24.
Carta I y II.
Cartas que nunca llegaron.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Epílogo.
Especial | Amor Cristalino

Capítulo 23.

10K 320 128
By marvzcc

Hola, holaa!

Antes de pasar a leer quiero disculparme por no publicar capítulo ayer. Realmente me fue imposible.

También paso a agradecer todo su apoyo, no puedo creer que ya seamos 22K de lecturas!

Muchas gracias por cada persona que se toma el tiempo de leer mi historia, me hace muy feliz, de verdad.

Los guardo en un espacio de mi corazón muy importante. Gracias :)

Y pues ahora sí, pasamos a leer.

¡Espero disfruten el capítulo!

-

Majo Lazer & Dj Snake - Lean on.
«All we did was care for
each other

But the night was warm
We were bold
and young
All around,
the wind blows»


Capítulo 23.
Ding Dong, ¡corre!

Un día después de nuestra llegada a New Greenvill todo parece ir bien. La charla de ayer entre Jaden y yo nos ayudó a ambos y a la mañana siguiente me siento mejor.

La abuela ha decidido irse de compras con la pequeña Melanie por toda la tarde y ella parece encantada. Jaden y yo almorzamos juntos y pasamos el resto de la tarde juntos viendo películas en el sillón grande de la abuela, bailando, cocinando, cantando...

Santa Madre, hemos hecho tantas cosas que termino tan cansada y rendida, que en la tarde, cuando el sol comienza a ocultarse, Jaden y yo estamos acostados en el sofa viendo una película de romance aunque él haga muecas cada milisegundo que pasa una escena en donde los protagonistas hacen algo cursi.

Yo sonrío y me incorporo para abrazarlo por el cuello con una gran sonrisa.

Doy un respingo cuando algo tiembla en el sillón y él se ríe abiertamente de mi cara. Resulta que le ha llegado un mensaje y yo me alejo cruzandome de brazos.

Mucha risa ha de darle, sí.

Frunce el ceño a su teléfono y después voltea a verme a mí con las cejas levantadas.

—Tu abuelita me ha escrito.

Eso me saca de mi enojo repentino de inmediato y me volteo hacia el con los ojos abiertos.

—¡¿QUE MI ABUELA QUÉ?!

Él se echa un poco para atrás y levanta las manos en señal de rendición.

—Me ha dicho que vendrán en media hora, ya que iremos a una fiesta a la que consiguieron que las invitaran.

—¿Una fiesta...? —pregunto en un hilo de voz y frunzo el ceño, preocupada—. ¿En qué momento...? Dios Santo. Debí haberme olvidado de que la abuela hace travesuras cuando no la ves... —digo exhausta para después poner una cara de terror más asustada que antes—. ¿Y qué se supone que deba ponerme? ¡Voy horrible!

—Para mí siempre vas perfecta a cualquier lado —sonríe mientras ve que me pongo de pie apresudaramente y aviento las mantitas con las que nos habíamos estado cubriendo.

Pongo los ojos en blanco y sonrío un poco. No tardo mucho en que la ansiedad vuelva mi cuerpo, ¿qué se supone que voy a hacer en una hora?

—Me veo fatal, Jaden... —digo mordiendome las uñas con nerviosismo.

Él se pone de pie sonriendo y agarra mis muñecas con suavidad para que deje de morderme las uñas.

—No eres fea, Ashey. Solo existen estandares de belleza, y para mí que tú los rompes todos.

Me quedo muda unos segundos en los que él deja un beso suave en mi frente y agarra mi mano para dirigirnos a la habitación de invitados.

—Vamos, te ayudo a elegir tu ropa —me mira de soslayo—. Si tú quieres, claro.

Asiento con emoción y lo sigo.

Una hora más tarde estoy lista después de que Jaden me ayudara con mi pequeño cortocircuito y por fin encuentro la ropa indicada.

Él se limitó a decirme que me veré bien aún así vaya en fachas y eso subió un poco mi estado de ánimo.

Unos minutos más tarde entra la abuela con Melanie y un montón de bolsas en sus manos mientras hablan de no sé qué.

