POV Jisoo
El cielo anunciaba que iba a oscurecer pronto. Y era una de las cosas naturales que más me gustaba, el como iba cambiando lentamente a un color más oscuro.
-Jisoo, ¿Aún obsesionada con eso?
Alcé mis hombros como respuesta a su pregunta. No era su problema si estaba o no obsesionada con los atardeceres.
-¿Sigues en el trabajo? -tarareó como afirmación, sentándose a mi lado en la banca donde yo me encontrada.- Te van a despedir.
-Tal vez, pero estoy en mi descanso.
Roseanne Park, 21 años de edad. Una chica que dejó la universidad porque necesitaba trabajar. Bueno, estudia en las noches cuando sale de su trabajo, pero ha comentado que no ha aprendido nada de lo que enseñan.
Talvez si sus padres la ayudasen a correr con los gastos, podría dejar de trabajar y regresar a la universidad de tiempo completo, pero desgraciadamente sus padres son un par de sinvergüenzas que viven de pedir a otros.
Y Rosé simplemente decidió dejarlos para irse a vivir sola r iniciar una vida independiente sin sus padres.
-¿Vendrá tu novia por ti?
-No. ¿Me esperas?
-Supongo.
Dejó un beso en mi mejilla rápidamente, para después irse dando divertidos pasos pareciendo una niña pequeña.
Mis padres no quieren a Rosé porque dicen que es una mala influencia, pero... a mí me da igual. No puedo solo dejarla porque ellos lo dicen. Ha pasado por tanto y he sido testigo de sus lagrimas, de todas las rabietas que eso le ha causado.
Puede que le tenga un poco de lástima, pero también es cariño. Estuve con ella en sus días malos y ayude a su estado depresivo por culpa de sus progenitores.
Dejé salir un suspiro.
Estar aquí me ayudaba a olvidar los problemas que tenía con Haein. Nuestra relación no estaba mal, éramos nosotros. Ambos estábamos demasiado... estresados por la presión de nuestros padres.
Era una buena persona, y somos grandes amigos. Pero fingir una relación delante otros... me estaba causando demasiado estrés.
¿Por qué acepté algo así?
No lo fuese aceptado, pero tenía la obligación. Mis padres iban a casarme con otro chico que apenas soportaba si no aceptaba salir con Haein, así que llegamos a un acuerdo y nos comprometimos desde los 16 años.
Han pasado seis años fingiendo tener algo con mi amigo porque mis padres viven en la época antigua.
-¡Jichu! ¡Vámonos!
Estar con Rosé era... olvidar un poco mi vida gracias a sus ocurrencias. Era una persona libre y sin límites.
-Traes demasiada ropa.
Fruncí el ceño, y cuando quise resolver mi duda...
-¿Que...?
Cuando llegué a su lado mostró una sonrisa maliciosa, y no me percaté que detrás de mi estaba una fuente llena de agua, por lo tanto, cuando vi sus intenciones... solo ya estaba hundida en el agua y ella riéndose de mi.
No me quedo más que sonreír.
Toda mi parte inferior estaba mojada y apenas mi cabello había quedado seco, pero ya se estaba humedeciendo cuando el agua salió de la fuente.
-Genial.
-He cumplido mi meta hoy. ¿De que te quejas? -replicó caminando hacia donde yo estaba aún tirada.
Las miradas ya estaban sobre nosotras, ya que nadie con sentido común se bañaría en una fuente porque se supone que solo es una estructura de exhibición.
-Estas loca, Rosie.
-Hacerte reír es mi meta, y ya lo estás haciendo. -se jactó asintiendo con su cabeza.
Volví a reír.
Si, definitivamente me faltaba un poco de humor para mi vida estresada y opresiva. Estaba en aprietos con trabajos de la universidad y eso... me estaba causando demasiado estrés.
Mi nombre es Jisoo, y me apellido estrés.
Prácticamente estar con mi amiga me liberaba un poco de mi vida opresiva que llevaba gracias a mis padres. Ya quisiera ser como ella, pero no tenía la valentía para ser independiente.
-Voy a coger un resfriado. ¿Debería agradecertelo?
-Mmm... -me dió su chaqueta y pasó su brazo por mis hombros para apegarme a ella.- Pues, si. No he visto que te resfries.
-Es porque me cuido.
-Ahh... Vale, vamos a casa para que te cambies. No quiero llevar un cargo de conciencia por tu culpa.-me arrastró con ella por todo el camino.
Hablaba de su trabajo, de sus compañeros y de su gerente que dice estar... muy simpático. Rose nunca paraba de hablar y era una de las cosas que me gustaba de ella. A pesar de sus problemas, Roseanne era una chica muy amigable. Su carácter la hacia congeniar con muchas personas a su alrededor y también me incluía a mí cuando estaba con ella.
