CAPÍTULO 275. EMBARAZO; SHEN LIANG ACTUANDO RARO (1)
"La señorita goza de buena salud y no presenta síntomas."
El médico no tardó en dar el diagnóstico de Shen Qiang. Liu Shuhan miró débilmente a Sun Jing que esperaba en la puerta y dijo: "¿Lo has oído?"
¿Cómo se atreve a venir una concubina lateral a hacerse la salvaje aquí? ¿Quién le dio las pelotas? Cuando todo estuviera arreglado, ¡estaría tan muerta! ¡Puta!
"Claro, lo he oído claramente. Doctor Zhang, por favor sígame y tómele el pulso a otra concubina."
Sun Jing hizo una leve reverencia y se marchó con el Doctor Zhang, que no mostraba ninguna expresión en su rostro.
Liu Shuhan miró fijamente a su espalda y de repente dijo tras un momento de contemplación: "¡Envía a alguien que les siga!"
"¿Madre?"
Ambos hermanos la miraron con extrañeza, y el rostro de Liu Shuhan se ensombreció mientras decía: "Sun Jing no haría esto sin motivo. Temo que tenga algún propósito oculto. Por eso le pedí a alguien que la vigilara."
Lo que Liu Shuhan no esperaba era que el resultado que siguió fue que tanto Shen Jing como Shen Qiao estaban embarazadas. No era nada si Shen Qiao estaba embarazada. El embarazo de Shen Jing no era algo bueno para ellos. Aunque todos sabían que Shen Jing sólo llevaba un bastardo, pero la gente de fuera no lo sabía. Además, Shen Hui ya estaba muerto. Sería imposible para ellos difundirlo. Después de todo, Shen Jing y Shen Qiang estaban en el mismo barco. ¡Los de fuera sólo pensarían que Shen Jing llevaba en su vientre al hijo del cuarto príncipe, nieto del actual emperador!
"¡Madre, no podemos dejar que Shen Jing dé a luz!"
El hecho de que Shen Hui fue quien las violó debería ser un secreto para siempre. El niño que llevaba Shen Jing sólo podía ser del cuarto príncipe, ¡y Shen Qiang no permitiría que su hijo naciera antes de quedarse embarazada!
"¡Tranquila! El embarazo de Shen Jing no es del todo malo."
Acariciando suavemente la mano de su hija, Liu Shuhan continuó: "Si se hace pública la noticia del embarazo de Shen Jing, el cuarto príncipe tendrá que venir a casarse con las dos. Qiang'er, mantén la calma y cásate primero con el cuarto príncipe. Aunque ahora esté embarazada, ¡a ver si tiene suerte y lo da a luz!"
Era demasiado fácil hacer abortar a una mujer embarazada.
"Hmm."
Liu Shuhan hacía mucho este tipo de cosas, y Shen Qiang también lo comprendió al instante. La madre y la hija se sonrieron mutuamente, y Shen Xiao también mostró una sonrisa espeluznante.
Por otro lado, al saber de repente que estaba embarazada, Shen Jing se asustó un poco. Lv Yang se quedó completamente helada. Y Shen Qiao, a la que también le dijeron que estaba embarazada, volvió a enloquecer. Zhao Lan la sostenía llorando tristemente, nada inusual.
Por el momento, sólo Liu Shuhan y su hija, Lv Yang y su hija, Zhao Lan y su hija, así como Shen Liang, eran conscientes de que llevaban las semillas de Shen Hui. Los demás sólo pensaban que Shen Jing estaba embarazada del cuarto príncipe. Si seguía con la cara larga, sin duda despertaría las sospechas de la gente.
"Jing, ¿qué debemos hacer? No podemos dejar que el niño salga."
En cuanto madre e hija regresaron a la habitación de Shen Jing, Lv Yang cerró la puerta y caminó ansiosamente de un lado a otro. Ahora que la familia de sus padres se había derrumbado, y que ella se había asustado hacía un rato y actuaba como una loca ahora, su marido ya no se preocupaba por ella tanto como antes. Su única esperanza era esta hija.
"Mamá, ¿puedes callarte?"
Shen Jing gruñó impaciente, haciendo que Lv Yang cerrara la boca de inmediato. Una pizca de tristeza asomó en el fondo de sus ojos, y su hija parecía diferente de antes.
"Debo casarme con el cuarto príncipe."
Sin saber cuánto tiempo había pasado, Shen Jing apretó los puños y apretó los dientes: "Mamá, intenta encontrar la manera de que alguien haga público mi embarazo. De este modo, tendrá que casarse conmigo. En cuanto al niño..."
Hablando de esto, Shen Jing se apretó el estómago y dijo: "No es demasiado tarde para quitármelo después de casarme con el cuarto príncipe."
Mirando la cara retorcida de su hija, Lv Yang no encontró nada que decir por un momento.
"Madre."
Al ver que no había respondido durante mucho tiempo, Shen Jing volvió a llamarla con impaciencia. Lv Yang entró entonces en razón: "Oh, bien, iré a ocuparme de ello ahora mismo. Jing, ¿estás segura de que nadie sabe lo de Shen Hui?"
"No te preocupes, madre. Incluso si Liu Shuhan y Shen Qiang lo saben, ¿cómo tendrían las pelotas para soltarlo?"
Shen Jing le cogió la mano y le dijo: "Mamá, ahora que la familia de mis abuelos se ha derrumbado, no sé cuánto tiempo podremos mantener en secreto el fingimiento del coma de mi abuela. Si no me he casado con la mansión del cuarto príncipe antes de que se descubra, me temo que nunca tendré una oportunidad en el futuro."
Además, si no podía casarse con la Mansión del Cuarto Príncipe, nadie la querría en el futuro, y su vida estaría totalmente jodida.
