MARATÓN 1/5
"Nuestro tutor hace que sea fácil de entender". Dijo Soojin, acariciando reconfortantemente el hombro de Jugyeong.
El grupo, formado por Soojin, Jugyeong, Sooah, Taehoon y Yeona, se dirigían a su sesión de estudio.
"¿Por fin dejaré de ser una perdedora cuando se trata de matemáticas?". Preguntó Jugyeong, con un mohín en la cara y la cabeza gacha, avergonzada.
"Puedes hacerlo, lo sabes". Soojin respondió inmediatamente: "Así que no te rindas. Ninguno de nosotros debería". Miró al grupo con ojos expectantes y una expresión de satisfacción se dibujó en su rostro cuando los demás asintieron.
Jugyeong soltó una risita: "De acuerdo, entendido".
"¡Estamos aquí!" Yeona exclamó mientras el grupo se acercaba a un edificio de color verde azulado.
"Ah, Soojin, ¿puede mi amigo de la Escuela Secundaria Shinhwa para chicos unirse a nosotros también?" preguntó Sooah, lanzándole una mirada esperanzada, con su teléfono agarrado entre las manos.
"Aish, ¿Instituto Shinhwa para chicos? ¿Quién es ese amigo?" preguntó Taehoon, con un tono celoso. "¡Sí, un trillón de signos de interrogación están flotando en mi cerebro ahora mismo!". Sooah le dio una palmada en el brazo, con cara de enfado.
Soojin pareció divertida ante el arrebato de Taehoon antes de recuperar la sobriedad. "¿Por qué dejar que un completo desconocido se una a nuestro grupo de estudio?". Preguntó, Yeona también lanzó una mirada curiosa a Sooah.
"Duh, ¿no es obvio? Para ligar con Jugyeong". Taehoon pareció relajarse visiblemente, Jugyeong en cambio recogió su energía negativa mientras se ponía tensa, con aspecto inquieto, "¡Las citas son obligatorias!" Sooah animó con voz cantarina, "¡El matrimonio es opcional! Amor fati". Bailó juguetonamente mientras entraba en el edificio, Taehoon pisándole los talones.
Yeona miró a Jugyeong, "Sólo dile que no."
"Pero me sentiré mal." Jugyeong murmuró derrotado.
"Entonces diré que no". Soojin respondió, sacudiendo la cabeza, "No necesitamos ningún extra uniéndose que sólo nos distraería de todos modos."
Yeona asintió con la cabeza, "Vamos". Las tres chicas entraron también, casi pisoteando a Sooah y Taehoon que estaban congelados en la puerta.
Las tres chicas miraron a la mesa, "¿Lee Suho? Creía que habías dicho que no te interesaba...". Soojin se interrumpió, pero parecía satisfecho con el acuerdo.
"Nunca dije que no me uniría". replicó Suho, con la mirada perdida.
Todos le miraron en silencio antes de que Yeona se encogiera de hombros: "De acuerdo, genial". Se acercó y se sentó frente a Suho, dejando el asiento junto a él libre para Jugyeong.
Fue un rato después cuando Suho empezó a regañar a Jugyeong, que sí se había sentado junto a Suho: "¿Cómo es que no sabes lo básico?". le espetó, aparentemente poco impresionado, sacando uno de sus cuadernos y abriéndolo por una página de notas. Empezó a explicárselo con todo detalle, pero ella no parecía prestarle atención, mirando fijamente la cara de Suho como si intentara descifrarlo.
Yeona pateó ligeramente su pierna cuando Suho dejó de hablar y levantó lentamente la vista para ver por qué Jugyeong no respondía. Jugyeong saltó, mirando a Yeona antes de volver su mirada a Suho con una risa incómoda, "¿Podrías explicarlo de nuevo? Perdí la concentración..."
La miró fijamente antes de soltar un resoplido, repitiendo todo lo que acababa de explicar. Dejó escapar otro resoplido cuando se dio cuenta de que ella seguía mirándole: "¿Qué?"
Jugyeong apretó los labios: "¿Cómo puedes meter todo eso en esa cabecita que tienes?". Ella se iluminó: "¿Eres muy listo? ¿Tienes un coeficiente intelectual superior a 150?".
