*Que sea de naranja*
Joseph:
Estamos aquí de paso así que dejemos huellas bonitas, es una frase popular en internet y llevaba ya mucho tiempo dándole vueltas al asunto. Aunque habían cosas más importantes en las que podía estar pensando,una sensación de incomodidad había invadido mi cuerpo. Todas las cosas tienen una explicación pero... El deseo de hacer mil cosas en tan solo 24 horas eso era algo que no se podía explicar tan fácilmente. Seguro se preguntan montón de cosas sobre la vida de un adolescente y que exactamente les puede pasar a ustedes también; si eres adulto ya discúlpame,
Volviendo al tema, si tienes muchas cosas por hacer tienes que priorizar y si quieres hacer muchas cosas no pienses demasiado, es un desgaste inmenso pensar tanto en una sola cosa. Con esas labias y recomendaciones debería ser youtuber o algo por el estilo. En fin, los exámenes estaban cerca pero aún sobraban dos semanas de clases.
Me quedé observando una banca del cafetín , no había parpadeado mucho, y en un abrir y cerrar de ojos ya tenía a una vieja amiga sentada frente a mi. Yo no encontraba un sitio en el cuál pudiera quedarme oculto. No pude evitarla por mucho tiempo así que le saludé sin hacer mucho contacto visual y moviéndome un poco hacía atrás; le pregunté...
No, por supuesto que no, nunca me preguntaste -me miró-supongo que de igual manera no era algo que pudiésemos lamentar.
-Si... - Tomé una bocanada de aire- ¿Quieres un café?
-Prefiero un juguito, si no te molesta claro.
-No, está bien, lo traeré enseguida- voltee ligeramente-
Ella se acomodó y en un intento por decir mi nombre simplemente me dijo "Que sea de naranja" me giré para ir al mostrador, me tardé unos minutos para luego regresar con el jugo. Era algo extraño, en si, se sentía algo incómodo, ya no podía hacer nada pues ya estábamos en el sitio.
*Sorbito*
-Y dime, ¿Seguirás evitandome el resto del año en la universidad?- me miró a los ojos y con una voz inquietante me mencionó aquellas veces en las que me escondí de su presencia.
- Tomé aire y volví a soltarlo-es solo que, quiero no distraerme tanto.
-Distraerte dices...
-Si es que yo- su mirada y su sonrisa interrumpieron dentro de mi-yo... Yo no lo sé.
-Si te gusta alguien deberías decírselo - me miró dejando su jugo después de levantarse, no parecía molesta, pero tampoco podría asegurar que aún sentía cosas por mi. No era seguro nada de lo que hipotéticamente suponía; algo grande se aproximaba pero no sabía con certeza que era. Hasta entonces solo dependía de la suerte. Se tensó el ambiente y su mirada se volvió tan penetrante como la mía, en ese instante algo cambió y la despedida fué la salida fácil para tanta tensión.
Bien, nos vemos Joseph, cuídate mucho amigo.-ella bajó la mirada- tal vez nos veamos luego en los pasillos.
No supe responder muy bien, pero no era mi culpa, esos pensamientos, esa mujer... Ella - si eh nos... Vemos - agregué sin más y con un disimulo muy pobre. Sencillamente estaba perdido en tiempo y espacio, aunque profesionalmente hablando pues, si, solamente estaba perdido en el espacio; específicamente estaba en un limbo. Recuperando mi postura me dirigí al final de los salones y el patio trasero.
-Joseph amigo- esa voz venía como de un mapache hurgando la basura, y si, se trataba de Erick.
-¿Que sucede? Y ¿por qué estás revisando un bote de basura?- pensé que ese lugar estaba solo y por eso decidí ir-
-Es que Nicole se enojó conmigo y tiró mis gafas aquí, no las consigo.
-Ustedes jamás cambian...
El hizo una mueca y siguió registrando- no deberías estar solo todo el tiempo- agregó mientras se inclinaba aún más- además, siempre cue tas con nosotros y lo sabe.
- Si lo sé y se los agradezco mucho.
-Joseph... Te noto distante, amigo ¿hay algo que te preocupa?
Mi mirada se volvió como la de las mil yardas solo por unos momentos y en un abrir y cerrar de ojos cambió mi semblante. No podía manifestar del todo mis inquietudes, tampoco quería hacerlos sentir mal con mis cosas pero era evidente que el se había percatado de una pequeña parte de lo que me sucedía.
- Recuerda que aunque las cosas estén difíciles- agrego Erick con una sonrisa- todo estará bien por-
El celular interrumpió la llamada y Erick se marchó sin sus gafas muy a prisa del lugar. Su expresión me dejó sin palabras y solo pude decirle "Nos vemos luego"
*Recuerdo*
-Vamos que esperas anda, si por aquí ven.
-No es momento de llorar tienes que ser fuerte, tu eres, tu eres. Niño valiente.
Finalmente el flashback en el que estaba terminó, estaba muy tangible su imagen y sus palabras aún más. Habían cosas que intentaban llevarme a la locura, entre ellas, la universidad. Otra de ellas eran las largas horas en las que vivía recordando a esa muchacha. Por momentos pensé en la partida de papá al extranjero.