Enarco una ceja a su dirección.

—Si que se han vuelto amigas —digo poniéndome de pie para ir a ayudar a la abuela con las bolsas que carga.

—He decidido que la adoptare, la quiero tener conmigo todos los días —mi abuela sonríe y le hace un gesto a Melanie para que vaya a alistarse. Le saco la lengua a esta y ella imita mi gesto yéndose a cambiar.

Mi abuela toma un suspiro poniendo y acomodando algunas cosas en la barra.

Cuando ve que la observo como si quisiera decirle algo deja un frasco de mermelada en la barra de la cocina y me observa al otro lado de la barra.

—¿Qué pasa? —pregunta en un tono de voz bajo pero suave.

Yo estoy jugando distraídamente con mis manos y tomo una bocanada de aire.

Últimamente hay muchas preguntas y dudas que no quieren salir de mi cabeza. Sabía que podía pasar algo así si volvía a la ciudad, pero jamás creí que de esa forma. La inseguridad me está consumiendo y no sé qué hacer.

—¿Qué...? —comienzo hablando y trago saliva con fuerza. Sigo sin poder verla a los ojos—. ¿Qué harías tú si amas a alguien como nunca lo has hecho con nadie más, pero sientes que estando juntos podrías lastimarlo mucho..., pero  yendote también a ambos les dolería?

La abuela me observa con cuidado desde la barra y tarda unos minutos en responder en los que yo no puedo ni siquiera verla a los ojos. Tengo la piel de gallina y un nudo en la garganta muy pesado que incrementa mis ganas de llorar. No sé qué pasa conmigo últimamente. Me siento más cuestionada por mí misma que por la gente que me rodea. En ocasiones yo misma suelo ser el más grande de los problemas en la vida de los demás.

—¿Crees que estando con tu novio puedes lastimarlo pero también piensas que si te vas de su lado lo lastimarias tanto a él como a ti? —pregunta suavemente y puedo sentir sus ojos fijos en mí. Yo asiento con la cabeza  y ella entrelaza sus manos con las mías delicadamente—. Si de las dos formas posibles se van a terminar lastimando, ¿qué no es mejor estar juntos para enfrentarlo entre lo dos?

Yo niego con la cabeza lentamente.

—Ambos tenemos problemas que resolver y me asusta todo esto... lo quiero como no tienes idea. Pero estar con él ahora es como sentirme peor conmigo misma. Mi mente me tortura constantemente con que no lo merezco y que yo solo soy alguien rota. A veces siento que tengo el corazón tan agrietado que incluso cada latido duele. Y no quiero que Jaden cargue con eso, no lo merece.

—¿Y por qué no lo hablas con él sobre esto, Ashley? Reprimir lo que piensas y sientes es lo único que va a acabar con su relación. Los va a destrozar el hecho de que ambos no se comuniquen. Porque todos tenemos problemas, y no por ello no quiere decir que no merezcas estar a su lado. Guardar tus emociones, lo que piensas y sientes por él va a hacer que en cierto punto ambos terminen dudando de lo que sienten uno por el otro. La comunicación es importante en una relación. Puede haber confianza, pero si no comunicas lo que estás sintiendo se va a ir perdiendo la magia. Hablalo con él, dile que lo quieres y que tienes miedo. No tengas vergüenza de hacerlo, todos tenemos miedos. Solo que a unos se les da mejor ocultarlos porque creen que es más valiente hacerlo; cuando lo único que sé es que todos somos vulnerables en algo. Y el no admitirlo nos hace soberbios y orgullosos. No dejes que eso te lleve a perder a alguien que amas, Ashley.

Miro mis manos sin poder atreverme a verla y hablo en voz demasiado baja.

—No creo que pueda volver a ser feliz —susurro y sé que ella sabe a que me refiero.

La abuela me observa atentamente con seriedad. Después sonríe un poco, su mirada es triste, casi reconfortante.