"Hmm, tienes razón. Haré el arreglo ahora mismo."
Lv Yang estuvo totalmente de acuerdo con lo que dijo su hija. La cara de Shen Jing se volvió aún más sombría después de salir, y su mente estaba llena de pensamientos sobre cómo vengarse de los que la miraban ahora por encima del hombro, ¡especialmente Shen Liang!
🔆_______________________________🔆
Pronto, la noticia del embarazo de Shen Jing y Shen Qiao se extendió por toda la ciudad imperial antes del anochecer. Qin Yunshen envió inmediatamente a alguien a preguntar por el médico que les había tomado el pulso tras enterarse. Tras confirmar que Shen Jing estaba realmente embarazada, se enfadó tanto que estuvo a punto de destruir su estudio. Siempre sintió algo extraño al respecto, que era una de las razones por las que aún no se había casado con ellas. Sin embargo, ahora Shen Jing estaba embarazada. Toda la ciudad imperial sabía que los niños eran suyos, y si seguía sin casarse con ellas, el buen nombre que una vez había trabajado duro para establecer para sí mismo podría ser puesto a la antorcha.
"¿Embarazada?"
Su Majestad también recibió la noticia, pues el comandante de la guardia de las sombras le informó en primer lugar.
"Sí, lo he investigado."
Dijo respetuosamente el comandante en la oscuridad.
"¿Cómo se llama la otra señorita de la familia Shen? ¿También está embarazada? ¿Seguro que es hijo de mi cuarto hermano?"
Tras un momento de contemplación, Su Majestad volvió a preguntar.
"Sí."
"Muy bien, baja tú primero."
Después de despedir a los guardias de las sombras, Su Majestad llamó a Yang An y le dijo: "Redacta dos edictos imperiales, uno a la casa de mi cuarto hermano y el otro a la Mansión del Duque Dongling."
"¿Ah?"
Yang An fingió no entender, y Su Majestad le puso los ojos en blanco: "No te hagas el tonto ante mí. No me creo que aún no lo sepas. Todo el mundo lo sabe fuera. La anterior esposa de Su Alteza Jian ha fallecido hace tiempo. Es hora de que vuelva a casarse."
CAPÍTULO 276. EMBARAZO; SHEN LIANG ACTUANDO RARO (2)
Aunque el estatus de esta princesa heredera sería ligeramente inferior, aún conocía la reputación de su propio hermano menor. Ahora, ¿quién se atrevería a casar a su hija o a Shuang'er con él? ¡Más de diez de sus concubinas habían muerto en total!
"Entendido."
Yang An no se atrevió a replicar, de hecho, ya lo sabía. Aunque no era más que un eunuco, como jefe de la corte imperial, también tenía que ser lo suficientemente inteligente. Su red de inteligencia no era inferior a la del emperador, tanto dentro como fuera del palacio, e incluso en algunos asuntos, su inteligencia era más rápida y precisa que la del emperador.
Al tercer cuarto de la octava de la tarde, dos edictos imperiales fueron anunciados casi simultáneamente en la Mansión del Cuarto Príncipe y en la Mansión Dongling. El primero ordenaba a Qin Yunshen ir a casarse con sus concubinas laterales en un plazo de tres días, mientras que el segundo nombraba a Shen Qiao concubina de Alteza Jian. Ambos tenían un aspecto horrible tras recibir el edicto imperial. Qin Yunshen casi aplastó a la fuerza el edicto imperial, mientras que Shen Qiao armó un escándalo como una loca en cuanto el eunuco que anunció el edicto imperial se marchó, y en mitad de la noche, todo el patio trasero pudo oír sus aullidos.
"¡Los movimientos del viejo emperador son realmente rápidos!"
Pronto llegaría julio, y el tiempo era cada vez más caluroso. Después de cenar, Shen Liang y los demás no fueron a descansar, sino que se reunieron en el patio para refrescarse. Pei Yuanlie también le acompañó. Por su aspecto, nadie se sintió extraño ni qué, y tampoco era tan comedido como antes.
"Claro que tiene que hacerlo."
Mientras Shen Liang sostenía en brazos al bollito que se retorcía, Pei Yuanlie ni siquiera tuvo oportunidad de intimar con él, y cuando habló, su tono estaba lleno de resentimiento.
"¿Ah?"
Shen Liang alzó las cejas. ¿Había ocurrido algo grande recientemente?
"Tu abuelo está regresando, y los enviados del Reino Wei también vendrían con él."
Sí, ¡vendrían enviados de otros reinos!
Después de sus palabras, Shen Liang finalmente recordó que pronto todos los enviados de los reinos vecinos vendrían al Reino Qin, que era una tradición que había existido desde la fundación del Gran Qin. En aquella época, el Reino Qin era sin duda el reino más grande, y todos los pequeños reinos vecinos se inclinaban ante el trono. El emperador Shengzu les ordenó enviar enviados cada tres años a la ciudad imperial del reino Qin. Durante cientos de años, aunque el Reino Qin decayera gradualmente mientras los reinos vecinos se hacían más fuertes, esta tradición seguía conservándose, pero la diferencia era que antes los enviados solían actuar como sus dependientes, pero ahora todos eran extremadamente arrogantes. Ya no estaban aquí para comunicarse, sino para mostrar su propia fuerza.
El Reino Wei estaba situado al sur del suroeste, así que habían venido con el abuelo de Shen Liang, pero...
De repente, Shen Liang exudó un aura asesina por todas partes, y su cuerpo no pudo evitar temblar. Pei Yuanlie, que lo notó en primer lugar, cogió al bollito y se lo lanzó a Fu Ying, se inclinó hacia él y lo abrazó con preocupación, preguntando: "¿Qué pasa?"
"Yo..."