Yeona se rio para sí misma, continuando con sus notas mientras escuchaba su conversación.
"¿Por qué no puedes concentrarte durante unos minutos? Tienes la capacidad de atención de un pez". Afirmó, cruzando los brazos sobre el pecho, "Apuesto a que tienes un coeficiente intelectual de dos dígitos, y para tu información, el coeficiente intelectual de un delfín es de 80, que probablemente sea más inteligente que tú."
Yeona hizo una mueca ante la grosería de su comentario, "Geez, Suho..." Murmuró, levantando una ceja hacia él.
Pero sin embargo, Jugyeong encontró algo positivo en su comentario, "¿Son los delfines tan inteligentes?"
"¡Trabaja!" le dirigió Suho, señalando su pila de libros. "Si quieres ser más inteligente, trabaja más."
Jugyeong le miró con una sonrisa, haciendo que Suho golpeara la mesa con fuerza: "¡Concéntrate!"
Siguieron así durante un rato, Yeona y Soojin terminando su trabajo en silencio, Sooah y Taehoon haciendo algunos problemas y luego recurriendo a sus teléfonos, y Suho ayudando a Jugyeong con él ordenándole que se concentrara cada cinco segundos.
Una vez que todos habían recogido y se marchaban, Sooah sugirió alegremente: "¡Vamos a karaokear!".
El grupo se miró entre sí, siendo Jugyeong el primero en responder: "¡Me apunto!"
"Has estado esperando esto, ¿verdad?" murmuró Soojin, que parecía poco impresionada pero entusiasmada.
Sooah le dedicó una sonrisa pícara antes de agarrarse a Jugyeong y Taehoon, tirando de ellos para alejarlos del edificio animando: "¡Venga, vamos! Woo!"
Yeona, Soojin y Suho se quedaron atrás, Soojin mirando a Suho, "No vas a ir, ¿verdad?".
Yeona midió su reacción, viendo que tenía su característica mirada en blanco, "Unos minutos no hacen daño."
Yeona se mordió una sonrisa, sabiendo que sólo iba porque Jugyeong había accedido a ir, "Yo también iré". Sonrió a Soojin antes de seguir al trío que había huido.
El grupo había estado cantando durante una hora, Yeona y Suho sentadas la mayor parte del tiempo. Yeona no tenía ganas de cantar y Suho había decidido ser un aguafiestas, sentada y mirando.
Yeona sintió que su teléfono empezaba a sonar en el bolsillo de su chaqueta de la escuela que todavía llevaba puesta. Ella sacó su teléfono y miró el identificador de llamadas, sintiéndose inmediatamente ansiosa ya que la palabra "padre" parpadeaba en su pantalla. Su teléfono dejó de sonar y ella se mordió el labio, mirando a Suho: "Ahora vuelvo."
Él enarcó una ceja, pero asintió con la cabeza, mirando a Jugyeong, que había tomado asiento a su lado y estaba viendo a los otros tres adolescentes cantar a pleno pulmón.
Yeona asintió y se levantó, saliendo discretamente de la habitación. Ella fue por el pasillo y llegó al vestíbulo principal, corriendo hacia las puertas delanteras justo cuando su teléfono comenzó a zumbar incesantemente de nuevo.
"Aish, cálmate..." Murmuró a su teléfono, deslizando para contestar, "¿Hola?"
"¿Por qué no contestaste la primera vez?" El tono frío de su padre llegó a través de los altavoces, haciendo que Yeona pusiera los ojos en blanco, "Cuando llamo, se supone que debes responderme. Para eso está el teléfono."
Yeona internamente se burló, "Lo siento padre, Suho y Soojin querían pasar el rato después de nuestro grupo de estudio y tuve que encontrar un lugar tranquilo para tomar la llamada," Ella explicó en su mejor tono educado, "Voy a tratar de que no vuelva a suceder."
"Voy a confiar en que me estás diciendo la verdad". Respondió, sus palabras insinuando las mentiras que ella había estado haciendo últimamente, "Llamé para preguntar dónde estabas pero supongo que ya me lo habías explicado. Estate en casa antes de las nueve y media".
