PLACERES OSCUROS [+21]

By Jorleny_Flores

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SAGA DOMINANTES.. LIBRO I El profesor de la universidad más prestigiosa de Londres siempre ha sido tentado po... More

Dedicatoria
Sinopsis
Advertencias.
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By Jorleny_Flores



Si bien Alisson era una de las mejores alumnas de la universidad que venía, sabía que no podía serlo ahí sino demostraba que estaba a la altura de las asignaturas que estaban impartiendo. Además había algo en ese maestro que me causaba mucha curiosidad.

Le daba curiosidad saber más de él, nadie podía negar que era demasiado guapo para el bien de todos los estudiantes. Se lamió los labios mientras su mirada se enfocaba en él que hablaba sin detenerse.

Le podía llevar el ritmo al que dictaba y impartía clases, pero todo me parecía tan nuevo que en ocasiones se perdía. Cómo en esa que no podía dejar de observar al hombre que impartía clases, Hamilton repitió en su mente.

El apellido hablaba por si solo, dejándole claro que era alguien impotente. Un golpe en sus costillas hizo que ella se quejara frunciendo el ceño y dirigiendo su mirada hacia Wilbert que tenía una sonrisa en sus labios.

—Deja de ver al profesor de esa manera —murmuro en voz baja este.

—Bueno los ojos se hicieron para ver —exclamo ella encogiéndose de hombros —Además puedo ver a quien yo quería y como quiera.

La risa de Wilbert hizo que apretara sus labios.

—Me gustaría saber que es lo gracioso para los dos alumnos que están en el fondo —escucharon Alisson y Wilbert.

El segundo se calló de inmediato, mientras que Alisson frunció el ceño y le dió una sonrisa ladeada a Caleb que mantenía su seriedad.

—Me estaba haciendo una aclaración de mis ojos —comenzo a decir ella sin temor —Y le he respondido que tengo derecho de ver a quien desee y como yo desee. Eso no afecta en nada porque al final de todo son mis ojos y yo puedo ver lo que desee.

Caleb frunció el ceño antes de señalar con su manl a ambos.

—No pienso permitir que pase nuevamente esto —advirtió y se volvió hacia la pizarra.

Caleb sonrió sin poder evitarlo y sin que los demás vieran la sonrisa en que sus labios.

>>Sigamos, no quiero distracción nuevamente —advirtió.

—Ya has metido la pata y es tu primer día —susurro Wilbert.

Alisson sonrió antes de apoyar su cabeza en el hombro de él mientras suspiraba elevando su rostro.

—No creo que lo haya hecho —musito en voz baja —Gracias por sentarte conmigo.

Wilbert llevo una de sus manos hacia el rostro de ella, acariciando está a su vez.

—Me has caído bien —expreso él —Además una amiga nueva no viene mal cuando hay gente que te cree un hombre extraño.

—¿Extraño? —cuestiono ella separándose de él y viéndolo con el ceño fruncido.

—Te contaré todo cuando haya terminado la clase —exclamo él dándole una sonrisa y guiñándole uno de sus ojos.

Alisson suspiro antes de asentir, volvió su vista hacia al frente en dónde se encontró nuevamente al profesor. Su ceño se frunció antes de apuntar lo que creía necesario, las siguientes dos horas hizo que ella a pesar de todo comenzará a sonreír por lo que recibía.

Si bien algunos puntos ya los había escuchado y también estudiado, otros eran nuevos para ella. Que cuando estaba cerrando su computadora pudo apreciar que casi tenía más de diez mil palabras siendo guardadas y subidas a la nube.

—Espero que con este tema puedan realizar un buen trabajo para nuestra próxima clase —menciono Caleb.

Los pasos de los otros estudiantes saliendo hacían eco de forma sutil en todo el auditorio. Alisson se estiró sobre su asiento antes de guardar su computadora y tomar su móvil. Estaba bajando junto a Wilbert cuando Caleb se volvió hacia ellos dos que eran los últimos en salir.

—Señorita Rodríguez puede quedarse un momento —exclamo él y ella asintió.

—Por supuesto —dijo antes de ver a su amigo que le dió un guiño de ojos.

Espero a que quedarán solos y ella espero pacientemente, Caleb se tomó su tiempo para guardar lo que había sacado en su maletín.

—Al ser nuevo ingreso en mi asignatura no es necesario que entregué el trabajo en la próxima clase —exclamo él.

Alisson se aliso su falda mientras asentía de forma distraída.

—Se que soy nueva, pero puedo adaptarme rápido a los cambios —murmuro ella —Le agradezco que usted me de esa oportunidad de no entregarlo, pero realmente quiero hacer mi esfuerzo. Ya si salgo mal o salgo bien lo sabrá usted.