Al levantar la vista, Shen Liang ya tenía los ojos inyectados en sangre, pero su rostro estaba espantosamente pálido. Incluso Qi Xuan se dio cuenta de su anormalidad y todos se reunieron a su alrededor uno por uno.
"Está bien, está bien. Conmigo aquí, todo irá bien."
Sintiendo como su corazón era pellizcado en un instante, Pei Yuanlie le abrazó mientras le consolaba suavemente. Era la primera vez que veía el lado frágil e indefenso de Shen Liang.
"Liangliang..."
Qi Yue y los demás también estaban preocupados.
"No tengas miedo, está bien, está bien."
Sintiendo que su cuerpo temblaba más y más ferozmente, Pei Yuanlie sintió como si alguien le estuviera rebanando el corazón pedazo a pedazo. Simplemente lo cargó y volvió a la habitación de Shen Liang.
"Liangliang... ¿Qué le pasa?"
Qi Xuan se detuvo tras perseguirle unos pasos, con el rostro y los ojos llenos de preocupación. Liangliang ahora mismo era como aquel que había sido acosado en la mansión del pueblo y no se atrevía a dejar que lo supieran, sino que se escondía en secreto bajo las colchas sollozando. Aunque sólo habían pasado unos meses, ya no estaba acostumbrado a Liangliang de esa manera. Le gustaba el Liangliang actual, hermoso, inteligente y valiente.
"No pasa nada. Con Su Alteza cerca, estará bien."
Acercándose para sostener los hombros de su hermano menor, Qi Yue no se dio cuenta de que, de hecho, su voz había estado temblando todo el tiempo.
"¿Liangliang? Liangliang, mírame, ¡soy Pei Yuanlie!"
Llevándole hasta la habitación, Pei Yuanlie le metió cuidadosamente en la cama, se sentó a su lado y le sujetó la cara con ambas manos, obligándole a mirarle a los ojos.
"Yuanlie..."
Una débil sonrisa se dibujó lentamente en su rostro y, después de todo esto, Shen Liang casi se había recompuesto, pero las manchas de sangre de sus ojos aún no se habían desvanecido.
"Hmm."
Mientras volvía poco a poco a la normalidad, Pei Yuanlie se recostó en su cuello y respiró hondo unas cuantas veces, diciendo: "Dime, ¿qué está pasando?"
Su estado era demasiado malo y, por un momento, pareció a punto de romperse en pedazos.
"Yo... estoy bien, sólo he recordado algún pasado doloroso."
Levantando la mano y acariciándole la cara, Shen Liang dijo con tono ahogado. En su vida anterior, cuando llegaron aquellos enviados, la noticia de la muerte de su hermano mayor le llegó desde el campo de batalla del noroeste. Quizá el dolor era tan intenso que lo había olvidado. En cuanto Pei Yuanlie sacó el tema, lo recordó de repente. Mientras tanto, el fuerte dolor y el odio también le golpearon al mismo tiempo, haciéndole casi incapaz de soportarlo. Si Pei Yuanlie no le hubiera despertado a tiempo, su situación habría empeorado.
"¿Todavía no estás dispuesto a decirlo?"
Al ver eso, Pei Yuanlie sintió mucha pena por él. Si hubiera sido antes, no podría preguntarlo, pero esta vez le asustó de verdad. ¡Estaba tan desesperado queriendo saber qué tipo de dolor había experimentado y qué tipo de dolor haría que de repente una persona tuviera cambios tan dramáticos!
"¿De verdad quieres saberlo?"
Volviendo gradualmente a la normalidad, Shen Liang captó con agudeza el fugaz dolor en sus ojos, y su corazón se apretó con un débil dolor. ¿Era demasiado egoísta? Yuanlie se lo contó todo, pero nunca quiso contarle el mayor secreto de su corazón.
"Si te trae recuerdos dolorosos, olvídalo. Esperemos a que puedas contármelo con calma. Al menos esta noche, no quiero volver a asustarme."
Con un suspiro de impotencia, Pei Yuanlie cerró su ropa y se tumbó, estrechándole entre sus brazos. Desde pequeño, aunque había vivido con el temor de morir en cualquier momento, nunca había tenido miedo. Pero ahora estaba realmente asustado, y fue entonces cuando se dio cuenta de que la posición de Shen Liang en su corazón era mucho más importante de lo que había pensado.
"Hmm, vamos a procesarlo primero. Te lo contaré todo como muy tarde el día que nos casemos."
Levantándose de sus brazos, Shen Liang se recostó sobre su pecho y levantó la mano para acariciarle la cara. "¿Te parece bien?"
"De acuerdo."
Pei Yuanlie asintió en respuesta, con los ojos fijos en él. Shen Liang finalmente reveló su sonrisa habitual y se inclinó hacia delante para besarle activamente en los labios.
CAPÍTULO 277. ¿CAMPO
DE BATALLA SHURA?
INEXISTENTE (1)
Al día siguiente, viendo que Shen Liang estaba tan fresco como de costumbre, Qi Yue y los demás, que habían estado preocupados toda la noche, se sintieron tranquilos. Todos tácitamente no le preguntaron por qué estaba así anoche. Durante el desayuno, Qi Yue dijo que He Yang, hijo de la familia He de la Mansión Tongchuan, llegaría hoy a la ciudad imperial. Después de mencionarlo la última vez, envió inmediatamente una carta al Viejo He. En aquel momento, la mansión estaba sumida en el caos, y el Viejo He y su esposa acababan de tomar posesión de su cargo, y muchas cosas aún no se habían solucionado, por lo que He Yang se quedó temporalmente para ayudar. No fue hasta que se sembraron las nuevas semillas y la mansión recobró gradualmente su antiguo orden, que hizo que alguien enviara a He Yang a la ciudad imperial.
