Lost In Traslation || Shohei...

By its_lachama

14.8K 989 1.8K

❝How am I supposed to ever be with him When he and I don't speak the same language? But we have conversations... More

LOST IN TRASLATION | S.O.
1 | Family Game Time
3 | Meet You
4 | Smile and Goodbye
5 | "But don't look at me like...that"
6 | A Dream With a...
7 | Another good night
8 | Some troubles, some questions
9| Compatibility
10 | Delicate
11| Deja Vú
12 | Connecting the dots
13 | Little purple box
14 | Take the phone
15 | Social Media!
16 | Surprises & Conversations
17 | Never is a bad hour
18 | Stuck On The Feeling
19 | Vision Of Love
20 | Dreamlover
21 | obvious
22 | ...Ready For It?
23 | Diez Pasos Hacía Ti
24 | My Eternal Love
25 | This Is Why We Can't Have Nice Things
26 | Everything in L.A., stay in L.A.
27 | Daydreaming
28 | Silence Noises
29 | Locked Away
30 | Closer
31 | Overflowing
32 | Before The Storm
33 | The Voices Have To Shut Up
34 | Hospital, thoughts and dramas
35 | Saving All My Love for You
36 | Nonsense

2 | Accidentally

577 33 19
By its_lachama

📍 10 de Mayo de 2022. | California, Estados Unidos.

Abril P.O.V.:

Troté por el pasillo, esperando llegar a tiempo antes de que llegaran al segundo set. Necesitaba ayudar a mi equipo a ganar el set que nos faltaba, si no quería pasar la burla del año al dejarlas con un libero que en realidad era central.

Me tirarian una serie de balonazos, si perdieran.

Abrí la puerta de la amplía cancha techada, y los ruidos de los zapatos de goma chocando con la madera pulida, los gritos de recepción, la adrenalina palpable y la música de fondo a un volúmen considerado para las jugadoras hacía una melodía nostálgica para mi cada vez lo que hacía.

Extrañaba un poco los campeonatos y los rally fuera de California.

—Cuenta—fue lo primero que salió de mis labios al llegar a la rubia que estaba esperando su turno para cambiar con la armadora.

—4-3—hice una mueca de disgusto por ello, culpándome un poco de haberme ido a hablar con la rectora del equipo de esta institución mientras ponía mis manos un poco cubiertas con el suéter de entrenar que tenia, en mi cadera. Pero era eso, o no tener más juegos amistosos con mis ex-compañeras de campeonatos—Además, vinieron unas personas a verte.

Mi rostro pasó de calculador a confusión en pocos segundos—¿A mi?

Apuntó disimuladamente detrás de su hombro y ladeé la cabeza hacía esa dirección, para luego soltar un "oh" de mis labios. Bien, si me esperaba esto viniendo de Patrick, pero no exactamemte.

Los 25 puntos llegaron en menos de un pestañeo, después de anotar el equipo contrario ese último saque que no pudieron recibir las últimas a lo que troné mis dedos como un mal hábito adoptado por mi hermano mellizo.

Esperé unos segundos que mi equipo se cambiara de cancha al terminar de tomar agua, dándome tiempo de caminar indiferentemente por hacía el grupo que no encajaba visualmente con la soledad de la cancha techada. Aún más con el hombre alto que parecía sacado de uno de esos k-drama que tanto le gustaban ver Adriana.

Claro, como no reconocerlo, el avatar de mi hermano estaba aqui con su traductor y Luis Rengifo. Pero mi objetivo al ir allá, era fastidiar al gran amigo de Adrián para que lo vaya a molestar que nunca me soporta y que se arrepiente de haberse enamorado de mi cuando eramos solo unos adolescentes.

La misma historia del todo el tiempo.

—¿Qué estás haciendo aqui?—cuestioné intentando de ocultar mi sonrisa divertida hacía el pitcher se asustó al verme al frente de él y luego sonreír coqueto—No...

—Vine a ver a la mejor libero de California

Sonreí con confianza al escuchar aquello y mi cadera se quebró un poco mientras cruzaba mis brazos. Subía un poquito el ego que tenía pintado en mis facciones—Diablos, Sandoval. Con eso....—hice una mueca con mi boca—no me terminas de convencer, aunque gracias por añadir el comentario a mi ego.

—¡Hey!—contestó, y me reí suavemente.

