Dulce Fantasía || Chanbaek

By SunnydeOh

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Baekhyun es un hada y Chanyeol un mago, ambos tienen una enemistad de hace muchos años, pero todo cambia cuan... More

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V

III

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By SunnydeOh

Se había vuelto común ver a Baekhyun caminando en lugar de volar, como era habitual en las hadas o cualquier criatura que tuviera alas. Incluso su misma belleza mítica ahora era opacada por una piel sin brillo, ojos con bolsas oscuras debajo y labios partidos. Parecía un humano común en semana de exámenes finales.

El hada se había apartado de los suyos, incluso dejo de lado tanto a Jeonghan cómo a Luhan, porque se sentía a sí mismo como una vergüenza para la naturaleza, un mal que no necesitaba empañar la pureza del bosque. Un fallo que lloraba cada noche, porque su pecho dolía.

Se suponía que el del hechizo era Chanyeol y no él.

No estaba taciturno por tristeza, sino, por vergüenza. Estaba avergonzado de extrañar los labios de Park, de añorar el calor de sus brazos y de sentir como su pecho se quebraba cada vez que veía al mago suplicar a la luna para dejar de amarlo. Estaba avergonzado de sentir cosas impuras por un humano embrujado.

Sabía que el amor de Park no era real, pero entonces ¿Por que había comenzado a pensar en el todo el tiempo? ¿Por qué quería acurrucarse en su regazo y acariciar sus mejillas cuando lo veía llorar en las noches? ¿Por qué terminaba gritando sobre una almohada cada vez que llegaba a su habitación?

Él creía que era porque estaba defectuoso.

Ahora se encontraba en la biblioteca del colegio, leyendo algo por un reporte de investigación de flores oscuras. Levantó una ceja cuando leyó algo que le interesó.

Azafrán, planta usada para elaborar filtros de amor.

Filtros de amor, pensó. Se preguntaba que clase de filtro se había usado en Park, porque en realidad no tenía idea aunque fuera un hada. En realidad tampoco tenía idea de quién lo había hechizado, pero aquello estaba lastimando al mago.

Leyó con interés la hoja y vio que, de hecho era algo difícil hacer un filtro de amor, al menos de azafrán. La planta era muy cara y se necesitaba mucha para poder sacar su aceite, que era el ingrediente principal, además de cortarlo con un tipo de metal especial que necesitaba ser afilado en luna nueva y las flores cortadas en luna llena.

Se mareo, porque no entendía el motivo de alguien para gastar tanto tiempo en tratar de enamorar a alguien que no le amaba. Era ridículo.

Suspiró y vio los síntomas de lo que provocaba, entonces supo que no era este filtro de amor lo que había tomado, porque el azafrán solo producía repentina atracción hacia la otra persona y tenías que dárselo cada semana. A Chanyeol se le cambiaron los recuerdos y no creía que la persona que lo embrujó, le estuviera dando continuamente eso.

¿Por qué alguien estaría interesado en que Chanyeol lo amara?

Decidió seguir leyendo y no obtuvo nada, todos los filtros de amor eran parecidos, no eran tan fuertes como lo que le pasaba a Park y se iban en pocas horas, minutos o días. Se concentro en su reporte.

.

Baekhyun caminaba despacio hacia la siguiente clase, siendo usualmente lento como últimamente lo era, entonces sintió un empujón fuerte en su costado que lo hizo caer al suelo con fuerza. Levantó la cabeza para ver un montón de hadas, su compañeras, riéndose, así que solo suspiró profundo.

Al momento de levantarse, sonó algo y una corriente eléctrica paso por todo su cuerpo acompañado de dolor agudo, así que lo supo. Se había torcido el tobillo y dolía, de verdad dolía, aunque lo peor fue que terminó cayendo de rodillas al suelo.

Las hadas rieron más fuerte, pero de pronto un fuerte viento golpeó la túnica de Baekhyun, quien estaba arrodillado, lo único que pudo ver por el pasillo ancho fue a sus compañeras chillando y volando lejos por la corriente de aire. Al voltear el cuello se dio cuenta de la razón: Park tenía su varita en alto y el rostro compugnido en enojo, él las había mandado.

Baekhyun no supo que decir, porque no le había molestado e incluso sentía cierta satisfacción por el hecho, pero creyó que todo terminaría ahí. El podría demorarse un poco por tratar de curar su tobillo lo mejor que pudiera para ser capaz de ir hasta la enfermería, sin embargo, algo paso que dejo a algunos jadeando.

Los ojos celestes de Baekhyun fueron hasta los negros de Chanyeol, quien ahora lo estaba cargando en el aire, no con el poder de su varita, sino con sus propios brazos. Escondió el rostro en el pecho duro, porque estaba avergonzado de que todos lo vieran como una chica en los brazos de su novio. No le gustaba verse tan débil.

Poco a poco la mente de Baekhyun se disipó de ideas sobre los otros a su alrededor y lo único que ocupaba sus pensamientos era la colonia de Park, un dulce aroma a chocolate puro mezclado con romero. Le hacía sentir seguro y cálido. Debido a su extrema concentración en embriagarse con el olor, no supo que Park se lo había llevado del pasillo y ahora estaban en un baño, uno vacío.

