«18 años Después»
—Chicos, vamos, tenemos que llegar temprano a la inauguración del atelier de su madre—dijo HyunJin desde la sala apresurando a sus hijos mayores a salir de sus habitaciones.
Yuan salió usando un conjunto negro, con una chaqueta roja, su actual cabello gris estaba desordenado.
—Papá, el evento empieza a las 8:00 p.m. ¡son las 6 de la tarde!
La otra puerta se abrió dejando ver a WoonHak que usaba un esmoquin color negro, sin corbata.
—Ya estoy listo. Solo esperaba que dijeran que debemos irnos—respondió el alfa mirando su celular mientras caminaba hacia la sala, en donde tomó asiento en el sofá.
—¡WoonHak, no me puedes abandonar en esto!—chilló Yuan— ¡Ni siquiera he elegido un par de zapatos!
—Eres un omega indeciso, ni siquiera pudiste elegir a uno de tus folla-alfas así que llevarás a Sunghoon y Heeseung, al evento de mamá, como tus alfas—exclamó el alfa mientras tecleaba algo de manera veloz en su celular—. Aunque eres de los primeros omegas que se folla a dos alfas sin que estos peleen.
—¡TE. MATARÉ. RATA!—gritó Yuan acercándose a su hermano que ni se inmutó.
El omega fue detenido por HyunJin que lo sostuvo evitando que su hijo mayor matará al contrario.
—Yuan, tranquilízate—ordenó HyunJin antes de ver a su hijo alfa—. WoonHak, ya tu madre te habló sobre la vida amorosa de Yuan, no es de nuestra incumbencia mientras ellos no follen en la sala.
—Cosa que ya hicieron—habló otra vez WoonHak antes de recibir un golpe en la cabeza por parte de Yuan que se había soltado del agarre de HyunJin.
—No follamos en el sofá, solo nos estábamos besando—y HyunJin hizo una mueca.
—Umjum, sí tú lo dices—y el alfa volvió a mirar su celular. Yuan lo miró sobre su hombro.
—Así que invitaste a Long—y las mejillas de WoonHak se pusieron sumamente rojas—. Mi hermanito es todo un alfa galán.
—Cállate—dijo mirando a Yuan antes de mirar a HyunJin que tenía enarcada una ceja—. ¿Puedes meter a Yuan en su habitación?
—No, ya me mordió, además quiero saber si llevarás a Long.
—Lo invité—y HyunJin y Yuan chocaron sus puños—. No se hagan ideas raras, él irá con LeeHan, su novio ahora no molesten.
—Mierda—susurró HyunJin antes de dejar una palmada en el hombro de su hijo alfa—. Lo lamento.
—No deberías hacerlo, yo soy el que ama al novio de mi mejor amigo.
—No te pongas triste pequeño alfa—dijo Yuan abrazando a su hermano por el cuello—, pronto encontrarás a un omega perfecto para ti, ¿okey?
Y WoonHak asintió aunque en su interior no creía aquello, no sabiendo que ese omega de nombre Long y quién era el novio de su mejor amigo era su destinado. El destino era una mierda y la Diosa Luna una retorcida desquiciada para jugar de esa forma con sus sentimientos.
—Vete a terminar de arreglar, Hyung—ordenó el alfita—, mamá terminará de arreglar a Yeji y nos iremos.
Yuan iba a replicar cuando la puerta se la habitación de Yeji se abrió dejando ver a la pequeña cachorra de tres añitos, usando un vestido rojo con brillos de manga larga, unos pequeños zapatitos del mismo color, y una corona de rosas pequeñas.
—¡Papi!—llamó la pequeña caminando hacía el alfa, que se acercó rápidamente para alzar en brazos a la pequeña.
—¡Que hermosa mi bebita!—dijo meciendo a la infante que rió divertida en brazos del alfa—. ¿Y mamá?
—Allá—señaló a su habitación.
HyunJin caminó hacia la habitación de su cachorra menor, Yuan y WoonHak los siguieron.
Los cuatro se asomaron en el marco de la puerta rosada para ver al omega mayor.