Iba a agregar un comentario o al menos saludar al resto, pero el grito de la armadora del equipo me hizo fruncir la nariz—¡Abril, deja de hablar y entra ya!

Rayos y eso que quería seguir molestando al niño pelirrojo.

—Suerte.

Le golpeé suavemente su visera de la gorra de los Angels haciéndola que se cayera y ganara una mala mirada del pelirrojo que jaló de la manga de mi suéter para molestarme, a lo que le di un manotazo—No necesito suerte, solo necesito concentración.

—Te la haré perder.

—¡Abril!

Mentiras, mentiras, mentiras, Patrick. Adiosito—contesté divertida, regresando a mi equipo con la mala mirada de mi armadora a lo que le sonreí inocentemente, colocándome en mi puesto correspondiente haciendo la diferencia entre el resto que tenía colores sobríos ya que tenía un llamativo suéter de color rojo que contrastaba con mi piel, más un short negro para entrenar, una coleta alta y mis amadas rodilleras negras.

Ventajas de ser libero.

Pero espero que no me rompa la jugada la zaguera o tendremos problemitas.

Mecí mi cuerpo con mis rodillas semiflexionadas mientras mis dedos estaban inquietos a esperar la pelota. Necesitaba recuperar esos dos puntos que perdimos.

Mi vista se fijó en el objeto que fue lanzado con una rápidez incontenible que pudo parar al recibirlo la persona que estaba en el puesto de zaguero y luego pasó a mi.

Puse el primer intento con la armadora a ver si lograbamos un punto, pero las tres de al frente rápidamente defendieron para que no se lograra. Rápidamente una de mis recibidoras tomó la pelota en su posesión mientras aprovechaba en moverme a los espacios vacios del lateral derecho.

Rebotó en los dedos de la americana pasándola hacía mi lado pero con mucha distancia a lo que mi instinto de libero corrió con velocidad y voleé por abajo al llegar la pelota, para que se devolviera al rectángulo.

Chillé al sentir que mis tobillos no lograron omitir la fuerza G cerrando los ojos con disimulo para esperar el impacto del piso, o al menos imaginar que mi pierna no se tensaría y tuviera un dolor fantasma.

Un sonido incomprendible, pero en gran parte de impresión me hizo abrir los ojos con tímidez y ver la distancia que estaba aquel rostro del mío.

Oh mi Dios.

Oh.

Santo.

Dios.

La escena se podía tagiversarse de alguna forma por como el pelinegro aguantaba mi cintura con uno de sus brazos más su mano estaba detenida en mi abdomen y nuestros rostros estaban a nada, se sentía de cierta forma familiar, pero extraño a lo que solté su camisa y me alejé, trasbillando mis pies casi cayéndome mientras boqueaba una disculpa por invadir su espacio.

O por sentir un subidón de adrenalina por la cercanía.

Lo siento. Lo siento. Lo siento de verdad—sacudí mi cabeza suavemente y puse mis manos como señal de disculpa, aún caminando hacía atrás—Lo siento.

Ví con vergüenza al ahora mejor jugador de la historia de la MLB para después voltearme mientras mi equipo me veía con picardía, a lo que solo hice un ademán de que lo dejaran asi y siguiramos, rascando mi sien esperando que eso bajara el sonrojo de mi cara.

Acababa de caer encima de Shohei Ohtani, la promesa de beísbol.

El mejor pitcher y bateador que se conoce en el mundo, que lo vi lejanamente el dia del juego de el reconocimiento de mi hermano, el avatar de mi hermano, y...

¡Y CAÍ ENCIMA DE ÉL!

—¡Abril!—gritaron mi nombre y golpeé la pelota, cayéndome hacía atrás a lo que gruñí en descontento.

¡Céntrate!

Di la vuelta canela como me habían enseñado, mientras mi ceño se frunció en mal humor.

Si, estaba distraida. Voleea como tercer toque para pasar la pelota. Pero también es molesto, es incómodo que alguien te detenga, aunque si no me hubiera detenido, hubiera dejado los dientes en el piso. Golpe de recepción. Aunque me parece extraño que haya sentido mi corazón latir con rápidez, debió ser por el susto.

Todas celebraron el punto que hicimos. Choqué las manos con todas y fui a puesto 4, lista para otra jugada.

Otras partidas más, en un vaiven de puntos y bromas entre todas que hacían muecas o un baile de victoria en mi caso, quedamos entre 15-10 puntos; siendo mi equipo que tenía sus oportunidades a favor y eso me tenía hambrienta de victoria por llegar a los 20 puntos y ganar este set que nos faltaba.

