Oculto bajo un suspiro

By Soloparaescribir3

438 107 22

Un chico que está harto de su miserable vida toma una drástica decisión. Acabar con su sufrimiento, pero algo... More

Prologo
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27

Capitulo 15

11 5 0
By Soloparaescribir3

Maltratos, golpes, abusos ¿siempre era ese el final de un matrimonio? ¿Cómo es que llegue a este punto? Pensó Mariana mientras fregaba los platos del almuerzo. Después de casarse había perdido contacto con su padre, Ian Taylor se la llevo lejos y la obligo a dejar sus estudios, él había vivido torturándola física y psicológicamente los últimos 5 años, se estaba cansando de su patética vida, pero no podía dejarlo, ella lo amaba y sabia que el a ella también. Solo tenia que encontrar una solución y todo volvería a ser como antes.

Por otro lado, desde que Ian sé enteró de que su padre la había desheredado por haberse casado con un hijo de chofer le trajo abajo todos sus planes ¿De qué mierda le sirvió casarse y hacerle caso Axel entonces? Había arruinado su vida por el capricho de un pobre borracho y una niña rica.

¿Qué hacía ahora? ¿divorciarse? ¿dejarla ir? No... era culpa suya que estuviera en esta situación y si el iba a vivir una vida de mierda... ella también.

La rubia creía haber encontrado el impulso que haría florecer su relación nuevamente. Un embarazo trae alegría a un matrimonio ¿verdad? NO

Un embarazo en un matrimonio dañado y sin remedio, solo trae a la vida a un niño para sufrir.

Cuando nació Mateo la violencia y la ira de Ian pareció haber aumentado a creces, era como si odiara al niño, nada comparado con aquel chico que le regalaba rosas cada noche al visitar su habitación. Ese chico en realidad nunca existió.

Cuando el rubiecito cumplió los 8 años de edad, se había convertido en un bello niño de sonrisa angelical que podía reconstruirle el alma a la persona mas rota que pudo haber pisado esta tierra, Mariana había hecho lo posible para que nadie le hiciera daño, le había costado mucho mantenerlo feliz en una casa en la que solo habitaban las desgracias, lo había conseguido, sin embargo, no sabía cuánto tiempo más duraría esa efímera felicidad, esa que solo lograba rescatar para Mateo, tenía que sacarlo de allí.

Se había dado cuenta que después de todo la felicidad si se centra en una sola persona, en un pequeño rayito de sol.

Un día después de 13 años volvió a la casa donde paso toda su niñez y parte de su juventud, aprovecho que su marido no se encontraba en casa – y que probablemente tardaría días en regresar, por lo que Mateo podría estar seguro – daría una rápida visita a su padre, hablaría con él y regresaría de inmediato, necesitaba que la ayudasen.

En esa casa había recuerdos que atesoraría por siempre y que debió valorar más, antes de que cruzara la puerta del infierno.

Pero nadie le abrió.

<<Mamá tiene que salir, si papá viene escóndete en el armario>>

Escucho la perilla de la puerta girar

<<¡EMPIEZA A ESCONDERTE!>>

Corrió rápidamente a esconderse al armario, era lo que hacia siempre que el monstro llegaba a casa, esconderse y esperar a que se vaya para poder salir. Los pasos se escuchaban cerca de la habitación, estaba buscando algo.

–¡Mariana! – hablo el beodo señor – ¡ven y complace a tu marido!

Los gritos hacían temblar a Mateo, no le gustaba cuando gritaba, cubría sus pequeños oídos para ya no escuchar. De pronto una sombra cubría la rendija por donde llegaba la luz hacia el armario y abrieron las puertas de golpe.

–Mierda, solo eres tú... – lo miro con disgusto – ¿Dónde está tu madre?

–No se – la voz le temblaba.

–Esa puta, no esta cuando uno la necesita y ahora que carajos hago con esto – miro hacia el niño quien se apretujaba como si intentara desaparecer. Una sonrisa maliciosa se escapo de sus labios, lo que tenia pensado hacer le resultaba divertido – Bueno, si no esta tu madre, supongo... que tú puedes ayudarme – Mateo alzo la vista, al miedo se le añadió la confusión ¿En que podría ayudarlo él? – te tengo el mismo odio que a ella.

Cuando lo azoto contra la cama, bajo sus pantaloncitos y sus gritos y sollozos empezaron a inundar la habitación en el fondo, El rubio conoció por primera vez la Gehena.






***






–El hijo de puta te violó – susurro John, apretando los puños, la rabia empezaba a consumir su interior, no podía creer que le había tenido compasión a una persona que si quiera merecía ser llamado humano.

