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♡⃝ 𓈒 ˚ ⟡ CAPÍTULO OCHO 🎧 ⸼ ۫• ֺ ᶻ 𝘇 𐰁 ᜔ ࣪
૮꒰ ｡っ -｡꒱ఎ 🍊 ⸝⸝ ?⠀˖⠀평⠀˚ ୨¡୧
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El sonido fue increíblemente alto, mis manos temblaron de una manera casi inmediata y mi mochila cayó al suelo. No lograba ver la cabellera de Bella entre los dos automóviles, de pronto empezó el bullicio y lo primero que se me ocurrió fue: correr.
Correr hacía donde había ocurrido el accidente con el corazón en la boca, temiendo lo peor.
—¡Bella, bella! —grité, no solo yo iba de manera desesperada hacía las camionetas juntas, casi todos los que se encontraban en el estacionamiento también.
Esquivando a un par de chicos, apenas llegué a dónde estaba mi amiga tuve muchísimo miedo de encontrarme lo peor. Me hice mil escenarios en mi cabeza sobre la castaña en el suelo con cualquier herida y solo eso bastó para que se me cristalizaran los ojos. Estaba asustada.
Pero fue todo lo contrario. Bella no estaba herida, estaba agachada con una expresión de total asombro casi como estuviera en shock. Me agaché junto a ella con el corazón en la garganta, tratando de inspeccionarla.
—¡Bella! Dios mío, ¿estás bien? —las demás personas llegaron casi que desesperadas a ver qué había ocurrido, pero Bella se mantenía mirando a un sitio fijo con los ojos abiertos.
Hasta que le seguí la mirada, había un gran hueco en la puerta de la camioneta de Tyler. Era gigante, como si mucha fuerza se hubiera ejercido para hacerlo. La cabeza de Tyler se asomó por la ventana con un corte en la frente y la mirada perdida.
—Lo siento mucho, Bella —se escuchaba su voz temblorosa y antes de que mi amiga en el suelo pudiera decir algo, se escuchó una sirena.
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No tenía mucho que agregar, apenas se llevaron a Bella en esa ambulancia junto con Tyler automáticamente ella me arrastró consigo, no me quejé tampoco, estaba nerviosa porque no sabía qué había ocurrido y cómo Bella podía estar bien. Me entró un miedo increíble al pensar que podría tener estrés post traumático al verla tan silenciosa y perdida. La llevaba agarrada de la mano en todo el camino. Y ella tampoco quería soltarse.
En el hospital, la sentaron en una camilla a examinarle los ojos y la tensión. Bella se veía extrañamente tranquila, pasó de verse sorprendida a serena. Yo estaba a su lado junto a una silla viendo cómo examinaban a Tyler también y le limpiaban la herida en su frente con cuidado. Mi amiga me vió de manera tímida y yo puse mi mano en su rodilla para calmarla, el ambiente estaba frío.
Hasta que las puertas se abrieron y entró el sheriff Swan desesperado, buscando a su hija.
—Bella, ¿estás bien? —la miró antes de voltearse para señalar a Tyler—: Tú y yo vamos a hablar, ¿estás bien? —volvió a girarse hacía la castaña con una expresión preocupada en su rostro.
—Hey, relájate, estoy bien.
—Bella, lo siento, traté de detenerme —habló Tyler, se le veía nervioso también.
—Lo sé, está bien —la castaña lo miró por encima del hombro, con mucha serenidad a mí parecer.
—No, no está bien —el sheriff lo miró acusatoriamente, casi como si lo estuviera fulminando y a la vez regañando. Tyler bajó la cabeza.
—Papá, no fue su culpa-
—Pudiste haber muerto, ¿entiendes eso? —no escuché la respuesta de Bella tal vez porque me encontraba sumida en mis pensamientos, por ejemplo, ¿por qué la van de Tyler tenía ese gran agujero ahí? y sobretodo ¿cómo hizo Bella para no salir herida?
Eran preguntas que me estaban comiendo la cabeza y yo, quería respuestas.
—Ve despidiéndote de tu licencia —dijo Charlie antes de que las puertas se abrieran y dieran paso a probablemente el ser más precioso que mis ojos habían visto. Un doctor de bata blanca, con facciones perfectas y piel pálida. De cabello rubio y ojos miel.
Entonces, esos ojos se me hicieron conocidos. Y la postura confiada también.
—Oí que la hija del sheriff está aquí —habló mientras caminaba hacía nuestra dirección. Todo de él irradiaba belleza.
—Doctor Cullen —saludó políticamente Charlie y fue cuando mis ojos lo enfocaron mejor.
Era otro Cullen. Me sentí increíblemente estúpida, era demasiado obvio. Todos en esa familia parecían dioses sacados de un libro de mitología, y el doctor Cullen parecía ser el patriarca de la familia.
—Charlie —respondió,— Yo atiendo esto aquí, Jane.
Se puso a ojear los papeles para luego hacerse las preguntas básicas a Bella de cómo se sentía, examinarle los ojos una vez más, mientras le explicaba que podía estar experimentando un estado de shock o trauma que, por suerte, no era su caso. Ya que para el doctor Cullen y para todos, Bella parecía estar bien. No tenía heridas ni rastros de sangre o siquiera algún indicio de que había quedado traumada.
—De no ser por Edward no estuviera aquí —el doctor frente a ella arrugó las cejas y ladeó la cabeza, mientras anotaba algo.— Él detuvo la van, me salvó.