—¡Yo!—exclamé con fuerza tocando la pelota entre mis dedos, e impulsándome con mis piernas para crear una distancia con la pelota y su siguiente receptora.

Pero no estaba en mis planes que me diera un conocido puntazo.

Siseé en molestía, asentándo mis pies al piso y pellizqueé mi pierna, sintiéndo la mirada de no solo el alto sino también de mi zaguera.

Miré de reojo en banca e hice un ademán de cambio, gracias a que una de mi equipo perdió la pelota a pasársela; me entendieron con rápidez y troté con mi pierna titilando como si fuera una bomba de tiempo a punto de explotar. Unas palmaditas en el hombro, una mirada de "tu puedes lograrlo" y casi que dejar la peluca para "huir" de la mirada de todos mientras se agudizaba el dolor.

Gemí en descontento, colocándo mi espalda en el casillero mientras apretaba mis dientes por el dolor que se extendía por mi esternón hasta mi pélvis.

Cerré mis ojos con fuerza para olvidar el trago amargo. Tomé una bocanada de aire, grande, y profunda para repetirla un par de veces hasta que el dolor se calmara o mis miedos no me vencieran en cuidar mi salud, pero tenia que buscar la inyección. La inyección antes de que fuera peor.

Me arrastré con mis brazos hasta mi bolso que lamentablemente se encontraba lejos de dónde yo había caído. Aullé por lo bajo en dolor, sabiendo que si no me apuraba empezaría a inflamarse la herida y seria peor.

Con una mano traqueteé las cosas hasta llegar a mi bolso el cuál jalé y lo dejé caer en el piso; abrí con cansancio la mochila y saqué con mis manos temblorosas la jeringa especial con el cóctel de medicamentos puestos por el médico. Bajé la rodillera mientras destapaba con una mano lo que lo tapaba y el pinchazo me hizo ahogar el grito de dolor mientras inducía el líquido.

Respiré con tranquilidad al momento que hizo sus efectos el medicamento y dejé reposar mi cabeza en la silla mientras mi cuerpo se dejaba caer en esa nube de pesadez.

Bendito accidente, benditos problemas.

. . . .


Estiré mi espalda y caminaba a pasos cortos detrás de mi grupo solo escuchándo sus planes de ir a comer el próximo sábado o solo traer dos autos para irnos todas juntas.

Sonreí a medias a todas mientras cada una agarra su camino y yo el mío a la estación del autobus.

Fruncí mi nariz al pisar la acerca y al sentir la pesadez de mi rodilla, pero estaba bien, inducida con medicamentos a que sea de dolor. Miré los autos moviéndose con una velocidad decente, pero lento a los ojos de un residente mientras el atardecer hacía de las suyas y chocaba sus suaves rayos contra mi cara.

Me tomé los segundos de solo escuchar los pajaros silbando con suavidad, el viento cantando con los árboles, mis zapatos crujiéndo por las piedrillas que tocaba y el hermoso sonido de los neúmaticos tocando el asfalto de la carretera a diferentes.

Sonaba a ciudad y a Anaheim, en mi caso, era un sonido casi familiar a Los Ángeles como yo recordaba cuando vivía allá.

Una bocina me sacó de la ensoñación y miré de reojo el auto blanco que se acercaba con un estilo de último modelo, a lo que di una zancada a otra lenta, pero preparada para echarme a correr. Por lógicas razones, desconocía el conductor por mi calidad de vista de 1K Full HD.

Agh, tengo que hacerme lentes.

—¡Princesa de mi corazón!—rodé mis ojos al escuchar a Patrick mientras una leve sonrisa se colocaba en mi cara. Volteé a ver al pelirrojo, pero me llevé la sorpresa de ver al castaño a lo que me detuve abruptamente y Patrick dejó ver su cabeza echándose un poco para adelante—¿Un empujón hasta tu apartamento?

En mi cabeza empezó al batalla mental de si subirme o no, si dejar que el amigo de mi hermano me llevara o si dejar llevarme por mi ansiedad por algo en particular que ahora resonaba en mi mente y necesitaba soledad para procesarlo. Apreté mis labios, casi pareciéndo un gesto de pena para no molestar al beísbolista, pero tuve que aceptar al ver la mirada presionante del pelirrojo.