–Si – logro decir el rubio después de asentir, paso saliva recordando aquel amargo momento, si bien era cierto ya no le afectaba tanto, el recuerdo aun le resultaba acerbo – supongo que Matthias nació después de aquello, porque tenía pequeñas lagunas de sucesos que estaba seguro no había vivido. Era muy confuso, pero me di cuenta recién de mi problema a los 15. Cuando mama me decía que me comportaba extraño y seguía portándome como un nene. Fue ese día cuando descubrí el salón de las puertas.

–¿Qué salón de las puertas? – La rabia de John se tornó en mezcolanza. Ese sentimiento no hacia mas que acompañarlo siempre últimamente.

–Un salón blanco con una luz intensa que queda detrás de un espejo – dijo al recordar aquel gran salón y cuando lo piso por primera vez, veía todos sus recuerdos y recuerdos que no le pertenecían, era toda una maravilla y al mismo tiempo una enajenación – allí se guardan todos nuestros recuerdos, los míos y los de Matthias. Creo que aquello me hizo ser consciente de lo que hay dentro de mi y poder tomar el control, desconectar y conectar a Matthias a mi gusto – hizo una pausa para dar un largo suspiro – primero lo usaba como mi escudo, un escape de la realidad, pero después mi único objetivo fue protegerlo, el no viviría lo mismo que yo.

>>Así que cuando Mariana murió luego de una tremenda golpiza de mi padre, no volví a dejar que Matthias volviera a tomar el control jamás. Deje que viviera con el recuerdo de una madre amorosa y así será siempre.







Mariana dejo de ver amaneceres a través de sus ojos cuando Mateo cumplió los 18 años de edad. El padre había llegado ebrio una vez mas pidiendo que lo complacieran, pero ese día Mariana por primera vez, después de 23 años de tortuoso vivir se negó a hacer lo que el protervo hombre le había ordenado. La golpeó hasta matarla, el aun recordaba todos esos gritos y sollozos de ayuda y piedad que la alguna vez bella mujer pedía.

La escucho agonizar, pero él no podía hacer nada – y no quería hacer nada – siempre culpo un poco a su madre por no ser lo suficientemente valiente para sacarlos de esa horrible y patética vida, pero aun así la quería, por eso pensó que tal vez la muerte, sería la única salida para su madre, así que le otorgo ese regalo.







–Entonces ¿Él no sabe que su mamá murió? – John saco a Mateo de sus pensamientos regresándolo a la realidad.

–Se supone que no, pero hasta hace unos días pude escucharlo y cree que lo abandono, por eso reacciono así cuando supo que tú también lo harías – el resentimiento acompaño la ultima frase que dijo, aún seguía molesto por la consideración de John.

De pronto su ceño fruncido paso a ser una mueca de tristeza, no quería que lo dejara – S-se que estoy hecho mierda – un pequeño sollozo quería escaparse entre esas palabras – pero Ámame y no me dejes ir. Sacrifícate y dame lo que queda... solo en tus ojos puedo encontrar el fuego que necesito – apretaba su mandíbula evitando darle paso a las lágrimas, sonaba desesperado, de verdad lo necesitaba – por favor...

John se acerco cuidadosamente y beso su frente dejando caer una lagrima – Toma hasta mi último respiro... lo daré todo por ti.

El rubio alzo la cabeza y el mayor deposito un casto beso en sus suaves labios. Se deslizó debajo de las sabanas, lo tomo entre sus brazos, sintiendo esa calidez que tanto extrañaba, y se quedaron así toda la noche.      

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Solo tres cosas para decir:

1. Perdon por la marca de agua en la imagen, es dificil conseguir una que se adecue a lo que escribo 

2. Que tremendo hijo de...

3. Mis amores por fin se han vuelto a reencontrar #feliz

Continue Reading

You'll Also Like

135K 5.5K 20
𝐀𝐥𝐛𝐮𝐦 𝐝𝐞 𝐮𝐧𝐚 𝐜𝐨𝐧𝐠𝐥𝐨𝐦𝐞𝐫𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧 𝐝𝐞 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚𝐬 𝐜𝐨𝐫𝐭𝐚𝐬 𝐝𝐞𝐝𝐢𝐜𝐚𝐝𝐨𝐬 𝐚𝐥 𝐩𝐫𝐨𝐠𝐞𝐧𝐢𝐭𝐨𝐫 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐝�...
1.9K 327 49
Caigo en pedazos al estar contigo... Nervios. Mis piernas empiezan a temblar... Es inevitable; tu sonrisa, mirada y ojos... ¿Cómo lo hace? Yo te quie...
165K 20.1K 39
Él y yo estábamos destinados a estar juntos... más que destinados estábamos maldecidos ♪
66.8K 4.2K 32
estos comics no son míos créditos Asus respectivos creadores ☆☆☆☆☆☆☆☆