No podía mover la mano, así que Mo Han la ayudó a levantarse y la sentó con la espalda contra la pared, luego tomó el espejo junto a ellos y lo colocó frente a ella.
"¡Qué feo! Ayer estuve atrapada bajo la lluvia durante todo el día, no me bañé, ¿cómo se volvió mi cabello así?" Xia Qingyi se examinó cuidadosamente en el espejo, luciendo como una niña a la que se le han negado sus dulces.
"No está tan mal."
"¿Cómo es que esto no está mal? Quiero bañarme, cambiarme de ropa. ¡Tan feo!" Gritó Xia Qingyi.
Al principio, Mo Han estaba preocupado de que ella fuera como había dicho el médico. Xia Qingyi ya tenía tantas heridas en su cuerpo que no quería que su estado psicológico se viera afectado negativamente por este asunto. Pero al ver cómo estaba ella en ese momento, secretamente dejó escapar un suspiro de alivio.
"Tienes una herida en la cabeza, ¿cómo te vas a bañar? ¿Cómo vas a lavarte la cabeza? Espera hasta que estés mejor antes de bañarte".
"¿Ah? De ninguna manera...! Mírame, mira cómo estoy ahora, moriré de sufrimiento si no me baño. ¿Cómo voy a enfrentarme a alguien si soy tan feo? Xia Qingyi todavía estaba murmurando mientras se miraba en el espejo.
"Entonces no te enfrentarás a nadie. Quédese en el hospital y descanse". Mo Han guardó el espejo y lo colocó boca abajo sobre la mesa, "Piensa en lo que quieres comer ahora".
"¡¿Comer?! Ya soy tan feo", refunfuñó Xia Qingyi.
"¿Qué quieres comer?" Mo Han volvió a preguntar.
Xia Qingyi lo miró y continuó haciendo pucheros. "¿Comprarías lo que quiero comer?"
"¿Entonces qué quieres?"
"Fiesta de mariscos", dijo Xia Qingyi.
"Cámbialo por otra cosa, no puedes comer eso ahora. Come algo ligero".
"¡Ver! ¡Como lo que dije! ¡No comprarás lo que quiero!
"Te llevaré a comer después de que te hayas recuperado. Come algo ligero ahora, como gachas. Volveré a comprar algunos más tarde".
"Ya lo has decidido tú mismo, ¿qué más puedo decir? Entonces es gachas de avena".
La paciente al lado de su cama los escuchó a ambos hablar y no pudo evitar reírse. "Ustedes son realmente cariñosos. Incluso a mí me da envidia cuando los veo discutir".
Xia Qingyi giró la cabeza para mirar al paciente, volvió a mirar a Mo Han para ver su rostro inmutable y se rió. "No somos una pareja... nosotros..."
"Oh... entiendo, entiendo... Todavía no había capturado tu corazón, ¿verdad? Aiya... Al verlos a los dos así, ustedes dos se reunirán tarde o temprano".
Xia Qingyi sonrió aún más. "No... lo que pensabas..."
Mo Han interrumpió a Xia Qingyi, le levantó la manta y la arropó. "No te rías demasiado, aún no te has curado".
El paciente que estaba a su lado dijo: "Aún así dices que no... Es la imagen estándar de un buen hombre, ¡date prisa y tómalo!".
Xia Qingyi dijo: "Realmente no has entendido bien, él es mi hermano".
El paciente pareció un poco sorprendido. "¿Oh? ¿Por nacimiento?"
Xia Qingyi dijo: "Sí, más o menos".
El paciente miró el rostro del hombre de aspecto frío frente a él, sonrió levemente y asintió.
El paciente estaba un poco incómodo. "Sobre eso... lo siento... me equivoqué, pero ustedes dos son muy cercanos".
Xia Qingyi se inclinó sobre la cama para hablar con el paciente a su lado. "Mira a mi hermano, se ve tan frío, es sólo porque ahora estoy enfermo que me trata mejor".
"Eso sigue siendo mejor que que nadie me visite cuando estoy enfermo".
Mo Han se sentó junto a la cama y los escuchó charlar, pero sus ojos permanecieron en Xia Qingyi.
Mientras los dos charlaban, sonó el teléfono de Mo Han. Era del bufete de abogados. Se puso de pie, le dijo a Xia Qingyi que iba a salir a recibir la llamada, luego tomó su teléfono y salió al pasillo.
"Eh... ¿cómo te lastimaste? Tienes puntos en la cabeza y ¿cómo te rompiste el brazo también?
Xia Qingyi dijo: "Me caí. No caminé con cuidado, tropecé con una gran roca y me golpeé la cabeza".
"Tienes mucha mala suerte".
Xia Qingyi suspiró y miró hacia el techo. "Sí, tengo bastante mala suerte".