un encuentro inesperado

By holiarrozconalioli

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Dos chicas, rivales en un partido de secundaria. El destino las une en el mismo bachiller y... en el mismo cl... More

PRÓLOGO
CAPITULO UNO
CAPITULO DOS
CAPITULO TRES
CAPITULO CUATRO
CAPITULO CINCO
CAPITULO SEIS
CAPÍTULO SIETE
CAPITULO OCHO
CAPÍTULO NUEVE
CAPÍTULO ONCE
CAPITULO DOCE
CAPÍTULO TRECE
CAPÍTULO CATORCE

CAPITULO DIEZ

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By holiarrozconalioli

                           
No os olvideis de ir comentando y votando, me ayuda mucho <33

gracias :)










Ale.








Me paro en la entrada del gimnasio cuando, al entrar por la puerta, me encuentro a un grupo de 10 tíos de pie junto a Lucía y a Andrea.

Camino hacia ellas, y, al verme la cara de confusión, Lucía me aparta del grupo y me explica.

- Hoy había reunión - dice, mientras me mira - De la convención - vuelve a decir, pero mi cara de confusión no se va - Coño Alejandra, eres corta eh - dice, riendo - Hoy hay reunión para explicar la información - se explica - toda la documentación que necesitamos, el viaje, todo eso, ¿me entiendes? - Asiento y nos juntamos con los chicos.

- ¡Heyyyy! - corre hacia mi Adrián, el líbero del equipo masculino - ¡Pero si es la líbero de la que todos hablan! - me sorprendo al escuchar sus palabras.

- ¿Como? - pregunto, confusa

- Sí - aparece Lucía por detrás, acompañada de Carlos, el colocador.

- Te has hecho muy famosa desde el partido de las vernisianas - termina de decir Carlos.

- ¿Cómo famosa? - pregunto.

- Pues como jugaste, mucha gente dice que salvaste el partido - Dice Adrián.

Lucía se pone a mi lado, y me pasa un brazo por los hombros.

- Mí líbero - dice, con una sonrisa - La mejor - me mira, sonriendo.

Nos separamos todos cuando Andrea y Pablo, el capitán del equipo masculino, hablan.

- Vamos a ver, estamos aquí para hablar sobre la convención - empieza a decir Pablo.

Explican todo lo que vamos a necesitar.

- Vais a necesitar ropa, ropa deportiva, los uniformes y chandals del equipo, rodilleras mangas, zapatillas - empieza a decir Pablo - todo lo que uséis para jugar. Aparte la documentación, el dni y la cartilla médica, dinero.

- Saldremos el Lunes, a las cinco de la mañana aquí, nos vamos en autobús y llegaremos sobre las once. La convención se celebra en el pabellón del campus del Episcopal, el instituto que lo organiza.

- El mejor de la liga - dice Lucía

- Sí, asi que os podéis imaginar un evento a gran escala.

- ¿Porque nos han invitado? - pregunto.

Si que es verdad que somos buenas, pero no entraremos ni en el top 10.

- Porque nos han visto potencial - dice - Y porque la han visto a ella - señala con la mirada a Lucía.

Miro a Lucía riendo, igual que todos, y ella se pone colorada.

- ¡La reina! - digo mientras le doy un par de palmadas en la espalda.

- ¡Nos vas a sacar del abandono, Lucía! - Suelta Adrián.

Lucía ríe.

- Aparte de a convención, en Enero hay torneo, al que vamos a ir - dice Andrea

- El torneo de Invierno - suelta Annie - uno de los más importantes del año.

- Sí - dice Andrea - y ese torneo son las eliminatorios del interescolar, ya lo sabéis. Vais a utilizar esta convención para mejorar vuestros puntos fuertes y aprender las cosas que no sabéis hacer. Os vais a esforzar, y lo vais a usar para ser mejores, ¿verdad? - pregunta, y asentimos.

La emoción se huele en el ambiente, todos lo estamos.

