-Tu amiga me dió una buena idea.
Caminábamos tomados de la mano por el jardín de mi casa. Haein iba a buscarme a la universidad cuando terminaba para seguir con la simulación.
Nuestros padres decían que nuestro amor jamás se terminaba porque casi siempre no las pasábamos juntos, ya fuese saliendo o estando en casa de nuestros padres.
Claro, hoy lo llame más temprano de lo normal porque tenía un inconveniente con mi clavícula.
Roseanne me había dejado un marca un día anterior y apenas lo había notado cuando me quite la chaqueta en la universidad.
-¿En qué? -tuve curiosidad cuando me entregó a Dalgom.
El cachorro se quedaba con el cuando yo estudiaba.
-Regalarle una mascota. Con Dalgom descubrí que le gustan.
Me sorprendió un poco, pero después sonreí levemente.
-Entonces no tardes, novio.
-Lo tengo en cuenta, novia.
Me contó que quizás inicie un trabajo de medio tiempo que su novia le recomendó para que no estuviera en su rutina de niño rico, y la verdad no está mal.
Quizás quienes disfruten de tener materiales y cosas por las que no vale dejarse dominar tanto, les sería demasiado bueno y algo que se debe aprovechar, pero ¿Por qué no tenia ese pensamiento?
También quisiera disfrutar de los lujos y dinero que mis padres me daban, pero yo solo queria ser como Rosé porque así podría estar a su disposición cuando ella quisiera.
El sexo con ella se habia vuelto algo rutinario, pero no era en una habitación ella haciendome sentir placer normalmente, no. En áreas públicas donde cualquier persona podia vernos, u otro lugar donde estaban prohibidas las relaciones sexuales.
El cuarto día tuve que tragarme los gemidos y forzar una sonrisa cuando unos niños se habían acercado a nosotras por diversión o que sé yo. Todo eso cuando ella me estaba penetrando con sus dedos.
Eran niños pequeños que apenas sabían lo que era gemir, y Roseanne no le importó demostrarlo conmigo. "Solo está feliz ¿Ven?", explico cuando uno de los pequeños había preguntado porque cambiaba tanto de expresión.
-Fingir tener sexo...
-¿Otra vez?
-No ocultaras eso siempre ¿o si?
Toqué el área donde la marca aún permanecía y torci el gesto. No era mentira y no planeaba llevar sudadera todo el tiempo que fuese a salir. Algunas veces teníamos que fingir por él porque su novia lo marcaba, pero está vez era por mi gracias a mi amiga.
-Gracias.
-¿Quien fue? -preguntó bastante interesado en saber cuando me tomó de mis manos.
Estar en casa, implicaba ser cariñosos el uno con el otro.
Y su pregunta me dejó desprevenida porque... ¿Que demonios debía responder? No me importaba decir que era una chica, pero ¿Debía decir que me lo hizo mi nueva novia o amante? ¿Siquiera Roseanne me consideraba algo de esos dos?
Llegaba a pensar que quizás si sentía gusto por mi cuando me besaba con pasión y delicadeza, pero en diferentes ocasiones solo era brusca y salvaje.
-¿Tu amiga? -no tuve que responder, ya que mi cara enrojeció hasta las orejas y su risa solo me daria a entender que había entendido mi repuesta.- No deberías avergonzarte. Yo te mencioné mi novia sin cohibirme, tonta.
No sería vergonzoso si en realidad fuese mi novia.
-No es mi novia, Haein. -murmuré con la mirada desviada.
Se impresionó unos segundos, torció el gesto y terminó frunciendo el ceño mostrando confusión.
-Espera, espera... ¿La que tiene novio? -asentí con la mirada desviada a la salida.- Jisoo, ¿Que...? ¿Y por qué lo sigues haciendo?
No paró de reprenderme el motivo del porqué no estaba bien que lo hiciera con ella cuando tenía a su pareja, porque seria yo quien terminase perjudicada con todo.
Y creí que era mentira cuando las personas decían que enamorarse de alguien que te hacia daño te volvía ciego y sordo a la realidad.
-Lo dejará.
Él no pareció convencido del todo, y terminé enojandome por su comportamiento contra Roseanne. Quise ir corriendo a mi habitación y dejarlo ahí solo y con sus palabras contra ella, pero íbamos a"Dormir" juntos hoy.
Por lo tanto, terminó suspirando y yo también para calmarnos un poco.
-Solo... ten cuidado ¿Si? No me gustaría verte lastimada.
-Roseanne jamás me lastimaría, Haein.
-Eso espero, Jisoo.
Me regaló un fuerte abrazo el cual yo correspondí porque lo necesitaba. Realmente lo necesitaba, ya que ver cómo se besaba con ella después de follarme a mi... me hacía sentir muy mal.
Como si me golpease un puñetazo en mi estómago.
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