Divorciados [Harco]

By Just_a_MultiFan_06

26.4K 2.2K 327

Cuando Draco y Harry, protagonistas de una fogosa relación desde su adolescencia, uno de los matrimonios más... More

Resumen
1
2
3
4
5
7
8
9

6

2.2K 209 23
By Just_a_MultiFan_06


6

Draco y Potter llegaron a la zona de Trasladores a tiempo y tuvieron suerte que, tal vez porque estaba con Potter, los ejecutivos del Ministerio que controlaban la zona le permitiera el viaje. Al llegar a Seattle, un nuevo Traslador los llevó directamente al estadio ubicado en los alrededores de Mt Rainier.

A diferencia de las quejas de Potter, de estar retrasado y demás, estuvieron en el estadio con tiempo de sobra, pero aún así, Draco y su pareja ex pareja todavía no tenían una historia que contar a sus hijos. Draco insistía en que debían decir que se re conectaron desde la organización de la boda.

—Es lo más creíble —insistió mientras avanzaban por los enormes muros que indicaban la entrada al estadio de Quidditch. Prestó atención al lugar, estaba claro que el Ministerio de Estados Unidos había invertido muchísimo dinero en este partido. Tal vez había subestimado el equipo que Potter formó con su capital. Volviendo a su discusión, Potter sacudió la cabeza, diciéndole que nadie creería eso porque todos sabían su aversión a las fiestas y a Malfoy Manor.

—¿En serio crees que James creerá que yo estaba feliz de co-organizar contigo la fiesta en Malfoy Manor? Él me vio llegar. Albus y Scorpius me vieron llegar, Malfoy. Saben que odio esa mansión.

Draco entonces le recordó que se supone estaban intentándolo:

—Puedes decir que fingías. ¿Sabes, Potter? Parte de intentar, aunque no lo creas, es ceder. Y no seas hipocrita, no te disgustan todas las fiestas, sólo las que me involucran a mi.

Potter detuvo sus pasos y elevó los brazos, Draco anticipó la queja y respiró hondo, deteniéndose también.

—¡Oh! —, pensó Draco, allí viene—. Acabo de tener una revelación, Malfoy. Ahora entiendo por qué no salvamos nuestro matrimonio. Seguro yo no cedía nunca, claro, ¿cómo hacerlo cuando intentaba entrenar un equipo en su peor temporada y así poder mantener mi trabajo? —Trabajo, claro. Como si le hiciera falta trabajar. ¡Carajo!—. Y te recuerdo que todas las fiestas te involucraron a ti. Todas las hacía tu familia, o los amigos de tu familia.

Draco se arrepintió de haber venido hasta aquí. Estaba lejos de casa, en un lugar que claramente no era su ambiente. De pronto, sólo quiso poder irse porque ahí estaba, envuelto en el mismo maldito problema de siempre: la culpa siempre era suya y nunca de Potter. Estaba por gritarle, dar la vuelta e irse cuando vio a Ginevra aparecer desde el campo de entrenamiento.

Genial.

La mujer se acercaba con una sonrisa de oreja a oreja, mirando a Potter, claro. Su mirada recorrió a Potter arriba abajo. Draco supo lo que miraba, sus prendas, nuevas y relucientes, no aquellas que se empeñaba en seguir usando hasta que desaparecieran de lo gastadas que estaban.

—Llegaste, Harry. Recibí un Patronus de Lily —miró de reojo a Draco—. Felicidades, supongo.

¿Supongo?

Draco miró en dirección a Potter. Mentirle a sus hijos era una cosa... pero...

—Ginny —Potter desapareció la distancia con la mujer. Bien, estaba claro que le diría la verdad, eso pensó Draco, hasta que de repente, Potter retrocedió tres pasos y rodeó su cintura con un brazo y le dedicó una sonrisa radiante—. Sí. Gracias —Potter volvió su vista a Ginevra—. Lamento no haberlo anunciado antes, queríamos ser precavidos, pero nuestro secreto ha salido a luz. ¿No es así, cariño? —volvió a mirarlo a él.

¿Cariño? Estaba por lanzar un Mocomurcielago cuando Potter acercó su rostro, arrastró hacia arriba la mano en su espalda hasta hundir los dedos en su cabello y lo besó.