Nunca he ido a una convención así de grande, y quiero demostrar que puedo con todo, que soy la mejor.

Cuando terminan de explicarnos todo, tenemos la idea de jugar un chicas contra chicos, por lo que nos preparamos para jugar.

- ¡Chicas, venid! - nos llama Andrea, y nos reunimos junto a ella - Los chicos son muy brutos, asi que ya sabéis lo que os vais a esperar. Rotación normal, Alejandra, te cambias por Annie - nos dice, y asentimos - ¡ale, a jugar!

Nos colocamos en la pista, y los chicos nos imitan.

Sacan ellos. Andrea recibe, y Lucía coloca para la punta, pasan el bloqueo y sorprendentemente ganamos punto porque Adrián no ha llegado a salvarlo.

Sacamos nosotras, su líbero recibe y Carlos coloca para Ángel, quien atraviesa el bloqueo. Me muevo hacia la izquierda para salvarlo y lo elevo hacia Lucía, quien hace un primer tiempo con Charlie.

Ganamos punto y volvemos a sacar, pero deja el saque en la red y ahora les toca a los chicos.

Hacen un flotante.

Voy a llorar.

No se recibir flotantes.

El balón viene hacía mí, pero gira hacia la izquierda. Lo intento recibir de dedos, pero no sube y cae al suelo.

Ganan el punto y vuelven a sacar de flotante, que igualmente va dirigido hacia mí, e igualmente fallo.

Apreto la mandíbula, frustrada.

Andrea, que está a mi lado, me da unas palmaditas en la espalda.

- No pasa nada Ale - consigo escuchar lo que susurra.

Ganan el punto, y vuelven a sacar. Está vez va bajo y lo intento elevar de antebrazos, Lucía en vez de colocar hace finta, pero se la bloquean.

Reacciono tarde pero consigo llegar a tirarme para salvarlo, acabando debajo de Lucía, quien coloca hacia Noa, que, como no puede jugar de líbero, juega de central.

Ella remata, pero lo vuelven a bloquear. Yo, que ya estaba de vuelta en mi sitio, corro hacia el balón y lo elevo hacia Lucía, quien coloca para atrás hacia Andrea, y, por fin consigue ganar punto.

Me cambio por Annie, ella entra y yo salgo.

Me siento en el suelo, y veo que le toca sacar a Lucía.

Se posiciona muy detrás de la línea y lanza el balón hacia arriba, bastante alto.

Hace la carrera de tres pasos y salta.

Observo su forma de saltar, y me doy cuenta de que es perfecta.

En cuanto su mano hace contacto con el balón, suena un golpe seco y el balón sale disparado. Pero muy rápido.

Adrián consigue recibirlo, atacan en primer tiempo, y ganan punto.

Vuelvo a entrar a la cancha, y me preparo para recibir. Hacen un saque con giro que consigo recibir, Lucía hace un finta que no cuelo y consiguen recibir, atacan pasando el bloqueo, lo malo es que el balón sale disparado hacia atrás, y si toca el suelo, perdemos el set.

Corro hacia el balón, estiro los brazos para llegar y me tiro al suelo. El balón cae y toca el suelo a un metro de mí. Me deslizo hasta el balón, pero, obviamente, llego tarde.

- ¡Joder! - maldigo, frustada y cabreada, a la vez que le pego un puñetazo al suelo, que me deja los nudillos al rojo fuego.

Me levanto del suelo agarrando el balón con una mano y lo lanzo al otro campo mientras me posiciono para jugar.

Miro para delante y me doy cuenta de que Lucía me está mirando fijamente, seria y con la mandíbula tensa.

Cuando sacan, la recibo y el partido continua normal.

Cuando terminamos camino rápidamente hacia los vestuarios, me desnudo y me meto bajo el agua fría de la ducha.

Escucho como van entrando las chicas a cambiarse y ducharse.