—¿Qué hacemos aquí? —preguntó, saliendo de la bruma aromática.

—Voy a curar tu pie —dijo sin más, sentándolo en la parte seca de un lavabo.

—¿Y la enfermería?

—Esta llena, al parecer alguien quiso hacer una broma y hechizó la comida de los elfos —se encogió de hombros, porque aquello le era indiferente, ahora solo estaba concentrado en sacar algunas cosas de su maleta.

—Pude haberme curado solo.

—¿Tanto odias mi presencia? —dijo con pesar, levantando su mirada hacia el hada, quien a sus ojos, lucía muy delicado— ¿Por qué no has estado durmiendo bien?

—He tenido tareas pendientes.

Baekhyun desvío la mirada, no queriendo que el mago pudiera ver más allá de él, jamás podría confesar que pasaba todas las noches con dolor en el pecho por recordar el sufrimiento del mago. Era tonto.

—Como digas.

Chanyeol estaba arrodillado frente a Baekhyun, quien balanceaba su pie sano, porque el lavabo era algo alto. Con su varita tomo agua de otro lavabo y la mantuvo flotando para luego enfriarla, dirigiendola hasta sumergir el pie ya un poco hinchado.

—Uhm...

—Tranquilo, sé lo que hago.

—No lo dudo, eres un buen estudiante —susurró, haciendo una mueca por su pie.

—¿En serio? No pensé que alguna vez notarias eso.

—¿Quién no? El mago sangre pura y millonario que además es un erudito —se cruzó de brazos y rodó los ojos—. Siempre me lo has restregado en la cara.

—Bueno, no recuerdo haber hecho eso —frunció su ceño, pero luego relajó sus facciones—, pero me disculpó y quiero que sepas que no soy un erudito... yo solo no podría sacar malas notas o sería una vergüenza para mis padres —suspiró y se dedicó a ver el pie que ahora estaba desinflamandose.

—¿Vergüenza? —lo vio de reojo.

—Desde pequeño he sido criado para ser el siguiente señor de mi familia; modales, institutrices, reglas, normas que seguir y castigos severos si no cumplía, así que no puedo llevar menos de un sobresaliente.

—Eso suena agotador —se estremeció.

—Te acostumbras con el tiempo, supongo —le dedicó una leve sonrisa.

—¿Y entonces por qué quieres estar conmigo? No soy un mago ni una mujer —finalmente giró su torso y aflojó sus brazos.

—Porque —cerró sus ojos por un momento y luego respiró profundo—. Porque yo...

—¿Te sucede algo? —se preocupó al ver cómo el mago sujetaba su sien.

—Estoy bien, a veces pasa —se rio, pero el otro no lo hizo—. Te amo, porque te amo, no hay una razón para amar alguien ¿No? Si hubiera un motivo ya no sería amor.

—No lo sé, nunca me han enseñado a amar.

—¿No? ¿Y tus amigos o no sé? ¿Quién los crío?

—Nos crían las pixies, son hadas pequeñas que ayudan al resto... pero es solo eso, nos alimentan, vigilan, no nos aman —mordió su labio inferior y luego sintió la caricia de la mano de Chanyeol en su tobillo—. Siempre se nos ha dicho que las hadas somos herramientas para mantener a la naturaleza, no somos seres para enamorarnos y formar una familia.

—¿Entonces por qué son capaces de engendrar en sus vientres? —arqueó una ceja y lo miro con profundidad.

—Yo... —de repente el nerviosismo inundo su cuerpo, porque desde que Park se entrometió en su vida de manera amorosa, se hacía la misma pregunta— no lo sé, en realidad no lo sé.

—Quizás la naturaleza tiene algo más para ustedes que ser solo útiles para ella ¿No lo crees?

—No lo sé —desvió la mirada hacia una de las paredes blancas, intentando disipar el sonrojo en sus mejillas.

—Si yo encontrará la manera de hacerte saber que mi amor por ti es real ¿Me aceptarías? —dijo mientras masejeaba el tobillo, que por fortuna no estaba roto o desencajado.

—¿Cómo? —giró su cuello de manera violenta.

—Si yo fuera al hospital y luego de curarme o lo que sea que ellos pienses que tengo, aún así yo te amara ¿Dejarías de lado lo que las hadas piensen y estarías a mi lado?

—Tus padres jamás permitirían que estuvieras-

—No me importa lo que ellos piensen, es mi vida, tú eres mi vida —levantó el pie mojado de Baekhyun y plantó un suave beso en su empeine.

—Bien, sí —tragó saliva y respiró profundo para intentar calmar los alocados latidos que golpeaban su pecho por haber visto y sentido el beso de Park—. Si te curan y aún así me amas, yo me iré contigo y olvidaré toda mi vida como hada. Hasta te daré hijos si quieres —sonrió internamente, sabiendo que todas esas palabras se esfumarían en el viento, porque era imposible que Park lo amara de manera genuina.

Park sería curado y lo olvidaría.