—¡Sube atrás con Luis e Ippei!

Abrí la puerta casi que con tímidez que me desconocía y saludé suavemente al venezolano y al que se presentó como Ippei, sentándome a su lado para luego cerrar el objeto.

—¿Cómo has aguantado a Patrick todo este santo tiempo?—cuestioné entre dientes al moreno y él se encogió de hombros viendo como el pelirrojo hablaba hasta por los codos, para después agregarme a la conversación monosílabamente.

—Entonces, Abril, ¿vendrás al próximo juego de la temporada?

—¿Cuál de todos?.

—Me parece un insulto que no recuerdes que jugamos mañana en la noche en Anaheim. ¡Hasta hay flyers del juego!

—No sé si vaya, Patrick. Todo depende si Adrián va.

—No me rompas mi corazón asi—una sonrisa de lado surcó de mis labios mientras el resto se reia por lo bajo.

—Si eres dramático, solo quieres que vaya porque va Adrián.

—Y tú.

—Woooow, alto ahí vaquero. ¿Que hemos hablado?—el beísbolista se veía inocente con la sonrisa que me dió, pero era un gran maestro de los circos—Pero cómo no quiero traer la conversación al plató, déjame en el super. Necesito comprar unas gomitas.

—Creo que tu sangre es un 95% gomitas y el 5% el resto de lo que hay en el cuerpo humano—cuando se detuvo, le di un golpe leve en el hombro haciendo que me vea con ojitos de perrito lastimado. Agh—Traeme unas, por favor y una sprite—pidió el pelirrojo mientras bufé incrédula, que bolas tenía.

—En tus sueños te las traeré.

—¿Vieron cómo me trata? Por eso me gustaba hace 10 años—hice una mueca de asco haciendo que Luis se riera a carcajadas y abrí la puerta del auto, bajándome sin antes darle un ademán de despedida al moreno y ambos de rasgos asiáticos.

—Adios, niño.

—¡Abril!—sonreí divertida, dirigiendome al super, pero la bocina volviendo a tocar me hizo voltear a verlo con molestía.

—¿Qué?

—Te quiero.

Negué con mi cabeza y volteé para seguir, pero choqueé con alguien, dándole justo a mi pierna "especial" a lo que apreté mis labios con fuerza para no insultar a nadie aunque mi sangre estuviera hirviendo y enterrando mis uñas en mis palmas para que no soltara un puñetazo.

Ni siquiera tuve que responder, ya que tenía el hombre desconocido arrodillado a mis pies recogiendo mi bolso y entregándomelo, sin antes darme una repasada rápida. Alcé una ceja al descubrirlo y desvió su mirada.

—Gracias.

—De nada—hice un ademán con mi cabeza al ver que se quedaba quieto, sin hacer nada, pero aún viéndome, inspeccionándome.

¿Y este que quería?

Abrí mi boca para soltarle un comentario mordaz, pero la bocina cercana a nosotros nos hizo voltear y ver al beísbolista pelirrojo con una mirada de pocos amigos al chico.

Me devolví a mi camino, sin antes darle una sonrisa inocente y seguir por donde iba.

Que lindo son los finales felices, aunque no el final de mi rodilla, auch.

Glosario:

Más palabras que deseen saber su significado que se encuentren aqui, comentenlas aqui 💭

-La Chama

Nota de Autor:

Dedidado este capítulo a Itsnotmxla y mariibcaldera  que me pusieron mucha cizaña para publicar esta historia (mentira, las quiero mucho ❤)

¿Qué les pareció el capítulo de hoy? Comenten sin pena <33.

Además, ¿hasta ahora qué le haz parecido Abril y Patrick?

¿Y Shohei haciendo su entrada triunfal? 🤨❤

Espero que les haya gustado

All the love

-La Chama

Continue Reading

You'll Also Like

3K 216 9
Cada home run suyo aceleraba mi corazón a mil por hora.
5.3K 119 58
@paytonmoormeier a empezado a seguirte @paytonmoormeier le dió like a tu post
231K 13K 84
~Ella se enamoro primero, pero el....... se enamoro más fuerte. ["RE-PUBLICADA" TODAS LAS TEMPORADAS YA DISPONIBLES] Después de vivir su...
125K 10.7K 54
Kim dan es el tercer hijo de la familia más prestigiosa de toda corea,una familia de puros alfas. Toda su familia esperaba que fuera alfa,pero cuando...