REFLECTIONS | Misho Amoli

By Veradissia

50.5K 2.7K 1.2K

"𝑰 𝒓𝒂𝒕𝒉𝒆𝒓 𝒍𝒐𝒔𝒆 π’”π’π’Žπ’†π’ƒπ’π’…π’š 𝒕𝒉𝒂𝒏 𝒖𝒔𝒆 π’”π’π’Žπ’†π’ƒπ’π’…π’š" Donde Valentina conociΓ³ a Mihail... More

REFLECTIONS
GRAPHIC ZONE
[ACT ONE]
ONE
TWO
THREE
PRΓ“LOGO
FOUR
FIVE
SIX
SEVEN
EIGHT
NINE
TEN
[ACT TWO]
ELEVEN
TWELVE
THIRTEEN
FOURTEEN
FIFTEEN
SIXTEEN
SEVENTEEN
EIGHTEEN
NINETEEN
TWENTY
[ACT THREE]
TWENTY-ONE
TWENTY-TWO
TWENTY-THREE
TWENTY-FOUR
TWENTY-FIVE
TWENTY-SIX
TWENTY-SEVEN
TWENTY-EIGHT
TWENTY-NINE
THIRTY
[ACT FOUR]
THIRTY-ONE
THIRTY-TWO
THIRTY-THREE
THIRTY-FOUR
THIRTY-FIVE
THIRTY-SIX
THIRTY-SEVEN
THIRTY-EIGHT
FORTY
[ACT FIVE]
FORTY-ONE
FORTY-TWO
FORTY-THREE
FORTY-FOUR
FORTY-FIVE
FORTY-SIX
FORTY-SEVEN
FORTY-EIGHT
FORTY-NINE
FIFTY
[ACT SIX]
FIFTY-ONE
FIFTY-TWO
FIFTY-THREE
FIFTY-FOUR
FIFTY-FIVE
A no romper los quinotos.

THIRTY-NINE

402 25 29
By Veradissia








ME PASÉ LAS MANOS POR LA CARA CAMINANDO POR EL DEPARTAMENTO DE MIHAIL, miré a un costado, su sobrino dormía la siesta en el sofá, me quedé mirándolo un rato, el tiempo pasaba rápido.

— Está grande el cabrón.— Me habló mi novio por detrás, pero yo ya tenía la cabeza en otro sitio.







Junio del 2013

Levanté la cabeza del almohadón del sofá, me tomó unos minutos darme cuenta de dónde estaba realmente, me había quedado dormida en casa de Mihail, se había alquilado un departamentito hacía unos meses y no dejaba de hablar de él por lo que había decidido visitarlo.

La puerta del frente se abrió y el búlgaro entró junto a una mujer que no conocía, no me miró por mucho tiempo.

— Que sabes que no tengo problema en cuidarle, pero no puedes venir y dejármelo sin avisar.— Hablaba alterado, parecía muy frustrado por algo, fue allí que me di cuenta de la presencia de un niño pequeño de no más de diez años detrás de la mujer, traía un autito de plástico en mano y miraba la escena con los ojos bien abiertos.— Yo también tengo planes, una vida.—

— Déjame adivinar, ¿Tus planes tienen que ver con la niñata en tu sofá?— Habló con desprecio, que carajos tenía que ver yo en eso, la miré con mi mejor cara de orto.

— A mi no me metas en la ecuación que no te conozco de nada.— Hablé, pareció un poco impresionada que le haya contestado pero volvió la vista a Mihail quien me sonrió una última vez antes de comenzar a empujar levemente a la mujer, tenían un parecido.

— Dijiste que estabas apurada, creo que es momento de que te vayas.—

— ¿Y vas a dejar que esa puta niña cuide de tu sobrino?— Otra vez faltándome el respeto.

— Me vas a decir tú con quién dejo y no dejo a mi sobrino, anda, tira.— Sabía que estaba dándolo todo para no contestarle mal, supuse que acababa de conocer a su hermana, no había sido un buen comienzo para mí.

Cerró la puerta tras de si y yo me quedé sentada en el lugar rascándome los ojos hasta que el ruido de una respiración con moquitos me sobresaltó, el niño de la puerta se encontraba parado a un lado mío.
Mihail me había dejado sola con un niño pequeño para el cual yo era una completa desconocida.

— Hola.— Lo saludé tímidamente con una sonrisa, el miró a la puerta como si esperara que se abriera mágicamente y apareciera alguien. Hubo unos minutos de silencio y para cuando estuve por rendirme me dije a mi misma que no iba a soportar tanto tiempo con un niño mudo.— ¿No hablas?—

— Mamá siempre dice que no debo hablar con extraños.— Tenía sentido.

— Tu mamá no está acá.— El pareció caer en ese pequeño detalle y me miró como si yo fuese la cosa más interesante del mundo, pese a mis plegarias de que se mantuviese alejado, se sentó al lado mío con los moquitos chorreando.

— Hablas raro.—

— ¿Ah si?— El asintió, dejándo su autito sobre el sofá gris impoluto.

— Si.— Se quedó callado unos minutos.— Sabes...—

— Decime.—

— A veces sueño que voy a la cocina...— Comenzó, me rasqué la nuca esperando a que continuara.— Agarro un par de cuchillos y salgo a la calle a apuñalar gente.— Mierda el pibito, próximo asesino serial.