Yeona respiró profundamente y apretó la cara, cerrando los ojos antes de dejar salir el aire lentamente, "Sí, señor. Estaré en casa antes de las nueve y media."
Él colgó y Yeona abrió los ojos de nuevo y miró la hora en su teléfono, maldiciendo en voz alta, "Mierda, sólo me ha dado una hora.... Sólo quiere meterme en problemas. Juro que si no se va pronto voy a arrancarme el pelo - ¿o sabes qué? Tal vez su pelo. Aish, mejor me preparo para que me castigue..." Se cortó cuando vio una moto familiar aparcada junto a la entrada del local de karaoke, "Hm... ¿Es la moto de Han Seojun...?".
Bajó rápidamente los escalones del edificio y miró su moto con los ojos entrecerrados: "Debería darle una patada."
"¿Patearla? ¿Qué te ha hecho aparte de llevarte a casa?"
Yeona saltó y rápidamente se dio la vuelta, con cara de vergüenza ya que había sido sorprendida por nada menos que el dueño de la moto, "Tienes razón... Debería darte una patada en su lugar."
Seojun se llevó una mano al corazón mientras bajaba las mismas escaleras por las que Yeona acababa de bajar, "Ow, ¿a qué vienen esas amenazas hirientes?".
"Sólo estoy de humor para desquitarme con alguien y tú... en cierto modo te lo mereces". Ella declaró, encogiéndose de hombros, "¿Estás aquí para cantar tu corazón de aprendiz de K-pop?" preguntó, señalando el edificio y enarcando una ceja en señal de curiosidad.
Seojun se burló: "No...". La miró fijamente un segundo antes de fruncir los labios: "Quizá...".
Yeona esbozó una sonrisa: "Está bien, yo no juzgo". Su mirada flotó de Seojun al lugar del karaoke, los ojos se abrieron de par en par cuando vio a Suho en la ventana mirando cosas dentro, "Ven conmigo."
"¿Por qué, espera por qué?" Seojun balbuceó mientras ella le agarraba del brazo y tiraba de él hacia el callejón, soltándole una vez que estuvieron completamente fuera de la vista, "¿Por qué ha sido eso?".
"Sólo... no preguntes". Contestó ella, encogiéndose de hombros como si no acabara de darle un tirón.
"¿Tenemos que hablar en secreto?" Preguntó él, con cara de sospecha.
"Sí". Ella simplemente respondió, dándole un pulgar hacia arriba junto con una sonrisa inocente.
"Eh, espera, ¿es Han Seojun?" Una voz detrás de ella la llamó con fuerza, haciendo que frunciera las cejas mirando a Seojun con curiosidad. La voz no le resultaba familiar, pero pudo ver cómo Seojun se desanimaba.
"¡Espera, es él! Han Seojun, ¿eres tú?" Preguntó una nueva voz.
Yeona se congeló, su expresión anterior abandonó su rostro al instante. Permaneció de espaldas a la banda que podía sentir que se acercaba cada vez más.
Seojun pasó junto a ella, burlándose, "¿Tú de todas las personas?" Habló en tono disgustado, con cara de asco.
"Sorpresa". Lee Sungyong replicó: "¡Oh, espera! Espera un momento". Seojun enarcó una ceja ante sus palabras: "¿Por qué llevar a una chica a un callejón oscuro?"
Yeona apretó los puños, todavía de espaldas a la pandilla de chicos. Se dio la vuelta lentamente justo cuando Seojun se puso delante de ella, empujándola hacia atrás, "Yah, vete".
Sungyong soltó una carcajada, "Bueno, bueno, bueno ... Si no es Kim Yeona..."
Yeona mantuvo el rostro impasible, manteniendo el contacto visual con él y sin decir una palabra.
"¿La conoces?" preguntó Seojun, inclinando la cabeza en su dirección.
Sungyong sonrió satisfecho: "Algo así", y soltó una carcajada: "Sí, Yeona, ¿cómo tienes el cuello?"
Yeona se mordió la lengua para no replicar, no quería empeorar la situación.