Yukio portaba unos pantalones ajustados blancos con enjaces negros en aplicaciones, arriba en vez de una camisa, usaba una chaqueta que solo tenía un botón al frente sujetándolo. Su pecho pálido era muy visible, y su cintura también.
—¡Mamá!—dijeron a la vez WoonHak y Yuan sin creer lo que veían.
—¿Qué pasa?—preguntó el omega mayor acomodando su cabello antes de voltearlos a ver.
—¿Irás así?—preguntó WoonHak incrédulo.
—Sí, es mi evento no me puedo dejar opacar —respondió caminando hacía ellos—. Yuan, usa los zapatos negros de tacón, y la gargantilla negra. ¿Cómo me veo?
—Sí mami, gracias por la ayuda—el omega menor examinó la vestimenta del Kang—. Te ves jodidamente sexy mamá—afirmó el omeguita dirigiéndose a su habitación.
—Papá, ¿no le dirás nada a mamá sobre su vestimenta?—y HyunJin negó.
—Se ve bien así—respondió el alfa lamiendo su labio inferior antes de ebozar una sonrisa coqueta—. De todas formas yo soy quien se foll...
—¡HyunJin!
—¡Me voy!—y el alfita tomó en brazos a Yeji para ir hacía la sala— Recuerden que nos vamos en unos minutos.
Y Yukio sonrió para acercarse a su esposo y acomodar la chaqueta de este.
—Te ves muy guapo.
—Y tú hermoso, eres demasiado hermoso.
El alfa tomó a su esposo por la cintura antes de empezar a besarlo. No les importó el tiempo y siguieron besándose.
—Papá ya debemos irnos, suelta a mamá ya ambos tienen los labios hinchados—la voz de Yuan hizo que se alejaran.
El omega agarró el brazo de su esposo para salir de la habitación de su hija menor.
—Señor Hwang Yukio, ¿cómo se siente al abrir la nueva sucursal de su atelier?—preguntó uno de los reporteros cuando ellos bajaron del auto, mientras Yeji iba agarrada de la mano de ambos.
—Muy feliz, y gracias por venir—respondió velozmente, antes de mirar por sobre su hombro como Yuan venía agarrado del brazo de WoonHak.
Sus hijos ya estaban tan grandes. ¿Cuándo es que sus cachorros habían crecido tanto? Hace unos años estaba diciéndole a HyunJin que serían padres otra vez. En ese momento esperaban a WoonHak, un cachorro muy parecido a HyunJin —en la altura, y su sentido directo de la palabra— y que no era muy social.
Y hace tres años había nacido Yeji, la cachorra que no esperaban tener. La niña curiosamente tenía ese temperamento intimidante de Yukio, y de igual forma era muy madura para ser una cachorra pequeña. Bae Joohyun (Choi ahora por volver a casarse) decía que la cachorra tenía espíritu de un lobo viejo.
HyunJin tomó en brazos a Yeji al notar que el lugar estaba algo lleno y la cachorra podría perderse.
—Buenas noches, señores Hwang—saludó Heeseung apareciendo junto a Sunghoon.
—Gracias por la invitación.
—Gracias a ustedes por venir—dijo Yukio, antes de notar como Yuan que había ido por un jugo para Yeji llegaba y se abalanzaba sobre los dos alfas jóvenes frente a él.
—¡Hee!—dejó un beso en la mejilla de Heeseung, para luego enfocarse en Sunghoon que apretó la cintura del omega— ¡Hoon!—y repitió la acción.
—Aún no me acostumbro—soltó HyunJin apartando la vista. Yukio apretó la mano de su esposo sonriéndole.
—Iremos a saludar al resto—dijo Yukio—, nos vemos en un rato chicos. Cuiden a Yuan.
—Está bien, señor Yukio.
Y el omega se volteó a ver a WoonHak que estaba pendiente de su celular.
—¿Qué ocurre, Woon?—preguntó el omega tomando el brazo de su cachorro del medio mientras le hacía un ademán a HyunJin de que se adelantará. El alfa al entenderle le dijo a Yeji que irían por golosinas a la barra.