- Alejandra no sabe recibir flotantes - escucho decir a Noa - me podrías cambiar a mí hasta que sepa recibirlos, porque si no puede hacer mal el equipo - le dice a Andrea, que, como no contesta, supongo que no le ha hecho caso, y deduzco que

Escucho entrar a Lucía hablando con Annie.

- ¿Qué has dicho de Alejandra? - pregunta Lucía, y noto su voz más dura de lo normal.

- Que no sabe recibir flotante ni salvar balones fáciles, es un peligro para el equipo - contesta Noa y escucho a Lucía reírse.

- Mira, Noa, estoy un poquito harta de que siempre estés haciendo pequeña a Ale - dice Lucía - Siempre estás "Alejandra esto, Alejandra lo otro", cualquiera diría que te gusta.

- ¿Gustarme, a mí? Es una creída, y encima se cree que es la mejor y la más guapa, cuando es una enana que nadie la quiere - dice Noa, y apreto la mandíbula.

Termino de secarme y de ponerme los pantalones y el sujetador, y salgo de la ducha a la vez que Andrea, que me la encuentro enfrente, rodando los ojos. Suelto una risilla y salimos las dos para encontrarnos a Noa y  Lucía encaradas, como era de esperar. Lucía le pone una mano en el hombro a Noa y la apreta contra la pared. El pelo suelto y lacio le cae por detrás de la espalda, menos algunos mechones se le cuelan por delante.

La mandíbula la tiene tensa y su perfil destaca

¿Desde cuando es tan... atractiva?

- Como vuelvas a decir algo así de Ale te la vas a ganar - dice Lucía pausadamente - Es tu compañera de equipo, y para creerse la mejor te ha quitado el sitio en tu equipo - dice - Un equipo que parece que está cansado de ti por tus ataques verbales a otras personas que lo hacen mejor que tú - las chicas asienten - Mi líbero es la mejor, y con ella no te vas a meter.

Lucía la suelta y Noa sale de los vestuarios, no sin antes echarnos una mirada helada.

Bajo a los bancos y me desenredo el pelo.

- Ale, Noa esta pilladisima por ti - suelta Charlie.

- Si estuviera pillada no me molestaría tanto - río.

- No está pillada, que es otra cosa - suelta Lucía. Me giro para verla, está seria y me mira fijamente.

- Gracias por lo de antes, rubia - le digo, pasándole un brazo por el hombro antes de dejarle un beso en la mejilla. Una sonrisa aparece en su rostro y me mira, sus ojos están brillando.

- No hace falta que me des las gracias - contesta, sonriendo

Las chicas se han callado de golpe.

Nos están mirando, sonriendo.

- ¿De qué os reís tanto? - pregunto, riendo yo también.

- ¡LOVEEEE IS IN THE AAAAAAIR! - empieza a cantar Annie, y empiezo a descojonarme.

Me levanto del banco recogiendo mis cosas, y salgo después de despedirnos de las chicas junto a Lucía.

- Noa se pasa - comenta Lucía - no te creas nada de lo que te ha dicho, reina.

- Ya lo sé, no sé que le he hecho - digo, mientras seguimos caminando.

- Ser muchísimo mejor que ella - me contesta, sonriendo.

- Tampoco exageres.

- Eres mí líbero, eres la mejor, tía.

- ¿Tu líbero? - le pregunto, sonriendo, y ella se ruboriza - ¿Es que soy tuya? - digo, sonriendo más, y noto como empieza a ponerse nerviosa.

- A ver... - empieza a tartamudear - Osea, depende de como lo mires - me río y seguimos caminando.

- Tranquila, rubia, que no te vas a morir - le digo, y ella se ríe.

Seguimos caminando juntas, sin hablar, aunque no es un silencio incómodo.

- ¿Te vienes a mi casa? - me pregunta ella.

- ¿Acaso lo dudabas? - le respondo, sonriendo, y ella me coje del hombro.