Seojun frunció el ceño, mirando a la chica con preocupación y confusión en su rostro justo cuando Sungyong volvió a hablar: "¿Qué? El gato te comió la lengua".
Se mordió el labio antes de tirar de la manga de Seojun: "Vámonos". Susurró, mirándole.
"¡No, hablemos!" Sungyong exclamó, caminando en dirección a Yeona, pero fue detenido cuando Seojun puso una mano en su hombro, empujándolo hacia atrás, haciendo que el chico se burlara, "¡Vamos, no seas así Seojun! Sólo quiero hablar con ella."
Yeona se mordió el labio de nuevo. ¿Qué debería hacer?...
Ella sabía que no sería capaz de llegar muy lejos si corrían, pero esa parecía ser su única opción si quería escapar ilesa y con ese pensamiento en mente, agarró la muñeca de Seojun y tiró de él en la dirección opuesta con toda su fuerza, haciendo que tropezara, apenas siendo capaz de sujetarse, "¿Qué?" Mordió mientras se estabilizaba, dejando que ella tirara de él hacia el otro lado de la calle.
"¡A por ellos!" La banda de Sungyong gritó a la vez, corriendo tras ellos en un frenesí apresurado.
Yeona lo arrastró hacia una calle lateral brillantemente iluminada que estaba aparentemente ocupada. Con el pecho apretado y los pulmones ardiendo junto con los rápidos latidos irregulares de su corazón, empezó a vacilar, perdiendo velocidad mientras empezaba a sentirse mareada.
Seojun se dio cuenta de su pérdida de velocidad y tomó el mando, acelerando y arrastrándola con él, mirando de vez en cuando hacia atrás para asegurarse de que la banda de Sungyong no la alcanzaba.
"¡A por ellos!" Gritó uno de los chicos: "¡Deprisa!".
Yeona no podía respirar, "Seojun-" Trató de gritar, pero las palabras no salían de su garganta, las respiraciones que estaba tratando de tomar parecían no estar ayudando y el aleteo en su pecho estaba empeorando.
Tropezó con sus pies, casi tropezando cuando Seojun dobló bruscamente una esquina. "¡Vamos!". Seojun la llamó por encima del hombro, apretando con fuerza su muñeca para no perderla.
"N-no puedo..." Seojun giró de nuevo y la interrumpió cuando volvió a tropezar, sin esperar el fuerte tirón en otra dirección. Giró una vez más y vio una pila de cajas: "Espera". Dijo, respirando agitadamente, mientras derribaba las cajas y tiraba de ella en la dirección opuesta, subiéndose a una especie de plataforma y agachándose detrás de cualquier cosa que los ocultara lo suficiente.
Yeona se apoyó contra el edificio, apretando su mano libre contra su pecho mientras trataba de respirar. Sus pulmones ardían y el dolor en el pecho estaba por las nubes; era lo peor que había sentido desde que le diagnosticaron la enfermedad.
Por fin notaba que el mareo se apoderaba de ella y le empañaba el cerebro, y las respiraciones agitadas no ayudaban a disiparlo.
Seojun le soltó la muñeca y le pasó un brazo por encima de la cabeza como para esconderla, un fuerte grupo de pasos sonó cerca de ellos, "¿A dónde han ido?"
"¡Por aquí!"
"¡Date prisa, no pueden haber ido muy lejos!"
Yeona cerró los ojos cuando sus ojos empezaron a lagrimear involuntariamente por la falta de oxígeno que recibían sus pulmones, y su mano seguía aferrándose a su pecho en un intento desesperado por detener el dolor. Oyó los pasos que se alejaban y sintió una especie de alivio, que se desvaneció al no poder respirar hondo una vez más.
Seojun retiró su brazo de encima de su cabeza, "Creo que se han ido..."
Yeona no respondió, no podía, entre no poder respirar correctamente, el dolor en su pecho junto con su corazón latiendo furiosamente en su pecho no ayudaba a su situación. Se sentía como si se fuera a desmayar, pero estaba luchando contra la sensación, tratando de conseguir que sus pulmones trabajaran con ella.
Seojun pareció finalmente darse cuenta de que algo andaba mal con ella, "¿Yeona? Yah, ¿Kim Yeona?" Él estaba sacudiendo su hombro, "¿Qué pasa?"
