Wildness

By Nelsy_diazr22

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Un error, dos días, tres caprichos Una equivocación lleva a Gavrel con alguien diferente a lo que pensó. Sin... More

Prólogo
Capitulo 1
Capitulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capitulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capitulo 10
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23

Capítulo 11

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By Nelsy_diazr22

Gavrel

La ola de murmullos crece en cuestión de segundos, todos tienen la mirada fija en mi padre, mientras que Genrich sonríe victorioso por obtener el enfrentamiento.

Mi padre suelta los nudillos de su camisa, entrando a paso lento a la jaula que es recubierta por los barrotes que impedirán que uno de ellos huya.

Sonríe de medio lado y no sé si sentir pena por el sujeto o aplaudir su estupidez.

Solo a Genrich puede pensar que puede ganarle a un hombre que fue forjado con entrenamiento que él apenas conoce.

Mi madre se pone de pie dándole el apoyo a su esposo, siguiendo cada uno de sus hijos en un lineamiento perfecto de mayor a menor, veo a Briana copiar nuestras acciones y para cuándo me doy cuenta el comandante está expectante también, mientras Jordan apenas reacciona, su voz titubeante se disculpa con todos, nadie le responde.

__ Un honor para mí presentar a un hombre que es una leyenda entre las leyendas. Un hombre que de algún modo hizo que todo lo que sus ojos alcanzan a ver en este sitio fuera posible. - lo elogian y ni se inmuta al oír toda clase de cumplidos por ser quién es, algo que se refleja en Genrich como no grato para él.

Damien es el primero en moverse, yendo a la esquina, seguido por Zarya, Leska y yo, posándonos de su lado, mientras Vladimir, Dima y Avel lo hacen del lado de Genrich.

Escucho la campana sonar y clavo mis ojos en la pelea que se desata, siendo Genrich que le dice algo al korol, sin obtener mayor respuesta que solo un gesto ladeado.

Veo como mueve los hombros, mirando cada punto, antes de evadir el golpe que Genrich quiere atinarle a la cara, retrocede con calma, su primo regresa y el korol ni se esfuerza en soltar algún golpe.

__ ¿Te ablandas, korol? - en tono burlesco pregunta su primo. Suelta un puñetazo más que impacta en el pecho de mi padre y Avel es el primero en reír. - Contaban que eras de los mejores. No veo eso.

__ Porque en una pelea no se habla. - declara dando un paso atrás, evadiendo el puñetazo que roza su nariz solamente, Genrich estira la pierna queriendo tirarlo, sin embargo mi padre es rápido y no lo permite, quedando atrás suyo con una velocidad que sorprende a todos.

Un codazo golpea la espalda de mi padre y mi madre con la mirada al frente solo muestra su confianza en su esposo, aunque sus hijos sabemos que aún teme que algo le pase.

Genrich sale en la espalda de mi padre y el empujón que le da lo hace reír, pero cuando Dante se gira impacta el puñetazo que le rompe la nariz, lo aturde, pero Genrich se recupera siendo veloz, no obstante parece que estudiar al contrincante es algo que Dante no ha perdido porque al querer devolver el puño, es envuelto con rapidez.

El korol pega una rodilla a la lona y tira del brazo que cruje sacando el halarido que levanta los vitoreos de quienes están ansiosos de ver sangre.

Se levanta, mueve sus hombros y mira las mangas de su camisa con despreocupación, momento que su primo aprovecha para recuperar su postura de luchador. Lo próximo que veo es a Dante siendo enredado por una pierna de Genrich, al tiempo que pasa sobre él, creyendo que lo dejó en el piso, pero la listeza de mi padre se nota aún más cuando con la misma voltereta lo deja bajo su cuerpo con un brazo doblado en su espalda.

No se esfuerza, porque de algo estoy seguro, el korol no está luchando. Para él esto es solo una clase mínima de lo que sabe, pues no lo toma con prisa, no usa toda su fuerza.

Veo como intenta por todos los medios tirarlo a la lona, pero cada vez quien queda con la cara pegada a esta es Genrich. Se levanta, intenta y falla, mientras tanto el korol, no cae, acierta y lo humilla en una muestra clara que no le interesa ni siquiera pelear por un título que de quererlo, ya fuera suyo.

Genrich se levanta encerrando los brazos alrededor de mi padre, quien de un cabezazo hacia atrás lo aturde para barrer con su pie logrando que caiga de bruces, soltándolo en el proceso, no obstante al parecer el korol no tiene intenciones de soltarlo esta vez, porque cuando lo quiere tomar del cuello, Dante encesta el puño cerrado directo a su clavícula dejándolo retorciéndose de dolor.

Vladimir se ve asustado, le habla a Avel para que saquen a Genrich, sin embargo nadie puede, esa pelea debe llegar a su fin con uno en pie y el otro, si tiene suerte, con vida.

Escuchó como un hueso cruje, quejidos de dolor y prefiero solo vigilar a mi madre que no pierde la elegancia aún estando en un lugar infestado de muchos que le rinden pleitesía.

La cara de Genrich golpea la lona de nuevo, pero esta vez en lugar de apartarse, el korol, toma el brazo de su primo y tira con fuerza, haciendo que este grite lo más que su garganta puede lograr.

Respira con dificultad, se da la vuelta para atacar, pero es recibido por un puño cerrado directo a la cara.

La sangre brota de su boca, y su desesperación llega cuando el korol le dice algo en voz baja que no logro escuchar.