- ¿Te quedas a cenar? - pregunta Lucía, al entrar por la puerta de su casa.

- Vale, ¿que tienes? - pregunto yo, quitandome la sudadera y dejando el maletin de voley en el suelo.

- Pasta, pizza, salchichas... - dice ella, mientras se quita tambien la sudadera. Se gira para mirarme - Voy cambiarme, ¿quieres cambiarte tu también? - me pregunta.

- ¿Me dejas una camiseta? - pregunto.

- Reina, no hace falta ni que preguntes - dice, acercandose a mí - ¿Que talla usabas? - pregunta, mientras se inclina sobre mí y mira la etiqueta de la camiseta.

Está muy cerca, siento su aliento en mi cuello al estar apoyando su cabeza en él.

- La S - respondo yo, nerviosa. Ella se separa, pero no mucho. Al ver que estoy roja y claramente nerviosa, se ríe - ¿Estás nerviosa? - pregunta, acercandose un poco.

- No... - respondo entrecortadamente cuando se acerca aún más, hasta tal punto de nuestras narices rozarse.

- Que mal se te da mentir, tía - me dice, riendose - Estás roja, ¿porque? - susurra esta vez.

Porque me pones nerviosa cada vez que te acercas a mí más de lo normal, cada vez que me hablas susurrando, cada vez amagas con comerme la boca y no lo haces...

Dios mío cállate ya...

Pero es verdad.

Calla.

- No lo sé - respondo yo, mirándole a los ojos. Lucía se ríe, se separa y camina hacia su habitación.

La sigo.

- Elige, reina - dice, abriendo su armario, donde hay más camisetas que en una tienda de ropa.

- Dios, cuanta ropa Lucía -digo, y cojo la primera camiseta que pillo. Gris, de Nike.

- Cómo tengo que compartir... - dice, riéndose. La miro, y me río.

Aprovecho que Lucía se va al baño, aprovecho para cambiarme y salir de su habitación.

Abro la nevera y saco un paquete de salchichas.

- ¿Cocinas tú? - pregunta ella al salir a la cocina. Lleva una camiseta ancha que le llega a la mitad de los muslos, lo que no deja ver sus pantalones cortos.

Parece que vaya en bragas.

- Soy la única que sabe aquí, ¿no? - le respondo, riendo, mientras saco la sartén del horno y la coloca en la vitro.

- Tienes razón - dice, riendo ella también, mientras se sienta en la encimera.

Cocino las salchichas mientras hablamos. De reojo veo que Lucía en ningún momento para de mirarme, lo que me pone nerviosa.

Cuando termino, sirvo la comida en los platos.

- ¿Tienes queso? - pregunto, y ella asiente.

- Nevera - dice, sin apartar la mirada de mí. Entrecierro un poco los ojos, sonriendo.

- ¿Que me miras tanto? - pregunto, y ella se ríe - ¿Tengo algo en la cara?

Lucía se baja de la encimera y se acerca a mí.

- No... pensaba que te quedaría bien una coleta alta - dice, y yo frunzo el ceño - Nunca te he visto con una.

- ¿Cómo? - pregunto, confundida.

- Mira ven - dice, y la sigo al salón - Era para que en la cocina no se cayeran los pelos.

Me pongo enfrente de ella.

- Ponte de espaldas - dice. Le hago caso.

Noto como coge mi pelo con sumo cuidado y lo recoge todo en un coletero. Me miro en un espejo que hay en el salón. Me queda bien, pero como tengo el pelo a capas hay mechones que se sueltan y parezco un mapache con alopecia.

Lucía está detrás de mí, y apoya su mentón en mi hombro. Noto como deja un suave beso en mi cuello. Intento hacerme la que no lo ha notado y sigo intentando arreglar un pelo que se ha empinado, pero Lucía sigue dejando besos en mi cuello. Suaves, sí, pero me ponen muy nerviosa.

Sus manos se colocan en mi cintura sin previo aviso. Noto como me voy poniendo más nerviosa cada que pasan los segundos.