Tenia un montón de emociones y sentimientos encontrados, solamente estaba en la universidad intentando asegurar un puesto en el primer año de medicina, pero el destino parecía divertirse colocando más peso del que podía soportar. Escuché tacones detrás de mi, se trataba de Gerarda la que no había superado su estadía en la escuela y quería aplicar lo mismo en la universidad.
Sus ojos se posaron en mi, subiendo de arriba abajo con sus ojos café, rompió el silencio y habló. Era reciente el efecto ya causado por la visita de María José y ahora esto, claro vida lo necesitaba, soy tu mejor guerrero vamos allá venga una más de esta y otra si quieres. Por Dios de los santos que ya no soportaba y quería irme a casa, pero comportarme como un niño inmaduro y que huye de sus problemas no era la mejor opción.
-Si vienes por tu dosis de bullying creo que te equivocaste de ruta- voltee a mirar con recelo.
-Pero que niño tan agresivo, ¿Por qué tanta hostilidad?- ella se acomodó aún más cerca y en un intento por decir algo más desaparecí de su vista. Con las palabras en su boca y con la frustración de no poder articular una sola palabra más Gerarda se dirigió en dirección opuesta a mi. Tal vez no deseaba insultarme o algo así, en su defecto, deseaba hacerlo y en parte decir algo que nunca imaginé que diría. Aunque no iba a quedarme ahí para averiguarlo.
Ese día no me apresuré tanto al salón de clases y no presté mucha atención a la única materia que le había mostrado interés todo el curso. Cantaban aves y corrían ríos y lagunas dentro de mi cabeza, no sabía en qué dirección mirar y sin darme cuenta estaba volviendo al punto de partida, el punto en el que detrás de el... Se encontraba una gran obscuridad. Esperé a la hora de salida para quedar totalmente solo y volver a casa a mi ritmo. No quería nada con nadie pues estaba totalmente disociado; mis pensamientos y cambio de actitud no tenían por qué afectar a alguien más así que me oculté entre los salones para evitar a Erick y compañía.
Sensaciones tras sensaciones y minutos tras minutos esperé a que la paciencia de cada uno se agotara y así aprovechar un camino libre. La tarde cayó y un crepúsculo se adueñó de mi mirada, se robó la atención de todos, al ser pintado por el mismo Dios que nos pintó las sonrisas que nosotros mismos nos encargamos de borrar, ahí estaba; tan hermoso y brillante. Me llenó de calma y mi alma logró reposar.
Levanté mi mirada y ahí estaban, esos necios a los que llamaba amigos, estaban esperándome en el árbol del que siempre comía.
-Holaaa- saludó María galleta
- ¿crees que vas a librarte de nosotros así como así? Estás loquito- bromeó Nicole, Erick lanzó una mirada de aprobación y me sonrió.
- Lo siento solo que no la pasé bien desde que llegué- mi respuesta estaba pobre de firmeza
- Tiene que ver con aquella chica que hablaba contigo en el cafetín ¿no? Tranquilo ninguna de nosotras se interpondrá amigo.
-Además ella es más hermosa que estás dos- Erick interrumpió abruptamente y sin pensarlo mucho se adelantó para que no corrieran a pegarle.
Podía ver las caras de Nicole y María, estaban enojadas y a la vez no creían que alguien se los dijo en sus caras. La verdad María José si ti me una belleza de alto nivel, sus cejas es lo que la hacen una chica atractiva. Al igual que a ella... A esa chica.
-Erick maldito engendro vuelve aquí y dinos que no somos lindas, pero dilo en nuestras ¡¡CARAS!! - los gritos de Nicole me hicieron salir del trance, cuando reaccioné ya estaban persiguiendo a mi amigo.
No pude evitar reírme y ver qué de verdad tenía amigos y que era feliz así. Fué un viaje corto y no tan fastidioso el retorno a casa, había tarea pendiente pero no la hice, recordé que no faltaba mucho y me senté a estudiar. Mi abuela estaba cerca de la cocina y al pasar por la mesa de la sala se fijó en mi.
- Joseph ¿Estás bien? Te noto algo cansado.
- La miré y haciendo algo de esfuerzo para levantar la mirada hice contacto visual- si abuela estoy bien solo, creo que, estaré bien- soy un estúpido no siquiera se disimular que no estoy bien, me no estaba pensando con claridad y se me nubló la vista.
- Tienes algo de fiebre, si te sientes mal no hagas nada ahorita y descansa, mañana seguro estarás mejor hijo- no quería descansar pero mi abuela no me dejaría hacer nada.
- Está bien abuela, pero si más tarde me siento mejor termino las tareas.
La abuela asintió y se fué nuevamente a la cocina, esa noche no dormí tanto pero tampoco recuerdo haber hecho mucho. No pude revisar WhatsApp esa noche, para saber a qué hora era la clase o si mis amigos habían dejado mensaje.
Escucha y ve, solo mira y no retrocedas, actúa sin esperar un resultado; recuerda que tú eres tú.