__ La sangre no mata a la sangre. - recalca cuando lo tienen con la mano en la garganta. - Yo soy la sangre.

__ Y yo soy el diablo. - le recuerda el hombre con mirada azulada . - Nunca debes provocar al diablo, si no estás dispuesto a ser enviado al infierno.

Pone la rodilla en su espalda y los gritos no se hacen esperar cuando algo se rompe, reafirmando el conocimiento de Dante por la anatomía humana, la cual usa a su favor.

__ No lo mates. - interviene Vladimir pegado a las barras de hierro. - No lo hizo para ofenderte.

__ Para ofender al korol se necesita más que un reto a pelear. - declara levantándose. - Pero espero que entiendas que si el respeto hacia la sangre y los cargos lo pierdes, entonces a mí tampoco debería importarme extinguir vidas.

Mira a su esposa, ella sonríe y él se levanta yendo a la puerta para que le abran.

Leska es la primera en lanzarse a sus brazos diciéndole que jamás dudó de él, Zarya lo felicita por siempre estar en forma y Damien más orgulloso de nuestro padre no puede estar.

__ ¿Porque no lo mataste? - le pregunto siendo directo.

__ Porque la única razón por la que acepté el desafío la tengo. - asegura recibiendo el beso de mi madre, levantando los aplausos de todos.

Miro su mano y en esta está la marca que deja claro lo que hizo. Quedando nulas dudas sobre la eficacia del hombre que ha sido temido por ser fuerte y hábil, pero yo me convenzo que no existe alguien más audaz e inteligente.

Genrich se levanta con la mano en el cuello, buscando respirar, siendo recibido por Avel, quien con ayuda de los otros lo ayudan a caminar en tanto el hombre en la jaula vocea lo que es obvio para todos. El único invicto no es nadie más que Dante Mikhailov.

Como si no fuera nada de interés en él, ignora abiertamente las felicitaciones de todos los que se le ponen en el camino. Todos lo seguimos la salida, dando la impresión de esa unión que existe en cada aspecto posible.

Leska se vuelve a subir a mi auto y a este punto, prefiero no discutir con ella. Presiento que será la cosa más inútil que puedo hacer.

__ ¿Entonces? - cuestiona.

__ Entonces ¿qué? - echo a andar el auto.

__ ¿Te gusta o no te gusta?

__ ¿Quien? - continúo.

__ El pato lucas. - suelta con sarcasmo y solo niego. - Sabes a quien me refiero, Gavrel. Deja de evadir y responde.

__ No estoy evadiendo nada. Solo que hablar de alguien que ni siquiera comprendo no es mi objetivo de esta noche. - contesto tomando el celular para poner algo de música.

__ No, señor. Olvida eso ¿te gusta o no?

__ Claro que no. Para que esa salvaje me guste se necesita estar el mundo de cabeza. - exclamo haciendo mala cara.

__ Ni siquiera dije un nombre y ya sabes a quién me refiero. - descubre su juego, confirmando que la sangre Mikhailov es audaz de buena o mala forma.

Evito responder para seguir llenando su mente fantasiosa con tonterías que cree me definen, sin embargo, no es así, ya que ver una bendita red social no es algo que tenga mucha relevancia.

Todo mundo lo hace y por ello no le veo problema a volver a revisar algo pasada la media noche cuando todos de seguro han de dormir. Menos yo que me termino enojando por ver a la salvaje con sus fotos publicadas, diciendo frases sacadas de un galleta de la fortuna o un libro de caricaturas.

No sé ni cómo sobrevive si hace pura tontería, sin nada de seriedad hasta donde sé.

Ahora la veo con un vandana en su cuello, tirando de una punta de esta, arruga la cara y saca la lengua. Escribiendo en el pie de la fotografía "Así deseé tener a alguien hace unas horas"

Suelto el móvil yendo a la ventana, no quiero verla más, pero algo me llama a buscarla como si fuera una especie de encanto que no logro descifrar para poder evitarlo.

Para la mañana me reúno con Dante y los demás en la mesa, en donde como si se tratara de una familia común se hablan de todas las trivialidades posibles, olvidando el hecho de lo sucedido horas atrás, solo que sé que nadie lo hizo, solo es un momento de paz porque si el korol no piensa discutirlo sus razones tendrá.

Acordamos no hablar del incidente con el satélite, pues es la única forma de asegurarnos que ninguno entrará en pánico, el funcionamiento de ese artefacto es suficiente para darle tranquilidad a toda una organización extendida a lo largo y ancho de Europa, centralizada en Rusia, pero con conexiones por distintos lugares, buscando más integrantes.

Cargo a mi sobrina, siendo una niña muy inquieta aún con los meses que tiene. Es muy hermosa y es curioso porque nunca antes me llamaron la atención los bebés hasta que conocí a Tamara, siendo reforzado por Alec y Román, unas copias que parece que si uno llora, el otro debe hacerlo aún cuando no tiene motivo, pero quién sostengo entre los brazos es la pequeña hija de Zarya y el comandante, la cual descansa su cabeza en mi hombro, mientras lucha por no quedarse dormida.

De verdad son iguales a sus padres.

La pongo a dormir en su lugar, enmedio de sus hermanos, sintiendo los ojos del comandante, el cual se acerca cuando me alejo de los tres, hago reír a Tamara con una mueca y me despido de Briana.

__ Tu abuela quiere verte. - me dice mi madre cuando se despide.

__ Justo pensé en ir a verla. - dejo que me abrace, es mejor no llevarle la contraria. Me aprieta entre sus brazos y sonríe acunando mi rostro para luego depositar un beso en mi frente, obligándome a inclinarme un poco.