"Hmm, llévalo directamente a la mansión. Volveré antes del mediodía."
Ahora que la tienda poco a poco se puso en marcha, ya no necesitaba ser el médico de guardia allí todo el día. Sólo tenía que mostrar su cara allí todos los días.
"Entendido."
Asintiendo, Qi Yue ayudó a recoger la mesa y luego salió con Fan Zhongyun. Hoy iban a inspeccionar esas tiendas, pero Qi Xuan no necesitaba ir. Se quedaría en casa practicando artes marciales. Últimamente, les seguía a todas partes, y a menudo se levantaba a practicar artes marciales en mitad de la noche, cuando cantaba el gallo.
"Cerdo, cerdo..."
Al ver que Shen Liang estaba a punto de marcharse de nuevo, el pequeño Shen You, que estaba en brazos de Qi Xuan, le miró como si fuera a llorar. El corazón de Shen Liang se ablandó y se acercó para coger su manita y le dijo: "Pórtate bien. El tío volverá pronto."
"Tío, tío..."
El pequeño Shen You trepó por su muslo y arrojó la mayor parte de su cuerpo en sus brazos. El tono sollozante sonaba tan lastimero.
"¿Qué tal si vas a pasar el rato con tu hermanito mayor?"
Divertido, Shen Liang intentó quitárselo de encima. Era una pequeña reina del drama. ¡Cada vez, lo hacía como si se separaran para siempre!
"Hey, You'er, toma esto..."
Al ver eso, el lindo Dabao cogió el sonajero y lo agitó delante de él, tratando de meterlo en la mano de Shen You.
"¡Mira! Saltamontes..."
La atención del pequeño Shen You se desvió al instante. Cuando recobró el sentido, Shen Liang ya se había marchado con Lei Zhen y Yaoguang. Tiró inmediatamente el tambor sonajero y, mientras observaba sus espaldas, sus ojos se entrecerraron con lágrimas: "Tío, tío..."
El hecho de que siguiera llamando a tío hizo que la gente se enterneciera. Qi Xuan se apresuró a sujetarle y se dio la vuelta para alejarse. Dabao cogió el sonajero, e incluso Fu Ying agarró un pequeño muñeco de conejo para engatusarle. Pei Yuanlie no dijo nada malo, ¡el pequeño Shen You era sólo un pequeño antepasado!
Desde el centro de la ciudad hasta la calle Nueve Li, tardaron casi una hora. Durante el tiempo que pasaban en el carruaje, Shen Liang solía leer algunos libros de medicina para pasar el rato. Aunque últimamente parecía estar demasiado ocupado, en realidad nunca había dejado de estudiar el Atardecer Sangriento. Gracias a la rica colección de libros de los Guardias de Oscuro Inframundo, había adquirido muchos conocimientos sobre el Atardecer Sangriento. Desgraciadamente, la Puesta de Sol Sangrienta se había perdido hacía demasiado tiempo, y seguía siendo incapaz de encontrar un antídoto en poco tiempo. Sólo basándose en su propio conocimiento del Atardecer Sangriento, reforzó aún más la receta hemostática para la condición física de Pei Yuanlie, asegurándose de que pudiera detener rápidamente la hemorragia como una persona normal cuando fuera herido.
"Whoa..."
Después de conducir durante un rato, el carruaje se detuvo repentinamente de emergencia. Cuando Shen Liang estaba a punto de preguntar qué ocurría, una conversación llegó desde el exterior.
"Mi maestro ha invitado a Childe Shen Lian y desea que baje del carruaje para charlar."
Al oír esa voz, Shen Liang curvó los labios, diciendo antes de que Lei Zhen y Yaoguang se negaran: "¿Tu amo ni siquiera me dice su nombre y me pide que charlemos? ¿No sabe que soy Shuang'er, que ya tiene prometido? Tratando de arruinar mi reputación de esta manera, no creo que tu maestro sea bueno. Lei Zhen, vámonos."
"¡Entendido!"
Al recibir la orden, Lei Zhen apretó las riendas y estaba a punto de blandir su látigo. Entonces el otro lado dijo: "Childe Shen Liang entendió mal. Mi amo no es mala persona. Sólo te admira y quiere hacerse amigo tuyo."
"No hay decenas de miles de personas en la ciudad imperial que quieran hacer amistad conmigo. ¿Crees que le daré una oportunidad a alguien sin nombre?"
Burla descarada. La cara de aquel tipo que detuvo su carruaje tenía el rostro ensombrecido debido a la gran vergüenza, pero con la orden del maestro, no podía rendirse fácilmente. Justo cuando no sabia que hacer, una agradable voz masculina llego desde el segundo piso de la casa de te a un lado.
"Ya que el Childe Shen Liang no quiere ver a alguien sin nombre. Me pregunto si tengo el honor de tomar una taza de té con usted."
Delante de la ventana abierta en el segundo piso, un hombre guapo estaba de pie allí. No era otro que Qin Yunshen, a quien el emperador ordenó anoche que casara a Shen Qiang y Shen Jing en un plazo de tres días.
"El cuarto príncipe, es el cuarto príncipe..."
"¡Larga vida, mi príncipe!"
"¡Viva!"
Debido a sus frecuentes actividades entre la gente, algunos curiosos avispados le reconocieron y alguien gritó de repente. Todos los civiles de las calles se arrodillaron, y el rostro de Qin Yunshen no pudo evitar estremecerse. Justo cuando iba a dejar que se levantaran, la cortina del carruaje de Shen Liang se abrió ligeramente y apareció primero una mano fina y delicada. Siguiéndole de cerca, Shen Liang, vestido de azul, se apeó.
"Qué hermoso..."
