Taehyung terminó de escuchar parte de su propuesta y no supo qué responder. Si bien, le encantaba la idea de volver a modelar colecciones de ropa, no sabía si sería prudente hacerlo en ese momento. Y tampoco sabía si estaba listo para hacerlo, después de abandonar ese mundo durante años.
—Los detalles podría mandárselo a su manager, pero me gustaría saber si le interesa este proyecto, joven Kim —mencionó Jiwoo.
Taehyung observó a la mujer antes de observar sus propias manos, sin saber muy bien cómo actuar.
—Es un buen proyecto, señorita Jiwoo, pero no sé si sea bueno para usted tenerme como su modelo principal. No creo que ayude mucho en la reputación de su marca actualmente.
Bogum sintió cierta tristeza por escucharle hablar así, pues sabía lo mucho que le afectó recibir el rechazo del público años atrás. Quiso levantarle el ánimo con palabras dulces, pero Hoseok, quien estaba a su lado, se adelantó a él. Aunque sus palabras no fueran de consuelo precisamente.
—Si has sido modelo desde hace años, deberías poder manejar esto, ¿no? —dijo el mayor.
—¡Hoseok! —regañó Jiwoo.
—Igual que en la cocina, si no pones dedicación a una tarea, no vas a lograr nada. Saliste de tu encierro de dos años para volver a conectar con tus fanáticos, ¿no es así? Deberías entonces no desperdiciar oportunidades y dedicarte a lo que siempre te ha gustado.
—Es solo que... no soy el indicado para que la marca de su hermana reciba buenas críticas, chef Jung. Yo no tengo una buena imagen que ayude.
—Si sigues con esa actitud, no obtendrás nada. Pensé que la competencia había hecho cambiar tu pensamiento.
Jiwoo quiso arrancarle la cabeza por tratar de esa manera al menor. Sabía que su hermano era duro en sus comentarios siempre, pero no esperaba que fuera a comportarse así con él. Estaba a punto de levantarse y darle la regañada de su vida, pero Taehyung lo interrumpió con sus palabras.
—Sí, tal vez, tenga razón... —murmuró—. La gente no puede opinar sobre mí sin conocerme. Soy capaz de hacer muchas cosas si me lo propongo.
Hoseok sonrió internamente cuando la mirada determinada de Taehyung volvió a ser visible. Era algo que le había gustado de él siempre y se alegraba de que continuara de esa manera.
—Me gustaría participar en su proyecto, señorita Jiwoo —dijo en dirección de la mujer—. Aunque primero debo preguntarle a mi manager por...
Taehyung no pudo terminar su oración, porque pronto un mensaje llegó a su móvil, llamando su atención de inmediato.
Taehyung no dejaba de sonreír después de haber recibido tal mensaje. Su sonrisa fue tan inmensa que todos quedaron intrigados con lo que había ocurrido. Aunque para Hoseok, aquella intriga iba combinada con algo de alegría compartida.
—C-Creo que por ahora mi agenda no me permitirá participar prontamente de su proyecto, señorita Jiwoo —dijo, emocionado, Taehyung.
—¿Por qué no?
Taehyung levantó la mirada. Su ánimo fue tan transparente que Hoseok y Bogum sonrieron por igual, mientras el menor los miraba a ambos.
—Porque voy a regresar al concurso de cocina.