__ ¿Si sabes que ya no soy un niño para que hagas eso? - la molesto y recibo la palma de su mano en mi hombro.

__ Cállate, no me recuerdes que ya no parecen mis bebés. - mira a sus mellizos reírse seguramente con las tonterías de Leska. - Ni siquiera mi pequeña saltamontes se ve como mi bebé.

__ Tiene veinti...

__ ¿Necesidad de crecer rápido? - me cuestiona. - Soy la más pequeña en estatura de los seis ¡Y soy su madre, Gavrel!

__ Deberías sentirte orgullosa.

__ Que me sienta orgullosa de tenerlos a ustedes cuatro, no quiere decir que no me asuste no poder tomarlos de las mejillas, darles un beso en sus camas y prepararles galletas.

__ Me preparo mis propias galletas. - achica la mirada y termino por reír.

__ No me dejas tener mi momento de melancolía. - me besa la mejilla. - Eres una copia de Dante, pareces más él, que él mismo.

__ Soy su hijo ¿no?

__ Y también mío. - me revuelve el pelo.

__ Lo recuerdo con orgullo siempre. - contesto al verla caminar hacia los demás.

__ Dile eso a tus genes, porque al parecer se le olvidó que es así. - exclama al ir a una distancia mayor, sonriéndole a Zarya cuando esta se acerca para despedirse.

__ Ya sé, no olvidar tu aniversario. - me adelanto.

__ Que inteligente, mi adorado Remy. - elogia con esa diversión que le da mi reacción ante ese apodo tan... peculiar. - Pero no es todo. El de Damien es en unos días, pero yo quiero que vayas porque quiero mostrarte algo.

__ ¿De qué índole? Porque las marcas dudo que te hayan pedido ver la perfección de su tío, tu esposo odia las visitas, Cerbero es más...

__ A veces creo que eres el adoptado de la familia. - enfatiza y levanto la ceja, apuntando a la vez a Dante siendo abrazado por su hija menor, quien dudo alguna vez tome con seriedad su enojo. - Bueno, lo pienso, pero con ver al korol se despejan las dudas.

__ ¿Que quieres? - me dejo arreglar la corbata, aunque no esté torcida.

__ ¿Has oído algo de Leonardo Crown?

Arrugo el entrecejo.

__ ¿El socio del korol?

__ Ese. - confirma. - Tiene un primo...este es el comisionado de un grupo antiterrorista, élite y acaba de llegar a Londres.

__ ¿Que tengo que ver con eso? Dile a...

__ Bennett y él han tenido rencillas, al comandante no le cae bien el comisionado y viceversa, no se llevan para nada bien. - vocaliza.

__ A tu marido no le cae bien nadie. - esclarezco. Muestra su molestia porque se lo recuerde. - Ya, nos quedamos con que es muy selectivo.

__ Se escucha mejor. - acepta esa definición más que la otra. - Lo que aún quiero es que investigues a ese tipo, si lo hago yo, Bennett se dará cuenta y sabes cómo soluciona las cosas.

__ ¿Que quieres encontrar?

__ No sé, en realidad lo único que tengo es su nombre. - quita una pelusa invisible de mi saco. - Logan Crown, comisionado de CIAT.

__ ¿Comisionado Internacional Anti Terrorismo? - me pide bajar la voz. Arrugo el entrecejo. - Puede hacerlo tu marido.

__ Lo hará, pero de seguro Logan Crown espera eso del comandante, quiero que lo hagas desde tu especialidad de pasar desapercibido como mi chef Remy.

__ Veré qué encuentro. - concluyo. - Puedo pedirle informes a ese tipo...¿Adam Snow?

__ Shaw. Adam Shaw y no, no quiero que esté enterado de esto tampoco.

__ ¿De pronto el comandante Reed o el otro...

__ Ninguno. - se enoja y me río, ganando su mala cara. - Tengo entendido que se llevan pésimo con él y lo que menos quiero es darles motivos para matarlo antes de saber que quiere, necesito saber porqué investiga a mi marido.

Miro al comandante, quien sube con uno de sus hijos, en tanto Dante y Alana sostienen los demás.

__ Si va por Bennett quiero saberlo antes y desaparecerlo si es necesario. - declara. Entiendo que lo que quiere hacer es prevenir que alguien resulte peligroso para ellos, como sucedió antes con el "distinguido coronel" que no era más que una rata que terminó siendo comida para las cucarachas.

Damien se despide con un abrazo.

__ Recuerda, 7:30. - enfatiza.

__ No lo olvido, además a esa hora ya estaré con Tamara, una motivación más para estar puntual. - se ríe como cada vez que mencionan a esa niña que lo hizo cambiar de parecer respecto a los celos de padre.

