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—Jungwoo debutará este mes como parte de NCT 127, espero que lo traten bien —dio unas palmadas al menor indicando que podía integrarse con los demás para comenzar la práctica.
Muchos aplausos y palabras de aliento se escucharon en la habitación, entendió que pronto se acoplarían al nuevo.
Por el espejo observo a Jungwoo siendo abrazado y curioseado por todos, casi todos. Jaehyun se mantuvo sentado de piernas cruzadas esperando empezar como hacia cada vez que iban a practicar.
Frunció el seño casi por instinto, el menor no tendía a ser así de alejado pero ya llevaba un tiempo siendo más frío de lo normal. Aún podía darle cariño, sin embargo, ya no lo recibía como antes y cuando algún miembro se acercaba a él pretendiendo invadir su espacio más de lo normal tendía a alejarse discretamente.
Su voz cambio siendo más grave, su cuerpo se ensanchó y su cara se afilo aún más, en el pasado no pensaba que Jae pudiera volverse aún más guapo de lo que ya era pero ahora mismo lo estaba viendo y vaya que era el doble de atractivo.
Decidió ir a por él para que le diera la bienvenida a Jungwoo. Intento pasar desapercibido por los demás miembros mientras seguían en su plática para que no se alertaran y molestaran al durazno más de lo debido.
—¿Duraznito? —se agachó para quedar la altura y poder hablar más cerca para que los demás no escucharan.
Hace tiempo dejo de decirle 'durazno' o 'duraznito lindo' frente a los demás porque según las palabras de Jae "era demasiado raro".
—¿Ya vamos a empezar?.
—En un momento ¿No le vas a dar la bienvenida a Jungwoo?.
—¿Para qué? Ya lo conozco, todos lo conocemos.
—Pero ahora sera nuestro compañero en la unidad, ¿Puedes ser amable y darle unas palabras de aliento? Eres su Hyung.
Jaehyun se levantó enojado soltando algo parecido a un 'agh' que lo hizo sentir mareado por el brusco humor.
Extrañaba al lindo pequeño que era amable y dulce con todos, que hacía caso sin rechistar.
Incluso si amaba a Jaehyun era claro que a estás alturas ya no había nada que hacer. Se alejo por voluntad propia, ceder ante sus impulsos lo haría el peor líder; no quería que los demás miembros pensaran que había preferencias, menos cuando a penas se estaban cimentando en la industria.
Le dolía apartarse, no obstante el sacrificio era necesario. No quería heridas innecesarias.
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¿Por qué demonios tenía que felicitar a Jungwoo? Después de todo ni siquiera era su amigo.
Doyoung y Haechan se estaban derritiendo ante el nuevo; supo que era porque Jungwoo era muy lindo y amable. Pero por alguna razón sintió repulsión, también algo extraño que no reconoció en el momento. Sin embargo cuando Taeyong lo rebasó para ir a abrazar al castaño se dió cuenta.
Envidia.
Notable y latente. Jungwoo es lo que él era.
Taeyong dejo de tratarlo como antes optando por dejarlo libre y a Merced de los otros miembros. Le dolió, no, más bien le quemó la lejanía y antipatía de su Hyung.
Aún de vez en cuando le decía apodos cariñosos o le daba pequeñas caricias que seguramente eran un intento desesperado de darle a entender que aún seguía ahí para él.
Y no servía de nada porque se sintió abandonado; tuvo que aprender a dormir solo, guardar sus secretos solo para él, comer sin nadie a su lado y lo peor, dejar de depender de su amor.
Fue un cambio enorme que, de un momento a otro, lo amargo y enveneno. No quería que otros tocaran a Taeyong pero tampoco que este último lo tocará a él. Aún así después de todo no podía alejarse ante las migajas de cariño que el mayor le aventaba.
Decidió alejar su mal humor de momento porque sabía que su nuevo menor no tenía la culpa de nada.
—Bienvenido Jungwoo, espero que te acomodes bien con nosotros. Felicidades por debutar.
No sonrío, tampoco fingiría algo que no sentía.
—¡Gracias Hyung!. —Inesperadamente lo tomo de las manos—, espero que nos llevemos bien y que me tomes cariño —sonrió abierta y hermosamente.
Lo supo, odiaba que este hombre se comportará como él lo hacía. Le ardió ver tanta inocencia intacta y lo decidió, se tendría que joder al muchacho mucho antes de que Taeyong pensará en este como su nuevo dulce Dongsaeng.
—Veras que si —sonrió, así como hace mucho no lo hacía. Y también fingió así como llevaba tiempo haciéndolo.
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Tres meses después.
Contrario a lo que pensó Jungwoo no era un ángel, o tal vez si, un ángel descarado.
A pesar de haber dejado claro el rechazo que sentía por el coqueteo y el skinship; Kim insistía en ser empalagoso. Era tortuosa la cantidad de insinuaciones que tenía que ignorar frente a las cámaras y miembros.
—Jungwoo ya te dije que dejes de intentar tocarme —aclaro por milésima vez aunque sabía que no serviría de nada.
—Pero cuando estamos solos me dejas ser cariñoso —hincho los labios protestando.
—Ya te dije que eso solo es entre nosotros y nadie tiene que saber nada.
Su plan seguía en pie, sabía que tratar al menor de esa forma era ruin sin embargo no le importaba. Taeyong había jugado de la misma manera con él, entonces, ¿Por qué no podría hacer lo mismo?.
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—Pues si, eres un estúpido.
—Gracias Ten, mi querido amigo —respondió sarcástico.
—Veme cariño, tengo un hermoso novio que me coge siempre y dónde quiero. Y vete a ti, solo y triste porque decidiste sacrificar tu vida por cuidar a nueve mocosos. No somos iguales.
Pasar tanto tiempo con Johnny le había hecho mal a Chitta, ahora tendía a hacer chistes malos agregando el sarcasmo que poseía de siempre; creando así un humor extraño.
—Agh no estamos en Matilda versión triple equis.
—Podrías estar ahora cogiendo como semental pero decidiste alejarte de Jaehyun para que el grupo tuviera éxito. Y ahora estás aquí lloriqueando porque Jungwoo está coqueteando con tu amor.
Claramente no le había contado la verdadera razón de su actuar.
Y la verdad es que solamente le permitía a Ten hacer bromas con sus desgracias, después de todo siempre había estado para él.
—Gracias por el resumen de mi vida, era completamente innecesario.
—Deberías declararte.
—Eso hubiera sido fácil antes. Aún puedo abrazarlo y decirle palabras cariñosas de vez en cuando pero la mayor parte del tiempo está de malas.
—Bueno, tu le gustabas. Y te alejaste, debe estar enojado.
—Yo... ¿yo le gustaba?.
—...
Y eso solo empero las cosas.