Potter es un impulsivo y Draco solo quiero perderse bajo tierra.
4
"Así solucionamos las cosas cuando peleamos. Así naciste tú, Lily. Un abrazo, un beso, frotación y después sexo. Que bueno que llegaste al abrazo, sino no podría detenerme" quería decir Draco, pero no podía. Que él no supiera hacer otra cosa después de pelear con Potter no era algo que sus hijos tuvieran que saber.
Lily los miró, entrecerrando los ojos al no recibir respuesta:
—James dijo que estaban peleando, que ni siquiera se dieron cuenta de su presencia —Lily continuaba mirándolos fijamente.
Oh. O sea que James, que de repente había aparecido con Lily, pasó por la sala y ellos no lo habían visto. Draco se sintió una mierda. Miró a su hijo, que parecía como si encontrar a sus padres abrazados fuera lo más chocante del mundo.
—¿Papá? —James estaba a su lado, con su mirada preocupada—. ¿Estás bien?
Draco tomó aire.
—Estupendamente —contestó. Se aclaró la garganta—. Estoy perfectamente. No te preocupes.
—¿Y qué estaban haciendo? —insistió Lily.
—Bueno... Bueno, Potter y yo... Estábamos hablando —discutiendo—, hablábamos sobre... esto que está pasando —dijo, señalando a su hija—. Y, eh...y... Y...Y...
—Y tu papá —intervino Potter—, se ha echado a llorar. Malfoy está muy afectado por tu comportamiento, Lily —continuó Potter, pasándole el brazo por los hombros y dirigiéndose a Lily con la mejor de sus sonrisas—. Él solo necesitaba un hombro sobre el que llorar, ¿no es cierto, Malfoy?
—Sí, es cierto —respondió con una sonrisa. O el intento de una. ¿Qué otra cosa podía decir? Harían creer a sus hijos que si pensaron que estaban haciendo algo más que abrazarse era solo una ilusión. Afortunadamente, su erección había bajado. No había evidencia de la frotación.
—¿De verdad? —James los miró con cautela. Lily los miró con una sonrisa triste asomando en sus labios.
—Lo comprendo —dijo su hija—. Ha sido una estupidez por mi parte pensar... Yo, bueno, cuando los ví... pensé... que se habían besado —sus mejillas se sonrojaron—. Oh, no importa.
—¿Besándonos? —preguntó Draco con una risa falsa y se apartó cuidadosamente de Potter—. ¿Que nos has visto besándonos a Potter y a mí?
—Ajá —Lily respiró hondo y se acercó al sofá donde se sentó—. Besándose. En fin, escuchándolos, viéndolos, está claro que es una estupidez casarse cuando cualquiera que tenga un poco de cabeza puede darse cuenta de que es un error. Los matrimonios nunca duran, todos lo sabemos.
—Lily —James se alejó para sentarse con su hermana—. Las cosas no tienen por qué ser así —le tomó las manos.
Draco suspiró y también se acercó a su hija.
—Lily, tienes que dejar de decir eso. Has sido lo suficientemente inteligente como para enamorarte de un hombre bueno, increible... con mucho futuro, que se derrite cada vez que te ve —miró a Potter con expresión que decía que debía colaborar.
—Y en cuanto lo que has dicho de que nos has visto basándonos —empezó Potter. Draco quería golpearlo. ¿Por qué volvía a traer ese tema? Pudo ver a James tensarse, él no había sido engañado—, tienes razón: estábamos besándonos.
—¿De verdad? —Lily estaba anonadada.
—Absolutamente —dijo James. Draco no supo si estaba siendo sarcástico o qué, él, en cambio, estaba queriendo desaparecer de la tierra.
—No estábamos besándonos —intervino Draco—. En lo absoluto.
La sonrisa y el anhelo desaparecieron del rostro de su hija.
—Por un segundo —le volvían a brillar los ojos—, cuando los he visto juntos, por primera vez desde que dejé a Vincent me sentí feliz. Por un segundo me imaginé que...—y hundió su rostro en el pecho de su hermano que estaba intentando consolarla pero en su rostro se notaba que no entendía nada.
—¿Qué te has imaginado? —le preguntó Draco con el estómago en el piso porque podía intuir qué.
—Me he imaginado que en el día de mi boda había ocurrido un milagro — susurró—. Que ustedes por fin se habían dado cuenta del error que habían cometido al separarse y que continuaban amándose.