—¿Cómo vas a ser feliz si no te permites serlo? —agarra suavemtente mi barbilla para que pueda verla y me mira con seriedad—.  Piensas que no podrás volver a sentir felicidad. Que no podrás superar esto, pero oh, sorpresa. Esta es una de las tantas situaciones a las que te vas a tener que enfrentarte, Ashley. Y aunque suene cruel, vas a tener que levantarte. Vas a tener que ponerte de pie con la última esperanza que tengas en el bolsillo. Porque no te queda de otra. El mundo no se va a detener por ti, hija. No va a esperarte ni mucho menos te va a decir que te tomes tu tiempo. Y estoy sonando bastante fría, lo sé, pero aunque todo suene así, habrá un momento en el que todo mejore. En el que puedas volver a ver la luz.

»Hay veces en las que nosotros mismos nos encerramos en un cuarto oscuro de prejuicios sobre nosotros mismos. Y sólo nosotros tenemos la llave para salir de ahí. ¿Y sabes por qué no somos capaces de salir de ese cuarto? Porque preferimos quedarnos con lo que los demás dicen y no usar la llave para liberarte de todo aquello. Porque es mas fácil quedarse ahí.

Eres fuerte, el problema es que te empeñas en recordar una y otra vez las palabras de gente que no piensa que lo eres. Cuando esas son las que menos importan.

La mayoría de casos las personas te van a decir lo que piensan de sí mismas. Se van a reflejar en ti y no van a querer verte bien, porque, no quieren ni siquiera verse bien a sí mismos, ¿cómo van a querer algo bueno para ti?

Quédate con lo bueno, Ashley. Con lo que TÚ eres, no con lo que los demás piensan que eres. Porque si vas por la vida creyendote todo lo que los demás te dicen solo vas a perderte a ti misma intentando complacer a alguien a quien realmente le das igual.

Vales mucho, eres una buena persona, te preocupas por los demás. Tu problema es que crees que con la muerte de tu hermano ya no tienes rumbo. Y quizá así se sienta ahora, pero tú tienes que llevar tu propio camino, tienes que seguir. Y tienes que continuar sin él. Porque ya no va a volver. Se fue, y se fue para siempre.

Trago saliva con fuerza todavía viendola.

—El duelo no tiene una fórmula mágica para que deje de doler. Y el que evites la realidad no quiere decir que ya no la sea. Permítete sentir y permítete vivir.

La abuela me suelta la barbilla con cuidado y se da la vuelta para seguir acomodando sus cosas. Al cabo de unos segundos vuelve a hablar dejandome sin palabras.

—El día que te lances por el precipicio sin miedo a caer con tanta fuerza va a ser el día en el que en verdad empieces a disfrutar de lo que sientes.

Media hora más tarde estamos frente a una casa enorme de color rosa rodeada de barandales blancos y con gente por todos lados. A los alrededores del jardín de la casa hay varias mesas con comida y bebidas. Todo aquí es color rosa y blanco.  Se supone que el cumpleaños es de una chica que se llama Rosa —no bromeo, de verdad se llama así —. y ha querido su fiesta de tematica color rosa. ¡Pero qué sorpresa!

Los invitados deben de llevar por lo menos una prenda rosa o blanca, así que me tuve que cambiar de vestido y ponerme uno mucho más elegante que la abuela me prestó. Jaden se ha puesto una camiseta blanca con un pantalon negro y un saco del mismo color. Ha dicho que se pondria una corbata roja fingiendo que es rosa porque la abuela no tenía otra más que prestarle.

Entramos a la casa y Jaden me toma de la mano a mí y después de preguntarle a Melanie si puede llevarla de la mano, lo hace.

Cuando entramos hay todavía más gente de todas las edades y una señora de unos 40 años nos recibe diciendole un discurso a mi abuela de cuánto he crecido y que es un gusto verme de nuevo. La saludo a pesar de no conocerla y no recuerdo haberla visto en mi vida.

Después ella nos guía al tercer piso, que es donde hay una terraza y logro ver una alberca en esta donde varia gente se da clavados.

Hay personas por todos lados, así que aprieto la mano de Jaden con un poco más de fuerza y cuando la señora nos instala diciéndonos que podemos tomar lo que sea con una gran sonrisa se va dejandonos solos.

