—¡Es un bebé muy lindo!—exclamaron las dos chicas de recepción viendo al pequeño Yuan que estaba en brazos de HyunJin.
—¿Por qué lo trajeron?—preguntó uno de las presentes mientras sus compañeras hacían caras graciosas para el bebé.
—Cosas personales—respondió Yukio antes de que HyunJin dijera palabra.
El rubio negó de manera casi imperceptible. En verdad su omega estaba paranoico, no se quería separar del bebé, y HyunJin lo comprendía muy bien, pero aún así no era sano, ni para un bebé en crecimiento que necesitaba socializar, ni para su pareja que sospechaba de todos los que no entraban en su íntimo círculo social.
Se despidió con un movimiento de cabeza y jaló a su pareja para que sujetará su brazo antes de caminar hacía el elevador. Al entrar observó cómo su omega se apoyó en la pared metálica, mientras buscaba algo en su bolso que llevaba las cosas del bebé.
—Yukio—el omega lo miró mientras sacaba un pañito para limpiar la mano de Yuan.
—¿Qué pasa?—preguntó sin mirarlo.
—Amor, creo que deberías empezar ha asistir a terapia—y el omega detuvo su acción antes de verlo. Un suspiro brotó de sus labios.
—Lo estuve pensando también, y no creo que solamente yo debería ir—extendió sus brazos y el cachorro inmediatamente se balanceó hacía él, sin dudarlo lo apoyó contra su pecho—. Deberías ir también a terapia. Ambos pasamos por la misma situación, y en tu caso tú disparaste.
—No es necesa...
—Lo es, si quieres que vaya, irás también—el omega sacó su celular al sentirlo vibrar. Las puertas del ascensor se abrieron y Yukio salió seguido de HyunJin que se había quedado en silencio—. Es para ti.
Y extendió su celular hacía el alfa, que sintió las puertas cerrarse tras de él. Tomó el teléfono de Yukio y frunció el ceño al leer el nombre del emisor.
Hwang In-Yeop.
Su hermano mayor. ¿Por qué él le escribía a Yukio? Alzó su mirada y miró a su omega que se mostraba serio.
—¿Por qué no me dijiste lo de tu padre?—y el alfa frunció más el ceño.
—¿Qué cosa?
—La sustancia que usaste para enviarlo a ese asilo.
—¿Cómo te enteraste?—preguntó siguiendo a su pareja cuando esté, empezó a caminar hacía la oficina.
—Yo pregunté primero. No te diré nada malo, solo necesito saber, ¿por qué no me lo dijiste?
—Estabas muy mal, sufriste un sub-espacio. Aún así, ¿por qué InYeop te está escribiendo? ¿Por qué te contactó?
El omega no respondió y simplemente entró a la oficina ignorando a su alfa que lo siguió de manera rápida.
—Yukio, por favor, respon...—y el rubio se detuvo al ver dentro de su oficina a cierto chico de cabellos rosados.
Un omega muy conocido por él.
—¿Sorprendido Hyunjin-dongsaeng?—preguntó el no tan desconocido.
—¿Qué hace aquí, Hansa-Hyung?—preguntó—. ¿Vino solo?
—Sí. No siempre necesito que el tonto de tu hermano me siga—respondió el omega levantándose para dejar un beso en las dos mejillas del Kang—. Te ves radiante siendo madre, Yukio. Y tú cachorro es precioso—lo último lo dijo apretado levemente la mejilla del niño.
—Gracias, aunque París te ha quedado como anillo al dedo—respondió el castaño.
Ambos omegas se involucraron en una divertida conversación, ignorando olímpicamente a HyunJin que se cruzó de brazos claramente molesto de que no le prestaran atención.
—¿Dónde está In-Yeop?—lo último lo pregunto de manera alta atrayendo la atención de los contrarios.
—Está encargándose de un asunto—respondió Hansa, antes de acercarse al rubio—. Deberías leer el mensaje que In-Yeop le envío a Yukio.
Volvió a mirar el celular y negó mirando el mensaje.
«Deberías decirle a Yukio la verdad sobre las empresas Kim ¿o tienes miedo?»
Apagó el celular y fue hacia Hansa que se había sentado y cruzado de piernas. Yukio simplemente dejó a su hijo en la alfombra y tomó asiento en el sofá disponible.
—¿Cómo él se enteró?—y el peli-rosa simplemente se encogió de hombros—. Hansa-Hyung, usted lo sabe muy bien, conoces a mi hermano cómo la palma de su mano.
—Hyunjin—llamó Yukio a lo que el rubio lo miró—. Dime la verdad, ¿qué hiciste con las empresas de Kim Yesung?