—Ve pensando los nombres para nuestros pequeños, porque me gustan las familias grandes —se rio y luego sacó un ungüento de su bolso para poner un poco en el tobillo.

—Bien —asintió—, pero hasta entonces tú y yo no seremos nada ¿Estás de acuerdo?

—Estoy de acuerdo —asintió y luego, con su varita invocó un rollo de vendas—. Hoy mismo escribiré a mis padres para que manden a alguien que me lleve al hospital.

—¿Ellos no han venido aún? —ladeó la cabeza y suspiró al sentir como la crema iba calmando el dolor.

—No, le dicen al rector que vendrán, pero yo sé que no. Están demasiado ocupados.

Baekhyun creyó que quizás eso era algo triste, porque vio como las comisuras de los labios de Park bajaban. Él no podría entender que tus padres no estuvieran para ti, porque él no tenía eso, tampoco lo añoraba, porque literalmente no tenía padres, nació de una flor en primavera.

.

Los ojos celestes del hada se encontraban viendo el techo blanco de la enfermería, había tenido que ir de igual manera, porque necesitaba una justificación por haber faltado a clases.

Comenzó a pensar en Park, en que su vida quizás no era tan fácil como él siempre lo creyó. Por años solo pensaba que el mago era el niño de papi que conseguía todo lo que quería por ser mimado, que jamás se esforzaba por nada en la vida y todo le venía en bandeja de plata.

Bueno, en su defensa, Park siempre se demostró a sí mismo de esa manera.

Levantó su brazo para ver el reloj envuelto en su muñeca, ya era tarde y probablemente era la última clase del día. No le gustaba faltar, pero se sentía algo tranquilo, porque le agotaba sentir la magia agria de sus compañeras al igual que sus miradas asesinas.

Ellas parecían más Banshee que hadas del bosque. Eran hadas horrendas.

Comenzó a pensar en porque le importaba tanto lo que ellas pensaran de él, es decir, no eran su familia. Él no tenía familia, su lazo sanguíneo, por decirlo de alguna manera, era la misma naturaleza. Dónde sea que hubiera una planta entonces él estaría bien.

¿Quién dirigía sus decisiones? Nadie.

Esto no significaba que se iría con Park en cualquier momento, esto ni siquiera tenía que ver con él. Solo que está situación le había hecho pensar en que la vida no debía ser dirigida por los desprecios y opiniones ajenas, Baekhyun tenía derecho de elegir que hacer con su vida. Si quería vivir en el bosque de Rusia, en la selva del Amazonas o en algún prado como si quería casarse y tener hijos, tendría que ser solo su decisión.

¿Qué habían hecho todas esas hadas por él hasta ahora? Salvó peinarse y actuar lindas todo el tiempo.

Comenzó a tener sueño, quizás su cuerpo necesitaba descansar por el dolor pasado y todas las noches tardías, así que cerró sus ojos solo para dormir unos minutos, sí, unos pocos minutos se dijo.

No supo cuánto tiempo pasó, pero comenzó a despertar cuando el aroma de algo dulce se introdujo en su nariz así que parpadeó un par de veces para quitar esa nube molesta de lagañas y luego se encontró con un huevo grande de chocolate que tenía un orificio de la mitad de su tamaño, ahí dentro estaba un hada traslúcida con alas grande y alrededor se encontraban galletas esponjosas de diferentes colores. Sonrió, porque él amaba esas golosinas.

Se pregunto si quizás sus llamados amigos le habían enviado el postre, pero no tuvo que hacer una gran investigación, porque entre las galletas estaba una nota escrita en papiro.

Hola, dulce pastel.

Espero que tu pie se encuentre mejor, sé que es molesto estar en la enfermería así que quise alegrarte con estos dulces. Me hubiera querido quedar a tu lado, pero la doctora me echo, diciendo que no era hora de visita.

-Park Chanyeol.

La respiración de Baekhyun se detuvo por un momento y luego volvió a ver el huevo grande de chocolate. Parpadeó un par de veces y luego mordió su labio inferior. ¿Por qué su corazón estaba latiendo tan rápido? ¿Por qué sus alas usualmente neutrales ahora estaban brillando? ¿Por qué se encontraba mirando con tanto anhelo aquellos dulces?

¿Qué es el amor?

Amor quizás sería algo tan dulce como los trozos de chocolate que estaba probando o tan suaves como las galletas que se rompían en su boca, podría ser igual de hermoso como el hada hecha de caramelo. No lo sabía y le dolía la cabeza pensar en ello.

A la mañana siguiente, solo estaba el hada de caramelo, porque Baekhyun se había empalagado y también porque no se veía capaz de romper aquella pequeña escultura. Suspiró.

Después de un momento la cortina alrededor de su camilla se abrió y dio paso a una figura alta. Baekhyun se sonrojó al ver la sonrisa tan expresiva del chico en frente.

—Buenos días, Baek ¿Cómo estás? ¿Ya no te duele el pie?

—Ya no, gracias —bajo la cabeza, provocando que su cabello caiga por su cara y oculte su sonrisa—. Pudiste haberme dejado aquí ayer y preferiste curarme tú mismo.