Siempre que aparecía Shen Liang, causaba sensación. Hoy en día, su reputación estaba en su apogeo en la ciudad imperial. Desde hombres de ochenta años hasta un niño de tres, nadie le desconocía. Su aparición eclipsaba incluso al cuarto príncipe.
¡Parece aún más hermoso!
CAPÍTULO 278. ¿CAMPO
DE BATALLA SHURA?
INEXISTENTE (2)
Incluso Qin Yunshen no pudo evitar sentirse un poco perdido en su belleza. La belleza de Shen Liang era demasiado deslumbrante, y nadie podía ignorarla. Tras este periodo de reflexión sobre sí mismo, Qin Yunshen descubrió de repente que su excesiva obsesión por él había echado raíces en su corazón sin saberlo. La razón principal por la que no quería volver y casarse con Shen Qiang y Shen Jing era por él, de lo contrario, darle a Shen Qiang un título de concubina secundaria no sólo apaciguaría a Liu Wenjin, sino que también se ganaría a la Mansión Dongling. Aunque dudara de la autenticidad de aquello, no tenía nada que dudar. De todos modos, sólo dos mujeres más en su patio trasero.
"Mi príncipe."
De pie en el carruaje, Shen Liang cumplió con su etiqueta e hizo una leve reverencia.
"Ahórratelo."
Tras recuperar la compostura, Qin Yunshen agitó la mano y dijo: "Todos en pie. Vengo a tomar una taza de té y he visto el carruaje de Childe Shen, así que quiero charlar con él. Tómenme como un civil."
"Gracias, mi príncipe."
Había que decir que la reputación de Qin Yunshen entre la gente era realmente buena. Incluso después de lo de Shen Qiang y Shen Jing, bajo la deliberada dirección de la opinión pública, la mayoría de la gente seguía pensando que le habían tendido una trampa esas dos maliciosas mujeres, él también era la víctima. De este modo, su reputación no sólo no se había visto dañada, sino que había mejorado.
Shen Liang, que tenía la cabeza ligeramente gacha, curvó los labios. No era fácil derrocar fácilmente a Qin Yunshen, pero tenía mucho tiempo y paciencia. Algún día, le arrancaría definitivamente su máscara hipócrita y mostraría a todos qué clase de pícaro era el supuesto príncipe virtuoso.
"¿Quieres subir y tomar una taza de té?"
Este asunto había causado tal conmoción que incluso Su Majestad estaba alarmado. Lo mismo le daba ser colgado por una oveja que por un cordero, Qin Yunshen volvió a invitar a Shen Liang.
"Lo siento."
Shen Liang enderezó la espalda y levantó lentamente la cabeza. "Estás a punto de convertirte en mi cuñado. Es realmente inapropiado quedarme a solas contigo. Lo siento."
Estaba loco si se quedaba a solas con Qin Yunshen. Aunque realmente quería saber cómo Qin Yunshen sabía que pasaría por allí a esta hora, esa pizca de curiosidad no era digna de mención comparada con su nauseabundo sentimiento contra él.
"Ya que somos familia, y tú estás acompañado por tus guardias, ¿cómo puedes decir que estamos los dos solos? ¿O te sientes inferior para quedarte conmigo?"
Qin Yunshen se sintió como poseído, y estas palabras las soltó instintivamente sin ningún pensamiento o preocupación sobre si dejarían un tema para que los civiles cotillearan.
"¿Qué tal si te hago compañía?"
Acompañado de una voz dominante, todos sólo sintieron pasar una magnífica luz púrpura. Al segundo siguiente, por el lado de Shen Liang ya había aparecido una figura alta y recta, un rostro apuesto exquisito e impecable, una sonrisa sin pretensiones en los labios y una lujosa túnica púrpura que permanecía inalterable como siempre. ¿Quién podía ser sino Pei Yuanlie?
Las profundas pupilas de Qin Yunshen se contrajeron, y sus manos atrás se cerraron en puños. Sus labios, que siempre habían lucido una tenue sonrisa, se apretaron con fuerza formando una línea recta. Sus ojos se entrelazaron en el aire, emitiendo instantáneamente chispas que parecían anunciar la llegada del campo de batalla Shura, pero...
"¡Esto está muy animado a primera hora de la mañana!"
Sonó otra voz risueña, seguida de un apuesto joven vestido de blanco, que se acercó lentamente.
"Alteza Jing..."
Los civiles que acababan de verle cruzar la calle en su caballo le reconocieron de un vistazo. Jing Xiran sonrió levemente a los civiles y ahuecó las manos: "Mi príncipe, Alteza Qingping, Childe Shen, cuánto tiempo sin veros. ¿Cómo les va últimamente?"
¿Parece que les va bien?
Los tres se quedaron sin habla. Después de su entrada, el campo de batalla Shura ya no era posible.
"Ya que Yuanlie y Xiran también están aquí, ¿por qué no suben juntos?"
Qin Yunshen, que ya se había calmado, volvió a esbozar su habitual sonrisa amable, pero Pei Yuanlie no pareció tragárselo: "Olvídalo. He oído que Su Majestad te ha ordenado que te cases de nuevo con las dos concubinas laterales en un plazo de tres días. ¿Cómo puedo retrasar tu precioso tiempo? Liangliang, ¿qué tal si te llevo a la calle Nueve Li?"
Las palabras que Pei Yuanlie le dijo a Qin Yunshen fueron lo más irónicas posibles. Pero las palabras dichas a Shen Liang fueron lo más gentiles posibles. Todos los civiles dijeron que hacían una pareja perfecta, mientras Qin Yunshen casi vomitaba sangre.
"Gracias entonces."
Shen Liang hizo una leve reverencia y cumplió con la etiqueta.
"Mi príncipe, nos despediremos primero."