Habia cambiado un poco gracias a su novia, pero igual la seguía queriendo. Me seguía gustando.
-Espera en el baño, ya te llevo el cambio de ropa.
Asentí con la cabeza cuando entré a su departamento y me dirigí a su baño. La habitación estaba muy ordenada, también podia divisar ropa que no pertenecía a ella en su armario y otras cosas más que me daban a entender que su novia se quedaba con ella.
Torcí el gesto. A decir verdad... esa chica no me agradaba y eso que era atenta con Roseanne. La chica era la pareja perfecta, pero aún así, no me gustaba por un motivo que desconocía.
Quité la ropa húmeda para no coger un resfriado en serio, -si es que ya no lo había cogido- y esperé que mi amiga entrará con ropa nueva.
-Mira... este lo compré ayer. -me tendió una playera y unos joggers, pero no me dió lo más importante y notó mi pregunta cuando me miró atraves del espejo- No tengo nuevos, lo siento.
-Esta bien.
Sequé un poco mi cabello para no mojar su ropa mientras no dejaba de mirarme, creí que se iría. Sus bromas eran algunas veces muy... pesadas, pero me hacían reír, y por ello las soportaba.
Cuando fui a colocarme la camisa, Rosé me detuvo. Su mirada recorrió todo mi cuerpo desnudo en una lentitud que me hizo tragar saliva por la intensidad en que lo miraba.
-Te ves más... delgada. -murmuró con el ceño fruncido, trazando con sus dedos la curva de mi cintura hasta pasarlo a mi vientre que se contrajo por su contacto.- ¿Por qué?
Alcé los hombros con desinterés. Muy poco me fijaba si subía o bajaba de peso. Entre los estudios, las restricciones de mis padres y el tener que fingir una relación perfecta... lo menos que pensaba era mi apariencia.
-Jisoo.
-Roseanne.
Se veía preocupada cuando sus dedos seguían recorriendo mi piel hasta que de un momento a otro hizo que me apegara a su cuerpo completamente.
Su tacto era demasiado suave para ser una chica que trabajaba a medio tiempo.
Era unos centímetros más alta, así que podía verme por medio del espejo sin ningún obstáculo de por medio todo mi cuerpo desnudo.
-Deberias de cuidarte, Jisoo.
-Solo debo soportar dos años más...
Rodó los ojos. La respuesta que siempre daba a sus comentarios acerca de mi vida.
Sus brazos envolvieron mi cintura y su mentón apoyándose en mi hombro mientras me miraba. Fuese sido una situación sin importancia solo si yo tuviese algo encima, pero desnuda me sentía extraña cuando Roseanne no dejaba de mirarlo con suma atención.
-Deberias follar con...
-No. Él ya tiene a su novia, y lo respeto. -refuté rápidamente.
Por mi cabeza jamás pasaba una situación placentera con mi amigo. Por más que quisiera para no sentirme tan obligada, las ideas acerca de sexo con él jamás llegan a mi.
Más tenia con Rosé.
-No te entiendo. ¿No lo necesitas?
Alcé los hombros nuevamente.
Necesitaba muchas cosas en mi vida, pero jamás le prestaba atención en si. Con ignorar a esa necesidad de sexo era pan comido.
-¿Me dirás qué no necesitas placer... aquí? -sus dedos bajaron hacia mi vagina y la acariciaron de arriba hacia abajo lentamente, causando la calentura en mis mejillas. Y en el mismo momento quite su mano de allí.- Vamos, Jichuu. Admítelo. Necesitas esas olas de calor, esa presión en tu vientre bajo cuando el orgasmo se...
-Basta. -exigi, alejándome de su cuerpo. Mi corazón iba muy acelerado en cada palabra que oía de ella y no quería seguir averiguando que más podía causarme- Necesito vestirme, gracias.
Mordió su labio inferior cuando estaba sonriendo, y terminó asintiendo.
-Ven a comer.
Respiré tranquila cuando cerró la puerta y me volví a mirar en el espejo de cuerpo completo. Mi pecho se veía subir y bajar rápido, y mi cara estaba muy roja por su culpa.
-¿Por qué tenía que decir esas obscenidades? -refunfuñé colocándome la playera qué me había traído.
Puede que sí necesitaba de sexo, pero no lo tendría con quien sea solo porque mi cuerpo lo necesitara.
Podía liberarme de lo que sentía de otra manera ¿No? Después de todo solo quería con sólo una persona que ya tenía pareja.
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