__ ¿Les he dicho que los quiero hoy? - cuestiona Leska.

__ No voy a llevarte a ese concierto a Turquía, Waleska. - le dice Damien.

__ Ni siquiera dije nada.

__ ¿Que concierto? - pregunto al verlos discutir.

__ No preguntes o te dará un...

__ No seas cizañoso, Damien. Deja que Gavrel sí sea buen hermano y ...

__ No iré. - dejo claro.

__ ¿Ves lo que causas? - le reclama. - Él era un buen hermano hasta que te conoció.

__ Muy lógico. - la molesta.

__ Gavrel, no te pediré que me lleves, además falta mucho, pero quiero saber si me acompañas.

__ ¿Que no es lo mismo que llevarte?

__ No, solo serás quien irá conmigo, hará lo que guste, mientras yo...

__ Leska.

__ Soy la menor de ustedes, deberían decir que van a protegerme del mal, cuidarme en todo momento de las...

__ ¿Quien le rompió el brazo a un spasatel?

__ ¿Quien redujo a un entrenador en inferno? - apoya Damien.

__ ¿Quien controló al tigre del escorpión cuando...

__ Son insoportables. - niega con la mirada entrecerrada.

__ Ya, iré contigo. - aseguro, tirándole el pelo hacia atrás. Celebra con saltitos antes de abrazarme.

__ Por eso te quiero, no como a otros que no se hacen adorar. - señala a nuestro hermano mayor.

__ Nací con una loca pegada a mi bolsa de líquido amniótico, con esa es suficiente para aguantar.

__ ¡Nací primero! - grita Zarya desde la distancia y este muestra con obviedad que no se equivoca.

__ ¿Cuando es? - quiero saber.

__ El 20 de enero. - contesta.

__ Eso será en tres meses casi ¿Porque la insistencia desde antes?

__ Para ver cuánto me tardaba en convencer a uno de los tres. - se jacta.

Ella no necesita madurar, Leska lo que necesita es dormir porque tanta meta sin sentido de seguro es por sus noches en vela por su dedicación.

Dejo que se vayan todos, mientras me organizo con lo que tengo que hacer. Mis restaurantes funcionan a la perfección y es en lo que me ocupo los siguientes dos días, sin dejar de lado el pedido de Zarya, por lo que busco entre los contactos que tenemos, yéndome por la forma antigua, rumores confirmados.

Marcus me avisa de que las instalaciones de nuestro restaurante ya están a punto de culminar, pidiendo que me haga presente para comenzar con la organización de los platillos a presentar en la inauguración.

Decido viajar a New york, dejando a Arantza a cargo de Milán, mientras aterrizo en la ciudad donde pretendo obviar el hecho de que alguien se mueve de lado a lado, yendo a cualquier club con sus primas, subiendo fotografías con ellas y desconocidos.

Con Marcus recorremos el sitio y confirmo que tiene mitad su estilo y mitad el mío.

__ Para que esto sea algo espontáneo y no perder lo llamativo podemos inaugurar en un mes, salvo que tengas problemas con el tiempo. - me dice Marcus con una agenda en las manos.

__ He avisado de inauguraciones con dos semanas de antelación, me gusta esta idea. - le hago ver. - ¿Que platillos tienes en mente?

Me muestra una lista y recuerdo haberlos visto, probado y para nada me desagrada la idea.

__ Aunque tengo uno que estos días fue creado y lo presentaré esa noche como exclusivo del Hearts 3D. - el nombre elegido por los dos se oye bien. - Puedes hacer lo mismo si quieres, así la clientela lo querrá probar y no hay mejor sitio que este.

__ Puede funcionar. - le digo. - Tengo uno, pero no me gustaría presentarlo, si no tengo más opciones, me iré por ese.

__ Con la publicidad...

__ No será mucho esfuerzo en eso. - miro el aspecto y es obvio que a todos les llama la atención.

__ Lo sé, pero estaba pensando en que puedes promocionarla tú y alguien de mi restaurante.

__ ¿Porque no tú?

__ Estaré, pero me refiero a resaltar y llamar la atención al punto de que hasta los más jóvenes asistan.

__ Clientes jóvenes. - reitero.

__ Mi sobrina es alguien de gran influencia y accedió a hacerlo con el hijo de unos amigos.

__ No es necesario, puedo hacerlo. - le digo y no entiendo de dónde me sale la disposición si detesto ser el ojo de atención de las redes sociales y al parecer ya me ofrecí para serlo esta vez.

A veces ni yo me entiendo, soy una puta pesadilla para mí mismo. Me jode que todo siempre se mueva por causa de...

Saco el celular, pero lo termino tirando al asiento del copiloto cuando veo algo que hubiera preferido no conocer su existencia.

Dejo caer la cabeza en el espaldar de la silla y respiro lentamente hasta que merma. Contesto la llamada que llega a mi móvil, porque es más probable que yendo con ella, la pesadez que tengo sea menos.

__ Voy para allá. - le digo a la mujer al otro lado de la línea.

__ Ya quiero verte, corazón. - me dice y solo niego, suelto una risa al final, colgando la llamada para poder conducir e ir a su casa, hace mucho no la veo, también quiero pasar tiempo con ella. Sino me reclamará que la tengo abandonada, como lo hace con los demás.


»»»»»«««««

Arleth.

Presionó la opción publicar y completo la secuencia de fotografías pedidas para la bendita publicidad de Erick, el cual me contrató, por pedido del dueño para publicitar el evento que se dará en su club.

Hubiera preferido estar durmiendo, comer lo que encuentre en mi refrigerador o pedir a domicilio, pero era un trabajo fácil y mi hermano me dio el mínimo tiempo posible en ese lugar

__ Llévale esto a mi hijo. - le digo entrando un hueso de hule. - Dile que mamá no puede acercarse, pero lo quiere mucho mucho, dale veinte besos por mí y...

__ No haré eso. - hace mala cara. Repara el hueso como si no creyera que es en serio. - Es un san bernardo de siete meses, Arleth.

__ Exacto, en años humanos es un bebé.

__ No voy a discutir eso contigo. - me lleva la contraria. - Terminamos aquí, Santa está con su madre, así que...¿quieres ir a comer algo? Menos pizza. - se adelanta.

