Taehyung no supo cómo reaccionar cuando vio al hombre frente a él, luciendo mucho más elegante y atractivo que otras ocasiones. No sabía si era porque estaban en un lugar mucho más formal que el set o porque se trataba de un momento especial, pero Jung se veía más guapo que nunca. Y eso, inesperadamente, hizo sonrojar a Taehyung.
—Ya dejé a Daniel a cargo de la cocina —mencionó Hoseok, mientras se acercaba a su amigo—. Él sabe las órdenes que debe dar para que todo esté bajo control.
—Eso es un alivio —respondió Yoongi—. Solo no vayas a mantener al pobre Kim en este lugar mucho tiempo, porque mañana tenemos que ir a filmar los tres.
—Me encargaré de que no sea el caso.
Yoongi asintió a sus palabras y terminó despidiéndose de ambos al poco tiempo. Esa sala era una de las estancias privadas de Hoseok, pues podía cocinar sin problema cuando intentaba crear nuevos platillos. Estaba fuera de la vista del público y era amplia, por lo que existía una pequeña sala de estar y una cocina en el interior de la habitación. Casi como un mini departamento.
Hoseok observó a su amigo salir antes de dirigirse a Taehyung, quien había quedado en completo silencio una vez que pudo observar con detenimiento al chef.
—Nayeon dijo que habías solicitado ayuda para que puedas mejorar en la competencia —habló Hoseok, inspeccionándolo sutilmente de pies a cabeza.
—No quiero ser eliminado tan pronto del concurso, por eso le pedí que me enseñara.
—Vi que tienes determinación en cuanto a la práctica, aunque te falta mucho del talento de un cocinero para ganar el concurso.
Taehyung suspiró, mientras se cruzaba de brazos.
—Sé que posiblemente no pueda llegar a la final, pero me gustaría al menos intentar quedar entre los 10 mejores. Sería un verdadero logro para mí.
Hoseok caminó hacia el mesón, donde se hallaban dos de los mandiles que siempre permanecían dentro de la estancia. Tomó uno de ellos y se lo ofreció a Taehyung.
—Si quieres lograr al menos eso, deberías empezar a practicar desde ahora —mencionó—. No te prometo que vas a salir como un experto de aquí, pero al menos sabrás no tener tantos tropezones en la cocina.
—¿Va a enseñarme personalmente?
—Nayeon no tiene mucho tiempo para ofrecerte clases particulares y Yoongi no desea dejar su trabajo por algo como esto. Soy la única opción que tienes.
Taehyung entendía que no tenía muchas opciones para pedir ese tipo de favores, pero nunca imaginó que fuese el mismo chef quien se ofreciera a ayudarlo. ¿Se había vuelto un buen samaritano de la noche a la mañana? Taehyung no sabía, pero en su interior, sintió satisfacción de que fuera de ese modo.
—No seré blando contigo, así que deberías estar preparado para todo.
—No soy alguien que se deja intimidar fácilmente, chef Jung —dijo Taehyung, luciendo un poco más confiado.
Hoseok sonrió.
—Entonces, ¿comenzamos?