—No me hubiera sentido bien dejándote con el dolor, la doctora se iba a tardar en atenderte.

Chanyeol se sentó en el borde de la cama y levantó las comisuras de sus labios cuando giró el cuello para ver a Baekhyun. Su pecho ardía por la figura tan menuda que se presentaba, sus ojos celestes como el agua calmada de la laguna en verano, nariz pequeña y levantada, labios rosados que siempre brillaban como si estuvieran hechos de almíbar, además de su piel blanca con un tono rosa.

—¿Qué pasa? ¿Tan mal se ven mis ojeras? —dijo de repente el hada.

—¿Ah? ¿Qué ojeras? —frunció el ceño, recién percatandose de las bolsas oscuras debajo de sus ojos.

—Es que como te quedaste viéndome un momento tan largo —su voz estaba insegura y temblorosa.

—Solo admiraba tu belleza... Siempre veo a las hadas, pero todas son no sé, iguales, en cambio tú eres diferente —mordisqueó su mejilla interna, sintiéndose poco original con lo que acababa de decir—. Ellas son bonitas, pero tú destacas.

—Nunca me he considerado bonito por ser yo... solo, se supone que por ser hada tengo que ser lindo, supongo —se encogió de hombros.

—Creo que aunque no fueras un hada seguirías siendo lindo —levantó una mano para acariciar la piel suave de su mejilla—. Por cierto —sus ojos se desviaron hasta el hada de azúcar—, veo que mi regalo te gustó.

—Uhm, sí, me gustan los dulces —asintió, sintiéndose tímido—. ¿Y a ti?

—No soy fanático de las golosinas, pero podría percibir tu aroma a algodón de azúcar todo el día —sonrió y se inclinó hacia adelante para colocar su cabeza entre el hueco del hombro del hada—. Todo en ti me hace sentir embriagado —dijo en tono grave al mismo tiempo que cerraba los ojos e inhalaba el olor del más pequeño.

—P-Park —mordió su labio inferior y cerró sus ojos, queriendo que el temblor en su cuerpo se fuera—, alguien podría venir —casi susurró, sintiéndose débil.

—Si eso es lo que te preocupa —sonrió a medias y luego se apartó para sacar su varita con la cual conjuro un hechizo—. Ahora nadie podrá abrir las cortinas ni escucharnos.

—Uhm —asintió.

Baekhyun pensaba que lo que su cuerpo estaba sintiendo no era normal, no entendía porque su piel había subido tan de repente su temperatura y su pecho martilleaba mientras que su voz se quebraba cada que quería hablar.

—No hagas esa cara, siento que perderé el control —inhaló con fuerza y luego se inclinó para besar al otro.

Los labios de ambos chocaron, danzando entre saliva y sus lenguas, una experta manejando a una primeriza. Baekhyun no sabía besar, pero cuando Park chupaba tan bien su lengua, solo podía rendirse y darla sumisamente. Se suponía que las hadas siempre debían ser puras, pero ¿Qué había de repugnante en lo que estaban haciendo?

—¿Qué- Qué haces? —el hada dijo con dificultad y luego tragó saliva.

—Quiero probarte —susurró contra la piel de su cuello, lamiendo y chupando.

Baekhyun decidió cerrar los ojos, recostandose completamente con Park encima de él, por un momento su mente se puso en blanco. No magos sangre pura, no hadas virtuosas, no peleas antiguas, no Park estando embrujado; solo un chico que le hacía sentir cosas extrañas, besando su piel.

Los ojos del hada se abrieron de golpe cuando sintió una mano en una parte de su cuerpo que jamás tocaba, salvó cuando se bañaba, su miembro, aquel que lo denominaba como un hada hombre. De inmediato y más por impulso que nada, llevó sus manos hacia la de Park.

—No, no, está mal —dijo entre jadeos.

—¿Por qué? ¿No te hace sentir bien? —volvió a chupar la boca ajena y apretó su pulgar en la cabeza del pene de Baekhyun.

—Yo —jadeó—, sí, pero no —se sostuvo de los hombros anchos cuando un temblor recorrió su cuerpo—, no está bien.

—Claro que está bien, solo mira como te retuerces de placer —sonrió altivo y aceleró el movimiento de su mano, viendo cómo el hada se contraía, jadeaba y apretaba sus dedos—. Luces como el último rayo de sol del ocaso —dijo al ver su rostro sonrojado, sus ojos brillantes y sus labios entreabiertos.

—P-Park —dejó caer su cabeza sobre el pecho ajeno y alejó sus manos—. Siento algo raro —dijo en voz baja.

—Tranquilo, es normal.

Park levantó la cabeza de Baekhyun y lamió sus labios, deleitándose por la vista erótica que le estaba otorgando el hada. Apretó un poco sus dedos y luego de un momento lo obtuvo, sonrió satisfecho al sentir como Baekhyun se convulsionaba contra su cuerpo, blanqueando sus ojos y chillando por el orgasmo.