Caleb elevó una de sus cejas antes de lamerse sus labios. Sin poder evitarlo le dió una repasada al cuerpo de ella y asintió.

—Siendo así espero que su trabajo sea uno bueno para evaluar —decreto.

Ella sonrió y se dió media vuelta al tomar el pomo de la puerta lo vio por encima de su hombro con una sonrisa que logro erizar todo el cuerpo de Caleb.

—De eso no se preocupe, señor Hamilton —dijo ella.

—Caleb —exclamo al ver que estaba saliendo —Puede llamarme Caleb cuando estemos solos.

Ella soltó una risa que logro estremecer a Caleb de pies a cabeza.

—Así será Caleb —expreso saliendo por completo del auditorio y saliendo de ahí.

Al estar afuera se apoyo contra la puerta cerrada y se mordió los labios evitando gritar con fuerzas. Gesto que no se perdió Wilbert quien soltó a reír antes de que ella le diera una sonrisa divertida y se acercara a el enganchando su brazo con el de él.

—Vámonos porque estoy a nada de gritar de emoción —dijo riendo.

Wilbert sacudió su cabeza antes de iniciar la caminata hacia afuera. El silencio y las sonrisas en sus rostros eran sin duda alguna que podía llamar la atención, así mismo como también la diferencia de estatura.

—Te invito a comer —hablo él haciendo que ella asintiera.

—Yo se cocinar —exclamo ella deteniendo sus pasos haciendo que él también lo hiciera —Podemos ir a mi departamento.

—Es muy temprano para que me invites a tu casa hermosura —dijo un divertido Wilbert.

Alisson negó mientras soltaba a reír.

—No hablaba de ese modo —murmuro ella entre risas —Pero si tu quieres que vayamos algún lugar no me quejo.

Wilbert sacudió su cabeza antes de pellizcarle su mejilla.

—Mejor te invito yo —expreso —Venga vamos a una cafetería muy buena, así de paso vas conociendo poco a poco la ciudad. Y me cuentas más de ti.

—Primero me contarás tu —aclaro Alisson sonriendo mientras retomaban el camino —Me dijiste que los demás te ven extraño y eso realmente me intriga.

Wilbert le dió una media sonrisa antes de soltar un suspiro.

—Mi color de piel, mi estatura y mi nivel social aquí es cuestionable —comenzo a relatar Wilbert —Soy hijo de una mujer africana y un hombre londinense, pero mi color de piel es negra.

—Bueno eso es algo bastante agradable —musito ella viéndolo.

—No para todos —dijo el encogiéndose de hombros —Mi familia no viene de una gran familia como la de muchos aquí, al contrario los míos se han partido la espalda para poder darme la mejor educación.

>>Es por eso que decidí tomar está carrera, quiero hacer un cambio, quiero que el día de mañana pueda tener un puesto como lo tiene el que tiene hoy el que imparte la clase que acabamos de recibir —exclamo.

>>No sé puede evitar escuchar los murmullos, vivir los desprecios solo porque tú color de piel es distinta a la de los demás y al final tuve que acostumbrarme, deje de llorar y de lamentarme por tener una etnia distinta.

—Bienvenidos a la cafetería —escucho Alisson haciendo que parpadeara y enfocara su mirada en la mujer de mediana edad que había hablado.

—Gracias Verónica —hablo Wilbert con una sonrisa —Vamos a tomar asiento en dónde normalmente me siento. Y llévame la comida que siempre pido, tanto para mí como para mi amiga.

—¿Eres nueva? —cuestiono ella.

Alisson sonrió antes de asentir.

—Así es —respondió —Acabo de llegar al país.

—Un gusto de conocerte, bienvenida seas a la ciudad y que disfrutes del tiempo que estarás aquí —dijo la mujer —Pero pasen adelante, en unos minutos le llevaremos lo que han pedido.

—Muchas gracias —expresaron ambos.

La risa de la mujer hizo que ellos también rieran antes de hacer el camino hacia donde había dicho Wilbert. Alisson suspiro al sentarse, observando cómo el se ubicaba enfrente de ella.

—Continuando con lo que te estaba diciendo —dijo él haciendo énfasis en la plática que tenían antes —En todos los países la discriminación ante el color de piel es tan grande, a veces las personas que pasamos por esto.

>>Mi vida se fue convirtiendo en un horror que hasta el punto que me convertí en mi peor versión —exclamo y Alisson sintió como su corazón dolía —Solo tenía quince años cuando intenté acabar con mi vida tomando múltiples pastillas, estuve una semana hospitalizado sino hubiera sido porque mi mamá llegó y me vio agonizando.