Miré a Bella con una expresión de confusión tallada en mi rostro, traté de descifrar si capaz estaría alucinando mientras estudiaba su cara pero se veía normal. No entendía nada, ¿Edward la había salvado?
—¿Edward? ¿tú hijo? —preguntó Charlie, mirando al doctor Cullen que sólo se limitó a verla de reojo.
—Sí, fue increíble. Digo, él llegó súper rápido y eso que no estaba cerca de mí —la miré sospechosamente, sin pronunciar ni una palabra.
—Suena a qué eres muy suertuda —fue lo único que dijo el doctor Cullen, para luego sonreírle forzadamente. Bella lo siguió con la mirada y luego volteó a verme con estupefacción. El doctor Cullen volvió a llamar a Charlie y yo me quedé ayudando a Bella a recoger sus cosas.
Tomé su mochila, suéter y le agarré por un brazo para que se bajara de la camilla. En completo silencio mientras esperábamos a Charlie. Sentí que se giró a verme para luego hablar bajito.
—Tú me crees, ¿verdad? —preguntó mientras me veía por lo bajo, yo ladeé la cabeza.
—Suena descabellado, Bells —sus facciones decayeron por unos segundos, y miró al suelo.— ¿Estás completamente segura que Edward Cullen te salvó el trasero allá? —me tocó preguntar, de manera indecisa.
—No estoy mintiendo, te lo prometo, él detuvo la van con su mano y me protegió —me veía muy desesperada y de momento creí que tal vez, sólo tal vez, ella no estaba mintiendo del todo.
Aunque sonaba algo extraño.
¿Cómo un simple mortal podría detener una camioneta con su mano sin salir con un solo rasguño?
Luego estaba la gran abolladura en la puerta del auto, como si fuera hecho por un animal. Y uno muy fuerte, grande. Eso no parecía obra de un ser humano. O tal vez era yo la única que lo veía así.
Le murmuré a Bella que iría a llevar las cosas hacia la patrulla de su papá para agilizar el paso, mientras salía de la sala encontré a Rosalie Hale junto con el mismísimo Edward Cullen esperando unos pasos más afuera, la rubia tenía cara de estar súper enojada mientras que Edward solo se mostraba indiferente. Parecían estar hablando o bueno, solo la rubia hablaba pero apenas podía oír su voz. Caminé por un lado de ellos tratando de evadir las miradas, para irme fuera del hospital.
Una vez que guardé la mochila de Bella junto con su chaqueta en el asiento delantero, saqué mi celular para escribirle a Tobías.
sof:
puedes venir a buscarme?
estoy en el hospital.
enviado.
Miré hacía los alrededores mientras esperaba que mi teléfono vibrara, a lo lejos pude apreciar los autos de los hermanos Cullen estacionados al otro lado de la calle. Esperé a que Bella saliera pero pasaron los minutos y ella seguía sin aparecer afuera. Fue cuando mi vista captó el rubio cabello de Jasper parado atrás de la Jeep de Emmett.
Caminé medio cautelosa fuera del estacionamiento, para tratar de ubicar mejor al rubio. Mis ojos lograron ver a Alice junto a él, parados como estatuas pero moviendo sus bocas. Tenían expresiones de clara preocupación y lucían pálidos igual que siempre. Los miraba a lo lejos y miraba la cercanía que tenían, de repente me sentí celosa. Olvidando el hecho de que mi nueva amiga casi moría por un accidente en la escuela, mi ceño se frunció viéndolos conversar así de cerca.
Debía admitir, que me sentía insegura y rabiosa. Tal vez la gente decía que no eran hermanos pero he aquí el detalle: eran adoptados, por ende no compartía ningún lazo sanguíneo. Y llevaban conviviendo la mayor parte de su vida juntos. Tal vez llegaron a sentir algo el uno por el otro.
Me congelé apenas ví a Jasper girarse hacía donde yo estaba, para verme fijamente. Con esa mirada de dolor. De estreñimiento, más bien.
Y sentí una vibra extraña, era como si Jasper hubiera percibido mi presencia a lo lejos. Lo mismo con Alice que, ahora estaba viendo hacía donde yo me encontraba parada, aún estando a una distancia más o menos prudente podía ver sus ojos dorados brillar con intensidad. Pero por alguna razón no me sentía tan cómoda, mi cabeza solo pensaba en el hecho no tan ridículo de que había algo raro con los Cullen.
Sentí el teléfono vibrar en mi mano y antes de que Alice pudiera seguir avanzando hacía mí, me devolví casi que corriendo al estacionamiento del hospital. Apenas encendí la pantalla de mi celular, vi que Tobías estaba llamándome así que sin pensarlo lo atendí.
—¿Puedes venir a buscarme? —siento que mi tono sonó medio desesperado, pero no sé porque de pronto no me sentía del todo segura estando ahí.
—Voy llegando, ¿está todo bien? suenas nerviosa.
Justo cuando iba a abrir mi boca para responder, vi a Bella caminando junto a Charlie hacía la patrulla con una mirada desconcertada y perdida. Incluso sus ojos chocaron con los míos, antes de subirse moduló con sus labios un “llámame” y sentí que eso no era una buena señal.
—Ven rápido, Tobías.
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medio aburridito pero ahora se pondrá bueno todo 🔥🔥