Reunidos en un círculo, Nayeon, Jungkook, Jimin y Taehyung esperaron expectantes a que Yoongi hiciera la pregunta del millón. Aunque muchos de ellos ya sabían que iba a preguntar.
—Entonces, Kim, ¿es verdad que te gusta el amargado de Hoseok? —preguntó.
Taehyung se bebió la copa de alcohol que tenía en las manos de un sorbo, antes de pedir más. Para ese entonces, ya estaba mareado, igual que sus amigos.
—Sí, es verdad —confesó—, pero que no salga de aquí, eh.
—No, no, no se lo diremos a nadie —prometió Nayeon.
—Pero, ¿por qué él? —volvió a preguntar Yoongi—. Habiendo tantos chicos guapos y con buena personalidad en el programa, ¿por qué iba a gustarte Hoseok?
—Eso mismo me pregunto yo —dijo Jimin.
Taehyung volvió a beber y respondió.
—No lo sé, solo me gusta y ya. Un día dejó de ser el chef criticón al que temía ver en el programa diariamente para convertirse en el hombre que deseaba ver constantemente. Solo... algo cambió en mis sentimientos cuando comenzó a ser un poco más amable conmigo. Y por guapo e inteligente, obvio.
—Igual debiste fijarte en alguien más —insistió Jimin—. No en ese horrible hombre.
—¿En quién me hubiese fijado? —preguntó, burlándose de Jimin—. ¿En Jungkook?
—No, él no es para ti.
—¿Y para ti sí?
—Eso no te importa, gata rompehogares.
—Coqueto infiel.
—Idiota masoquista.