Camila bajó del taxi, había llegado a la dirección que Michael le había enviado y miró la casa que tenía frente a ella con sorpresa. Sabía que los Jauregui tenían mucho dinero, y había esperado un apartamento de lujo, pero delante de ella tenía una casa preciosa en la parte alta de la ciudad que dejó a Camila sin palabras. Subió las escaleras que la separaban de la puerta y llamó al timbre.
"Tú debes ser Camila" Dijo la mujer que abrió la puerta y que le dedicaba una sonrisa radiante.
Camila sonrió asintiendo.
"Yo soy Clara, la madre de Lauren" Dijo la mujer presentándose "Y me alegro de que hayas podido venir, mi marido y mi hija hablan maravillas de ti"
Camila se sonrojó ligeramente, pero por suerte Clara se hizo a un lado dejándola pasar. Camila recorrió la entrada de aquella casa con los ojos, fascinada por todo lo que veía.
"Tiene una casa preciosa" Fueron las primeras palabras de Camila.
"Oh cariño, muchas gracias" Dijo aquella mujer tomando la chaqueta de Camila y colgándola en la entrada "Ven, vamos con el resto"
La mujer llevó a Camila hacia un salón donde había varias personas y donde reconoció por supuesto a Michael y a Lauren, pero le sorprendió gratamente ver allí también a Dinah y Ally. En las últimas semanas le había quedado claro que las tres mujeres eran buenas amigas.
"Camila" Dijo Dinah acercándose a ella y dándole un pequeño abrazo.
"Hola Di"
"No esperaba verte aquí" Dijo la rubia sonriendo "Lauren me prohibió decirte que era su cumpleaños"
Aquella frase formó un pequeño nudo en el pecho de Camila y se preguntó si quizás Lauren no la quería allí aquella noche, pero no tuvo tiempo de preguntarle nada a Dinah porque Lauren se acercó también a ellas.
"Camz, has venido" Dijo con una sonrisa adorable que disipó un poco las dudas de Camila.
"Si" Dijo Camila sonriendo "Feliz cumpleaños Lo" Dijo Camila tendiéndole el regalo que todavía tenía en las manos.
Lauren miraba la caja sorprendida "No hacía falta, no..."
"No sé si te lo mereces" Dijo Camila con una sonrisa "Porque Dinah me acaba de decir que le prohibiste decirme que era tu cumpleaños"
Lauren miró a Dinah como si quisiese hacerle daño y la rubia utilizó esa oportunidad para desaparecer de allí dejándolas a solas.
"Lauren" Dijo Camila un poco más seriamente "Si no me quieres aquí no pasa nada, no quería imponer mi presencia..."
"¡No!" Dijo Lauren y varias cabezas se giraron para mirarlas, pero Lauren siguió hablando "No Camz, quiero que estés aquí, es solo que... no quería ponerte en una posición incómoda y... lo siento, pero quiero que te quedes por favor"
Camila estudió su cara y finalmente asintió "Está bien"
"Gracias por venir, de verdad" Dijo Lauren mirándola a los ojos tan intensamente que Camila quiso apartar la mirada, pero no lo hizo.
Fue Lauren quien separó la vista de Camila para abrir la caja que tenía en sus manos. Con cuidado deshizo el lazo que la mantenía cerrada y abrió la pequeña tapa.
"Camila" Dijo en apenas un susurró.
Lauren observó la preciosa pulsera que descansaba en la caja, era absolutamente perfecta. Lauren alzó la vista para mirar a Camia.
"Pensé en abrir una puerta que conectase nuestros despachos, pero no estaba segura de cómo ibas a recibir ese regalo, así que me decidí por la pulsera"
Lauren soltó una carcajada y dio un paso adelante abrazando a Camila "Gracias" Dijo honestamente cuando se separaron "Venga, ayúdame" Dijo Lauren sacando la pulsera y pasándosela a Camila para que le ayudase a ponérsela.
Camila terminó de colocar la joya en la muñeca de la ora mujer, alguien apareció junto a Lauren y pasó una mano por sus hombros "Laur, tienes que presentarnos a Camila, wow... que pulsera más bonita"
Lauren gruñó apartando el brazo de aquella mujer "Camila, esta es mi hermana, Taylor, y Taylor, esta es Camila"
"Encantada" Dijo Taylor con una sonrisa radiante. Camila le devolvió la sonrisa y extendió su mano para estrechársela, pero la otra mujer dio un paso adelante y le dio dos besos sorprendiéndola.