El hada estaba deshecho contra la cama, con su rostro lleno de sudor, su cabello por todos lados y su camisa abierta y descolocada. Chanyeol tuvo que desviar la mirada para no hacer algo que no debería, al menos no en ese momento.

—¿Qué fue eso? —dijo Baekhyun luego de unos minutos.

—Masturbación y orgasmo —se encogió de hombros—. ¿Por?

—No, yo no conocía ni sabía que-

—¿Qué podías tener uno? ¿Nunca te habías tocado? —sonó incrédulo.

Baekhyun negó con su cabeza.

—¿Las hadas de verdad no saben nada de sexualidad?

—Ni siquiera podemos tener pareja ¿No te dice algo? —arqueó una ceja y luego se avergonzó porque seguía con su miembro al aire, así que con la manta se tapó.

—Que cruel, yo no podría vivir sin eso —frunció el ceño y luego sacudió la cabeza—, pero puedo hacer que te sientas aún mejor ¿Sabes? —su rostro pasó del estremecimiento a la sorna.

—¿Ah sí? ¿Cómo? —se inclinó con los codos sobre la cama.

—Te lo diré cuando regrese del hospital —estiró una mano y apretó la nariz de Baekhyun con su índice.

—¿Irás? ¿Cuándo? —de pronto sintió algo presionando su garganta.

—Mañana en la mañana, iré y trataré de regresar pronto para no perder muchas clases.

—Bien —asintió sin saber que más decir.

—Entonces estaremos juntos, te casarás conmigo y tendremos un montón de bebés —dijo emocionado para luego traer a Baekhyun entre sus brazos y llenar de besos su rostro.

—Ajá, una escuela si quieres —susurró, sabiendo lo que en realidad pasaría.

—Empezaremos a practicar cuando vuelva —se apartó un poco de él y le guiño un ojo.

—Bien —asintió, no sabiendo que decir, salvó sonrojarse.

—Bueno ¿Te acompaño a clases o te quedarás a descansar? —dirigió su mirada al tobillo vendado.

—Iré, no es bueno perder clases —sonrió con desgana y luego dejo caer sus hombros.

Park asintió con su cabeza, luego Baekhyun dejo caer un poco de polvo de hadas sobre sí mismo y su ropa se cambió por un uniforme limpio. Tendría que tomar un ducha cuando volviera a su habitación.

Baekhyun volaba junto a Chanyeol, ya que no podía caminar todavía y le daba vergüenza que el mago lo llevará en brazos. Sin embargo, algo dentro de su cuerpo quería estar todo el tiempo que pudiera junto a él, al menos hasta que se fuera al hospital, porque sabía que sería el último tiempo que pasarían juntos.

El odio de Park por él volvería.

Se sentaron juntos pese a las malas miradas del resto, incluso Baekhyun no hizo nada para impedir que Chanyeol jugará con sus manos cuando Luhan y Jeonghan los veían. Ellos ni siquiera lo habían ido a visitar a la enfermería, solo Park.

—¿Alguien me puede decir cuál es la diferencia entre ninfa y hada? —preguntó la profesora mientras se paseaba frente a las bancas de adelante.

—¿No son lo mismo? —preguntó un duende.

—No, aunque las personas suelen confundirlas, hay diferencias y me sorprende que en un salón con hadas, no me lo digan —levantó una ceja hacia el salón—. Señor Byun ¿Podría decirnos alguna diferencia?

Baekhyun se quedó helado, porque no esperaba ello y de repente sintió vergüenza de responder mal ante la vista de Chanyeol ¿Él se reprendería por amar a alguien tonto? Se quedó callado por un momento hasta que sintió un apretón en su mano y el mago le sonrió.

—Uhm... Las ninfas siempre son mujeres, las hadas puedes ser tanto mujeres como hombres —dijo lo primero que se le vino a la mente, pero la profesora seguía mirandolo, como esperando que dijera más—, ahm... Las hadas siempre nacen con magia, pero no suele ser así con las ninfas, ellas no siempre nacen con eso... Además, las hadas suelen conceder deseos, pero las ninfas son más direccionadas a ser guardianas de lugares de la naturaleza —dijo algo inseguro, rezando porque la maestra dejara de mirarlo, porque ya no se le ocurría que más decir.

—Exacto, es el punto, aunque las hadas cumplen un papel importante al mantener el equilibrio en la naturaleza, no todo recae en ellos, son las ninfas, quienes se dividen en más grupos, las que cuidan...

Las mejillas del hada se pusieron rojas cuando sintió una ligera presión húmeda en su piel. Chanyeol le había dejado un beso y luego le había guiñado un ojo, no tenía que ser un genio para saber que sus compañeros lo estaban comiendo vivo con sus miradas asesinas.

—¿Podría hacer una pregunta? —dijo Baekhyun luego de un momento.

—Claro que sí, señor Byun ¿Qué sucede? —ella mencionó con una sonrisa.

—¿Por qué... por qué las hadas podemos gestar si está mal que tengamos pareja? —dijo tímidamente, queriendo sacar esa espina de su mente. Los libros no decían mucho, no era como preguntarle a una persona.

—¿Acaso ya quieres preñarte como una perra de la calle? —se escuchó a alguien decir, Baekhyun sabía quién era.