__ Si no me vas a invitar a comer lo que quiero, no sé para qué ofreces. - solo niega, mira a su equipo y me despido de todos con una sonrisa. - Entonces ¿pizza?

__ A veces no entiendo porqué no te abandoné cuando tuve oportunidad. - se queja y me cuelgo de su brazo.

__ Porque amas a tu única hermana y no te divertirías tanto si no me tuvieras. - le digo yendo a su auto, oigo como varias notificaciones llegan a mi móvil y prefiero apagarlo, Katia está en una operación, Cristal con Samantha, por lo que no tengo que esperar su llamado por el momento.

Desde que llegamos, no me quito la capucha del abrigo que cargo, quiero comer tranquila y aunque amo cuando se me acercan para fotos, también quiero molestar a mi hermano en paz.

Llega nuestra comida y no espero más para hincarle el diente al primer triángulo de amor delicioso que me termino junto a la primera soda.

__ Comes como camionero. - me regaña Erick.

__ Tu como si estuvieras en un comercial y no te lo repito. - me defiendo, tomo el segundo y suspiro. Mi amor por la comida es mucho más del que puedo tener por cualquier otra cosa.

__ No me detendré en cada baño, Arleth. Estás bebiendo demasiada soda.

__ Es mi cuerpo, yo decido con que llenarlo. Ahora decido llenarlo con soda, gracias por invitarme cinco.

__ ¿Cinco? Estás loca.

__ Pero sin hambre. - enfatizo y termina por reírse, pasan los minutos y mi estómago al parecer tiene espacio para más, por lo que pido una soda más y me pongo de pie en lo que mi hermano paga la cuenta.

Salgo primero, yendo al auto para poder tomar un respiro, porque no pienso darle la razón a Erick de haber comido mucho.

Pero siento la camisa muy ajustada, así que me estiro un poco y camino de un extremo a otro, tratando que esa pesadez se vaya.

__ ¿Arleth? - la voz atrás de mí me hace apretar los dientes, suplicando que no sea ella, no en este momento. - ¡Sí, eres tú!

__ ¡Sí, soy yo! - copio su voz y luego me siento ridícula por hacerlo. - Lisa ¿que haces aquí?

Erick, sal pronto. Me quiero ir.

__ Estás muy...muy linda. - con solo el tono usado sé que me quiso decir que no le parece nada bien que esté con ropa cómoda y ella con un estilo mas formal y elegante. - Me gusta tu remera...y ese suéter...se ve bien.

__ ¿Estás trabajando? - pregunto para cambiar de tema.

__ Sí, hay una pasarela de una marca reconocida que quiere que sea su máximo exponente. - sonríe, sin dejar de pasar sus ojos por mí cuerpo. - ¿Que tal tú trabajo?

__ Ahora no tomaré ninguno más, estoy cansada y quiero dormir. - contesto, viendo el rostro de mi hermano al fin. - ¡Erick, vámonos!

__ Hola, guapo. ¿Cómo estás? - lo saluda Lisa con esa sugerencia que me hace tomar a mi hermano antes que le ponga las manos encima.

__ Santa, tu prometida nos espera. Rápido. - lo empujo y este me mira sin entender. No la dejo hacerme más conversación, despidiéndome de ella con un ademán. - Adiós, Lisa. Conduce.

Desde que vi como trata a todo su equipo, sé que no la quiero cerca. Es como si robara energía a los que tiene en un entorno y suficiente tengo para buscar métodos donde tenga que recuperar la poca que me queda.

__ ¿Que fue eso? - me pregunta Erick.

__ Te salvé de divorciarte antes de casarte. - le digo al recordar lo que vi.

__ ¿De qué hablas? - arruga el entrecejo. - No respondas, algo me dice que es mejor no saber. ¿Te llevo a la casa o...

__ Claro que a casa, quiero abrazar a puro hueso y dormir.

Eleva ambas cejas, pero termina por dejarme en mi adorada casa, en donde saludo mis padres para luego decirles que iré a hibernar.

__ No te llevaré la contraria, porque sé que estás cansada. - me dice mi papá y lo beso en la mejilla antes de ir a la ducha, darme un baño y acostarme entre las suaves sábanas que dejo me envuelvan.

Despierto en la mañana, desayuno y me vuelvo a dormir. El agotamiento todas estas semanas fue mucho y quiero recuperar horas de sueño, además que tengo que salir lo menos posible porque a cierto chupa sangre le agradó la idea de dejarme con sus dientes marcados por todos lados.

De solo recordarlo, mi enojo hacia él regresa. Menos mal Erick no hizo preguntas del porqué entré a una cárcel o los medios no se enteraron. Hubiera sido un escándalo que no sabría cómo controlar. Más que todo por la imagen que debo cuidar no se arruine en los próximos meses, hasta que el contrato finalice oficialmente.

Paso horas con mis primas, quienes quieren saber todo y son con quienes más comparto. Santa también escucha algunas y termina por reírse cuando le cuento de haber tenido la suerte de comer pizza de gratis por un buen samaritano que luego me... leyó.

Opto por decir que estuve leyendo a contar que por poco me dejan sin poder sentarme por días enteros.

Llega el sábado y me olvido hasta de las redes sociales, terminé con mi trabajo y no quiero saber nada de ellas, pasando sola entre leer revistas, busco un nuevo estilos, aún estoy con un contrato, pero al culminar deseo un cambio en mi físico.

Recibo el beso de mi mamá cuando llega de su evento social con mi papá, a quien hago reír luego de molestarlo. Siempre termina por hacerlo.