Giro sobre mi misma, para estar de cara a Lucía. Sus manos siguen en mi cintura.

- Te queda muy bien, ¿porque no te las haces más seguido? - susurra, con sus ojos fijos en los míos.

- Se... se me suelta el pelo - susurro. Observa cómo su mirada baja a mis labios mientras hablo. Sus manos se aprietan un poco en mi cintura, y ella da un paso más hacia mí. Nuestras narices rozan.

Doy un paso hacia atrás cuando noto que sus manos me empujan suavemente.

- Así queda más con tu personalidad - dice, y una de sus manos viaja hacia mi nuca mientras que la otra se queda en el mismo sitio - Desordenada - Doy un paso hacia atrás empujada por ella - Si tuvieras la coleta tiesa parecerías... una abogada - dice, sonriendo. Se me escapa una risa. Sus mirada vuelve a bajar, pero rápidamente regresa - Parecería que... te hubiera lamido el pelo una vaca, ¿no? - Soy incapaz de responder a su pregunta. Doy otro paso hacia atrás, chocando contra la pared. Me percato de la posición en la que estoy. Mi mirada baja a sus labios, rosas, entreabiertos. Inconscientemente paso mi lengua por los míos, humedeciendolos. Subo la mirada a sus ojos, que también estaban mirando para abajo. Lucía me aprieta un poco a la pared, y su otra mano sube hacia mi nuca.

Te ha puesto contra la pared, que sumiso de tu parte, Alejandra.

Poso mis manos en su cintura. La apretó un poco.

Que poco colaborativa estás Ale.

Una de sus manos pasa a la parte delantera de mi cuello para después ascender hacia mi barbilla.

Sube mi barbilla y posa su mano en mi mejilla. Noto como las orejas me empiezan a arder a la vez que las mejillas.

- ¿Te lo he dicho alguna vez? - susurra, con su mirada en mis labios, entreabiertos.

- ¿El que? - pregunto, confundida.

Su pulgar pasa por mi labio inferior, acariciándolo, mientras separa mis labios.

- Que me vuelves loca, me encantas, me gustas - susurra, rápido, antes de cerrar los centímetros que quedaban entre nosotras juntando nuestros labios.

Son suaves. Juegan con mi labio inferior. Mueve los suyos lentamente, disfrutando el momento.

Salgo de mi parálisis, y, mis manos que estaban en su cintura, la aprietan más a mí. Nuestros cuerpos se juntan, no dejan ver ningún centímetro entre uno y otro.

Mis labios se mueven contra los suyos. Es un beso lento, con emoción, cargado de las ganas que teníamos las dos. Se nota que no es su primero ni por asomo.

Mis manos recorren toda su espalda, las suyas acarician mi pelo y mi nuca.

Es mi turno. Juego con su labio inferior, paso suavemente la lengua por él. Lucía, que no se lo esperaba, se tensa un poco, pero enseguida se relaja.

Me separo un poco de ella.

- ¿Puedo? - pregunto, cuando mis manos se sitúan al final de su camiseta. Lucía asiente, y vuelve a juntar nuestros labios.

Cuelo mis manos por debajo de su camiseta, acariciando su piel desnuda, que se eriza ante mi tacto.

Subo toda la espalda para volver a bajar y, con las manos en su cintura, hago fuerza.

Su cuerpo gira, para quedar ahora contra la pared.

Lucía.

Cuando uní nuestros labios, saciando todo el deseo que llevaba semanas y semanas acumulando, sentí algo.

Una alegría de que Ale no se haya apartado o rechazado, si no que haya seguido el beso. Cuando la vi por primera vez en la cancha, cuando eramos rivales, nunca pense que podriamos pasar por esto, porque no nos conociamos, pero cuando la vi entrar al gimnasio aquel dia de septiembre, supe que ella... me iba a enamorar, pero en ningun momento pense ser correspondida. Estaba equivocada.