Melanie va con unos chicos que están jugando en unas consolas y ellos se apresuran en integrarla, así que solo quedamos Jaden y yo, porque hasta mi abuela ha conseguido quedar sentada con sus amigas de toda la vida y ya se está riendo a carcajadas.

Su vista se ancla en nosotros y nos llama hciendo un gesto con la mano; al ver que no se va a rendir de insistir, nos acercamos un poco inseguros.

—Vengan —dice todavia haciendo un gesto con su mano al vernos temerosos. La abuela les sonríe a sus amigas y ellas nos pasan dos vasos con bebida. Le doy un sorbo y la abuela habla—. Pero qué curioso es el amor... ya ven, mi nieta está apunto de casarse con este chico y planean tener mínimo cinco hijos.

Yo abro mucho los ojos y escupo la bebida atragantandome. Las amigas de mi abuela se ríen abiertamente de mí y abro la boca indignada.

—¡Abuela!

Ella me mira con advertencia.

—¿Qué? Si tú novio ya me lo prometió —dice viendo a Jaden tiernamente.

Yo anclo mi vista en él indignada y Jaden da varios pasos atrás.

—Te compraré otra biblioteca, pero no me mires así...

Yo sigo avanzando viéndolo de ojos entrecerrados y de brazos cruzados.

Él avanza hacia atrás y yo lo acorralo.

—¿Me puedes explicar...? —doy un paso hacia él cada vez más enfadada—. ¿Por qué...?

Antes de que pueda terminar de hablar, Jaden cae de espaldas a la pscina haciendo salpicar varias gotas en mi vestido, y que, por supuesto, hace que varias personas se giren a nuestra dirección. Yo abro la boca con impresión y me quedo quitecita en mi lugar. ¡Ups!, ¿pero en qué momento habíamos avanzado tanto?, Je, je...

Me agacho rápidamente quedando en la orilla de la pscina tratando de encontrar a un chico pelinegro y no lo veo. Mis nervios aumentan por cada segundo que pasa y sigo sin ver algo.

Un grupo de tres chicas se ríen abiertamente de él y apuesto que mi cara ya está del mismo color de mi pelo cuando me ven a mí ahí en la orilla buscando al chico que yo misma lleve a la piscina.

Mierda, quizá sí que debí haber parado a tiempo.

Mi cuerpo entra en alarma inmediatamente cuando siento una mano mojada rodeandome el tobillo y antes de poder reaccionar caigo en un golpe seco al agua.

Siento todo mi cuerpo entrando en frío de inmediato y mi nariz inundandose de agua. Salgo a la superficie lo más rápido que puedo para tomar aire y siento unas manos tocando con cuidado mis muslos por encima del vestido. Segundos más tarde sale Jaden con una sonrisa malvada todavía con sus manos rodeando mis muslos.

—Eso se considera trampa, señorita Miller.

Observo su pelo mojado y no puedo evitar pensar en lo sexy que se ve así. Pero jamás se lo diría, claro. 

En cambio, me limito a emtrecerrar los ojos y nadar a la
orilla de la alberca.

—Tienes derecho a llamarme tramposa cuando te disculpes por prometerle a mi abuela que te casarías conmigo. Eso sí que es jugar sucio —reclamo cuando llego a la orilla de la pscina.

Él frunce el ceño y se acerca a mí.

—¿Por qué sería jugar sucio si pienso cumplir mi promesa?

—No he conocido persona que cumpla una promesa.

Él sonríe llegando conmigo y sus manos se posan en mi cintura acercando su cara a la mía.

—Pues muchas felicidades, acabas de encontrar a la primera persona que está dispuesta a cumplir su palabra.

Cuando está apunto de besarme una persona se da un clavado y nos salpica a ambos. Jaden me cubre para que el agua no me dé y se ríe ante mi cara de desesperación.

Unos minutos más tarde, después de nadar un rato, ambos salimos completamente empapados y el vestido se pega completamente a mi cuerpo.
Un chico me grita que por qué no vuelvo a la piscina con él y Jaden rodea mis hombros con su brazo llevándome a una zona donde hay toallas gritándole que por qué mejor no se ahoga en sus propias ganas. Sonrío ante su respuesta y lo sigo.