__ No estarás pensando en cortarte el pelo así ¿verdad? - se quita el saco.

__ ¿Porque no? Es bonito.

__ Parece una ardilla colgada de tu cabeza. - hace mala cara. - Así estás bien.

__ No me haré eso. - lo tranquilizo. - Estaba pensando en algo más normal ¿que tal si me rapo la cabeza? Me pinto el cabello de amarillo y...

Su nariz arrugada, el labio ascendente y los pómulos subidos me dan la reacción que esperé. Me termino por reír al verlo de esa forma.

__ Pareces más hija de Marcus que mía. - comenta. - Eres una copia suya.

__ De seguro muchas veces renegaste de él. - atribuyo y no me desmiente.

__ Y aún no tienes nietos de su parte, cuando Arleth tenga...

__ Arleth está muy pequeña para que piense en casarse. - Ethan interrumpe a mi mamá. - Será una mujer exitosa, más de lo que ya es, viajará cuanto guste, la llevaré a donde quiera, porque recibirá todas las atenciones de su padre, no de un tipo que la quiera alejar de nosotros.

__ No decidas por mí, papá. - me siento en la mesa para servirme jugo de uva. - Tal vez un día salga de la casa, choque por accidente con un trillonario, este se enamore perdidamente de mí y me diga que cumplirá todos mis caprichos, solo por existir. Entonces le pediré llevarme a Dubái, donde me pedirá ser su esposa, pasaremos una luna de miel en...

__ En un convento es en donde te voy a llevar. - reitera. - Tienes 23 años Arleth, eres una niña.

__ Para tí sigo siendo una niña, por eso no me tomas en serio. - le sigo el juego.

__ Siempre te he tomado en serio. Sino desde el primer instante hubiera puesto la seguridad que sugerí cuando te fuiste al primer viaje sola. - recalca. - Pero insististe en que no te querías sentir muy vigilada. Confié en tí, aunque no te pasó nada, no me gusta saber que viajas sola. Confío en tí, porque no me has dado problemas con eso.

__ Y no pienso hacerlo.

__ No se trata de eso, Arleth. Solo quiero que disfrutes tu vida. - nunca lo había oído decime esas cosas y al parecer mi mamá sí, porque sonríe como si hubiese deseado que lo dijera. - No te llenes de trabajo...No quiero decir que descuides el semestre que te falta en la universidad, pero sal, diviértete y no te llenes de trabajo. Ojo, no novios.

__ Asi que chiste. - me cruzo de brazo y solo niega.

__ Puedes tener uno cuando tengas cuarenta.

__ No me sabotees. - le hago mala cara.

__ Treinta y nueve, no menos. - determina serio. - Estoy siendo muy permisivo.

__ Erick no tiene cuarenta.

__ Porque de él me enteré mucho después, pero aún tengo charlas pendientes con él. - reitera. - Pero ese no es el caso. No sé cómo entramos al tema de parejas, si estábamos en que no te quiero ver trabajando toda tu juventud.

__ Dijiste que querías que fuera exitosa.

__ El éxito no se mide por el dinero.

__ Mi cuenta bancaria no dice lo mismo. - le doy un sorbo a mi jugo.

__ Definitivamente es tu hija. - le dice Stephanie. - Ethan, déjala ser ella. Arleth sabe que si quiere solo descansar puede hacerlo aquí en la casa, si decide trabajar la vamos a apoyar y si quiere seguir solo estudiando también nos tendrá echándole porras. - me abraza desde la espalda y sonrío. - Todos te amamos, amor. Pero lo que tú padre quiere decir es que le gusta tenerte aquí y no solo recibir mensajes de qué estás bien.

__ También los extraño, pero aún tengo un contrato, quizá me llamen para sesiones de fotos durante los siguientes dos meses, pero no me iré por más de un día. - aseguro. - Me tendrás aquí, papá. Y te voy a presentar a todos los novios que tenga ese tiempo.

Arruga la cara, pero al final asiente, agradeciendo porque lo considere.

Es lo que quiero también. Pero no quiero decepcionarlos, perder lo que tengo y he logrado es mi temor más grande, dije que podía con todo, pero a veces ese miedo es incontrolable y más cuando las emociones se van por otro lado.

No quiero ver decepción en sus rostros.

Así que solo hablo con mi tío Marcus para concertar lo de la publicidad para su restaurante, quien afirma tener el modelo perfecto para acompañarme. Lo dejo que se haga cargo de eso, en lo que Tim me cuenta de las nuevas propuestas, le digo que paso de algunas y consideraré otras.

Mi papá me trae las revistas donde rondan mis fotos de la campaña anterior, encontrando las imágenes de una Arleth totalmente distinta. Le tomo una fotografía a las revistas que luego subo a mis redes sociales, siendo elogiada por muchos de mis seguidores, amando tenerlos.

__ No sé que hiciste, pero dicen los ejecutivos de la marca que las prendas de la publicidad se han vendido hasta agotarse - me dice Tim. - Incluso los de las revistas dicen que compraron todos los ejemplares. ¡Están dichosos!

__ Pero qué dices, todos me aman. - me río, aunque no entiendo nada, no hice nada, no tengo idea de que pasó.

Corto la llamada y me centro en ver televisión un rato, aunque es Katia quien me saca de la casa para avisarme de que la sesión de fotos se dará en el transcurso del día, por lo tanto llego al restaurante que está siendo amueblado.