¿Qué?

Potter encima de sus labios susurró:

—No hables. Bésame.

Sin entender, pero con algo diciéndole que debía obedecer. El beso que compartieron siguió la secuencia de todos los besos que anteriormente habían compartido en su matrimonio, especialmente durante la época mala. Todo estaba volviéndose fuego y:

—¡Papá! ¡Padre! —Llegó una voz cantarina.

Draco se paralizó y se separó rápidamente. Lily y Vincent estaban a menos de un metro de ellos. Su hija los miraba radiante, aunque notó su vista detenerse en su padre. Incluso Vincent prestó más atención allí.

—¿Qué están haciendo aquí? —preguntó Draco casi sin aliento.

—Sí —Potter se aclaró la garganta, ajeno a las miradas a su atuendo reluciente—. Pensábamos que... no lo sé. Su hotel. Luna de miel, chicos.

Ginevra, que aún estaba con ellos, sonrió como si acabase de hacer una travesura. Draco entendió que había mentido cuando dijo que Lily le envió un Patronus. Lily se lo había dicho personalmente.

Rayos.

—Bueno —Lily se acercó, encogiéndose de hombros—, conocer al equipo de Quidditch de mi padre no debe ser tiempo perdido en mi Luna de Miel. Y James me avisó que papá venía —Su hija se adelantó y lo abrazó tan fuerte que dolió—. Esto es maravilloso —dijo sonriente cuando se alejó un poco—. No saben cuánto me alegro de verlos juntos —a su hija se le rompería el corazón cuando descubriera la verdad.

No, él no podía hacerle eso.

—Lily, hija... —comenzó a decir.

—Draco —le advirtió Potter.

Mierda. No era el mejor momento para hablarle a su hija de sus mentiras. Respiró hondo y cambió sus palabras:

—Recuerda que sólo lo estamos intentando.

—Lo sé. Porque se aman —rayos—. Y me parece maravilloso que estés con padre aquí, en Seattle, hasta su primer partido.

Oh.

¿Qué?

¿Su primer partido no era en una semana?

Oh.

No. Definitivamente no.

—Lily...

—Tenía mis dudas —su hija no lo dejó continuar—. No sabía si realmente considerar su situación o si sólo estaban intentando que me sintiera mejor. James no lo cree y Scorpius tiene sus dudas. Sólo Albus lo cree, un poco. Y eso es dos contra dos —su hija les sonrió—. Y ahora sé que, suceda lo que suceda, no me han engañado. Tengo que decírselo a James.

Entonces, después de conocer al equipo de Potter, tener la mirada de Ginevra en su espalda todo el tiempo, viendo la mirada soñadora de su hija y el rostro complacido de Vincent, Draco respiró aliviado cuando Lily finalmente decidió que ya había visto demasiado y debía continuar su luna de miel en el hotel.

—Te quiero, papá —le susurró en un fuerte abrazo—. No tienes que preocuparte, mi corazón me dice que todo va a salir bien. Mañana volveré para el entrenamiento y estaré en el juego junto a Vincent. Es más, me gustaría que cenaremos en el hotel donde se están quedando. Nos vemos.

¡No podía ser cierto!

Su hija se alejaba pero de vez en cuando volvía el rostro. Potter lo abrazó por la espalda mientras lo guiaba para que viera a su equipo volar, siguiendo las órdenes de Ginevra. Por un segundo, Draco pudo concentrarse en esas personas. Potter no tenía un mal equipo. Había una joya, un chico de oro, su nombre era Alan Focus, su madre era una antigua jugadora en la casa y época de Potter, Katie Bell. Draco hizo una mueca, Katie Bell había sido una víctima colateral de cuándo intentó fingir que seguía las órdenes de Voldemort y aparentar querer matar a Dumbledore. Un intento que buscaba no tuvo éxito pero claro, ¿cuándo las cosas le salían bien? Nunca, una cosa llevó a la otra y Katie Bell terminó en el medio, casi en la locura por su culpa.

Una sensación de arrepentimiento se sentó en el centro de su estómago pero decidió mirar al chico. Era evidente que había heredado los genes de su madre. Entonces, Draco sintió caricias en su cintura y recordó que estaba en brazos literalmente de su ex marido.