>>Dos años después lo intente, pero está vez quise colgarme de unos de los pilares que tenía mi casa en ese tiempo —murmuro llevando una de sus manos hacia el cuello dónde el se acarició una pequeña seña oscura —Y en esta ocasión fueron los dos que me encontraron segundos después de que me tire de la silla de dónde estaba.

>>Y desde entonces pase un año en un centro de rehabilitación, teniendo terapias, hablando con psicólogos, psiquiatras, tomando decisiones que me ayudaron a quererme como persona, a saber que mi color de piel no era el culpable de que las demás personas fueran unas completa mierdas y se burlaran de mi.

>>Solo era un jovencito que estaba sufriendo en silencio, que tenía miedo de decirles a sus padres lo que pasaba por la sensilla razón de que si lo hacía ellos se iban a sentir los peores padres, cuando no lo han sido —mencionó —Yo a ellos los amo y por eso después de pasar ese tiempo en ese centro.

>>Me ayudó a darme cuenta y a entender que si hubiera logrado mi suicido le habría causado mucho daño a mi familia —susurro —Agradezco demasiado el que me salvarán porque gracias a ellos dos estoy en este lugar, gracias al esfuerzo que están haciendo me han llevado al punto dónde estoy.

>>Y da la casualidad que el año pasado salió a la luz todo lo que hice, no soy de tener muchos amigos. Pero los que tengo me gustan qué estén ahí conmigo —expreso lamiendose los labios y elevando su rostro —Así que para muchos soy el extraño que ha intentado suicidarse dos veces y que fue tan cobarde para no poder cumplir con su objetivo.

>>Ahora está en tus manos si quieres seguir siendo alguien cerca a mi —dijo —Si te quieres ir no hay problema Alisson, muchas personas corren al saber o solo escuchar lo que dicen en el pasillo de mi.

Alisson parpadeo mientras sonreía y llevaba una de sus manos hacia donde estaban las de él.

—No me importa lo que digan los demás —expreso ella sonriendo mientras sentía sus ojos humedecer —De dónde vengo que es Estados Unidos, ahí se puede ver toda clase de color de piel. Y si tienes razón esto ocurre en todos los países del mundo, cada uno lo enfrenta de distinta manera.

>>Y te admiro mucho porque solo tú has de saber lo que sucedia en tu cabeza para que decidieras tomar esa decisión y el que estés aquí con vida solo demuestra lo valiente que eres —musito —Además solo basta decir que a partir de hoy tienes a una amiga que estaría dispuesta a enterrar un cuerpo sin dejar prueba alguna.

Wilbert sonrió incrédulo ante lo que escuchaba.

—Eres algo alocada Alisson —menciono el riendo.

—Algo no —murmuro moviendo sus cejas continuamente —Soy completamente loca, solo que lo se mantener oculto, pero con el tiempo te vas a costumbrar.

—Ya veremos si el tiempo decide que sea así —expreso —Ahora cuéntame tú. ¿Que te llevo a venir aquí?

Alisson bajo su mirada.

—Bueno pequeñas cositas que sucedieron en mi universidad —dijo dirigiendo su mirada hacia él —Unas de las cuales no estoy feliz, pero que a pesar de todo me llevo a alejarme de todo lo que me causaba daño.

>>A veces nos toca enfrentarnos a la vida por si solos y es lo que me tocó a mí —expreso haciendo una mueca —Deberías de sentirte feliz por tener a unos padres que te amén, que te apoyen y que te den todo lo que hoy tienes.

>>Por desgracia a mi no me ha tocado tener unos padres así de amorosos, solo tengo a mi madre si es que se le puede llamar así; porque esa mujer no se merece tener ese título —comento antes de suspirar y sacudir su cabeza —Pero hablemos de otra cosa, no quiero dañar el buen día que he tenido hoy.

Wilbert le devolvió el apretón de mano y ella dirigió su mirada hacia el.

—Sea cual sea lo que haya pasado eres fuerte también —susurro él —Y cuando quieras hablar de lo qué sea que te haya pasado estaré aquí para escucharte.

Alisson sonrió y le guiño uno de sus ojos.

—Cuando este lista te lo contaré —aseguro ella —Ahora vamos hablar de otra cosa.

—Si tienes razón —exclamo él sonriendo con picardía —Habla mejor de lo que te dijo el profesor.

Alisson se llevó una de sus manos hacia el rostro sintiendo como sus mejillas se llenaban de un fuerte sonrojo.

—Me ha dicho que lo llame por su nombre cuando estemos solos —dijo en voz baja —Y que puedo no entregar el trabajo que ha pedido.

—Espera —exclamo Wilbert abriendo sus ojos impresionado —¿Te ha pedido que lo llames por su nombre?

Ella rió antes de asentir, sintiendo que sus mejillas ardían por el fuerte sonrojo.