—Que nadie se interese en siquiera pensar en joderte por desagradable, no quiere decir que sea el caso de todo el mundo —respondió Park con tranquilidad, mirando al hada—. Hay gente a la que si aman, no todos son tú.

—Basta —dijo la profesora con una sonrisa tensa—. Respecto a su pregunta, señor Byun... Sé que hay una tradición en el bosque donde no pueden tener pareja, pero esto no siempre fue así-

—¿No? —levantó sus cejas y abrió un poco su boca por la sorpresa.

—No y no me interrumpa, por favor —regañó y el otro se sonrojó—. Bien, hace muchos años, siglos quizás, era normal que las hadas, ninfas o sirenas se enamoraran de humanos u otros seres del bosque y formarán una familia —se ganó un jadeo por parte de algunos estudiantes—. Sin embargo, esto fue haciéndose prohibido, porque ustedes comenzaron a ser vistos como vientres de estirpes más fuertes, su magia natural puede engendrar hijos más fuertes que los nacidos de entre la misma especie humana —miró de reojo a los magos—. Las hadas eran engañadas y luego asesinadas para poder criar a sus hijos con sus esposas.

—¿Éramos usados solo como vientres de poder? —dijo un hada detrás de Baekhyun.

—Se podría decir así, sí. Incluso hubieron secuestros, maneras de anular la magia de las hadas para que no pudieran defenderse... —hizo una pequeña mueca de tristeza al ver los rostros oscurecidos de las hadas—, se volvió un auténtico caos, así que los reyes y reinas de las hadas al igual que el resto de autoridades mágicas, comenzaron a prohibir la cercanía entre ninfas, hadas y sirenas con otros seres. Ahora en realidad ya no está en las leyes, pero según he visto, no lo hacen por voluntad propia.

—¿No hay nada que lo prohíba? ¿Qué pasa entre un mago de sangre pura y un hada? —dijo Chanyeol, sin expresión alguna, poniendo su codo en la mesa y su quijada sobre su palma.

—Oh, bueno, no perdería la línea de sangre pura, porque las hadas no se pueden reproducir de manera natural, solo haría que el niño tenga una magia más poderosa, su físico más atractivo y su esperanza de vida más larga —explicó—. Aunque, es tan difícil enamorar a un hada como querer estafar a un duende con su oro —dejo salir una ligera risa—. No es imposible, pero es un largo camino, aunque, si lo haces, tu vida estará llena de felicidad.

De improvisto, Chanyeol beso los labios de Baekhyun, quien se sonrojó y agachó la mirada. No fue el mismo tipo de besos que solían compartir, solo fue una presión rápida, pero se ganó algunos grititos por parte de algunos, gnomos, duendes, elfos y unos pocos magos.

—Al parecer algunos nos hacen ver cómo unos fáciles —dijo un hada al fondo del salón.

—Oh, yo no lo creo, no sabemos cuánto el señor Park se habrá esforzado en ganarse el corazón del señor Byun —ella dijo amablemente y luego comenzó a dar de nuevo su clase.

Al salir, Chanyeol se aseguró de mantener sujeto por los hombros a Baekhyun, por si algún "accidente" como el de su tobillo volvía a pasar. Sin embargo, cuando estaban yéndose, pudieron escuchar un ruido fuerte de un golpe, así que se separaron un poco para voltear al igual que el resto. Un chico estaba en el suelo con su bolso a un lado.

—Ese imbécil intento tocarme —se quejó un hada.

—Olvide decir que desde lo ocurrido hace años —la profesora empezó a hablar mientras cerraba el aula con llave—, las hadas, al ser las únicas entre ninfas, sirenas y hadas, en ir al colegio, tienen un manto protector que lastimara a quien ose tocarlas sin permiso.

—Vaya que se olvidó —susurró uno.

—No creí que necesitaría decirlo al estar en un colegio donde se supone que los estudiantes deberían mantener respeto por los otros —ella fulminó con la mirada al joven mago que estaba poniéndose de pie con ayuda de sus compañeros—. No se hagan ilusiones con pociones o filtros de amor, tampoco funciona en las hadas, el caso entre el joven Byun y el señor Park es... peculiar —los miró por un momento—, mejor gasten sus energías en estudiar para los exámenes.

Algunos se quedaron viendo a los chicos antes mencionados y luego la profesora se fue del pasillo. Chanyeol volvió a tomar a Baekhyun por los hombros, llevandóselo de ahí, le molestaba como su hada temblaba por aquel escrutinio impertinente. Sabía cómo Baekhyun luchaba contra los comentarios y actos de sus compañeros.

—¿Quieres ir a comer un helado? —preguntó Chanyeol cuando ya estuvieron lejos.

—Tenemos clases —respondió.

—Bueno, cuando ya acaben —se encogió de hombros.

Baekhyun lo pensó por un momento, sabía que sus compañeros ya lo odiaban, había perdido su amistad con Jeonghan y Luhan, también que el filtro de amor de Chanyeol se acabaría pronto, porque iría al hospital. ¿Podía ser egoísta por un día y hacer algo que le complacería? ¿Un hada también podría tener un poco de maldad en su corazón puro? Al recordar a sus compañeros se dijo que sí.