Tras las introducciones al resto del grupo todos se sentaron a comer, a parte de la familia Jauregui y las dos secretarias también había varias amigas de Lauren, todo el mundo era extremadamente amable con Camila y la cena transcurrió de forma amena entre risas y bromas.
Cuando terminaron de cenar Michael le sirvió copas a todo el mundo y regresaron al salón donde todo el mundo hablaba y reía sin parar. Camila vio la puerta de una pequeña terraza que estaba entreabierta y salió a fuera disfrutando del aire fresco de aquella noche de verano. La joven se apoyó en la barandilla que recorría aquella terraza y bebió otro sorbo de la copa de vino que tenía en sus manos.
"Camz"
Camila se giró y vio a Lauren entrar por la puerta de cristal.
"Solo estaba admirando las vistas, tus padres tienen una casa preciosa" Dijo la mujer mientras Lauren se apoyaba su lado.
"Si, la compraron hace unos años" Dijo la otra mujer "Muy diferente de nuestra casa en Miami"
Camila giró la cara para observar el perfil de Lauren "¿Cuándo vinisteis a Nueva York?"
"Mi padre fundó Jauregui Technologies en Miami cuando yo era un bebé, la empresa fue creciendo y creciendo y cuando tenía doce años mi padre abrió la sede de Nueva York, pero no querían movernos de nuestra ciudad así que él se pasó años viviendo entre Miami y Nueva York, cuando Taylor cumplió los dieciocho años y se fue a la universidad fue cuando se mudaron aquí oficialmente" Dijo Lauren "Yo estudié en California, y cuando terminé la carrera me vine aquí a trabajar con mi padre, llevo... cinco años en esta ciudad"
"Cinco años" Repitió Camila "El tiempo que yo pasé en Londres"
Lauren sonrió "¿Volverías?" Preguntó.
"¿A Londres?" Preguntó Camila y Lauren asintió.
"No" Dijo Camila "Y menos después de haber trabajado con vosotros"
Lauren la miró con curiosidad.
"Me gustaba mi trabajo en Londres" Aclaró Camila "Pero... el ambiente era de absoluta competitividad... llegué a hacer algún amigo en la oficina, pero... no podía bajar la guardia nunca y aquí... es totalmente diferente"
Lauren puso cara de preocupación "¿Crees que deberíamos hacer algo con esa sede? No me gusta que haya ese ambiente en nuestra empresa, aunque sea al otro lado del Atlántico"
Camila sonrió "Creo que todas las grandes empresas son así Lo" Contestó Camila "Nunca había trabajado en un ambiente tan relajado como aquí, y... trabajamos mucho, pero... es diferente"
Las dos se quedaron en silencio y fue Camila la que volvió a hablar.
"¿Puedo preguntarte algo?"
"Claro" Contestó Lauren.
"Cuando llegué... Dinah dijo que tú me habías elegido, siempre pensé que había sido tu padre"
Lauren puso cara de disgusto "Me pregunto cómo es posible que Dinah todavía tenga trabajo con esa boca tan grande que tiene"
Camila soltó una risa, pero Lauren decidió contestar.
"Como Directora Ejecutiva tengo que coordinar los informes de todas las sedes y presentárselo a la junta de forma anual... desde que tomaste la dirección financiera los datos de Londres eran increíbles y... siempre me sorprendían tus informes así que cuando Mendes se marchó... le pedí a mi padre que fuese a Londres para ofrecerte el trabajo"
Camila sonrió "¿Por qué lo mandase a Londres? Porque no enviar un correo o hacer una videoconferencia"
"Para que vieses que te queríamos de verdad aquí" Contestó Lauren "Te lo digo siempre, pero espero que tengas claro cuanto admiro tu trabajo"
Camila no pudo contestar porque Taylor apareció por la puerta "Eh, Alexa ha traído un juego de mesa, os estamos esperando"
"Ya vamos Tay" Contestó Lauren.
"Lo, yo voy a tener que irme ya"
"¿Tan pronto?" Preguntó Lauren que no quería que la otra mujer se fuese todavía.
