Mia Elizabeth.
Salgo de la ducha y entro al vestidor, se me dificulta encontrar algo lindo-como siempre- pero después de 10 minutos de buscar me decido por un conjunto de sudadera larga blanca y una falda corta color beige con mis tenis blancos favoritos. Cuando salgo del vestidor me dirijo hacia mi tocador y me aplico un poco de maquillaje.
Cuando estoy apunto de cerrar la puerta recuerdo que se me olvidaba mi bolso, este bolso tiene mas años de existencia que yo —y no es broma— siempre ha sido mi favorito y lo he cuidado muy bien.
Es mi fiel compañero.
Cuando bajo las escaleras lo primero que veo es a Easton con un conjunto de pantalones negros rotos, una camisa negra que se ajusta muy bien a su cuerpo, una chaqueta de cuero y unos tenis del mismo color.
Mentiría si dijera que no le queda bien, porque este hombre con todo lo que se pone se ve bien. Su forma de vestir es muy diferente a su personalidad, con lo poco que lo he conocido me he dado cuenta que el es muy formal, se toma muy enserio su trabajo, y muchas veces es muy indiferente, aunque tengo la impresión que solo se comporta así conmigo.
Cuando estoy lo suficientemente cerca le hablo.
— Ya estoy lista.
Easton se voltea cuando escucha mi voz y sus ojos me recorren completa, eso causa que mi miles de mariposas se muevan en mi estomago. No entiendo porque el provoca estas reacciones en mi, de igual forma tengo que evitar sentirme así.
— ¿Que?.. —le digo con los brazos cruzados.
— Nada —despega su mirada de mi y después vuelve a verme a los ojos — esa falda es muy corta.
— Lose, así se visten todas las chicas de mi edad.
— Pero tu no eres igual a todas.
Desvió la mirada por un momento y después vuelvo a verlo a los ojos.
— Pueda que tengas razón, pero ese es mi problema, no el tuyo.
— Que te quede claro que no me importa lo que hagas o como te vistas, solo no le causes problemas a tu padre.
— Y si lo hago que?.
— Te las veras conmigo
— No te tengo miedo Easton, y el hecho de que mi padre te haya autorizado tener el control sobre mi vida no quiere decir que yo vaya a hacerte caso.
— Aquí solo tienes dos opciones Elizabeth, o obedeces todas mis normas, o hago que las obedezcas. —me dice con una mirada tan fría como el hielo.
Suspiro...
— No quiero causarle problemas a mi padre, es por eso que voy a seguir tus estúpidas normas, pero promete que no te meterás en mi vida privada.
— No puedo prometerte eso
— Porque? —frunzo el ceño.
— Porque si alguien te hace daño se las vera conmigo. Ahora vámonos sino llegaras tarde a la universidad.
Easton se voltea y sale de la casa. Yo por otro lado me quedo viendo la puerta, analizando sus palabras, después de unos segundos llego a la conclusión que todo lo que dice y hace es parte de su trabajo de niñero que le asigno mi padre, después de todo el esta a cargo de mi, así que no tengo porque seguir pensando en esto.
Salgo de la casa y me dirijo hacia un hermoso Lamborghini negro.
—al parecer le va bien en su trabajo—
Mi padre me había comentado que trabaja en una compañía muy conocida acá en Brooklyn, pero no creí que ganara tanto para poderse permitir un auto como este.
El mundo esta lleno de sorpresas.
Cuando entro al auto me doy cuenta que el pelinegro esta viéndome, no le tomo mucha importancia y me acomodo mejor en el auto. Después de unos minutos de estar dentro del auto se me hace extraño que no lo haya encendido, por lo que volteo a ver al pelinegro para preguntarle.
Y allí me doy cuenta que sigue viéndome pero esta vez esta viendo mis piernas que se encuentran descubiertas porque mi falda se ha subido mas de la cuenta, eso provoca que me sonroje y la baje apresuradamente. Volteo a ver al pelinegro y el se aclara la garganta y voltea su mirada hacia el frente.
Será mejor para los dos que haga como si no ha pasado nada.
— Podríamos irnos ya?, se me hará tarde —digo, viendo la hora en mi celular.
— Si —dice Easton encendiendo el auto.
Es resto del camino nos la pasamos en silencio, y aproveche para poner al día a Emma de todo lo que ha sucedido, pero omito lo mas importante y prometo contárselo cuando estemos en la universidad.
Cuando estamos llegando al parqueo de la universidad las miradas se hacen notar, y no los culpo, el auto es precioso y el que lo conduce... no esta nada mal.
Cuando bajo del auto el pelinegro también lo hace.
— Gracias —le digo sonriendo
— No tienes porque agradecerme, es básicamente mi obligación traerte
—dice con su típica expresión neutral.
— Nos vemos —le digo de mala gana.
Intento ser amable con él por respeto a mi padre, pero si sigue así terminare matándome o matándolo. Aunque creo que exagero un poco.
Cuando voy en camino hacia la entrada de la universidad escucho un grito que me hace dar un respingo, me doy la vuelta y sonrió al ver que se trata de mi mejor amiga.
— Hola preciosa —me dice Emma con una gran sonrisa.
— Hola bebe —le digo mientras extiendo los brazos para abrazarla.
— Te queda muy bien esa falda! —me dice viéndome de arriba abajo cuando se separa de mi.
— Gracias Emm —le digo sonriendo.