—¿Potter? —dijo desesperado.

—Sólo sonríe, Malfoy —le dijo entre dientes—. Lily sigue mirando.

***

Harry suspiró, queriendo hundir la cabeza contra la almohada y gritar hasta quedarse sin voz. En cambio, cerró los ojos y contó hasta diez.

Uno.

Los pazos de Malfoy le dijeron que se despidiera de la paz. Estaba a punto de ebullición.

Dos.

¿Qué mal había hecho en la vida para merecer todo el castigo divino que venía teniendo desde la boda de su hija?

Tres.

Ok, lo sabía. Le mintió al centro de su universo: sus hijos.

Cuatro.

Mierda. Le empezaba a doler la cabeza al saber lo que se venía.

Cinco

Se sentía como si tuviera miles de hombrecillos en el cerebro, martillando la cabeza aunque los pasos de Malfoy se hubieran detenido.

Seis.

No iba a poder hacer esto.

—¡Sinceramente, no me lo puedo creer, Potter! ¡Argh! —sentenció Malfoy—. Conoces a Lily, puede venir ahora, en cinco minutos, mañana por la mañana. No puedo irme, mierda.

Malfoy había perdido su Traslador de regreso a Inglaterra. Y no había ningún otro en toda la semana. Para sumar, el viaje en Red Flú no fue aprobado, lo hubiesen hecho si Malfoy no hubiera tenido que regresar, y con Lily al acecho, no podían descuidar su tapadera a la mentira.

—Ya lo has dicho cientos de veces, Malfoy —replicó. Era verdad, aunque Harry pensó que se iba a terminar cuando llegaran al hotel, pero no, porque el karma estaba siendo una maldita perra con dientes filosos con él.

—Pensar que me has metido en un lío tan increíble, Potter.

—Malfoy, hazme un favor, ¿quieres? ¡Duérmete!

¡OH! Ese era su karma. Malfoy volvió a caminar por su habitación de hotel como león enjaulado porque, acusándolo de todo, por ejemplo, de que en aquella habitación sólo había una cama y un sofá, y como le dijo la recepcionista muggle del hotel, una chica llamada Jessica:

No hay más habitaciones disponibles. Al parecer, hay un evento importante. Muchos hablan de un partido de algún deporte.

Harry se negaba a ceder la cama. Malfoy tendría que dormir con él, en el sofá o en el piso. Esperaba que eligiera el piso.

—... Un lío increíble —siguió Malfoy—. ¡Y aquí estás! Descansando con los ojos cerrados, intentando relajarte como si no hubiera ocurrido nada fuera de lo normal —Harry se aferró con fuerza a la almohada, pero la perorata de Malfoy siguió—: ¿Pero te importa? ¡No! Claro que no. ¡No, al señor Harry Potter nada le importa! Especialmente si tiene que ver conmigo. Él siempre tan egoísta y en su salsa como siempre. ¡Me vuelves loco, Potter! Yo aquí, completamente nervioso, pensando en el desastre en el que estamos metidos, pero claro, a ti no te importa.

—Claro que me importa, Malfoy. También estoy preocupado.

—No, no lo estás —contestó Malfoy fríamente—. Si estuvieras preocupado no podrías comer, pero te has tragado la cena esa insípida, como si no hubieras comido desde hace años.

—Tienes toda la razón del mundo. Estaba hambriento. No había comido nada desde que nos dieron esa suela de zapato venenosa que pusiste como comida en la boda de nuestra hija.

—¿¡Suela de zapato!? —Malfoy temblaba de furia—. ¡Es la comida favorita de tu hija, imbécil!

—Su comida favorita es tarta de zapallo, no suela —Harry cerró los ojos con fuerza y le dio la espalda a Malfoy ¡Qué se desahogara solo! Estaba demasiado cansado para discutir, incluso para contestarle. Llevaba dos días sin dormir con el corazón en un hilo por su propia mentira.

—¡Podías parecer al menos un poco preocupado! —volvió a insistir Malfoy.

No.

Basta.

Harry estaba tan cansado.

