— Conrad: ¿Puedo saber qué es lo que pasa?
— Diana: Todo... Paso de todo... Y todo al mismo tiempo. Primero empezaron las peleas con mis padres, el exigirme ser perfecta para destacar entre mis hermanos... El querer a alguien y no tenerlo, así que me fije en alguien más... Para tratar de olvidar. Paul murió y el mundo de fantasía que él creo para mi, el mundo en el que yo era la protagonista, en el que yo era importante, se rompió.
Yo ya no era importante, empece a tratar de crear ese mundo otra vez... El olor a cigarro me recordaba a él, el amanecer... Esos finos rayos dorados... El océano.
Fue para lo único que mi padre me ayudo, ocultar su muerte. Se encargo de que mi familia no se enterará, no quería esa falsa lástima, aquellas personas que te dicen "No sabes cuanto lo siento" ¡No! Ellos no lo sienten, no sienten lo que es que tu cuerpo no responda a tu mente y está este inmersa en un deseo estúpido queriendo que la persona fallecida vuelva.
Cuando tu lugar seguro no está, tienes que buscar otro y mi casa no era un lugar seguro. En ese momento entraron mis chicos.
Ellos me sacaron de casa, la casa en la que vivíamos los 6 se volvió mi lugar seguro, ellos ayudaron bastante con los problemas alimenticios que había desarrollado, creo que pudiste darte cuenta en como se portaron en mi cumpleaños.
Pero de igual manera nada ayudo...
Era una fría noche de Diciembre, los cinco estaban en la planta de abajo, habían estado planeando una noche de películas, el momento perfecto.
Entre al baño, empezó el inicio del fin... Que mejor que con un ataque de ansiedad, vi las hojas de afeitar, las que Liam tenía de repuesto. Empece a cortarme, cuando la sangre empezó a caer, me metí a la bañera y abrí la llave, como para que no se dieran cuenta. Una cortada más y caí en el agua.
No se sé si lo haz experimentado pero, todo se volvió borroso pero escuchas con claridad.
Escuche como mis chicos preguntaban si estaba bien desde la puerta, como derribaron la puerta y todos entraron corriendo.
Me llevaron al hospital con apenas signos vitales.
— Conrad: Yo no... No tenía idea... (Conrad me atrae hacia él y me abraza) No estás sola, Di. Me tienes a mi, sin importar qué.
Por primera vez me sentí segura en unos brazos que no fueran los de mis chicos.
— Diana: Gracias Connie. Y lo del cambio físico... No podía ser rubia si no superaba a Paul.
— Conrad: Welcome back... (Se queda pensando)
— Diana: Home... I'm at home.
Levanto la vista para verlo, le sonrío.
— Diana: You bring me home.