— Y que tal vas con tu Big boy? —me dice con una sonrisa traviesa.
— Hablas del aguafiestas, de 1,80, que se comporta indiferente conmigo y si pudiera me pone una norma hasta por respirar? —le contesto elevando una ceja.
— Oh vamos, no hagas como si no te gustara —rueda los ojos.
— Y qué si me resulta atractivo?, eso no cambiara el hecho de que sea un pesado —digo con los brazos cruzados.
Al ver que Emma no responde, en cambio, se ve sorprendida por lo que se encuentra atrás de mi decido hablar de nuevo.
—Que?..—le pregunto, dándome la vuelta.
Abro los ojos como platos al ver a Easton parado frente a mi.
Abra escuchado lo que dije??..
— Olvidaste esto en el auto —me dice extendiendo la mano para mostrarme mi bolso.
— Gracias —digo, viendo a otra parte evitando su mirada.
— De nada —dice dándose la vuelta para irse.
Cuando creí que se estaba marchando, se da la vuelta y se acerca a mi oído.
— Por cierto, se te ven muy bien las faldas niñita —murmura los suficientemente bajo para que solo yo lo escuche.
Se da la vuelta y camina hacia su auto.
Tardo unos segundos en analizar su ultima palabra.
— ¡Te he dicho que no soy una niñita!
—le grito aun sonrojada por lo que me dijo hace un momento.
— Deberías de ser mas amable con tu hombre Mia —me dice Emma.
En que momento se coloco justo a mi lado?.
— No es mi hombre –cruzo los brazos– y sabes que soy amable con todo el mundo, pero el.. es diferente, no me cae bien.
— Y el hecho de que sea diferente es la razón por la cual te gusta —me dice Emma con media sonrisa.
Suspiro.
— No seguiré hablando de este contigo.
— Sabes que tengo razón por eso evitas seguir hablando del tema.
— Okeyy si, me gusta, un poco.
— Un poco? —eleva una ceja.
— Me parece atractivo —digo entre dientes.
— Que dices? , no te escuche bien.
— ¡Es un chico de 1,80 con cabello pelinegro rizado que huele y se viste bien!, es obvio que me va a gustar Emm... —suspiro— pero tengo novio.
— Y que si tienes novio, ese chico te gusta y tu le gustas, Russ no puede hacer nada al respecto.
— No le gusto Emm, y mientras tenga novio no me permitiré enamorarme de él. Además, es el mejor amigo de mi padre, estaría en graves problemas si llegara a intentar algo con el.
— Tu si que estas ciega Mia, pero esta bien, es tu vida y tu decides que hacer con ella, solo te digo que Russ nunca me ha caído bien, no quiero que pases el resto de tu vida con un chico que ni siquiera has llegado a querer.
— El hecho de que nunca lo haya besado o dicho que lo quiero no quiere decir que no lo sienta — le digo frunciendo el ceño.
— Cuando en verdad se quiere o se ama a alguien se le dice o se le demuestra.
Tu nunca lo has hecho con Russ.
Trago saliva, Emma siempre tiene razón, pero no puedo romperle el corazón a Russ, siento que le debo mucho desde aquella vez donde el me defendió cuando todos me gritaban que era ladrona.
Esa vez alguien había agarrado el dinero de un chico popular —amigo de Russ— y una chica me había echado la culpa a mi, solo por el simple hecho de que no tengo tanto dinero para malgastar.
Y al escuchar a la chica todos le creyeron y empezaron a atacarme, unos me insultaban, otros solo miraban sin hacer nada, y cuando la chica estaba apunto de sujetarme del cuello llegó Russ y les dijo que yo era inocente. Después me pidió que fuera su novia, no pude negarme, el me defendió cuando aun no me conocía, tenia que devolverle el favor, así que acepte. Hoy en día llevamos 3 meses juntos, y aunque no le he dicho que lo quiero, se que lo hago, no es eso suficiente?.
— Talvez no se lo he dicho pero lo siento Emma.
— Tu lo que sientes por el no es amor, solo sigues con el porque te sientes en deuda por aquella vez que te defendió frente a todos.
— Sabes que Emma, si, me siento en deuda con el, porque a pesar de que no me conocía me defendió.
— Mia, tu sabes perfectamente que yo no llegue ese día, si hubiera llegado sin duda te habría defendido, y no te permitiría que me dieras algo para agradecerme, porque yo lo habría hecho de corazón.
Y cuando apoyas o defiendes a alguien porque la amas, no pides nada a cambio, nunca lo haces.
De repente siento como se me forma un nudo en la garganta, no quiero enojarme con Emma, nunca lo he hecho, pero no estoy de acuerdo en dejar a Russ.
— No puedo hacerlo, Russ no ha hecho nada para lastimarme.
— Aun...
— Tengo que recibir una clase, con permiso-digo mientras paso a la par suya.
— Mia..., no te enojes conmigo, solo quiero lo mejor para ti —me dice Emma.
No le contesto, solo sigo caminando en silencio, perdida en mis pensamientos.....
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♤: Ahora sabemos la razón por la que Mia esta con Russ:0. Pero...
◇: ¿Ustedes creen que esta haciendo lo correcto?.
¿O piensan que Emma tiene razón?.
Comenten que los leo!👀...
♧: Si has llegado hasta aqui te lo agradesco<3
Bay bay...
♧:Hoy subo dos capitulos asi que puedes seguir leyendo:>...