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Las manos de Taeyong se posaron en sus mejillas acunandolo, había decidido disfrutar de estos pequeños roces y caricias aunque no significaran nada romántico para su Hyung.
Había crecido y de cierta manera su cara iba dejando de mostrar niñez volviéndose cada día más varonil. En un grado eso lo había hecho sentir mejor al pensar que posiblemente Tae dejaría de verlo como su hermano pequeño.
Cosa que no fue así, de hecho cada día el mayor era más cariñoso y lo buscaba más, llegando a ser muy absorbente. Dormían, comían, trabajaban y descansaban juntos sin siquiera poder hablar de manera decente con otros miembros.
Llegó a preguntarse muchas veces si esto era normal o si de verdad Taeyong no sentía nada por él. Porque para ser sinceros no era adecuado estar así siendo solamente amigos.
—Eres un muy lindo duraznito.
Sus orejas se sintieron calientes al darse cuenta de la cercanía entre ambos rostros. Deseaba un beso, una caricia o lo que sea pero que fuera de amor, no amistoso.
—¿Porque me dices así? —sin quererlo su voz salió más aguda de lo normal— llevas años haciéndolo.
—Por que eso eres, mi duraznito. —le dio una sonrisa como solo él sabía hacerlo.
Y comprendió que posiblemente jamás obtendría algo más de Tae que no fuera una amistad confusa que lo mantendría inconforme y dolido todo el tiempo.
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—¿Entonces ya le dijiste?.
—Agh no, supongo que mi destino es ser su pequeño amigo que puede tratar como novio pero sin siquiera darse cuenta —suspiro sintiendo su abdomen contraerse debido al estiramiento que se encontraba haciendo recostado en el suelo.
—Bueno pues deberías apresurarte, Taeyong se pone más bueno cada mes —la voz de su mejor amigo salió un tanto entrecortada.
—¿Qué intentas decir Yuyu? —giro la cabeza para observar detenidamente al mayor estirando sus piernas.
—Nada, solamente que alguien podría robartelo —doblo con facilidad su cuerpo alcanzando las puntas de sus pies.
—Nadie puede robarme lo que no me pertenece —decidio cambiar de tema—. ¿Acaso no tenías una cita con WinWin?.
—Nah, solamente es mi amigo.
—Siempre le dices que lo amas e intentas besarlo ¿y solo lo consideras tu amigo?.
—Intentamos tener sexo y no funcionó, fue incómodo.
Esa palabra lo desequilibro aún estando acostado. Jamás había pensado en sexo, ni siquiera con Taeyong.
—¿Cómo lo hacen dos hombres? —pregunto con curiosidad honesta.
Recibió una fuerte carcajada que solo había escuchado unas cuantas veces en su amigo.
Provocandolo a sentarse sobre el tapete de yoga con las piernas cruzadas.
—¿Te gusta un hombre y no sabes cómo tener relaciones con uno? —contesto una vez pudo hablar después del ataque de risa.
—Pues no, no sé. Cuéntame Yuyu.
—Bueno, no sé cómo explicarlo sin ser muy explícito pero básicamente uno mete el pene en el ano del otro.
Abrió la boca queriendo sacar un sonido pero se quedó mudo al imaginar la situación.
—¿Duele?.
—Pues si te la meten a ti, sí. Duele mucho pero después se siente muy bien.
—Entonces no me sorprende que haya sido incómodo hacerlo con Winwin. De hecho ¿Debe ser incómodo hacerlo con cualquiera, no?.
—Pues no, es muy cómodo con algunas personas. Nosotros simplemente no teníamos química.
No pudo evitar pensar en como sería hacerlo con Taeyong.
—¿Y como se sabe quién va a dejar que se la metan?.
—Depende, a unos les gusta mucho meterla a otros ser penetrados. O surge en el momento.
—¡Yuta! ¡¿Qué demonios te pasa?! —ambos brincaron levemente al escuchar el grito del recién llegado.