—Las compré y las destrozaré, no quedará nada de ellas. Así sabrán que nadie se mete con nuestra familia—y el omega lo miró sorprendido y algo molesto.
—No puedes hacer eso.
—Puedo y lo haré—el omega se levantó molesto con la situación, y se acercó a él, antes de mirar a Hansa que asintió y tomó a Yuan en brazos para salir de la oficina.
—Puedes hacerlo, pero no es lo correcto. Piensa en todos esos empleados y sus familias. Te volverás un déspota.
—No me importa. Él debió pensarlo antes de provocar que quedarás en coma. Incluso quería quedarse con Yuan por ser su nieto.
—Eso no pasaría, HyunJin.
—¿Acaso no recuerdas lo que hizo YongSeung? Yo si lo recuerdo, ¡secuestró a Yuan!
Y el castaño simplemente se dió la vuelta para recoger su bolso y, mirar a su alfa que se veía exasperado.
—Iré a terapia, pero tú la necesitas más, porque el HyunJin que conozco jamás haría algo tan vil como dejar a cientos de personas sin empleo por un capricho.
—No es un capricho, Yukio.
—Quizás no lo sea, pero es una venganza absurda, te quedaste con su empresa, está bien. Ahora haz la empresa de ese tipo crecer, para que tengas una venganza demostrando tu éxito.
HyunJin negó y el omega suspiró para caminar hacia la salida.
—¿A dónde vas?
—A casa de mi mamá, cuando entres en razón y te des cuenta que lo que haces esta mal, en ese momento hablamos.
Y el castaño salió de la oficina dejando a HyunJin enojado. El alfa no fue detrás de su omega, sabía que estaba cabreado y así no conversaría correctamente con Yukio.
El rubio estaba sentado en su oficina. Tenía muchísimos papeles acumulados pero no los quería revisar.
Su omega era tan testarudo. Aunque de cierta forma tenía razón. Quizás no sería lo mejor despedazar y vender por partes la compañía Kim.
Miró su computador y notó cuántas personas despediría por su venganza.
1784 personas despedidas. 1784 familias sufriendo por la falta de recursos.
Era un jodido problema. Quería ver humillado a Yesung, peor que como ese tipo había humillado a su pareja.
Alzó la mirada de su computador cuando escuchó la puerta abriéndose. Había dado órdenes de que nadie lo molestara.
—Hola, estúpido—saludó un alfa de cabellos negros entrando a la oficina y cerrando la puerta tras de él.
Se quitó los lentes negros que portaba para mirarlo con desdén.
—¡Tú!—gruñó HyunJin levantando y cerrando su laptop para enfrentarse al recién llegado—. ¡Mi omega no me quiere hablar por tu culpa!
—¿Mi culpa? Yo no fui el animal cegado por la rabia que pensaba joder la economía de más de mil empleados.
—¡¿Por qué le dijiste a Yukio, InYeop?
—Soy tu Hyung, ten más respeto imbécil—exclamó el pelinegro bajando la voz. Un gesto que hizo al rubio quitar su pose amenazadora.
Su hermano sonrió y HyunJin retrocedió un poco. InYeop era peligroso. Muy peligroso.
—¿Por qué le dijiste?
—No me quería mantener al margen de todo, como me pediste—exclamó caminando hacía el rubio, pasar de largo de él y sentarse en la silla tras el escritorio. HyunJin no tuvo de otra que quedarse de pie frente a su mesa—. Eres un imbécil por completo, HyunJin, te deje todo esto porque lo sabrías manejar. Lo haz hecho bien, incluso cuando tú omega estuvo en coma; sin embargo, desde hace unas semanas, específicamente la muerte del hijo de Kim, provocando que esté se debilitará, compraste todas sus acciones. Era un buen negocio así que no opine. Y fue cuando lo destrozaste todo. ¿Despedazar la empresa? Haz hecho cosas mejores. Me das vergüenza.
—No pensé bien, Hyung, me llené de rabia y, no sabes lo que es tener frente a ti a los que lastimaron a tu omega.
—Créeme, lo sé mejor que tú. Recuerda la historia de Hansa, pero aún así no hice algo tan bajo como afectar a terceros. Mis problemas con ese sujeto solo se mantuvieron entre nosotros dos. Ya compraste la empresa de Kim Yesung, ahora humillado volviéndola una subdivisión de empresas Hwang.
—Lo estuve pensando, sería una buena opción—respondió de manera baja, ya que su hermano lo intimidaba en gran manera.
—No sería una buena idea. Es la mejor idea y es lo que vas a realizar o yo haré lo mismo que tú piensas hacer con empresas Kim, pero con esta empresa.
—¡¿Es la de la familia?!
—No me alces la voz—amenazó el pelinegro mirando algunos de los papeles en el escritorio.
—Perdón Hyung.