-**beth- Me desperté y dando un brinco en mi cama me puse de pie, eso ya estaba fuera de lo común, no sabía absolutamente nada.
"¿Que está pasando?"
Mis propios pensamientos me consumían, y se que estaran pensando que algo me abrumaba o me sentía culpable por algo, pero la verdad si habi algo, solo que dejaré que ustedes mismo se den cuenta. Volvemos al inicio. Joseph adolescente promedio con signos y síntomas de ansiedad con muchos talentos que explotar pero con poco apoyo, traumas aún no superados y con probabilidad de que su vida de un vuelco enorme.
Me pasé dos horas de la madrugada pensando en lo que me podría estar pasando.
*Mensaje de WhatsApp*
Joseph, si estás leyendo esto desgraciado, quiero que sepas que estuve esperando tu llamada, ahora sí a lo que te importa a ti pero no a mi... Mañana te emos clases a las 8:30 no te molestes en acampar en la universidad¿de acuerdo?
Nicole.
Cada vez está más agresiva, no puede ser, y quiere ser enfermera... Esto es una broma. No presté mucha atención y simplemente le respondí un seco "Ok" esa palabra personalmente no me gusta así que no creo ser el único extraño al que no le guste. Supuse que a ella tampoco y por eso la envié, si, a veces soy malo, pero no es mi culpa. Así que a la carga.
*Alarma*
- ¡Santa Catalina! Es muy tarde... Son las 8:00 maldición llegaré tarde, otra vez- mi cara de decepción no la curaba nadie, aún no entiendo cómo fué que me quedé dormido tanto tiempo, miré mi celular nuevamente, "guardar alarma" eso pensé... Me quedé dormido sin activar la alarma. Genial Joseph otra vez la cagas pero que genial tío. Mis días no estaban siendo realmente mis días, pero eso no me iba a detener.
Si vueltas por toda la casa, revisé el baño 2 veces antes de bañarme y sin darme cuenta ya estaba saliendo sin desayunar.
- Oye oye muchachito ¿ A dónde crees que vas? Y sin desayunar- la voz de la abuela resonó en la cocina, estuve a punto de cruzar la puerta para ir por el bus.
-Pero abuela, llegaré tarde, no hay tiempo...
Ella me miró y yo sabía lo que significaba esa mirada por más de 3 segundos.- si está bien abuela, primero comeré mi desayuno- le murmuré mientras entraba nuevamente casa.
Mis primos aún no se ponían de pie, ellos no iban mucho al colegio y mis tíos de viaje, yo era único de universidad en casa, mi abuela se acercó con el desayuno y no pude evitar mirarlo por 5 minutos.
- Come o sino no podrás irte- esa voz me sonaba familiar, me giré y ahí estaba, la más fastidiosa de todas NICOLE.
-¡Que demonios!
-No preguntes nada solo come, no te voy a explicar por qué voy tarde también, o tal vez luego si, lo haga pero sin más.
- Tienes que explicarme muchas cosas Nicole
-Termina de comer primero
-Si si ya voy, ya voy... - todo estaba pasando como en una película donde el prota tiene una mejor amiga que está completamente loca.
Nicole no era mi mejor amiga pero a veces daba esas vibras, después de comer todo lo que hacía en la mesa, nos dirigimos afuera. Hablamos acerca de lo que había sucedido en la madrugada y la conversación no llevaba buen camino.
-¿Puedes explicarme por qué tenía que llamarte?
- Esto no puede ser... Estaba preocupada por ti cabezón, quería llamar pero no quería que lo interpretaras mal.
-No tendría por qué hacerlo, es decir, somos amigos y-
-Y por eso te quería decir lo que me preocupaba, tu nos importas, y tú alegría tu buena onda se están esfumando y se van al carajo y no se por qué.
-No, no sabía, no sabía que se sentían así, lo siento- fué lo único que pude agregar al pensar en como se expresó Nicole y como se sentían todos por mi actitud.- En realidad lo que sucede es que... Hay una persona y esa persona, no lo sé, es difícil.
-No te presiones, yo sabré entender, solo sigue caminando.- Momentáneamente me detuve y sin levantar la mirada empecé a hablar.
- Yo no pensé que desde ese día todo cambiaría, a veces esos escenarios vuelven y me hacen ver cosas que quizás se repitan.
Ella me miró con sopresa - ¿Y eso que es?
- Si te dijera que es lo que realmente sucede, quizá ya no te darían tantas ganas de preocuparte por mi; lo que sucede es que yo...
*Sonido de corneta*
-Vamos chicos, los que van a la uni van tarde suban todos, vamos de paso y pirata suban y dinero en mano.- el señor del autobús no tardó en irrumpir y solo le di una mirada desconsolada y en su rostro solamente quedó una cara triste con una mezcla de una amiga preocupada.
Nota: Ese colector siempre tan oportunista ¿no? Si creen que Nicole está actuando más extraño que Joseph, háganmelo saber al privado o en sus comentarios de mi historia. Espero que les guste el capítulo. Nos vemos en la próxima.
Atte: Linofrost.