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No era posible que Yuta estuviera explicándole esas cosas a alguien tan inocente y puro como lo era Jaehyun.
—No puedes decirle esas cosas ¡Es un niño!.
—No me jodas Taeyong, tiene veinte. Y tú veintidós, debe ser normal hablar de esto.
La realidad lo golpeó como un valde de agua fría, volteó a ver a Jaehyun y se tenso al notar que verdaderamente ya no era un niño, en dos años había crecido mucho.
Se había convertido en un muchacho guapo que dejaba atrás esos aires infantiles, de hecho, demasiado guapo para ser verdad.
—Hyung yo solamente tenía curiosidad, no te enojes conmigo —Jae se acercó a él con el ceño fruncido preocupado por la situación.
A la vez, como podía considerarlo un adulto cuando su pequeño durazno se comportaba de esa forma. Era imposible no querer acurrucarlo y hacerle cariñitos.
—No Jae, es verdad. Ya eres mayor y hay cosas que tienes que saber, me he estado cegando al hecho de que te has convertido en un adulto.
Aunque le dolía, tenía que parar de tratarlo como un chiquillo desprotegido; después de todo solo le estaba haciendo daño a su crecimiento. Era antinatural que un joven de veinte años no supiera de sexo o de la vida en general, claramente era algo en lo que tenía mucha influencia.
Desde ese día decidió cambiar las cosas poco a poco para no dañar más de lo que ya lo había hecho a su pequeño Jaehyun.
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—Ya llevamos seis meses de citas y no me ha tocado ni un pelo.
Veía los labios de su amigo moverse más no entendía ni una palabra.
Desde que Ten había aceptado salir con Johnny sus conversaciones solamente trataban de como el gigantón era un idiota que tendía a dar cumplidos que para el tailandés sonaban a insultos.
No entendía como es que llevaban meses quedando, posiblemente se gustaban tanto que ninguno quería dejar de intertarlo.
No podía evitar plantearse que pasaría si el y Jaehyun decidieran salir así como sus amigos. No es que quisiera hacerlo, no veía a este como algo más.
Claro que de vez en cuando sentía el corazón a mil siempre que esos dos hoyuelos se asomaban las veces que algo hacia reír a su durazno. De hecho también le daba taquicardia cuando Ten se pasaba de la raya abrazando a Jae.
En todo caso no sabía que era el amor, ni como era que te gustará alguien. ¿Cómo descubrías que genero te gustaba? O es más ¿Cómo sabías que alguien te gustaba y no era simplemente un cariño enorme?.
—No estas escuchando ni una jodida palabra de lo que estoy diciendo. Maldito desagradecido, si no fueras tan guapo hace tiempo te hubiera soltado una buena cachetada en ese rostro desvergonzado. Pero ya verás, cuando tú me cuentes algo te daré la espalda como...
Acostumbrado a los típicos dramas resolvió la situación soltando lo que tenía en mente.
—Ten ¿Cómo te sientes con Johnny?.
Confundido por la pregunta solo atino a soltar algo parecido a un "¿Ah?".
—Quiero decir, él te gusta ¿No?.
—Pues si; es guapo, alto y atento.
—Pero ¿Qué sientes cuando estas con él?.
—Siento como si lo quisiera agarrar de los cachetes y besar cada átomo que contiene ese cuerpo. Cuando no lo veo estoy triste y lo extraño mucho; también cuando se que lo voy a ver los nervios me invaden y solo quiero arreglarme lo mejor que pueda para él.
Y eso era lo que él sentía por Jaehyun.
Miedo.
El miedo se apoderó de él al recordar como su madre lloraba amargamente todas las noches cuando su padre los abandonó.
Las imágenes de su hermana llorando cuando su esposo le fue infiel se repetían una y otra vez.
El amor no era bueno, dolía y quemaba.
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