Levantando la cortina para Shen Liang, Pei Yuanlie sólo le dijo eso a Qin Yunshen antes de subir también al carruaje. Sin embargo, poco después, Jing Xiran, que estaba fuera, también subió.
"¿Qué haces aquí arriba?"
El carruaje se alejó poco a poco. Con una mano sujetando a Liangliang, Pei Yuanlie mostraba una expresión de disgusto en su rostro, mirando fijamente a alguien que le impedía estar a solas con Liangliang.
"Si no me levantaba, ¿quieres que me ocupe yo solo de ese monstruo que escupe fuego y casi se vuelve loco?"
"Pfff..."
La descripción de Jing Xiran hizo que Shen Liang soltara una carcajada incontrolable. Qin Yunshen realmente se volvería loco y escupiría fuego si escuchara sus palabras, ¿verdad?
"Mi señor."
En el segundo piso, Qin Yunshen había estado de pie frente a la ventana viendo partir su carruaje. Ye Tian se adelantó impotente. Sabía que al príncipe le había gustado Shen Liang, pero dada la situación actual, ¿cómo podría ganarse a Shen Liang? Ahora que la gente de la familia Wei ya estaba de vuelta, ¡nunca permitirían que el cuarto príncipe, que ya tenía dos concubinas al lado, se casara con Shen Liang! Cabe señalar que la familia Wei tenía sus reglas familiares: ningún vástago podía tomar una concubina. Por lo tanto, a lo largo de las generaciones de la familia Wei, su hija o Shuang'er podía encontrar a una persona corriente, pero esa persona no debía tener una concubina o qué. Wei Zeqian fue la única excepción y la más trágica.
"Envía a alguien para llevar a Shen Jing y Shen Qiang de vuelta a la mansión."
Retirando su mirada, la sonrisa habitual de Qin Yunshen no pudo aguantar, y su voz era tan fría como si viniera de las profundidades.
"¿Simplemente llevarlos de vuelta así?"
Ye Tian frunció ligeramente el ceño. Olvídate de Shen Jing, Shen Qiang era la hija legítima del Duque Shen y la sobrina de Liu Wenjin. ¿No sería demasiado irrespetuoso?
"¿Todavía quieres que les organice una gran boda con sedán para ocho personas?"
Con una mirada severa, Qin Yunshen se alejó con gran enfado. Si no fuera por ellas, ¿cómo habría caído en una situación tan incómoda? Ni hablar de casarse con ellas, ¡ahora tenía ganas de matarlas!
"Ay, pobre de mi.."
Viendo desaparecer su espalda en la escalera, Ye Tian dejó escapar un largo suspiro. ¿Qué clase de cosa es esa?
CAPÍTULO 279. ZHUO ES UN COBARDE (1)
Después de 40 o 50 días, lo de dar limosna se hacía cada vez más grande. De 1000 piezas de tarjetas de bambú a 10000 ahora, más y más refugiados habían recibido ayuda. No solo daban sopa de arroz y bollos al vapor, hace 20 dias, Shen Liang y su equipo compraron dos tiendas al lado despues de discutirlo, una de las cuales se usaba para clasificar la ropa y otros articulos donados por las grandes familias, cambiarlos por ropa normal de algodon y lino y enviarlos a los refugiados, mientras que la otra se usaba para manejar a los refugiados que todavia tenian capacidad de trabajo, ayudandoles a contactar con esas casas y tiendas y organizando trabajos para ellos, y fundamentalmente resolviendo su problema de comida y ropa.
De este modo, necesitaban más mano de obra. Yang Tianyu, que estaba a cargo de este asunto, aceptó la sugerencia de Shen Liang de encontrar personas de confianza entre los refugiados y contratarlas para que ayudaran en el trabajo. Se habían encontrado pequeñas dificultades muchas veces, pero básicamente ningún problema importante. Ahora, todas las operaciones eran cada vez a mayor escala, y los cinco jóvenes no sólo se habían ganado una excelente reputación, sino que su propia familia también disfrutaba de los beneficios. Todos estaban motivados, mientras no salieran a buscar patrocinio, básicamente se quedaban en la tienda todo el día.
A las ocho y cuarto de la mañana, el carruaje de Shen Liang se detuvo firmemente ante la tienda. Xiang Zhuo, que llevaba un rato ocupado, gritó sin levantar la cabeza: "Liangliang, estás aquí. Ven a ayudar. Si no vienes hoy, no podré ocuparme yo solo."
Las tres personas que bajaron del carruaje le oyeron y vieron que estaba atareado como una peonza, repartiendo congee y bollos al vapor a los refugiados que hacían cola, dándose la vuelta para recoger congee y repartiendo después un cuenco de decocción. Ya estaba todo sudado a primera hora de la mañana.
"¡Bollos al vapor! No hay suficientes bollos al vapor. ¡Saca una vaporera!"
Sin darse cuenta de que la de su corazón también estaba aquí, Xiang Zhuo se olvidó totalmente de su propia imagen. Por alguna razón, Jing Xiran entró corriendo en la tienda antes que los demás y sacó una vaporera de bollos al vapor que había sobre la mesa.
"¿Es esto?"
"Sí, tú... Jing..."
Xiang Zhuo se dio la vuelta por reflejo, pero cuando vio el rostro cálido y sonriente de Jing Xiran, su cara se sonrojó inmediatamente y tartamudeó durante mucho tiempo sin pronunciar su nombre completo Jing Xiran.
"Jing Xiran."
Por primera vez al encontrarse con un Shuang'er tan divertido, Jing Xiran le dijo su nombre.
"Sí, sí... Jing, Alteza Jing... ¿Cómo estás?"
Al no haber pensado nunca en verle en una ocasión así, y tan cerca, Xiang Zhuo se ruborizó tanto que casi le sangraba la cara. Por un momento, no supo dónde poner las manos y los pies.