Abrió los ojos. Malfoy mantenía la cabeza erguida, sus ojos plomo ardiendo.

—¡Maldición, Malfoy! —le dijo él—. ¿¡Qué quieres que haga!? ¿Que me ponga de rodillas y te pida perdón? —Malfoy alzó la barbilla. Mierda, ¿eso quería? No, claro que no. Seguro quería más—. O quizá prefieras que me ponga de pie y le diga a toda esta gente que soy un desastre. Dime, lo haré, porque estoy harto de escucharte quejarte e insultarme.

—¿Quejarme e insultarte? ¿¡Yo!?

—Sí, tú. Todo porque he cometido un error. Un puto error, Malfoy.

—Ni me estoy quejando ni te estoy insultando. Me estoy limitando a enunciar hechos, Potter. Sí, has cometido un error, un error terrible. Y ahora aquí estamos, en una habitación. En Seattle. Juntos. ¡Mierda!

—Malfoy, por favor, apoya la espalda en el sofá, en el suelo, o acá en la cama, ¿quieres dormir en el baño? Hazlo, no me importa, sólo cierra los ojos e intenta descansar.

—¡Oh, claro! Para ti es muy fácil decir eso. De hecho, para ti es fácil decir cualquier cosa. De otra manera no nos habrías metido a los dos en este lío. ¿Cómo has podido...?

Basta.

Basta.

Harry no lo soportaba más.

Sólo había una forma de callar a Malfoy. Sólo una. La única que le había funcionado toda la vida. Se puso de pie y agarró a Malfoy del brazo y lo besó.

Joder.

Tomó a Malfoy por sorpresa que ni siquiera se resistió, y aprovechó para profundizar su beso. Cuando se apartó, estaba tan mareado que apenas pudo decir:

—Y ahora, ¿te vas a callar? Porque si empiezas a protestar otra vez, volveré a besarte hasta que te calles.

Los ojos de Malfoy brillaron y se sintió otra vez un maldito imbécil. ¿Qué mierda estaba haciendo? ¿Por qué tenía que abrir la boca y arruinar todo de esa manera? ¿La verdad? Quería volver a besarlo, pero no para callarlo, sino porque los labios de Malfoy eran lo mejor de este mundo. Lamentablemente, estaba seguro que acababa de ganarse el peor de los sentimientos de Malfoy.

—Te odio, Potter.

—No es noticia, Malfoy —contestó cansado, regresando a la cama, cerrando los ojos y diciéndose a sí mismo que tenía que dejar de pensar en lo maravilloso que era besarlo, porque entonces comenzaría a recordar lo increíble que era hacer el amor con él antes de que se separaran. Y porque con lo que acababa de hacer, Malfoy estaría lejos de sentirse cómodo a su lado.

Mierda.

¿Por qué tenía que actuar como si fuese una mierda de persona? ¿Por qué Malfoy le provocaba estas reacciones tan contradictorias?

Recordó una vez que Hermione le dijo que creciera. ¿Era eso? ¿No era maduro?

Quiso levantarse y cederle la cama, en señal de disculpa, y porque fue capaz de reconocer que estaba siendo un maldito grano en el trasero, que todo esto fue efecto de su mentira, pero antes de que se diera cuenta, había caído dormido. 

 Nota: estoy sin  teclado, no sé cuándo atualizo, depende el arreglo

Continue Reading

You'll Also Like

Su voz By Marlia

Fanfiction

34.8K 3.6K 11
Draco Malfoy, un joven príncipe que era conocido por ser pacífico y demasiado silencioso, nadie, más que sus padres y sus más allegados amigos, sabía...
2.2K 156 6
Holaas primero que nada este es un fanfic boylove de Chengxdre Aclaro que Cheng y dre tienen los dos 17 (Ecenas +18 y contenido omegaverse) OMEGA:...
83.7K 6.8K 17
Han pasado ya dos años desde que Loki escapó de sus celdas en Asgard, y en todo ese tiempo, Thor no ha parado de buscar día y noche su paradero. Agot...
131K 8.5K 10
Conjuntos de Doujinshis y Cómics Stony. Ninguno de ellos me pertenece, los créditos corresponden a los autores y los traductores.