Al llegar un grupo de tres chicas (las que hace un momento se estaban burlando de Jaden) se sitúan a nuestro lado sonriendonos ampliamente. Hay una rubia que está en medio de la castaña y la pelinegra, ella en especial se queda viendo atentamente a Jaden.

—¡Hola, chicos!, venimos a disculparnos de parte del idiota que te gritó eso —me dice la rubia avergonzada acercándose más a nosotros. Después voltea a ver a Jaden con una sonrisa coqueta y agarra un mechón de su cabello envolviendolo en su dedo—. Soy Clarice, por cierto. Un placer. ¿Y tú eres?

Jaden voltea a verme y hace un gesto con su mano señalandome.

—Ella es Ashley, y yo soy Jaden. Un placer, chicas —dice Jaden dando énfasis en las otras dos chicas que aún no se presentaban.

La castaña sonríe amablemente y se acerca a nosotros.

—Un gusto, chicos. Me llamo Karely, pero pueden decirme Kare —añade con una sonrisa. Le devuelvo el gesto y luego la chica pelinegra se sitúa a lado de ellas.

—Mi nombre es Nadia. Que bueno tenerlos aquí. Y un placer conocerlos.

Yo sonrío pero dejo de hacerlo de golpe cuando un recuerdo viene a mi memoria. Abro la boca con impresión y Jaden me observa curiosamente.

Doy un paso hacia ellas y levanto un poco las cejas.

—Ustedes están juntas desde Kinder, ¿no es así?, es decir, el Kinder que queda cerca del parque central de la ciudad —pregunto en un hilo de voz. No me puedo creer esto.

La chica castaña parpadea y me observa con más atención. Se tapa la boca con impresión y se acerca a mí emocionada.

—¿Eres Ashley Miller? —pregunta entusiasmada con una sonrisa gigante en la cara.

Asiento con la cabeza sonriendo por igual y ella comienza a dar saltitos de emoción.

—¡Volviste a la ciudad! —grita la pelinegra acercándose.

Jaden da algunos pasos atrás dándonos espacio a cada una y ellas se echan encima de mí para abrazarme.

Kare y Nadia eran mis mejores amigas desde que tengo idea. Nos separamos porque ellas se cambiaron de facultad y yo un año después tuve que irme.
Perdí comunicación total con ellas, pero siempre las quise incluso más que a mí.

Pasamos tanto tiempo juntas de niñas que nos sabíamos nuestros gustos de memoria. Veíamos las mismas películas miles de veces y nunca nos cansabamos.

Lamentablemente crecimos y todo cambió.

Ellas se despegan de mí y yo no quito mi sonrisa, bueno..., no hasta que me doy cuenta de que la rubia ya no está frente a mí; ahora se ha puesto a lado de Jaden, que parece incómodo mientras se rasca la nuca.

Carraspeo y me pongo a lado suyo dedicándole una pequeña sonrisa. Él parece eternamente agradecido, pero la rubia no tanto.

—¿Son novios? —pregunta con una sonrisa en su cara. Sospecho que no es muy real, aún así no digo nada, porque Jaden se me adelanta.

—Nos casaremos dentro de poco tiempo —Jaden sonríe agarrando mi mano y entrelazándola con la suya. Niego con la cabeza, divertida al ver las caras de mis antiguas amigas. Una se ha puesto incluso roja, y la otra se apresura en traerle un vaso de agua.

La rubia levanta las cejas con impresión y se cruza de brazos.

—¿Casarse tan pronto?

Jaden sigue sonriendo y me atrae hacia él.

—No. Primero planeamos acabar los estudios, después viajar por el mundo y finalmente tener…—me voltea a ver divertido al ver que mi cara ya esta del mismo color que mi pelo—¿Cuántos hijos habíamos quedado que tendríamos?

Pongo los ojos en blanco y sonrío.

–Unos siete —digo de brazos cruzados. La rubia da un paso atrás de la impresión y se pone una mano en el corazón.