"Si, lo siento... me gustaría quedarme, pero de verdad que no puedo"
Lauren se preguntó si habría alguien esperando por Camila aquella noche, pero simplemente asintió y abrió sus brazos. Se abrazaron por tercera vez aquel día y Lauren disfrutó del contacto "Gracias por venir Camz"
"De nada y... felicidades otra vez"
Lauren sonrió separándose de la otra mujer "Nos vemos el lunes"
Camila asintió "Nos vemos el lunes"
Camila miraba por la ventanilla desde la parte de atrás de un taxi mientras volvía a su apartamento. Lauren generaba en ella sentimientos que hacía mucho que no sentía, pero aquella noche, mientras hablaban en la terraza de la casa de los Jauregui, Camila había sentido que no quería dejar de hablar con la otra mujer nunca.
Camila suspiró, su vida era complicada y Lauren simplemente no encajaba en ella de ninguna forma, solo podía ser su compañera de trabajo, pero la mente de Camila era traicionera y no podía dejar de imaginarse en su cabeza como sería besar a la mujer de ojos verdes. Con ese debate interno Camila llegó a su calle y bajó del taxi. Tenía que tomar una decisión.
***
Tras la cena de cumpleaños Lauren notaba distinta a Camila, la otra latina parecía haber puesto algo de distancia entre ellas. No había recibido más golpes en la pared que compartían sus despachos y tampoco habían vuelto a salir a comer juntas. La relación de las dos jóvenes directivas se siguió enfriando en los próximos días y Lauren estaba triste. Era consciente de que Camila no había hecho nada malo y su relación profesional seguía intacta, pero Lauren no entendía el cambio y porque la otra mujer había decidido alejarse de ella.
"¿Pasa algo?" Preguntó Ally con voz dulce haciendo a Lauren salir de su trance.
"Perdona ¿Qué decías?" Dijo Lauren mirando a su secretaria.
"¿Estás bien?" Dijo Ally con algo de preocupación "Te has distraído mirando la pared"
Lauren negó y trató de concentrase "No Ally, está todo bien, por favor repíteme la agenda de hoy"
Ally miró a Lauren con algo de preocupación, pero decidió no entrometerse y continuó recitando los compromisos de la mujer para aquella jornada. Tras repasar el plan del día Lauren le indicó a Ally que podía salir.
"Laur si necesitas algo... si quieres hablar..." Empezó a decir, pero Lauren la interrumpió.
"De verdad que estoy bien"
Ally salió del despacho no muy convencida y se dirigió a su mesa.
"¿Y esa cara?" Preguntó Dinah cuando vio a Ally con una expresión seria.
"Estoy preocupada por Lauren"
Dinah señaló el despacho de Camila y alzó las cejas.
"Di, no sé si es por ella" Dijo Ally negando.
"Es por ella, estoy segura" Dijo Dinah con confianza.
Ally negó y volvió al trabajo, pero en el fondo estaba de acuerdo con su amiga.
***
Camila era muy consciente de lo que estaba haciendo. La mujer era muy consciente de que Lauren se sentía de alguna forma atraída por ella, y era fácil reconocer ese sentimiento porque ella sentía algo parecido, pero la noche del cumpleaños de Lauren había decidido que debía alejarse un poco.
Durante los días siguientes se había arrepentido de acudir a la cena, habría sido más fácil, especialmente cuando pensó en que Lauren no la había invitado desde el principio, pero ahora ya no había nada que hacer, aun así, debía alejarse.
Camila seguía siendo perfectamente amable y profesional con Lauren, pero sus interacciones por temas ajenos al trabajo habían desaparecido por completo y Camila podía ver la decepción en la cara de la otra mujer.
Aquella mañana de julio Camila se encontraba perdida en sus pensamientos dentro de su despacho, concretamente tenía la vista puesta en la pared que compartía con Lauren y se imaginaba lo que la otra mujer estaba haciendo al otro lado, pero no pudo seguir con su fantasía porque llamaron a su puerta y la mujer que consumía sus pensamientos se asomó al otro lado.
"¿Puedo pasar?" Dijo Lauren.
"Claro, pasa" Dijo Camila enderezándose un poco en su silla.
Lauren caminó hacia el escritorio y Camila reconoció que parecía algo nerviosa, pero aun así no dijo nada y esperó a que la otra mujer hablase.
"Tenía que hablar contigo sobre la cuenta que tenemos en la sede de Londres, la de la empresa Torn" Dijo Lauren.
Camila sintió cierta decepción, por supuesto que Lauren solo quería hablar de trabajo, era ella quien se había distanciado de la mujer, pero eso no quería decir que no desease recuperar la complicidad que tenían antes, pero sabía que era mejor así.
