Vas creciendo y no es broma, que empiezas a valorar hasta lo que antes te parecía insignificante.
Una palabra, las carcajadas eh interminables risas con tu familia y amigos, un cálido y fraternal abrazo de tus padres, hermanos, abuelos etc.
El que te pregunten por tus cosas, y lo más importante el sentimiento tan único que sientes cuando se preocupan porque hagas las cosas bien o lo mejor que puedas.
Un simple pero tan significativo
"Perdón, te quiero, te extraño"
El calor de un te amo, un cuídate y hasta un pórtate bien. Cosas que muchas veces vemos pequeñas pero que al final tienen un peso enorme en nuestra vida diaria.
Cada cosa que digamos, nos digan o pasen. Nos reconforta y enseña en cada oportunidad. Jamás sabemos lo que tenemos hasta que lo damos por perdido sin siquiera buscar la manera de recuperarlo.
Crecer implica despedidas, lloriqueos, risas interminables, peleas y mil cosas más. Crecemos y solo deseamos volver a ser niños pequeños sin preocupaciones ni malos momentos tan fuertes, pero el ciclo de la vida es así, nacer, crecer, vivir y morir.
Mi consejo es.... Disfruta cada momento, caricia, palabra, abrazo lo que sea. Házlo como si fuera el último. No esperes a que las cosas sucedan, haz que pasen.
Trabaja, estudia, ríe, llora.... Pero haz las cosas por ti, por nadie más. Sin arrepentimientos, las consecuencias serán asumidas en el futuro, tú vive el presente.
No forces las cosas, no te apures por crecer, vive cada etapa y disfrútala.
Porque cuando ya no estés en ella y pases a la siguiente, desearass haberla aprovechado mejor.
Crecer no es malo, ni es bueno....
Es simplemente, saber apreciar los momentos buenos y malos de cada etapa
Para que el día que estés en la última, veas tu vida con orgullo, y aprecies tus últimos instantes.