—¿SIETE? Santa madre… –abre mucho los ojos con impresión y Jaden intenta ocultar una carcajada al igual que yo. Clarice se recompone y carraspea la garganta disimuladamente—. Es decir… esta bien y todo pero… —de nuevo voltea a ver a Jaden con una sonrisa coqueta—. Deberías conocer más gente, ¿no?

—No creo —responde Jaden todavía con una sonrisa en su rostro.

—Pero de seguro hay muchas chicas que quieren estar contigo.

—Aunque las haya, sé que eligiria quedarme con mi chica.

Ella pone una cara de irritación que casi me saca una risa, pero estoy tan atentamente viendo a Jaden que me retengo.

—Aun así… eres muy joven, deberías experimentar con otras personas.

—Estoy bien así —dice Jaden sin siquiera inmutarse.

—Pero…

—¡Chicos! —la interrumpe Nadia. Ya había llegado de ayudar a Kare, y parecía vernos irritados, supongo que por eso intervino.

—Pero qué suerte tengo con las rubias... —susurro en voz muy baja, Jaden ha alcanzado a escucharme. Sonríe viéndome y después ambos giramos nuestra cabeza a dirección de Nadia.

Tiene una sonrisa forzada en su rostro cuando se acerca disimuladamente a la rubia.

–Clarice… deberías dejar de meterte con ellos. Se van a casar y ser felices, solo… déjalos, ¿sí? —susurra Nadia entre una mezcla de frustración y cansancio.

—¡Pero el chico es muy guapo! —le responde la rubia en el mismo tono de voz tratando de ser disimulada.

—Y la chica es mi amiga, así que por favor…

Ella pone los ojos en blanco y luego voltea a vernos como si nada. Abre y cierra la boca, pero se ve interrumpida por Kate.

—¡Tengo una idea, chicos! —voltea ver a Jaden con una pequeña sonrisa—. Tú vienes de visita, ¿no?

El aludido asiente con la cabeza, confuso. Ella empieza a aplaudir entusiasmada y se da la vuelta hacia sus amigas.

—¡Hay que presentarle esta zona!
Clarice deja su cara de irritación de lado y sonríe.

—¡Chicas, vengan! —dice dirigiéndose únicamente a Kate y Nadia. Las chicas se acercan temerosas y confusas, pero conforme la rubia habla, sus sonrisas se ensanchan.

Jaden se gira hacia mí y esboza una pequeña sonrisa.

—¿Estás bien?

Yo asiento con la cabeza y le devuelvo la sonrisa. El voltea a ver rápidamente a las chicas que todavía parecen ocupadas y después se gira completamente hacia mi para acercarse y unir sus labios con los míos. Es un beso corto, pero cuando se separa sus ojos brillan y acaricia mi mejilla.

—Qué agotador, ya necesitaba recargar mi energía.

Yo me rio abiertamente de su comentario y él posa una mano en mi cintura sonriéndome y observándome.

Cuando lo veo poso mis manos en su pecho y el levanta las cejas momentáneamente mas interesado en la conversación.

—No sabía que yo recargaba mi energía.

—Hay muchas cosas que usted no sabe, señorita Miller.

Levanto las cejas con curiosidad moviendo mis manos lentamente en su pecho.

—Ah, ¿sí? —susurro mirando sus labios y después lo miro a los ojos—. ¿Cómo cuáles?

—Como, por ejemplo, dudo que tengas una idea de cuanto me encanta tocarte y besarte.

—¿Por qué siempre eres tan pervertido?

Él enarca una ceja.

—Si ese comentario te pareció pervertido no me imagino que te parecerían los que pienso y sueño contigo si te los dijera.

Me pongo roja inevitablemente y abro los ojos avergonzada. El aprovecha esos segundos para agarrarme de la cintura y acercarme a el para besarme… no hasta que nos vemos interrumpidos por la rubia que prácticamente esta frente a nosotros. Jaden da varios pasos hacia atrás asustado por la impresión y yo me rio a carcajadas de su cara. La rubia parece irritada, pero nos hace un gesto para que la sigamos.