—Si —susurro ella con voz aguda —Además te aseguro que cuando llegue sus ojos me recorrieron de una forma que no era de un maestro a su alumna, sino de un hombre. Su mirada era oscura y llena de expectativa.

Wilbert elevó sus cejas antes de reír, seguido por ella.

—Que suertuda eres —dijo entre risas —Ese hombre es una piedra, durante el tiempo que llevo aquí he podido presenciar como gran parte de las alumnas y de alumnos se le han insinuando de forma descarada.

>>Y basta decir que la mirada que les daba era lo suficiente para que dieran un paso atrás. Nadie ha logrado tener un acercamiento lo suficiente para saber si les gusta las mujeres o los hombres.

—Bueno siendo así —murmuro ella guiñándole uno de sus ojos —Tal vez sea yo quien logré averiguar si lo es.

Ambos rieron, y segundos después llegó la misma mujer con una bandeja con los platos que había ordenado Wilbert. Tras dar las gracias, comenzaron a comer en silencio, Alisson sonrió sin poder evitarlo porque solo llevaba unas horas ahí y ya tenía a un amigo.

Mientras tanto Caleb entrego un informe y salió de la universidad para ir a su casa. Los minutos de trayecto hacia donde vivía fueron los más eternos, pero al llegar lo unico que hizo fue soltar su maletín y quitarse la chaqueta de cuero que llevaba.

Camino hacia el minibar donde se sirvió un tragó de whisky, bebiéndose de un solo trago está. El recuerdo de las medias negras cubriendo aquellas piernas llego a su mente con tanta fuerza que lo hizo tragar saliva mientras se mordía los labios, haciendo que se volviera a servir otro trago.

—Alisson —susurro dejando que el nombre de ella fluyera sobre sus labios.

El nombre le parecía hermoso, el cuerpo de ella ni se diga. El verle solo las piernas lo había hecho sentir como un adolescente, se le hizo difícil poder ocultar la erección que comenzó a tener de solo verla.

Maldijo cuando volvió a sentir la erección de solo recordarla a ella, emitió un fuerte suspiro antes de comenzar a desnudarse ahí en la sala, bastó solo un minuto para estar sin ropa y con una de sus manos cubrió su miembro erecto.

Un suspiro de alivio salió de sus labios sin poder evitarlo, mientras cerraba sus ojos y volvía a pensar en las curvas de ella. Esas que le estaban llenando de deseos muy oscuros unos de los que no llego a pensar que podía volver a vivir.

Aumento la presión de su mano en su miembro mientras comenzaba a mover con mucha más velocidad está, haciéndolo soltar gemidos que en el silencio total de la casa hacia eco. Pero no sé detuvo, sino que fue hacia su habitación en dónde abrió una de las gavetas en dónde saco un anillo y se colocó después de aplicarse un poco de lubricante.

Poniendo el primer nivel de vibración, se lamió los labios antes de llevar sus manos a la misma gaveta de dónde saco una candela roja y un encendedor. Al encenderla espero unos minutos más hasta ver cómo la cera comenzaba a correr por los lados.

Se mordió los labios y inclino la candela hasta que sintió como la cera comenzaba a caer sobre su glande, haciendo que echara su cabeza hacia atrás extasiado de sentir la adrenalina correr por su torrente sanguíneo.

—¡Mierda! —gruño el antes de aumentar la vibración del anillo.

Volvió a mover la candela haciendo que la cera cayera esta vez en sus testículos. Gimió con fuerza sin poder evitarlo, apagando la candela a su paso y llevando su mano hacia su miembro en dónde comenzó a masturbarse sin dejar de pensar en Alisson.

Esa mujer era la que lo tenía así, le estaba sacando la versión más oscura y logrando que volviera ese hombre que creyó enterrado hace años. Su cuerpo se tenso y se quitó el anillo antes de llevar su otra mano a sus testículos apretándolos con cierta fuerza antes de sentir como su vientre se humedecia a causa de su derrame.

Mientras exclamaba el nombre de ella, todo su cuerpo tembló ante el orgasmo que experimento con algo que no creyó volver a experimentar en si mismo.....



★★★

Buenas, buenas..

Aquí les traigo un capítulo más.

Vamos a las preguntas..

¿Que les pareció Wilbert?

¿Su historia que tal?

¿Creen que ella pueda decirle lo que le sucedió?

¿Lo que hizo Caleb?

Pst: Si comentan bastante y votan les subiré capítulo rápido.

De ese modo llegamos a más lectores alrededor del mundo...

Besitos y si cumplen con más de cien comentarios y veinte votitos les traigo capítulo rápido.

Les amoooo.
Con amor
Jorleny..

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