Todo está precioso, con luces tenues, plantas con delicadas flores que tratan mejor que a mí. El estilo es rústico moderno que me da vibras muy buenas y se siente que será un éxito, todos querrán ver la...

__ Nos volvemos a encontrar, salvaje. - «Dios, ¿porqué quiero golpearlo siempre? - Te ves más relajada.

__ Toda relajación se me fue al verte. - contesto girando a ver al infeliz que viste un traje sin corbata, con dos botones sueltos de su traje oscuro. «¿Porqué tuvieron que hacerlo tan atractivo?» - Olvidaba que esto es, en parte, tuyo.

__ Dudo que olvides algo de mí. - se jacta el egocentrico. - ¿Lista para posar?

__ Siempre estoy lista. - digo ladeando la boca.

__ Lo he confirmado. - dice con un tono que debo ver a todos lados para que nadie nos escuche. - ¿Temes a que sepan que te gusta como te follo?

__ Dos veces no son nada. - me alejo un poco. - Lo he hecho más veces con otros y ni de cerca es la cantidad de veces que contigo.

Su semblante se torna más oscuro. Tensa la mandíbula y su mirada tiene una sombra que no sé porqué me gusta pensar que es por lo que dije.

__ Mejor vete, quiero trabajar en paz y tú me la quitas.

__ ¿No te dijeron? - se ríe de algo que no sé. - Soy uno de los acompañantes que tendrás.

__ No juegues con eso.

__ No lo hago. - lo quiero matar.

__ Que me traigan un café con leche de soya, media cucharada de azúcar y una galleta de avena con...¡Gavrel, que gusto encontrarte aquí! - grita Lisa y me giro para no ver cómo se le cuelga del cuello. - Estás mucho mejor cada vez que te veo.

«¿Que dijo? ¿cada vez que lo ve?»

Arleth, no te importa.

__ ¿No has contestado mis llamadas en el restaurante? - dice con los labios fruncidos.

__ Porque claramente no estoy en el restaurante. - contesta el muy cínico.

__ ¿Podemos salir a tomar un trago? ¿Me esperas?

__ Tengo asuntos que resolver. - ¿que no le puede decir un "no"?

__ No te quitaré mucho tiempo, te lo prometo.

__ ¿Que haces aquí? - llamo su atención.

__ Ay, hola. - dedicó una sonrisa a modo de saludo - Me dijeron que era muy importante mi presencia en este lugar, creo que me darán un trabajo de...¿de qué era? - le pregunta a su agente. - Bueno, no sé. No importa. Ahora solo quiero no dejar escapar a este bombón. Entonces, me...

__ Que bueno que están todos aquí. - dice mi tío saliendo con lo que parece unos uniformes de chef que nos entrega. - Me aseguré que no les queden grandes, quiero una imagen perfecta de los tres y con la trayectoria de las dos modelos que tienes, Gavrel, quedará en una sola toma de seguro.

__ Tío. - le hablo.

__ Tranquila, cariño. Será rápido, no más de veinte minutos. - exclama y prefiero que ese tiempo pase rápido a quedarme a lado del par de tórtolos que no se separan al uno seguir al otro a donde vaya.

Me maquillo en el tocador. Terminando rápido ya que no son más que pequeños retoques y salgo ya con el gorro, el cual me quito al ver a Lisa lanzarme una mirada juzgadora desde que me ve.

Pido que me traigan comida y como el tío Marcus sabe mi gusto por las hamburguesas, envía a que me lleven una que dejo sobre la mesa para comenzar a comer sin importar que me miren mal por comer tanta comida llena de calorías.

__ Te preguntarás porque Gavrel y yo somos tan cercanos. - comenta de un momento a otro.

__ No, no lo hago. - miento.

__ Bueno, no es algo difícil de entender.

La veo pasar un labial rojo vivo sobre sus labios y le doy una mordida a mi hamburguesa.

__ Él y yo sostuvimos una relación. - comenta Lisa pasando la brocha por su pómulo. - Si has seguido mi carrera, de seguro sabes que terminé mi compromiso. Fue por él, lo haría todo.

Llevo la papa frita a mi boca sin decir nada. No sé el contexto en eso.

No quiero preguntar. Sé que no me gustará.

__ ¿Conoces a Floyd Garner?

__ ¿El boxeador? - pregunto.

__ Sí, ese. Era mi prometido, pero luego él y Gavrel se pelearon por mí y supe que lo nuestro no fue algo fugaz como dijo. - de pronto el hambre se me va y ese ardor en el estómago lo reemplaza. - No nos contactamos, pero ahora no pienso dejarlo ir. Estamos hechos el uno para el otro.

__ Que bueno. - digo. Estoy enfadada, no quiero ver a nadie, así que cuando lo veo en el lugar destinado para las fotos, lo ignoro.

__ ¿Estás bien? - pregunta mi tío.

__ Siempre. - mi voz sale demasiada molesta, por lo que sabe que no es así, aún así lo calmo para empezar la sesión de fotos que toma su curso y cuánta posición nos sugiere el fotógrafo o mi tío Marcus, la tomamos en cuenta, salvo Lisa que no le quita las manos de encima a Gavrel, siendo algo más que detesto presenciar.

Me enoja que se deje tocar todo el tiempo, que no le importe que yo...

No seas tonta, Arleth.

Terminamos y me quito todo dejándolo en manos de Marcus para poder irme, no quiero verlos juntos de nuevo.

