Carlo's POV:
Me levante al escuchar un fuerte ruido proveniente de la habitación de la vecina, sinceramente no le di tanta importancia hasta que se escucha un grito de ella.
-¡DÉJENME EN PAZ!-dijo ella.
Rápidamente me destape, agarre el primer pantalón que encontré y intenté abrir la puerta que conectaba los cuartos, pero que tonto estoy yo antes no la podía abrir por que no tenia llave, al parecer era ella la única que podía hacerlo. Desesperado salí de mi apartamento lo mas rápido posible y empece a tocar la puerta como loco.
-¡ALASKA!, Abre la puerta, ahora mismo.- dije asustado de que le pasara algo malo.
-¡Carlos! Esta todo bien, no te preocupes.- dijo todavía sin abrir la puerta, dudaba que estuviera bien, cuando de repente...
Salieron unos hombres robustos, con armas y sus camisas manchadas de sangre del cuarto, me escondí lo mas rápido que pude detrás de un muro y espere a que se fueran. Cuando se fueron entre preocupado y encontré a mi linda vecina sangrando del abdomen, no pude reaccionar, estaba en shock y me pregunte ¿Quién era ella?
Era un sueño, solo un sueño, me decía a mi mismo tratando de tranquilizarme. Ese sueño pareció ser muy real, que hasta me dieron ganas de llorar como un niño pequeño. Me levante y al hacerlo me mareé y me tuve que sentar en la orilla de la cama. Después de algunos minutos me dirigí a la ducha. Tarde aproximadamente 30 minuto en salir de la ducha, por que me preguntaba de nuevo, ¿Quién carajos era ella?
Me senté en la pequeña sala de mi apartamento y agarre mi computadora, empece a teclear su nombre en google, no había rastros de algo, pensé en buscarla en facebook pero dudaba que una persona como ella lo tuviera, entonces busque su nombre en instagram, nada. No había absolutamente nada de una tal "Alaska Laurence". Realmente no le di la importancia que debí haberle puesto, por que después no me imaginaria en que me metería por culpa de ella. Hoy realmente no tenia ganas de cocinar y decidí ir a desayunar en algo restaurante de la zona, agarre mis llaves del coche, mi celular y salí del apartamento. Iba caminando por el pasillo hacia el elevador, me subí en el, y antes de que se cerraran las puertas alguien gritó.
-¡Espere! No cierre las puertas.- dijo, y al instante supe que era ella.
Detuve las puertas del elevador con mis dos manos, ella entro y me dio una pequeña sonrisa. No entendí por que no hablaba conmigo, realmente empezaba a soportarla, y ahora ni pío hace la muy cabrona.
-Alaska, ¿Cómo te encuentras el día de hoy?.- dije a modo broma. Ella volteo sobre sus pies y me miro a los ojos.
Se me quedo mirando lo que pareció una eternidad para mi, me vio con lastima y antes de que pudiera decirle algo más, salió disparada al abrirse las puertas del elevador. Me quede ahí, decepcionado y triste. ¿Qué le sucedía? Me dirigí al valet parking y pregunte por mi coche. Me subí y empece a manejar a ver que encontraba de comer. Iba distraído, y conducir en la lela era muy peligroso. sacudí mi cabeza para despejarme y por fin llega a un pequeño restaurante.
¡Y oh sorpresa! ¿Quién mas estaba ahí? Alaska.
Estaba sentada en la parte de la terraza, se que lo que estaba apunto de hacer estaba mal visto pero realmente necesito saber quien es, pedi una mesa no tan cerca ni tan lejos, me puse mi gorra y lentes de sol. Al parecer estaba con otro hombre, no es por criticar o insinuar cosas pero parecía una mala persona, tenía un mal presentimiento sobre el. Pedí un café bien cargado, por la desvelada de ayer pensando en Alaska. Ella volteó a ver a todos lados, como si la estuvieran vigilando. Puso su mirada en mi mesa, pero no me reconoció o eso pensaba yo.