—Y respondiendo a tu pregunta, sí es la de la familia, pero mírame soy un Hwang y aunque originalmente era el heredero te deje todo a tí, simplemente porque el desgraciado de nuestro padre me pidió alejarme de Hansa, cosa que no hice. Y de todas formas tengo mis empresas—HyunJin movió su brazo nervioso—. Por cierto gracias por meter al viejo en el asilo, te dije que ese fármaco era eficiente.
—Hyung, yo debo ir a conversar con Yuk...
—No. No lo harás hasta recibir la primera cita en terapia, y ue arregles todo esto de las empresas Kim.
—Pero Hyung...
—Ya te dije lo que harás, o de lo contrario, creo que Hansa será feliz con Yukio y Yuan de visita en París.
—No te atreverías.
—Yo no, pero Hansa, ese omega ordena y yo debo obedecer.
Y el pelinegro sonrió levantándose para colocarse sus gafas negras y dejar una palmada en el hombro del rubio. Antes de retirarse del lugar.
4 días después.
Hogar de Bae Joohyun.
Los globos adornaban el jardín, junto a detalles pintorescos que animaban el lugar. Al fin realizarían la fiesta de cumpleaños de Yuan, quien estaba en el suelo jugando con su tío Yeosang.
Sí, Yeosang a veces parecía de 3 años haciendo un castillito de legos. Ni-Ki por otro lado juzgaba con la mirada a Yeosang.
—¿HyunJin vendrá?—preguntó Hwang DaMin mirando a su yerno que se encogió de hombros.
No sabía nada del rubio, solamente a veces en las noches soñaba con su alfa arrullandlo para que durmiera. Hasta Yuan notaba la falta de su padre, pero Yukio no iba a doblegar. El rubio estaba en un error, y si lo perdonaba tan fácil seguiría ese camino cruel en los negocios.
Yukio quería evitarlo porque su madre, Kang Seulgi empezó de la misma forma. Comprando empresas y destrozándola. No quería a su alfa siendo como esa mujer.
—¡Hola!—saludó un emocionado omega de cabellos rosados saliendo de la casa para llegar al jardín, traía a un alfa de cabellos negros, que demostraba lo poco social que era en su rostro, sujetó por la mano.
—¡Hansa-Hyung!—chilló emocionado Ni-Ki para empujar a InYeop, que por poco y cae al suelo, y abrazar al omega que dejó varios besos en sus mejillas.
—Ni-Ki—gruñó InYeop antes de sujetar al alfita y alejarlo de su pareja.
—Suéltame, apenas vienen de visita y ahora que Hansa-Hyung está aquí me alejas—dramatizó el cachorro antes de recomponerse al ver cómo Reiji lo miraba sonriendo—. Bájame, debo darle una buena impresión a mi omega—dijo lo último bajito, a lo que su hermano lo soltó confundido.
Ese alfita era bipolar.
—Gracias por venir—agradeció Yukio acercándose ha ambos.
—No debes agradecer, es mi primer sobrino—aclaró el peli-rosa extendiendo una bolsa de regalos hacía Yukio que agradeció bajito—. Creo que le debe quedar, sino me dices y le compro otra cosa.
—Te diré si no le queda—Hansa dejó un codazo en las costillas de InYeop que lo miró sin comprender.
—Tu regalo.
—¡Oh cierto!—el pelinegro miró sus manos y luego a su omega que le mostró una mirada asesina—. Te haré el depósito luego, Yukio.
—Está bien, Hyung, pero no es necesario.
—Ya lo dije, así que esta bien, además tú Chucky hace que los ojos de Hansa brillen.
Y el peli-rosa le dió un pequeño golpe por contar eso.
—¿Cómo le dijiste a mi hijo?—preguntó Yukio sonriendo peligrosamente.
—Es de cariño. Iré a sentarme por allá, iré a conocer al niño que soporta a Ni-Ki.
Y Yukio asintió para verlos irse. Hansa se detuvo antes para dejar un beso en la frente del cachorro y después golpear a Yeosang.
El omega Kang se miró el dedo anular, el anillo de compromiso estaba ahí. Suspiró y entró a la casa para luego subir a la habitación en la que estaba quedándose con su cachorro. Dejó el regalo junto a los demás que habían traído. Él había dicho una fiesta familiar pero aún así insistieron en llevar regalos.
Acababa de salir de la habitación cuando escuchó el timbre sonar. No se apresuró al escuchar al doctor MinHo avisar que él abriría.
Era raro saber que su doctor ahora era el pretendiente de su madre.
Terminó de bajar las escaleras cuando se encontró con Lee Yunmi, la cual traía de la mano a Sunghoon y Heeseung, los pequeños se veían ansiosos, y estaban muy bien vestidos.