Minutos mas tarde estamos los cinco caminando por las calles de mi ciudad natal. Primero he ido a acompañar a la abuela a su casa y dejar a Melanie bien instalada, después de asegurarme que estarían bien le avise a la abuela que saldría con unas amigas y Jaden. Ella me guiño un ojo y me dijo que revisara el cajón de su cómoda para que agarrara condones. Roja de la vergüenza me fui cuando se rió de mi cara y me aseguré de dejar todo limpio.
Así que ahora me encontraba en medio de Nadia y Kate mientras caminábamos por las calles de madrugada. No era muy tarde, pero sí que había familias ya dormidas.

Y Jaden… el pobre de Jaden iba enfrente con la rubia parloteando sobre cualquier tema que ella sacara a la luz. Me llegaba a echar varias miradas de reojo suplicándome que le ayudara, pero me limitaba a sonreír y negar con la cabeza.

Al cabo de unos minutos de charla Nadia me voltea a ver de reojo e inhala aire.

—Me enteré de lo de tu hermano —dice en un tono triste, algo nostálgico.

Yo camino de brazos cruzados mirando el suelo rogando que, por favor no me ponga a llorar aquí. Estoy segura de que Jaden ha escuchado el comentario, ya que curiosamente comenzó a caminar más lento para estar más cerca y escuchar mejor.

Yo inhalo aire por igual sin atreverme a verlas. Ellas también convivieron mucho con él. Y, aunque constantemente nos molestara, también nos ayudaba cuando de niñas queríamos galletas o helado. El iba a la tienda por más noche que fuera por solo vernos felices. Incluso, en ocasiones nosotras tres le poníamos mascarillas a él o lo maquillábamos. El rechistaba, pero se dejaba.

—Lo siento mucho, Ashley —añade Katie abrazándome por los hombros. Yo suelto algunas lágrimas tratando de sonreír un poco para que no se preocupen mucho, y también porque nunca me ha gustado que me vean débil ante ninguna situación. Quizá debería tomarme en serio los consejos de la abuela y empezar a de verdad dejarme sentir a mí misma.

Jaden esta vez no disimula y voltea a verme acercándose. La rubia lo sigue y ahora tengo cinco caras frente a mi que me hacen sentir más vulnerable de lo que ya me siento.

Estoy en la ciudad en la que quería dejar todos los recuerdos. En la que quería dejar atrás mi dolor… pero tal vez, solo tal vez, todo este tiempo estuve huyendo del dolor en vez de enfrentarlo. Por eso me cuesta tanto recordar. Me cuesta abrir esa parte de mí vida porque la enterré tanto, que ahora, me cuesta mucho reconocer todo.

—¿Qué pasa? —pregunta la rubia con una sonrisa en su rostro. Todos voltean a verla como si quisieran asesinarla, yo me limito a secar mis lágrimas y sonreír como puedo.

—Dejemos de lado ese tema. Mejor… —hago una pausa pensando.

—Yo sé que podemos hacer… —dice Kare separándose de mí y esbozando una sonrisa malvada. Nadia sonríe temerosamente.

—Espero que no se te este ocurriendo jugar ese jueguito que solo nos causa problemas.

Kare amplia su sonrisa y Nadia retrocede algunos pasos apunto de caerse de la banqueta, no es hasta que Jaden la sostiene de la espalda para que evite caer y ella se recompone avergonzada. Yo miro a Kare, curiosa.

—¿Qué juego?

—Uno muy divertido —dice haciendo un movimiento con sus manos como si de un villano se tratara.

—No le creas, Ashley. La ultima vez que jugamos en la madrugada terminamos con cinco perros persiguiéndonos por más de tres kilómetros.

La rubia se ríe a carcajadas de ellas y las señala con el dedo índice.

—¡Ding Dong corre! —sonríe malévolamente al igual que Kare—. Cómo olvidar ese día...

Yo enarco una ceja, confusa mientras me cruzo de brazos.

—¿Y por qué terminaron siendo perseguidas por cinco perros?