—Está bien, mi última clase es de magia oscura al otro lado del castillo... No la compartimos —sonrió un poco al sentir un pequeño revoloteo en su pecho.

—Bien, te iré a ver —asintió.

Las siguientes dos clases las tuvieron juntos, siempre sentandose en la misma banca, pero luego tuvieron que separarse, así que Chanyeol se apresuró en dejar a Baekhyun en su aula, besó sus labios a modo de despedida y se retiró del lugar.

Baekhyun de pronto se sintió solo, con un hueco en el estómago y desprotegido, a merced de sus compañeros.

Respiró profundo y buscó la mesa más alejada para sentarse, ya no estaría al frente como cuando estaba junto a Chanyeol. Prefería fundirse en la oscuridad, algo tonto para él al ser un hada de luz.

.

Baekhyun estaba llorando, llorando y con sangre en los brazos por las espinas de los rosales a su alredor, bañado en almíbar y con el unirme descolocado por los empujones que había recibido por parte de sus compañeros.

El profesor en turno había tenido que salir por unos asuntos y ellos aprovecharon en hacer de las suyas con él, nadie se metió, ni los otros seres del bosque tampoco Jeonghan o Luhan. Sin embargo, para su alivio el profesor había llegado y los mandó a detención.

—Pequeño ¿Qué sucedió? —dijo Chanyeol alarmado al ver a Baekhyun junto a la puerta del aula.

—Nada —sacudió su cabeza.

Park levantó la cabeza para ver a los estudiantes que salían del aula, ellos se asustaron al ver los ojos enrojecidos del mago. No era algo bueno enojar a un mago de sangre pura como Park, así que la mayoría se fueron con rapidez, y, cuando los quiso embrujar con su varita, Baekhyun tomó su mano y negó con la cabeza.

—Cariño.

—No vale la pena, ya se los llevaron a la rectoría —dijo con la voz entrecortada.

—No tengo ganas de embrujarlos, sino llenarlos de maldiciones, las más oscuras que pueda —dijo en un tono muy grave y con las venas del cuello brotadas—. Se supone que son como tus hermanos o algo así.

—No son mis hermanos —sacudió su cabeza—, ellos no son nada para mí —dijo en voz alta, mirando al resto que salían junto a Jeonghan y Luhan, quienes lo habían escuchado.

—Lo siento mucho —dijo Chanyeol con pesar.

—No, yo... —respiró profundo— ¿Aún podemos ir por ese helado? —trató de sonreír.

—Claro que sí, solo déjame revisar tus heridas.

Chanyeol miro que las cortadas en los brazos pálidos solo eran superficiales y no tenía más heridas, así que con un movimiento de su varita, Baekhyun estaba como nuevo. El chico sonrió genuinamente y Chanyeol no pudo evitar capturar sus labios, Baekhyun era demasiado dulce como la miel.

.

Se encontraban en la cafetería, una de las tantas del colegio. Chanyeol solo había pedido una taza de café y un panecillo relleno de manjar. Al contrario, Baekhyun tenía un helado en una copa enorme llena de varias bolas de sabores, adornadas con chispas de colores, bolitas de chocolate y bañadas en miel, jarabe de fresas y cerezas.

A Chanyeol le dio dolor de muelas ver tanta azúcar junta. Sin embargo, su corazón se llenó de dulce cuando vio al hada tan feliz comer su postre, Chanyeol podría morir de una sobredosis de azúcar solo al ver los ojos brillantes de Baekhyun, su sonrisa rectangular y sus deditos torpes bañados en gotas de helado.

Sin pensarlo mucho, Chanyeol tomó una de las manos de Baekhyun, quien lo miró curioso, solo para luego abrir un poco la boca y tomar sus dedos sucios de crema fría, comenzando a chuparlos. Ni las abejas hacían una miel tan deliciosa como el sabor de Byun Baekhyun.

—Chan~

—Quería un poco de azúcar —se excusó cuando dejó limpios los dedos largos y delgados de Baekhyun—. Eres el mejor dulce que ha probado cualquier ser de esta tierra.

—No digas esas cosas —bajó la cabeza, sintiendose tímido.

—Solo digo la verdad —sonrió, soltando su mano y luego volvió a beber de su café amargo.

—Dices cosas que me hacen sentir raro.

—¿Raro? ¿Cómo?

—Nervioso... seguro, tembloroso y... y, no sé, me dan ganas de estar todo el tiempo contigo, hay cosquillas extrañas en mi pecho y en mi estómago —susurraba cada palabra.

—¿Enamorado? —dijo cantarin.

—No lo sé —suspiró y volvió a comer su helado—. No puedo entender algo que nunca me han enseñado.

—Cuando vuelva del hospital te voy a enseñar cada parte del amor —estiró la mano para limpiar un poco de helado de la mejilla de Baekhyun y luego lo chupó.