__ ¿Cariño que ocurre? - me sigue.

__ Nada, solo estoy cansada. - me excuso.

__ Ni mentir sabes, eres igual a tu madre. - se ríe.

__ No estoy mintiendo. - me defiendo.

__ Si lo estás. - me remueve el pelo. - Te he visto desde que naciste, Arleth. No puedes mentirme.

__ Solo estoy frustrada. Supongo que enojada también, ya se me pasará. - hundo los hombros. - Solo es por tanto trabajo, estudios y estrés.

__ ¿Un abrazo? - ofrece y lo acepto porque es como si fuera mi papá en modo divertido cuando susurra que soy muy fácil de leer. Pero prefiero ser así, todos lo esconden y creo que debería considerar serlo también. - ¿Sabes que me funciona cuando estoy frustrado?

__ ¿Cocinar?

__ No, romper cosas. - susurra sobre mí cabello. Me alejo de él para saber si dice la verdad o solo está jugando. - En serio. Tomo un bate de hierro, encuentro cosas que merecen romperse y las golpeo hasta que ese estrés se esfuma. A la vez no tengo que romperlas cuando trabajo con ellas.

__ ¿Que puedo romper? Yo no reparo cosas como tú.

__ Encontrarás algo. - me dice.

Con sus palabras en la cabeza salgo del lugar, recuerdo el celular que enciendo de nuevo, viendo llamadas de Tim, siete en total, tres de Cristal y otras cuatro de Katia.

¿Que todo el mundo se volvió loco? De pronto todos quieren hablar conmigo.

En cambio mi molestia aún no se va como tanto deseo, pero puede ser algo importante. No puedo dejarlo pasar.

Busco uno de sus contactos para llamarles cuando choco con un auto, me sostengo rápido y mi celular se cae en un charco de agua que al levantarlo veo que se le rompió la pantalla también.

Sí era resistente al agua, eso se lo quitó del todo. Aunque aún funciona, pero está roto.

Me enojo más, algo que solo incrementa al ver el vehículo de Gavrel, sé que es suyo porque tiene el distintivo que le puso él o alguien más, pero tiene su apellido en el parabrisas.

Golpeo los neumáticos y termina por dolerme el tobillo. Ya no es enojo, sube de nivel. Le doy otro y siento mi uña ser empujada dentro de mi zapato.

Me froto la zona lastimada del tobillo callando el grito de dolor y molestia.

Viendo un palo de golf, es de mi tío. De seguro olvidó meterlos al auto.

De metal, fríos y con una sensación desconocida.

Arleth, no lo hagas. Arleth, no seas inconsciente. ¡Arleth, no te muevas!

El palo de golf se estrella contra el cristal del frente, con una fuerza que las grietas forman una telaraña perfecta. Se sintió bien, sonrío y no sé porqué en lugar de irme, sigo dándole otro y otro golpe.

Mi respiración se torna violenta, mis golpes son más fuertes, recuerdo como los vi besándose en Milán y la furia llega golpeando más fuerte las ventanillas que se rompen y sigo con las otras.

Hasta que la respiración irregular me hace soltar el palo de golf y descansar.

Me quito la gota de sudor de la frente para respirar un poco más lento.

Nunca había desquitado mi enojo con alguien o algo, pero comprendo a qué se refería mi tío cuando lo aconsejó.

__ Pero no con el auto de... - caigo en cuenta.

¡Ay por Dios!

Miro el palo en mi mano, el desastre que hice, escucho pasos y mi corazón se paraliza, enfriando mi sangre a la vez.

¡Huye, idiota!

Mis pies se mueven sin esperar más, corro tanto como mis piernas lo permiten. Adiós falta de ganas de hacer ejercicio, pues no me detengo ni aún cuando salgo del edificio, sosteniendo la evidencia que me culpa en una mano y el celular en la otra.

Miro atrás y sigo corriendo hasta que llego a una cafetería donde me siento, una de las meseras se acerca y en lugar de estar aterrada, pido que me traigan un frapé

Nunca tomo frapé, pero hoy he hecho cosas que no creí jamas. Eso no es nada.

Me río sola, me ven raro, pero no me importa. Abrazo el palo d Golf sabiendo que en efecto, he perdido la cabeza.

Me traen mi frapé y me lo comienzo a beber, viendo la pantalla del celular para saber si ya me inculparon o algo. Sin embargo, me detengo al ver las llamadas de mis primas y otras de Tim.

Decido llamarle a Katia que es la más antigua de iniciar su inasistencia.

__ ¿Porqué tienes aventuras sin nosotras? - reclama y callo.

¿Será que saben lo que hice? No lo creo, las noticias no han llegado tan rápido nunca

__ Arleth, no nos habías contado sobre eso. Pero Cristal y yo estamos de acuerdo en que debemos tomarnos una noche para que nos digas lo que has callado.

__ No te entiendo. ¿Qué pasó? - cuestiono al no saber que es exactamente lo que quiere decirme.

__ Sobre la noticia de que estuviste en la cárcel. - declara y la sonrisa se me borra.

__ ¿Que? - la sangre deja de circular, siento que es arena en mis venas.

__ No digas que no eres tú. Hasta hay imágenes de que es con el socio de mi papá. ¡No lo habías dicho!

¡Ay no!

__ No puede ser. - alejo el móvil de mi oreja, corto la llamada y busco las recientes noticias de Italia, en donde encuentro mi cara por todas partes.

Y en todas mi nombre a lado de la palabra rejas o cárcel.

¡A lado y en la espalda de Gavrel!

No, no, no.

Estoy muerta. Mi carrera de modelo se fue al carajo.

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