"Hola, Childe Xiang."
Su reacción fue realmente interesante. Jing Xiran entregó el vapor al ayudante que se acercó a ayudar, dando un paso tentativo hacia adelante.
"¡Ten cuidado!"
"Bang..."
"Ouch... mi trasero..."
Pero claramente subestimó su influencia sobre Xiang Zhuo. Al sentir que se acercaba, Xiang Zhuo retrocedió por reflejo, pero el recordatorio de Jing Xiran llegó un paso tarde. Xiang Zhuo derribó las vaporeras apilados detrás al segundo siguiente, acompañado por el sonido de las cosas cayendo. Xiang Zhuo, que era delgado, cayó en una pila de vaporeras. Por un momento, también olvidó la existencia de Jing Xiran, cubriéndose las doloridas nalgas y gimiendo sin cesar.
¡Impresionante!
Shen Liang, que había estado observando toda la escena, dejó atrás a Pei Yuanli y se acercó para apoyarle. "¿De verdad? ¿Su Alteza Jing es un monstruo devorador de hombres o qué? ¿Tienes que estar tan asustado?"
"Yo..."
Después de decir eso, Xiang Zhuo recordó una vez más la existencia de Jing Xiran. Su cara se puso roja de nuevo, y su acción de frotarse las nalgas también se congeló allí.
"Lo siento. Parece que te he asustado."
Como si temiera no estar lo suficientemente avergonzado, Jing Xiran se acercó y dijo suavemente.
"No, no, no... no eres tú, soy yo... Yo..."
Xiang Zhuo seguía agitando la mano, con cara de miedo de que le culpara a sí mismo.
¡Zhuo no tiene remedio!
Shen Liang, a un lado, no pudo evitar tocarse la frente. ¡No debería haberle ayudado a levantarse! La escena sería más bella si le dejara allí tirado en el suelo.
"¿Qué pasa?"
Wei Tan, que oyó el ruido, salió corriendo de la tienda de al lado y preguntó. Tras ver que eran Pei Yuanlie y Jing Xiran, inmediatamente adoptó el porte de hijo legítimo de una gran familia y les saludó con una inclinación: "Su Alteza, Alteza Jing."
"Hmm."
Pei Yuanli asintió débilmente, y Jing Xiran sonrió con extrema suavidad, "Ahórratelo."
"Entendido."
Wei Tan se dirigió entonces hacia Xiang Zhuo, que permanecía de pie en una extraña postura. Tras mirar el caos que estaban ordenando aquellos sirvientes, dijo con impotencia: "Zhuo, ¿puedes madurar?"
"Yo..."
Mirándole con frustración, Xiang Zhuo volvió a bajar la cabeza y retorció los dedos, murmurando en voz baja: "No pretendía..."
Quién le iba a decir que Jing Xiran se acercaba de repente y le ayudaba a llevar los bollos al vapor, y le sonreía con tanta dulzura. Casi se muere del susto.
"Muy bien, entra y toma asiento. No te quedes ahí de pie."
Sin saber realmente qué decir de Zhuo, Shen Liang les invitó a entrar y lanzó una mirada a Pei Yuanlie. Un grupo de cinco personas se dirigió entonces al pequeño patio que había detrás de la tienda, donde ya habían vaciado y colocado un conjunto de asientos para sus habituales discusiones de negocios.
"Su Alteza, Alteza Jing, por favor, tome asiento. Tengo algo más que hacer. Discúlpenme."
Wei Tan, que salió corriendo apresuradamente, recordó que los libros de cuentas no habían sido guardados y tras decir eso, se dio la vuelta y salió trotando.
"¿Todavía herido?"
Al ver que Xiang Zhuo no podía quedarse quieto, Shen Liang preguntó con preocupación, y Pei Yuanlie y Jing Xiran, que estaban mirando alrededor del pequeño patio, naturalmente miraron hacia allí.
"No, está mucho mejor. Yo sólo..."
CAPÍTULO 280. ZHUO ES
UN COBARDE (2)
¡Demasiado nervioso!
Estaba sentado con Jing Xiran por primera vez, su corazoncito latía como si se le fuera a salir por la boca en cualquier momento.
En un instante, Shen Liang tuvo ganas de volver a alimentar con su preocupación a un perro, así que se limitó a ignorarlo.
"¡Un lugar agradable!"
Al notar el enmudecimiento de Shen Liang, Pei Yuanli, que también conocía los pequeños pensamientos de Xiang Zhuo, elogió pensativo.
"Algo así, sólo han pasado menos de dos meses. Se necesita algo de tiempo. Nada puede hacerse de la noche a la mañana."
La rara humildad de Shen Liang hizo que Pei Yuanlie sacudiera la cabeza con una sonrisa. Sentado frente a ellos, Jing Xiran sintió de pronto como si le hubieran llenado la boca de comida para perros. Su mirada se desvió inconscientemente hacia Xiang Zhuo y por casualidad le vio espiándole. Al verlo como un conejito asustado que aparta la mirada, bajó la cabeza y miró hacia otro lado. No pudo evitar soltar una ligera risita. Como la mejor elección para marido en el corazón de mucha gente de la ciudad imperial, Jing Xiran sabía naturalmente cuánta gente le admiraba. Así que, ¿cómo podía escapársele el enamoramiento de Xiang Zhuo?
Sin embargo, Jing Xiran no era tan indiferente como de costumbre. La admiración de Xiang Zhuo era diferente a la de los demás, y parecía más pura. Siempre que le miraba, sus ojos se llenaban sólo de él, sin que se mezclaran otras cosas. Otros, hasta cierto punto, querrían ganar algo de él, y esos pensamientos desagradables también aparecían en sus ojos.