Yeona no se dio cuenta de que había agarrado su brazo, su agarre fuerte e implacable. Ella trató de hablar, "Aguanta.. aguanta." Ella salió, frotándose el pecho como si fuera a ayudar, con los ojos todavía fuertemente cerrados por el dolor.
"¿Qué está pasando?" Le preguntó, agarrándola por los hombros para mantenerla erguida, "¿Puedes respirar?"
Yeona se limitó a negar con la cabeza, apoyándose una vez más en el edificio y concentrándose en respirar más profundamente, ignorando la avalancha de preguntas de Seojun.
Finalmente Seojun golpeó su pierna... luego una vez más... luego una vez más, "Dentro... Fuera... Adentro... Fuera..." Dio instrucciones, golpeando su pierna con las palabras que decía.
Pasaron unos minutos cuando Yeona por fin pudo hablar, con los ojos aún cerrados. "Lo siento, me he quedado sin respiración un rato...".
Seojun la miró incrédulo, "¿Perdiste el aliento? ¡¿Perdiste el aliento?! Parecía que te ibas a desmayar. De hecho, ¡aún podrías! ¿Qué te ha pasado? ¿Por qué parecía que te dolía?"
Yeona abrió los ojos y le miró con ojos cansados, "No poder respirar es doloroso". Se limitó a responder, sin dar más detalles.
Seojun se burló, una mirada de enfado cruzó su rostro, "¿Por qué actúas como si lo que acaba de pasar no fuera serio? Parecía que ibas a morir."
"No me iba a morir", gimió ella, "¿Te desmayaste? Tal vez. ¿Morir? ¡No!"
"¿Te estás cepillando esto?" Apretó con rabia, cruzándose de brazos.
"¡Sólo perdí el aliento mientras corríamos! No es para tanto, ¿vale? Vámonos ya". Soltó con dureza, burlándose del hecho de que él estuviera enfadado con ella. No era asunto suyo...
"No puedo creer que te desentiendas de esto". Seojun murmuró con incredulidad, mirándola mientras se levantaba, cepillándose.
"¿Qué te importa? Me odias, ¿recuerdas? No metas las narices donde no te llaman. Vuelve a llamarme asesina y deja de actuar como si te importara". Gritó ella, mirándolo fijamente con su mirada llena de ira. Ella se burló y sacudió la cabeza, poniéndose de pie para marcharse, ya que no quería seguir hablando con él. Justo cuando se disponía a caminar, las piernas le fallaron y estuvo a punto de caer de nuevo donde estaba sentada, pero Seojun la rodeó con un brazo para evitar que cayera al suelo.
Ella le empujó: "Suéltame-"
"Cállate." Le cortó, moviéndose para soportar su peso con el brazo derecho. La ayudó a bajar de la plataforma y la sentó para que sus piernas colgaran de dicha plataforma, "Yo... no te odio".
Yeona se quedó mirando sus pies, sin responder.
"Sé que dije que te odiaba, pero no es así. Nunca te odié. Sólo me enojé cuando te vi con Lee Suho esa noche. No creo que seas una asesina y no estoy enfadada contigo, estoy enfadada con él". Continuó en voz baja, también mirando a sus pies: "No te odio".
Yeona se mordió el labio y miró a cualquier parte menos a él: "Podrías habérmelo dicho antes".
Seojun se burló lastimosamente, "Lo sé. Lo siento."
Yeona asintió lentamente, "Yo también lo siento. Estaba siendo grosera incluso después de que me ayudaras". Ella le dijo, hurgándose las uñas inconscientemente, "¿Sabes... que Lee Suho también tiene un lado de su historia?" Yeona preguntó, finalmente encontrándose con su mirada, "Deberías escucharlo."
"No le respondió en su momento de necesidad, ¿qué más hay?" Preguntó con dureza, pareciendo que se arrepentía inmediatamente de su tono de voz, "No quiero hablar más de eso. Vámonos de aquí".
Pero yo tampoco...