Félicité's POV:
¿Este hombre es tonto o me cree tonta?, obviamente lo había visto, podría reconocer su barba recién cortada en cualquier lugar. Y además ¿Quién carajos viene vestido completamente de Ferrari? Lo ignore por que no pensé que fuera a escuchar mi conversación con el hombre que estaba sentado frente mi. Se llamaba Enzo Santoni, ninguna persona importante, solo un dealer. Habíamos quedado en este restaurante para que me vendiera cocaína. Estaba estresada ¿okay?
-Mira Félicité, realmente ya no te puedo vender más, te están buscando y no me quiero involucrar contigo.-dijo algo molesto.
¿Les había dicho que Enzo me empezó a vender sustancias ilícitas a los 14 años? El sabía quien era, y en parte tenía razón no me podían ver con el, y a el tampoco conmigo. Solo necesitaba un poco y ya, lo juro.
-Enzo, por favor solo un poco.- dije realmente desesperada.
Realmente en su mirada pude notar algo de lastima, me enoja que me tengan lastima.
-Bueno...solo esta vez y después desapareces de mi puta vida.-
-Okey.-
El al igual que yo hace unos minutos, chequeo el restaurante y metió su mano en su bolsillo.
-Toma, es todo lo que tengo.- realmente se quería largar ya.
-Gracias Enzo, te mereces el puto cielo.- dije con la sonrisa de una pequeña que sus papás le regalaron un viaje a Disney.
Enzo se paro de su asiento y me dijo algo que me quedaría en la conciencia por toda mi vida.
-Mira Félicité, yo se por lo que pasaste. Ningún niño debe de pasar por lo que tu pasaste, pero matar no es la solución. Tienes mucha vida, no la desperdicies buscando llenar el vació en tu corazón haciendo eso. Vete de aquí, viaja por todo el mundo, baila, enamórate. No te pierdas a ti misma...- dijo y salió disparado del restaurante.
Puta madre, si que tenía razón. Pero realmente no hay nada que pueda llenarme más que la venganza. O eso creía. Me quede pensando en lo que me dijo. Pague la cuenta y cuando iba saliendo me pare en su mesa.
-No soy estúpida Carlos, aléjate de mi.- dije y camine a la salida.
Estaba triste, nostálgica y realmente dude en no hacerlo. Pero no tenía otra opción ¿O si? Iba caminando por la calle cuando escuche a una niña de aproximadamente 5 años decirle a la que supuse que era su mamá.
-Mira mami, cuando sea grande quiero ser igual de bonita que ella.-dijo y yo me quede estática. Regrese unos pasos y dije lo siguiente:
-Hola linda, tu eres un ser maravilloso. Sueña en grande.- le dije apunto de llorar, ¿Por qué mierdas estaba tan sentimental? Se me quedo viendo como si fuera una celebridad o algo por estilo. Lo siguiente qué pasó ni yo me lo esperaba.
Me abrazó, esa pequeña me había abrazado de una forma tan pura que me solté a llorar.
-Lo siento...realmente lo siento.-dije. Y se separo de mi y me limpio las lagrimas con su pequeño pulgar.
-Esta bien, todo va a estar bien.- dijo ella con una sonrisita hermosa y brillante.
-Si, si lo va a estar.- dije y me despedí de ella y su madre.
Seguía caminando por la calle, cuando alguien grito mi nombre.
-¡¿QUIÉN CARAJOS ERES?!- ¿Este hombre no se cansaba de joder?
-¿Quién crees que soy?-
-No lo se...-
-No soy nadie Carlos.- me le quede mirando bastante tiempo.
-No digas tonterías Alaska, o debería decir ¿Félicité?- me lleva la chingada.
-¿P-pero qué carajos?-
-¿Crees que no escuche tu conversación?, aparte de molesta también eres mentirosa. Lo voy a preguntar una vez más ¿Quién eres?
¿Quién soy realmente?
Nota de autora: Puede que tenga faltas de ortografía, si puse una palabra incorrecta agradecería que me lo pusieran en los comentarios. Abro paréntesis Félicité y su familia están siendo buscados por la policía, pero realmente ellos no saben como se ven ahora físicamente, quería aclarar esto por si había confusiones. Otra cosita, les gustaría que los capítulos fueran más largos? Los amo!!