— Mirá vos.— Me miraba con una sonrisa rara, estaba jugando conmigo, quizá quería asustarme.— Yo sueño que mato nenitos bajitos, regordetes y mocosos...— Dije para después repasarlos con la mirada, el tragó con fuerza.— Justo como vos.—
















— ¿Puedo ver la tele?—

— Claro.—


















Habían pasado aproximadamente cuarenta y cinco minutos cuando me entró una llamada al teléfono, era Mihail, atendí sin quitarle la mirada de encima a su sobrino, había dejado su etapa asesina y se había puesto a mirar Tío Grandpa.

—¿Si?— Atendí.

— No me mates.— Comenzó la frase y yo ya sabía que lo iba a matar.— Me han surgido un par de cosas y no voy a llegar sino hasta las diez.— Eran las ocho de la noche casi.

— ¿Mihail me estás cargando?—

— Te juro que te lo voy a compensar pero necesito que me lo cuides.— Suplicó por teléfono, sabía que no lo hacía a propósito.

— ¿Tiene alergias, algún problema médico, trauma o algo sumamente importante que yo necesite saber?— Suspiré.

— No, solo no le dejes ningún cuchillo.— ¿Por qué iba a dejarle un cuchillo a un nene chiquito?

— ¿Tiene que hacer algo? Tarea, bañarse, alguna rutina.— Continúe.

— No, del baño ya me encargo yo apenas llegue.— Se alejó del teléfono para preguntar algo.— Dice mi hermana que si le puedes hacer algo de comer, no quiso almorzar.—

"Mejor que esa niñata no me envenene al niño porque la mato" la escuché de fondo.

— Decile a tu hermana que me puede chupar bien la poronga.— Él rió a través del teléfono.— Yo le cocino algo, no te preocupes.—

— Te amo.— Dijo, se alejaba del ruido.— Gracias por hacerme este favor.—

— Yo más, no te tardes mucho.— Me colgó poco después de eso con la promesa que llegaría lo antes posible, me di media vuelta y miré al niño, no le había preguntado su nombre.

— Che, cuchillo.— El alzó la cabeza en mi dirección.— ¿Tené' hambre?— Asintió.— ¿Te gusta la salsa?— Volvió a decir que si.— Vamos a comer guiso de fideo moñito entonces.—

— Puaj, ¿Que es eso?— Dijo con cara de asco.

— Lo mejor que vas a probar en tu vida pibe.—

Esa noche comimos charlando de por qué sería genial que nos invadieran los extraterrestres, cuchillito resultó ser una compañía agradable, al contrario de su madre, habíamos conectado rápidamente.
Insistió que no tenía sueño cuando se dieron las diez y media, y como su tío no había regresado, nos hechamos en el sofá a ver alguna película que pasaran.
Así fue como nos encontró Mihail cuando regresó, con la televisión alta dónde pasaban Juego de Gemelas, su sobrino dormía sobre mi estómago, babeando tiernamente y con el brazo estirado fuera de la cama, yo le rodeaba el torso con un brazo y casi copiandole las formas, dormía despatarrada en el sofá.

Ese momento quedó inmortalizado en una foto que hasta día de hoy sigo teniendo en mi mesa de noche, fue la primera noche que lo conocí, la primera de muchas veces que Mihail nos iba a encontrar dormidisimos como morsas sobre aquél sofá.













Le pasé la mano por el pelito casi como acariciándolo, los años habían pasado para todos menos para mí, seguía teniendo ese dejo de energía de cuando era pequeño.
Miré a Mihail con algo de tristeza antes de tapar bien a su sobrino.

— ¿Que pasó amor?— Le pregunté ahora que podía.

— No tengo idea.— Suspiró.— Parecen haber peleado pero no me dice por qué, hay algo más.— Desde que cuchillo había comenzado la adolescencia que venía teniendo peleas constantes con su mamá, normal, era una cargosa. Solía hablarme mucho de eso, sobre todo hablábamos por Whatsapp, había temporadas dónde no sabía nada de él y salía de la nada a los meses con chisme nuevo, no me molestaba, era joven y ocupado.

— La detesto.—

— Si, lo sé.— No podia ser imparcial cuando se trataba de su sobrino, era como si fuese mi hermanito pequeño, me dolía verlo mal. Sobre todo me molestaba que fuera por su mamá, nunca me había llevado bien con ella y las pocas veces que la veía teníamos encontronazos, llegó a amenazarme que no iba a volver a ver a su hijo si le seguía respondiendo a sus ataques gratuitos, parecía tener un problema con mi edad.

— Yo solo quiero que esté bien.— Dije mirándolo.— Mientras el esté bien me da igual todo.—

















NOTA DE LA AUTORA:

Le empecé a decir cuchillo en joda y terminó quedándome, en fin, el navajas mi nobio.

Si misho ve esto es mentira, yo tengo una sola novia que es mi esposa ariiii_03

Continue Reading

You'll Also Like

237K 6.8K 57
Can estΓ‘ realmente delicado y arraigado al ver que Sanem ha vendido su perfume a Fabbri, estΓ‘ convencido de que su relaciΓ³n sigue siendo definitiva...
1.4K 235 14
Stanley ama a su novio Bill y Georgie a ama a su hermano Bill. Stanley odia a Georgie y Georgie odia a Stanley. Bill no lo sabe, pero su novio y su h...
115K 5.5K 31
1er LIBRO DE LA SAGA BIZAxTINI. Donde Gonzalo y Martina dibujan una amistad con lΓ­neas muy difusas.
888 67 6
La primera parte es el recuentro de gran colombia y imperio mexicano en la pradera cuando mis dibujos sean bonitos publico