"La empresa Torn" Dijo Camila tratando de recordar todo lo posible "Lo recuerdo bien, ¿Qué pasa con ellos?"
Lauren procedió a explicarle a Camila el problema que tenían, básicamente por la mala gestión del sustituto de Camila en Londres estaban a punto de perder ese cliente.
Camila negó enfadada "¿Cómo pudieron ofrecerle esos intereses?"
Lauren se encogió de hombros "No lo sé, pero es el segundo cliente más importante de Londres, y estamos a punto de perderlo"
"Vale" Dijo Camila tomando su teléfono y marcando el número de uno de sus compañeros en Londres que todavía recordaba de memoria.
Lauren no escuchaba lo que decían al otro lado, pero trataba de seguir la conversación escuchando solo a Camila.
"Quiero una videoconferencia en una hora con el nuevo Director Financiero y también con John y Kimberly" Dijo con voz autoritaria "Me da igual que sean las siete de la mañana en Londres, estáis a punto de perder el 12% de los ingresos de esa sede"
Lauren no pudo evitar sonreír muy levemente viendo a Camila tan enfadada.
"En una hora" Repitió Camila y después colgó el teléfono con más fuerza de la necesaria.
"No me puedo creer que hayan hecho esa tontería" Dijo frotándose la sien.
"No te preocupes, lo arreglaremos" Dijo Lauren.
"¿Y si no?" Preguntó Camila.
Lauren se encogió de hombros "Si pierden el cliente por un error así... alguien será responsable, pero tú no tienes nada que ver"
"Aun así me siento algo responsable" Dijo Camila "Mi equipo no ha estado a la altura"
Lauren volvió a encogerse de hombros "Aquel ya no es tu equipo, por desgracia para ti, ahora yo soy tu equipo"
Camila esbozó una sonrisa "Eso no es una desgracia"
Lauren trató de no perderse en la sonrisa de Camila, especialmente sabiendo que la mujer estaba siendo tan distante con ella, no quería ilusionarse para volver a decepcionarse.
"Una hora" Dijo Lauren rompiendo su lucha de miradas y poniéndose de pie "En una hora nos vemos en la sala de reuniones, no me quiero perder como le echas la bronca a todos esos ingleses"
Camila esbozó otra sonrisa, sabía que Lauren se estaba protegiendo, sabía que se alejaba para no hacerse más daño, y se alegró, pero a la vez solo quería que se quedase allí con ella.
"Nos vemos en una hora" Dijo Camila asintiendo y Lauren salió del despacho sin decir nada más.
***
Cuando la videoconferencia terminó Lauren estaba impresionada de la capacidad de Camila de dirigir y guiar a sus empleados en Londres. La mujer había arreglado el problema en tan solo una hora y lo había hecho sin antelación y a miles de kilómetros de distancia.
"Eso ha sido impresionante" Dijo Lauren.
Camila suspiró "Al final, si quieres que las cosas se hagan bien, debes hacerlas tú mismo"
"Gracias por salvar la cuenta, Camz" Dijo Lauren y ambas se tensaron escuchando el apodo, hacia varias semanas que Lauren no llamaba así a Camila.
"De nada" Dijo Camila y como si estuviese frente a una plaga salió de la habitación dejando a Lauren allí.
"Maldita sea" Dijo Lauren negando cuando se quedó a solas.
"¿Mija?"
Lauren alzó la vista y vio a su padre asomándose a la puerta de la sala de reuniones en la que se encontraba.
"¿Estás bien?" Dijo Michael caminando hacia ella "¿Habéis perdido la cuenta de Torn?"
"No" Dijo Lauren "Camila ha gestionado todo, todavía tenemos la cuenta"
"¿Entonces que te pasa?" Dijo Michael sentándose en la silla que había ocupado Camila anteriormente.
"Nada papá... no me pasa nada"
"¿Estás segura?"
"Si" Dijo Lauren "Son tonterías, no te preocupes"
"Siempre me preocuparé por ti" Dijo Michael.
"Estoy bien, de verdad" Dijo Lauren dedicándole una sonrisa a su padre.
"No te creo del todo, pero lo dejaré pasar esta vez" Dijo Michael "Deja que te invite a comer"
"Por supuesto" Dijo Lauren poniéndose de pie y cuando su padre hizo lo mismo entrelazó sus brazos mientras salían de la sala.