"Alteza Jing, ¿nadie te ha dicho que no sigas mirando a un Shuang'er?"
Shen Liang, que estaba hablando con Pei Yuanlie, sintió de pronto que le atrapaban la mano que tenía en el regazo y se volvió para mirar al lastimero Zhuo que buscaba ayuda. Shen Liang, impotente, se volvió para mirar a Jing Xiran, que estaba al otro lado. Realmente no quería meterse en lo suyo, pero Xiao Zhuo era demasiado cobarde. Mientras mostrara un poco de pelotas como cuando clamaba por casarse con Jing Xiran ante ellos, simplemente le dejaría allí.
"No, nadie me ha dicho eso. Tú sólo te centras en hablar con Yuanlie, por supuesto, yo sólo puedo mirar a Childe Zhuo."
Al oír eso, Jing Xiran no se sintió avergonzado en absoluto.
"¿No tienes miedo de que Childe Xiang te malinterprete y te tome como su destinado?"
Levantando las cejas, Shen Liang fue bastante directo. En primer lugar, no le gustaban los hombres de su tipo, y en segundo lugar, no era un forastero.
"¿En serio?"
Jing Xiran sonrió y echó una mirada significativa a Xiang Zhuo, que siempre había bajado la cabeza para mirar a Shen Liang. Si realmente lo tomaba como el destinado, sería algo bueno, ¿no? Al menos Xiang Zhuo no le hacía sentir asco ni nada parecido, y era bastante divertido. Su matrimonio estaba destinado a ser imposible, para ellos tomar sus propias decisiones era imposible, así que nunca tuvo grandes esperanzas en este sentido. Con quien se casara daba igual.
"Liangliang..."
Temiendo que Shen Liang dijera algo aún más aterrador, Xiang Zhuo se apresuró a detenerlo. Shen Liang dio un ligero suspiro: "He oído que el Maestro Ruian también ha vuelto contigo. No sé dónde está ahora."
En cuanto Ruian regresó ayer, fue enviado directamente a palacio. Shen Liang no preguntó por sus cosas a Lei Zhen, y Lei Zhen tampoco tomó la iniciativa de informar. Recientemente, había estado investigando lo del pasadizo o cámara secreta de la casa de Liu Shuhan. Sin embargo, después de que Pei Yuanlie le recordara anoche que el grupo de enviados del reino de Wei estaba a punto de llegar, le ordenó específicamente que fuera a casa de Yuan Shao esta misma mañana para informarse sobre la situación en el noroeste.
"¿Le conoces?"
Jing Xiran cogió con elegancia la taza de té y dio un ligero sorbo.
"No. Todos dicen que el maestro es como un Buda viviente, sólo tengo curiosidad."
Creía que Pei Yuanlie nunca le había hablado a Jing Xiran sobre el Monje Ruian y él, así que, directamente lo negó. El intento de Jing Xiran de ver algo de su rostro fue básicamente en vano.
"¿De verdad?"
Jing Xiran no dejó salir sus dudas y continuó con una leve sonrisa, "He oído que Su Majestad quiere conferirle el título de Gran Tutor, pero él se ha negado claramente. Actualmente, debería haber sido enviado al Templo Xiangguo más cercano a la ciudad imperial. En el banquete de celebración dentro de dos días, es posible que lo veas.
"¿Banquete de celebración? ¿Ya está decidido?"
Shen Liang estaba ligeramente sorprendido. Ahora que el desastre seguía su curso, pensó que el banquete se cancelaría. ¿Por qué celebrar un banquete tan extravagante y derrochador en un momento así?
"Sí, en dos días, todos los funcionarios por encima del tercer rango traerán a sus hijos e hijas legítimos para asistir a él."
Pei Yuanlie asintió con expresión desdeñosa. La emperatriz acababa de fallecer y el desastre seguía siendo grave. ¿Hacer un banquete de celebración en un momento así? ¡Sólo el viejo emperador haría algo así!
"Hehe..."
La sonrisa de Shen Liang, con un toque de burla y frialdad, fue mucho más aguda que cualquier comentario. Justo cuando estaban a punto de pasar al siguiente tema, Lei Zhen apareció de repente: "Joven amo, el cuarto príncipe ha enviado a alguien a traer aquí dos sillas de manos, diciendo que quiere recoger a las dos concubinas laterales. Al mismo tiempo, Su Alteza Jian también envió a alguien a entregar la dote, diciendo que lo mantuviera todo sencillo para la boda de Shen Qiao mañana."
"¿Cómo reaccionaron Liu Shuhan, Zhao Lan y Lv Yang?"
Inesperadamente, la acción del tío y el sobrino fue bastante rápida. Shen Liang preguntó despreocupadamente mientras jugaba con la taza de té.
"Su reacción es bastante común. Se dice que ya están pidiendo a alguien que traslade las dotes, pero Shen Qiao sigue llorando, mientras que Shen Ruiqing y Shen Ruijiang están bastante contentos."
Lei Zhen transmitió con sinceridad las noticias que acababa de recibir, y los cuatro presentes mostraron cierto grado de desdén. Shen Liang hizo un gesto con la mano y dijo: "Dejalos en paz, sigue observando."
"Entendido."
"Es comprensible si Shen Ruijiang está feliz. ¿Por qué está celebrando Shen Ruiqing?"
Después de que Lei Zhen se fuera, Pei Yuanlie curvó los labios y se burló. Aunque ya estaba harto de Shen Qiao, eso no significaba que no tomara a Shen Ruiqing como un adefesio. ¿Alteza Jian y Shen Qiao? Sería bueno que pudieran pasar su noche de bodas a salvo. ¿Pero Shen Ruiqing todavía quería escalar recogiendo algunas conexiones con la Alteza Jian? ¡Sueña despierto!