Hoseok estaba molesto. Eso era un hecho evidente, considerando que le había arrebatado el cuchillo a Taehyung una vez que llegó a él. ¿La razón? Nadie lo sabía, ni siquiera él mismo, pero lo que sí sabían todos allí era que el hombre no estaba dispuesto a ver cómo hacía mal simples acciones como cortar y haría hasta lo imposible para que dejara de cometer tantos errores.
—Cocinar en un tiempo corto es todo un reto, así que debes estar muy concentrado si quieres al menos conocer los conceptos básicos de la cocina —le dijo Jung cuando le vio prestándole atención—. Si la cebolla te hace llorar, no puedes simplemente hacer cortes al azar para que no lo haga más. Tienes que adaptarte al vegetal que tienes 6 adaptarte a su irritabilidad.
Taehyung asintió lentamente, mientras lo observaba sacarse la chaqueta para comenzar a cortar. Hoseok lo hizo tan rápido que casi no pudo seguirle el ritmo una vez que comenzó. Pero los cortes eran tan buenos que casi exclama sorprendido al revisar cada cuadradito perfecto de cebolla.
—Para llegar a esto, necesitas práctica y conocer los secretos de la cocina.
—La jurado Nayeon dijo que podía hacerlo si usaba un cuchillo con más filo.
—Sí, yo le dije que te aconsejara eso —admitió—, pero no creo que hayas llegado a ese nivel todavía.
—¿Eh?
—Un solo roce de ese cuchillo con tus dedos y tendrás cortes por doquier. Empieza primero por una cebolla blanca, luego, ayúdate con agua fría para contrarrestar la irritabilidad de la cebolla roja. Y, luego, podrás usar ese cuchillo con filo. Solo así llegarás a manipularlo con rapidez y dejarás de preocuparte de que te haga llorar.
Taehyung asintió, mientras tomaba una de las cebollas blancas que Nayeon había traído para él al comienzo de las clases. Quiso replicar la técnica del chef, pero le resultó difícil hacerlo, por lo que intentó cortar con lentitud primero, hasta que la cebolla fue cortada en cuadrados más o menos medianos, teniendo mucha más uniformidad que antes.
—No está nada mal, Taehyung —halagó Nayeon cuando lo vio terminar—. Incluso lo hiciste sin cortarte un solo dedo. Eso es un avance.
—No está tan desordenado como antes —mencionó Yoongi, observando el corte.
—Sigue siendo muy lento —le dijo Hoseok con los brazos cruzados— y en el concurso tendrás muy poco tiempo para cocinar.
—Cierto... —susurró Taehyung, bajando la mirada.
—Pero, al menos, no es desastre como antes —agregó el chef—. Es un avance.
Taehyung volvió a levantar la mirada, sintiéndose feliz por haber recibido un cumplido de su parte. Claro que seguía siendo criticado por el chef, pero también había dicho que estaba avanzando y eso fue más importante para él que cualquier otra opinión.
Al principio, Taehyung creyó que no iba a durar mucho en ese concurso porque no le interesaba aprender a cocinar, pero ahora que había probado el fracaso de primera mano y se había salvado por primera vez de una eliminación directa, su espíritu competitivo había despertado para quedarse más tiempo y hacerle cambiar de opinión a los jurados. Era un reto que se había propuesto y deseaba que los jurados supieran que estaba dispuesto a lograr todos sus objetivos, sin importar cuántas veces debía caer.
Eso lo entendieron bien los jurados que continuaron observándole cortar, porque lo halagaron en diferentes ocasiones (cada uno a su manera). Pero, en realidad, quien logró entenderlo mejor, tal vez, fue Hoseok, porque permaneció observándolo todo lo que duró su estadía dentro del set y sonrió al final, fue Taehyung fue feliz a contarle su hazaña a su manáger, quien lo esperaba junto al staff.