Calor emana de nuestros cuerpos, sube la temperatura.

Se nota que no es su primer beso ni loca, lo hace bien, pero, sinceramente, cuando junté nuestros labios, pensaba que iba a ser yo la que mandaba. Ahora veo que estaba equivocada.

Mi espalda choca suavemente contra la pared, empujada por Ale. Tiene fuerza la condenada.

Mientras ella juega con mi labio inferior, yo muevo los míos a su mismo ritmo.

Noto como el beso va subiendo de tono.

Ale me toma por sorpresa volviendo a pasar su lengua, y al segundo, noto que muerde levemente mi labio inferior, succionando un poco. Dejo escapar un pequeño jadeo, acallado por ella, volviendo a juntar nuestros labios, pero esta vez de una manera más desesperada, apasionada.

Mi lengua se cuela en su boca, y ella la enreda contra la mía, mientras acaricia mi espalda. Ha colado sus manos por debajo de su camiseta, por lo que opto por hacer lo mismo.

En cuanto se introducen, noto como se tensa un poco, y ella junta nuestros cuerpos aún más.

Dios mío, Ale, no sabía que eras así.

Nuestras respiraciones se van acelerando, resuenan en toda la sala.

Mientras nuestras lenguas juegan, paseo mis manos por su espalda. La recorro de arriba hacia abajo, parando en la tela de su sujetador, doy por hecho que lleva top deportivo al no encontrar el cierre.

Primer beso y parece que ya estemos saliendo 2 meses. Que rápido va todo.

Ale se separa unos centímetros, y, tras mirarme a los ojos, noto que sus pupilas se han dilatado hasta no dejar ver el color del iris.

- Ale - la llamo.

- Que - su voz sale ronca.

Lesbian panic.

Tiene la coleta un poco deshecha.

Al no recibir respuesta de mi parte, la cabeza de Ale baja un poco hasta situarse a la altura de de mi cuello.

Está jugando con fuego.

Empieza a dejar simples besos en mi cuello, pero de a poco va dejando besos en los que pasa un poco lengua, y otros muerde un poco.

Dejo caer la cabeza contra la pared cuando da con mi punto sensible. Mi respiración se acelera más y dejo escapar pequeños jadeos.

Las manos de Alejandra aprietan mi cintura mientras ella sigue besando mi cuello, pero, rápidamente sus manos suben a mi nuca y las mías bajan a su cadera, apretandola contra mí.

Sube su cabeza, y, besa mis labios, pasando su lengua por ellos.

Un pelo que se cuela nos hace separarnos. Alejandra está toda roja, desde sus mejillas hasta la punta de sus orejas. Sonríe.

- ¿Primer beso y ya vamos así de fuerte, Alejandra? - pregunto, riendo.

- Ay - dice, y su expresión se torna a una mas preocupada - Perdón, perdón, me he dejado llevar y no debería haberlo hecho, perdón, seguro que te ha incomodado algo, lo siento de verdad... - empieza a decir, agobiada. Cojo su cara entre mis manos y junto nuestros labios en un beso suave, callándola.

- Me ha encantado - le digo, y ella sonríe. Ella se separa de mí y yo me alejo de la pared - No sabía que podías hacerlo así de bien... pensaba que ibas a ser más torpe - le digo, sonriendo burlonamente, y ella se sonroja.

- Perdona chica, hay muchas cosas que sé hacer bien aunque no lo parezca - dice, fingiendo indignación.

Se queda parada mirándome mientras sonríe.

- ¿No querías queso? - le pregunto, cortando el silencio, y ella se ríe - Anda, vamos a cenar que se enfría la cena.





Bueno, por fin se comen, menos mal

Se haran novias?? no??? viene dramita?? quien sabeeee

os ha gustado el capitulo??

alguna sugerencia??

solo digo q a partir d este beso vienen muchos mas girlsss

os quierooooo

nos leemos reinas


























<3

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