Quería esconderse en algún lugar, lejos de la mirada de Victor. Ambos se separaron y Bella no sabía exactamente como explicar el porque estaban así, ni siquiera sabía explicar el porque estaba ahí.
¿Lo alejaría de Frankenstein?.
Recordó la vez que entro a la casa de ellos sin permiso y como Victor trataba de mantener oculto a Frankenstein.
-Yo...
-No necesito explicaciones.-habló Victor interrumpiendo abruptamente a Frankenstein, no estaba molesto pero si preocupado mudarse de nuevo no parecería ser una solución.
Tenia esa sospecha pero nunca había imaginado algo como eso.
-Pero si le gustaría saber si alguien más sabe la existencia de él.-afirmo Bella apenas en un murmuró, Victor asintió un poco sorprendido por la perspicacia de la castaña.
-No me puedes mantener oculto todo el tiempo.-repuso Frankenstein poniéndose de pie, Bella imitó su acción.
Victor negó con la cabeza, eso lo sabía pero sentía que aun él no estaba listo para estar por su cuenta con varias personas.
-Solo mi padre y un...-exactamente que diría ¿novio?¿vampiro?¿amigo?.
A estas alturas ya no estaba segura, ese asunto en su vida tenía que arreglarlo de una vez por todas.
-Lo hablaremos después tú y yo, Bella tiene que ir a su casa.-intervino Frankenstein entrelazando su mano con el de ella.
Después de eso ellos salieron dejando a Victor solo en la sala, no intento detenerlo en ocasiones Frankenstein era testarudo.
Frankenstein trataba de parecer tranquilo, por supuesto que no quería irse de ahí, al menos no por el momento. Además tenía que contarle a Bella lo que pasó, estaba sintiendo miedo, temor e inquietud.
Sintió como ella empezó a trazar círculo en la mano haciendo que se sintiera más relajado y reconfortado.
Pero de alguna manera para los dos se sintió un momento más íntimo y personal.
-Si quieres yo podría explicarle todo.-hablo Bella observándolo, él se sentía hipnotizado a su alrededor con tan sólo ver como sus ojos cafés lo miraban y esa pequeña sonrisa en su rostro.
Tuvo que parpadear con tal de salir de ese leve aturdimiento.
-No te preocupes Bella, yo hablaré con él.-dijo Frankenstein, restándole importancia al asunto, intentando no mostrar emoción alguna al sentir la mirada de ella.
-¿Seguro?.-inquirió Bella y él asintió en respuesta.-Bien, me tengo que ir antes de que Charlie se preocupe.
-Te acompaño.-afirmo Frankenstein subiéndose en el lugar del copiloto causado la confusión de la castaña.
-¿Como vas a regresar?.-preguntó Bella curiosa y preocupada no quería que algo le pasará, aunque había descubierto que él tenia condiciones distintas a un humano.
Él sonrió.
-Caminando, nada me pasará.-le aseguro Frankenstein haciendo que Bella mostrara una mueca de disgusto por esa idea.
A regañadientes Bella accedió, Frankenstein podía llegar a ser demasiado insistente. Al momento de llegar a la casa de los Swan, Bella noto como una sombra se movió demasiado rápido no había que ser un genio para saber de quien se trataba.
Por una parte se sintió culpable, sentía que algo estaba haciendo mal pero nunca había pasado algo más entre ella y Frankenstein. Pero ya no podía negar aquellos sentimientos que trato de ignorar por bastante tiempo sentía algo fuerte por Frankenstein pero aun estaba con Edward.
No iba a negar que el vampiro fue su primer amor, pero todos esos sentimientos se fueron desvaneciendo desde que él cobrizo la dejo. Por supuesto que estaba preocupada por las lastimar a Edward, la graduación estaba cerca, lo que significaba convertirse pronto. Sin embargo sabía que nada era igual, su relación estaba tomando un giro que no le gustaba.
Tal vez dolería un poco o al menos eso pensaba ella. Pero era lo mejor, tanto para ella como para él vampiro.
-Tengo algo que contarte. Posiblemente me odiaras.-hablo Frankenstein mirando hacia el frente, de repente se puso serio.
-Dudo que pueda odiarte.-expreso Bella frunciendo levemente el ceño.
-¿Recuerdas a quien herí aquella vez?.-inquirió él aun sin voltearla a ver. La castaña susurró un "si".-Llego otra vez, solo que con un arma. Perdí el control y...
-Ahora esta muerto.-completo Bella sintiendose un poco aturdida pero no sentía miedo hacía Frankenstein.
-Lo siento, no quería hacerlo.-Frankenstein volteo a verla, esperando cualquier reacción negativa por parte de la castaña.
Por un momento Bella no supo que decir, suspiró y después de unos minutos agarró las dos manos de él.
-Escucha, no te odio. No podría hacerlo pero creo que debemos trabajar con ese control de ira.-dijo Bella tratando de no perderse en los ojos verdes de él.
Él asintió con una leve sonrisa, la acompaño hasta la puerta de su casa y se despidió de ella con un beso en la mejilla.
Lo que hizo que ella se ruborizara.
Frankenstein camino por el bosque, lo bueno era que no se le dificultaba además esto le ayudaría a pensar en que decirle exactamente a Victor.
Por otro lado Bella subió a su habitación, Charlie le tocaba llegar más tarde a casa por lo que podía hablar bien con Edward.
Lo primero que observo es a él sentando al borde de la cama, estaba serio y parecía molesto.
-¿Como puedes pasar por alto que mato a Tyler?.-inquirió Edward incrédulo.
-Necesitamos hablar.-pronuncio Bella mirando hacía el suelo, no sabía como explicarle que lo suyo ya no funcionaba pero ¿Alguna vez lo hizo?.
Ambos querían cosas tan distintas.
Y aunque ambos regresaron, no se sintió igual.
-Es por él, ¿cierto?.-pregunto Edward con resentimiento y molesto.
-Seamos realistas, Edward. Esto no esta funcionando, últimamente siempre discutimos y...-hizo una pausa, indecisa si decirlo.-Lo mejor es que esto termine.
Finalmente dijo Bella, esperando a que Edward lo entendiera. Sin embargo él se levanto abruptamente furioso.
-¿Como puedes preferir un monstruo?¡El no puede amar!.-exclamó Edward alejándose de la castaña no quería lastimarla físicamente, no quería dejarse llevar por sus impulsos.
-Ya vimos que los vampiros pueden amar ¿Por qué él no?.-inquirió Bella en tono irónico, se cruzo de brazos molesta.-Ese será mi asunto, pero no es justo que continuemos con esto, al menos no cuando yo ya no te amo.
Aquellas palabras fueron suficientes para que Edward se fuera de inmediato de ahí, Bella no quería lastimarlo pero tampoco podía seguirse mintiendo, porque cada vez que estaba con Edward añoraba estar con Frankenstein.
No le dolió.
Lo cual debería ser extraño, pero tal vez se debía a todo lo que lloro y sufrió cuando Edward termino con ella.
En cambio se sintió aliviada de estar sola en su habitación.