—Despertamos a un señor que se la vive amargado —responde Kare. Después su rostro cambia a una expresión de desprecio—. Y claro… también porque sus perros se la pasaban maltratando los trabajos de preescolar que mi mama hacia para sus alumnos. Y el se reía ante eso, así que cuando me entere que tenía una junta importante de trabajo y debía dormir bien, decidí ser un poco mala.

—Qué malota —dice Jaden enarcando una ceja. Kare parece eternamente orgullosa de su travesura.

—Lo sé, lo sé —responde sin quitar su sonrisa malévola.

Él pone sus manos en sus bolsillos y frunce un poco el ceño.

—¿Y de que trata el juego? —volteo a verlo con los ojos abiertos y niego con la cabeza. No, no y no. Ni de coña. Suficiente tuve con colarme por la facultad y casi ser descubierta por el guardia de seguridad. No pienso volver a arriesgarme.

Kare le sonríe y levanta la barbilla. Empieza a caminar hacia una casa con fachada naranja que alumbra un farol de la calle. Ella nos lleva al porche de esta y Jaden y yo la miramos, confusos. Nadia parece asustada y Clarice está sonriendo sin parar frotando sus manos con diversión compulsivamente.

La castaña voltea a vernos con una mirada inocente.

—Es demasiado sencillo, en verdad. Primer paso: tocas el timbre de tu enemigo con todo el enojo del mundo y sin piedad —Jaden y yo la miramos como si se hubiera vuelto loca. Ella levanta su brazo y toca el timbre varias veces. Abro mucho los ojos y niego con la cabeza. Kare me mira malévolamente—. Y paso dos. Tienes dos opciones: o te quedas a ver como te va con la bronca que te van a poner, o comienzas a correr cuando comienzas a escuchar pasos acercándose.

Y como si hubiera llamado a un espíritu maligno, todos escuchamos pasos acercándose cada vez mas cerca. Yo me quedo paralizada cuando todas salen corriendo riéndose a carcajadas, Jaden intenta jalarme del brazo, pero cuando ve que no me muevo y las cerraduras de la puerta comienzan a abrirse, no duda en agacharse hasta agarrarme de las piernas y cargarme como una princesa.

Todas corren hacia un parque cercano mientras se ríena a carcajadas. Jaden por igual se ríe y yo me limito a observarlo.

Cuando vemos una patrulla cerca ahora soy yo la que se ríe de sus caras de asustados y todos corremos hacia un restaurante cercano.

Jaden me baja unas cuadras después y comenzamos a caminar tranquilamente. Kare se abanica con la mano sonriendo y todos parecemos momentáneamente relajados.

—Menos mal todo ha salido bien.

Todos sonreímos a la vez hasta que nos detenemos de golpe. Y como si fuera en cámara lenta nos giramos todos a la vez hacia atrás cuando escuchamos un gruñido.

Ahí nos encontramos con un Pit Bull observándonos con cara de querer matarnos.

—Mierda.

Ashley es la persona más racional que conozco (sí, ajá)

Gracias por leer. ¡Espero les haya gustado!

Ya quedan unos cuántos capítulos para acabar la historiaaaa :'(

Y... la próxima semana se viene un capítulo bastante triste, diría yo.

Nos vemos el sábado!

Ig: marvzcc

~Marr.

Continue Reading

You'll Also Like

1.1M 190K 160
4 volúmenes + 30 extras (+19) Autor: 상승대대 Fui poseído por el villano que muere mientras atormenta al protagonista en la novela Omegaverse. ¡Y eso jus...
48.9K 5.4K 7
Gun Atthaphan finge "salir del closet" para no perder su empleo. Donde no pueden despedir a un homosexual por ser un acto de discriminación y Off Ju...
52.1K 5.2K 24
𝐅𝐑𝐄𝐘𝐀━━━ ❝they were always in survival mode, even if time passed and they didn't need it❞ Freya lleva tatuadas todas las heridas de un pasado fu...
3.4K 117 21
Tras la quiebra de mi empresa surgio la cuestionante de mi contadora: "Digame, y cómo esta su relación con Dios" tal pregunta me hizo entrar en una...