Yeona frunció los labios, pero se guardó su réplica, decidiendo que estaba demasiado cansada para tratar de mantener una conversación seria. Hasta que frunció el ceño: "¿Por qué le odias a él y no a mí?". Preguntó, su curiosidad sacando lo mejor de ella.
"Sólo dije que no quería hablar de eso..." Habló en voz baja, suspirando. La miró y volvió a suspirar al ver la expresión de su cara. "¿Quizá en otro momento?". Preguntó con mirada complaciente, "¿Por favor?"
Yeona le miró a los ojos y asintió: "En otra ocasión."
"Bien. Ahora vámonos." Él le rodeó los hombros con un brazo, dejando que apoyara parte de su peso en él, "Sé que no me dijiste la verdad sobre lo que pasó... pero si nos hacemos mejores amigos..."
"Sólo confía en mí por ahora, ¿de acuerdo?" Ella preguntó, deteniendo sus pasos para mirarlo, "Sólo confía en mí. Estoy bien".
Asintió: "Okey"
Seojun terminó ayudándola la mitad del camino de regreso al lugar del karaoke antes de que finalmente pudiera caminar sin la sensación de entumecimiento en sus piernas. Cuando finalmente llegaron, Yeona había entrado para comprobar si el grupo todavía estaba dentro sólo para encontrar que la sala de karaoke estaba vacía y su bolsa también había desaparecido.
Ella maldijo, haciendo su camino de regreso afuera. Al ver a Seojun subiendo a su moto, se acercó a él: "Oye, odio preguntarte esto, pero ¿tienes algo de dinero que puedas prestarme?".
Seojun frunció el ceño, "No, ¿por qué?"
Yeona suspiró, frotándose la frente, "Vale, no importa. Nos vemos mañana".
Seojun agarró su muñeca, "Espera, ¿por qué?"
Yeona frunció los labios antes de hablar, "Uh, bueno, todos mis amigos se fueron del karaoke y cogieron mi bolso ya que me había ido tan de repente. Mi cartera estaba en mi bolso que tiene mi pase de autobús. No pasa nada, puedo volver a casa andando". Ella le dedicó una sonrisa: "Hasta mañana."
Intentó marcharse de nuevo, pero Seojun tiró de ella: "Toma". Le dio su casco de repuesto: "No vas a volver a casa andando después de todo lo que ha pasado esta noche. Uno, está demasiado lejos. Dos, estoy seguro de que Sungyong anda por alguno de estos callejones esperando a atraparnos". Dio una palmada en el asiento detrás de él, "Vamos".
Una sonrisa se dibujó en su rostro: "Gracias, Seojun". Su agradecimiento parecía ser por algo más que el paseo que le ofrecía, y él parecía saberlo, pero en lugar de decir nada, se limitó a indicarle que se diera prisa.
Ella se subió a la moto y le rodeó la cintura con los brazos. Seojun sonrió: "Listo. Vamos". Arrancó la moto, dio una vuelta rápida en U y se adentró en la noche.
Yeona sabía que eran más de las nueve y media y que su padre probablemente la mataría cuando llegara a casa, pero no le importaba. Suspiró mientras veía pasar el paisaje, sintiéndose satisfecha en ese momento. Podría haber tenido el peor caso de arritmias de su vida, y podría haber tenido una dura batalla de palabras con Han Seojun, pero eso terminó con algunas preguntas contestadas... y algunas todavía sin contestar...
Pero... él no la odiaba y no creía que fuera una asesina, lo que parecía traerle algún tipo de consuelo a la culpa que la embargaba constantemente. Tal vez podría conseguir que escuchara a Suho y ella podría traerle algo de paz a él también.
Exhaló un suspiro de satisfacción y sonrió. Podía ver que algunas cosas estaban mejorando.
ImJu: Heegyeong acaba de vomitar en el brazo de Suho... No preguntes cómo pasó pero...
ImJu: ¡Esto es lo más vergonzoso que me ha pasado! ¡Pensé que decirle a Suho que accidentalmente le había dado productos femeninos era vergonzoso! ¡Esto es aún peor!
ImJu: ¡IGNORA ESO! Yo no hice eso.
ImJu: ¡Está bien! Luego te cuento lo que pasó con eso... :-(