—Nada mamá—y el omega enarcó una ceja—. Bien si me pasa algo.
—¿Quieres contarme?—y WoonHak asintió pero miró hacia la salida. El omega tiró del brazo de su hijo para caminar hacia el pasillo que él supondría estaría vacío.
Saludó a unos cuantos conocidos y salió.
Al estar afuera miró a su cachorro en busca de una explicación.
—Me gusta Long—y Yukio mantuvo la calma en su rostro, aunque por dentro quisiera solamente arrullar a su hijo al notar la voz rota de este—, pero él es el novio de LeeHan mi mejor amigo, quedaré como un traidor mamá.
—¿Y no crees que solamente sea un enamoramiento al ser de los pocos omegas con los que te vínculas?
—No lo es, él es mi destinado mamá, y por eso tengo más miedo. Long es especial, un omega especial, pero ama a LeeHan con todo su ser. Y cree que son destinados, ambos lo creen, pero sé la verdad y ya no soporto esto. Mi lobo aulla de dolor.
Yukio no lo resistió y abrazó al joven de dieciséis años, que ocultó su rostro en el hombro del omega aspirando las feromonas maternas en búsqueda de calma, mientras sollozaba débilmente.
—Ya mi pequeño alfa, deja salir toda esa tristeza—empezó a decir acariciando la espalda del adolescente—. Cariño, sé que no quieres interferir en la relación de Long y LeeHan.
—Pero somos destinados.
—Cariño, la diosa crea destinados para que nos guíen. Los destinados no siempre deben ser pareja, pueden ser tu mejor amigo, un confidente, etc. Tú puedes elegir qué tipo de destinado quieres que sea Long para ti.
—Y si lo quiero como mi omega.
—No te detendré, pero piensa en cómo se sentirá él, si por decir que son destinados lo haces terminar con LeeHan, o en cómo se sentirá LeeHan sobre esto.
El alfa lo pensó un momento y se alejó del mayor que sostuvo las manos de su hijo en un gesto calmante.
—Se siente horriblemente doloroso—y Yukio le brindó una leve sonrisa al nota del puchero en los labios de su alfita—. No podré oponerme mamá.
—Ven, será mejor que volvamos o tu padre hará que Yeji entre a un coma por azúcar.
Y WoonHak siguió a su madre de vuelta al salón; sin embargo antes de entrar se tropezó con un chico que sujeto por la cintura. Era pequeño, suave y su piel era tan hermosa que le recordaba la porcelana. El alfa lo miró maravillado; aunque cuando trató de inhalar las feromonas del chico soltó un jadeó. No había aroma.
El joven era un beta.
—Disculpa, soy muy torpe—habló el joven soltándose del agarre del Hwang.
—No te preocupes, aunque debes tener más cuidado—y el beta asintió con una sonrisa que hizo al alfa suspirar—. Soy Hwang WoonHak.
—¡¿Eres el hijo del diseñador Hwang Yukio?!—y WoonHak asintió— ¡Amo el trabajo de tu madre!
—Sí, mamá es muy talentoso.
—Demasiado—el chico más bajo hizo un mohín—. No dije mi nombre, ¿verdad?
—No, no lo dijiste.
—Soy Ren, futuro modelo número uno de Corea del Sur—se presentó haciendo reír al alfa.
—Eso será difícil porque mi tío Ni-Ki es el modelo número uno.
—Modelo número uno beta—aclaró.
—¿Quieres ir por algo de tomar?
—Sí.
Y WoonHak guío a Ren a la mesa de bocadillos mientras hablaban sobre algunas cosas que compartían en común.
HyunJin miró a su esposo que lucía una gran sonrisa en sus labios viendo a su segundo cachorro.
—Eres el omega más hermoso del mundo—soltó de la nada sorprendiendo a Yukio que lo miró y sintió sus mejillas rojas, mientras tenía en brazos a Yeji la cual mordía una paleta—. Te amo.
—Y yo a tí—respondió.
Ambos se sonrieron notando que tenían una familia preciosa.
Una familia conformada por tres cachorros Hwang.
Sí, al fin
subí el extra.
¿Qué les pareció?