Baekhyun sintió como su cuerpo quemó ante esa pequeña acción, parecido a lo que tuvo cuando estuvieron solos en la enfermería. ¿Estaría enfermo? Era complicado de decir. Aunque, cuando el otro mencionó el hospital, algo decayó en su interior, sabía lo que significaba. Adiós a Park Chanyeol, hola de nuevo idiota sangre pura.

Sonrió, no queriendo desperdiciar sus últimos momentos con este chico que lo miraba como si fuera una joya valiosa, solo quería su compañía un poco más, solo un poquito más.

—¿No te gusta el dulce? —Baekhyun mencionó al ver la comida del otro.

—Solo si proviene de ti o se parece a tu sabor, pero en general no, lo tolero un poco.

Baekhyun asintió, tratando de ocultar la emoción que nació en su pecho al pensar que era especial para él, tanto para que solo su sabor pudiera complacerlo. Espera un momento ¿Él tenía sabor?

—¿Y a qué sé? —sus ojos curiosos sobre el otro.

—A algodón de azúcar y caramelo, delicioso.

—Vaya, eso suena a mucho dulce ¿No te empalagas?

—Solo te deseo cada día que pasa —levantó un poco su vista, dejando ver sus ojos oscuros que lo miraban de una manera tan fija que puso nervioso al hada—. Tan lindo —rio al ver las mejillas carmín de Baekhyun.

🧚‍♂️🪄

Era sábado y se suponía que Baekhyun solo se había levantado temprano para despedirse de Chanyeol y luego volver a su habitación, donde terminaría los deberes que le faltaban, pero al parecer al mago no le agradaba solo un abrazo para irse.

Ambos estaban en un baño cerca a la entrada del colegio, dónde se suponía deberían haberse dicho un hasta luego, pero Chanyeol lo había arrastrado hasta allá para montarlo en un lavabo, meterse entre sus piernas y tomar su cintura para empezar a devorar los labios sabor a fresa.

Baekhyun tenía sus brazos alrededor del cuello del mago, moviendo su cabeza conforme a como Chanyeol dirigiera el beso, solo ellos dos, porque el mago había encantado la cerradura. Baekhyun ya tenía la camisa abierta, porque de vez en cuando, el alto bajaba por su cuello hasta su pecho para succionar la piel.

—Se te hará tarde —dijo por quinta vez Baekhyun con los ojos cerrados, sin hacer amago de soltar al otro.

—No te preocupes, hay tiempo —le respondió entre jadeos pesados.

Chanyeol disfrutaba de ser alto en algunas ocasiones y está era una de ellas, porque gracias a eso podía manejar bien el cuerpo esbelto y pequeño de Baekhyun, como ahora que lo acercó mucho a su cuerpo, dejando que no exista distancia entre ambos. Casi queriendo burlar a la impermeabilidad, porque sentía que se fusionarían en cualquier momento.

Las lenguas de ambos se enredaban entre sí, disfrutando el sabor del otro y provocando sonidos de chasquidos; el cabello de Chanyeol era un desastre por las traviesas manos de Baekhyun. Luego de un momento el hada se puso débil y sus jadeos se transformaron en gemidos.

Chanyeol comenzó a frotar su pelvis contra la del hada, sintiendo como ambos miembros vestidos se daban placer con los roces. No quería bajar el pantalón de Baekhyun, porque no creía poder controlarse y hacerlo suyo en ese mismo baño. Baekhyun merecía ser tomado en un lugar diferente, una cama grande con mantas de seda e hilos de oro quizás.

—Chan~

El mago sonrió al ver cómo los ojos de Baekhyun eran meros cristales de lujuria, que su boca seguía abierta con la punta de la lengua afuera y un hilo de saliva cayendo por su mentón. Metió su cabeza en el hueco del hombro del más pequeño y aceleró los empujes mientras se embriagaba con el olor del chico. Solo un poco más.

Baekhyun lo sintió, sintió como su ropa se manchaba y su cuerpo se doblaba en dos mientras los temblores lo atacaban, solo era una masa desastrosa de éxtasis mientras Chanyeol conseguía también su propio final. Ambos terminaron jadeando con fuerza mientras se besaban y se sujetaban entre sí.

.

Cuando se limpiaron y salieron del baño para ir hasta la entrada, Baekhyun tuvo la necesidad de correr hacia Chanyeol, decirle que no necesitaba ir al hospital, que quería estar con él. Sin embargo, no se sentía tan egoísta como para tener un amor sucio como ese, uno nacido de magia. Solo recibió un último beso antes de verlo partir.

Baekhyun creyó que había empezado a llover cuando vio un par de gotas en el cemento del suelo, pero al levantar la mirada solo miro un cielo despejado, después se limpió las mejillas y supo que eran sus ojos los que producían las gotas, porque estaba llorando.

Solo apretó sus párpados y cuando vio que tanto el tutor de Chanyeol cómo él se fueron, Baekhyun batió sus alas para alejarse de ahí. Voló con suma rapidez hasta el bulbo lila dónde vivía, no quería toparse con algún compañero suyo, porque no sabía cómo respondería en ese momento, ya que no se sentía tan benevolente ahora mismo.

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