Se hizo un doloroso silencio, hasta que escapó de la garganta de Draco un suave sollozo. ¿Si él seguía amando a Potter? ¡Merlín, sí! Pero eso no importaba porque Potter ya no lo amaba, y como matrimonio no podrían funcionar jamás. Notó que James se movió preocupado pero Draco le hizo saber que estaba bien.
—Estoy bien, es solo que... —respiró hondo—. Lily, las cosas no son tan sencillas. No puedes juzgar el futuro de tu matrimonio por el fracaso del nuestro.
—Por favor, padre lo dijo en la fiesta. Yo lo escuché: lo único bueno del matrimonio son los hijos... el amor al final desaparece...
Draco miró a Potter que estaba pálido de repente, totalmente Knock out. Ok, él era el único en línea, por lo que volvió a mirar a su hija:
—No a todo el mundo se le termina el amor. Hay mucha gente que... ¡Mira a los amigos de tu padre! Hermione y Ron. Bill y Fleur. Luna y su esposo. Todos están felizmente casados.
—Todos son matrimonios jóvenes. Y Hermione y Ron se la pasan peleando —Draco no podía discutir eso. Su hija respiró hondo—. Debe de haber sido terrible haberse querido tanto y terminar viviendo separados.
Draco miró a Potter pidiéndole ayuda. Al menos ahora tenía más color.
—Bueno —contestó Potter con cuidado, de nuevo en el juego—, sí, no es nada agradable. Pero eso no significa...
—Lily —intervino James—. Nuestros padres hicieron todo lo posible para intentar que su separación no nos afectara. Tú no sabes lo que era, pero discutían demasiado. No, no pongas esa cara, ya no eres una niña, Lily. Yo oía llorar a papá todas las noches, y tenía que lidiar con Albus y Scorpius y los ojos rojos y no querer poner más presión en papá.
Potter se movió, mirándolo, como preguntando si lo que James decía era cierto. Draco, sin embargo, solo quiso perderse. Sabía que James nunca compró su sonrisa, pero no sabía que no había logrado mentir nada.
—No pretendía hacerles daño —dijo sinceramente.
—Lo sé —respondió James—. No lo hiciste, nosotros no queríamos herirte más.
—Ya me lo imagino —admitió Lily—. Pero, nunca he podido dejar de pensar en lo maravilloso que sería que volvieran a estar juntos —enterró la nariz en el pecho de James—. Y entonces, cuando los he visto besarse... bueno, cuando me ha parecido verlos besarse...
—Lo estábamos haciendo —dijo Potter de repente otra vez, y Draco alzó la cabeza como si alguien acabara de clavarle un alfiler. Potter lo miraba con el ceño fruncido—. No sé por qué quieres mentirle al respecto, Mal-... Draco.
Draco vio la mirada incredulidad de su hija y respiró hondo.
Mierda.
Entrelazó los dedos con los de su hija y sonrió:
—Está bien. No han sido imaginaciones tuyas. Estaba besando a tu padre. Y él estaba besándome a mí.
El lloroso semblante de Lily se iluminó. James fue lo opuesto.
—¿Quieres decir...? —a Lily le temblaban los labios—. ¿Entonces tengo razón? ¿Están pensando en volver a estar juntos?
—¡No! —contestó Draco rápidamente mientras veía a James mirar a su hermana como si fuera cualquiera menos su hermana—, Lily un beso no significa...
—¿Sabes qué, hija? —intervino Potter, con una mirada que Draco reconoció. Estaba a punto de meterse en problemas, de hacer algo impulsivo, algo difícil de arreglar—. Tienes razón sobre tu papá y sobre mí.
—No —dijo Draco en advertencia—. Potter, no. —intentó ser firme. Pero como siempre en su matrimonio, fue ignorado.
—No queríamos decir nada hasta que no estuviéramos seguros, porque todavía no hay nada seguro, supongo que lo comprendes, la posibilidad es muy remota y...
—¡Potter! —gritó Draco, de pie, con voz de pánico.
—No podemos prometerte nada, Lily —una vez más, ignorado. Potter siguió como si no le advirtiera lo suficiente—. Y no hay ninguna garantía porque la situación es muy complicada, pero al menos, tu papá y yo hemos decidido empezar a considerar la posibilidad de darnos una segunda oportunidad porque los matrimonios, si hay amor, deben darse una segunda oportunidad.
—¿Tantos años después? —pregunto sin comprar James. Potter lo miró.
—La cantidad de años que sea. Como dije, si hay amor, hay todo.
Draco iba a matarlo.
Nota:
Creo que fue algo así:
Gracias por leer :)