—Hola Yunmi-nonna—saludó, a lo que pronto tuvo dos cachorros frente a él extendiéndole cada uno, una bolsa de regalos, y preguntando por Yuan.
—Yo me encargo de esto—dijo MinHo tomando los regalos.
—Gracias. Bueno niños, Yuan está en el jardín, vengan conmigo—los niños asintieron y el omega miró a la contraria—. Gracias por traerlos.
—No es nada, preguntaban mucho por Yuan.
Yukio guío a los niños hasta que se encontraron en el jardín con el pequeño Yuan que ignoró por completo a su tío Yeosang mientras se levantaba, ya con menos dificultad, y caminaba hacia los niños. Los tres se abrazaron brindando una imagen sumamente tierna.
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Los niños se divertían, y los adultos conversaban. Era una fiesta muy feliz, pero Yukio sabía que faltaba HyunJin.
—Niños, vengan, vamos a cantar cumpleaños—avisó DaMin, a lo que Yukio tomó en brazos a su hijo, pero no lo llevó a la mesa al sentir las feromonas de HyunJin.
Con el cachorro en brazos fue hacía el interior de la casa, sin darse cuenta que los demás lo observaban con una sonrisa.
Siguió buscando, subiendo las escaleras hasta que lo encontró en la habitación en la que se hospedaban. De ahí venían todas esas feromonas.
Abrió la puerta y lo vio sosteniendo dos cajas de regalos, una muy grande y otra más pequeña.
—Feliz cumpleaños pequeño Yuan.
—¡Papá!—chilló el cachorro y Yukio debió bajarlo, a lo que el bebé caminó hacía el alfa para abrazar una de las piernas de este. HyunJin sonrió dejando los regalos en la cama para agacharse y tomar a su hijo en brazos que se apoyó en su pecho feliz.
—¿Qué haces aquí, HyunJin?—preguntó Yukio.
—Vine al cumpleaños de mi cachorro, y a buscar a mi omega para ir a casa luego de la fiesta—Yukio se cruzó de brazos.
—¿Y qué hiciste con las empresas Kim?—el alfa tomó la caja pequeña y se la entrego al omega que confundido abrió el regalo. Adentro había un sobre y en su interior estaba toda la información de la nueva subdivisión de la empresa Hwang.
El Kang sonrió antes de acercarse al rubio.
—¿Me perdonarás?—preguntó el rubio a lo que Yukio negó—. ¿Por qué?
—Te portaste como un bastardo ese día.
—Lo sé—respondió dejando a Yuan en la cama y colocando el regalo grande frente a este que se entretuvo con el lazo que tenía.
—¿Y qué harás para mejorarlo?—el rubio se encogió de hombros.
—Empecé terapia, no destruí la empresa y no sé si usted, Kang Yukio quiere ser el nuevo director de la subdivisión de empresas Hwang—y el omega pareció pensarlo.
—¿Cuánto acceso tendré al director general?
—Todo el que solicite. Más ahora que tenemos fecha de boda—y Yukio formó una "o" ante la sorpresa.
—¿Qué?
—Ya no puedo estar sin que seas mi esposo.
—¿Cuándo sería la boda?—preguntó mirando a su cachorro que parecía estar decidido en abrir el regalo.
—Cuatro meses, ¿te parece bien?—y Yukio asintió para acercarse al rubio.
—No te perdonó aún, pero estás más cerca del perdón—dijo dejando un beso corto en los labios del rubio que lo sujetó por la cintura para profundizar el beso.
—Me puedo acostumbrar a este casi perdón. Me has hecho falta.
—Y tú a mí, alfa tonto—y otra vez lo volvió a besar.
Yuan que había dejado de pelear con el regalo, miró a sus padres.
Yukio alejó a HyunJin, y ambos miraron a su cachorro que les sonreía con sus dientecitos.
—Y pensar que todo esto empezó por ese cachorro—dijo Yukio mirando a Yuan.
—Ya no es más el cachorro, del que la gente dudaba el apellido. Él ya es el cachorro Hwang.
Porque era así, la historia había empezado por ese cachorro que solamente tenía dos dientecitos en la encía superior.
Pero aún la historia no terminaba, porque aún faltaba, la historia que se vendría con ese pequeño niño.
Fin.
Llegamos al final
de esta historia.
Me ha encantado
redactarla, y
leer sus comentarios,
reacciones, me
emocionaba cada
que leía sus mensajes.
Y espero el final
les haya gustado, quise
demostrar que no
siempre debe haber
un final feliz y de cuento
de hadas, sino
que también existen
diferencias entre
parejas.
Aún falta el epílogo
y el extra.
Nos vemos en los
otros libros de la
saga.
━━Suki