Cuando todo termine

By karin331912

818 290 4

No fue mi error conocerte. No fue mi error confiar en ti. Mi error fue no decirte que lo que hacías estaba ma... More

Dedicatoria
Prólogo
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Epílogo
Nota del autor

Capitulo 22

16 8 0
By karin331912


Él me quería. Yo lo quería.
El mundo era perfecto.
Hasta que dejó de serlo.

La fragilidad de un corazón bajo la lluvia/María Martínez.

—Tu... ¿Tu me amas o me quieres? —le pregunte con un nudo en la garganta.

Desvío la mirada hacia el mar, las oportunidades desaparecían mientras mas pasaba el tiempo, se formaba un silencio sepulcral, él respira profundo.

Y entonces por fin volvio su voz.

—Je t'aime plus que tu ne peux L'imaginer, plus que mon cœur ne peut le sopporter —contesta su voz ha bajado una octava.

Sin en cambio yo solo lo veo, no entiendo nada ¿Que quiso decir?

Preguntale ¿Para que tienes la boca?

No empieces con tonterías.

—¿Que qui... —antes de terminar la frase me interrumpe.

—Y tu Arzul ¿Me quieres o me amas? —me dice tomando mis dos mejillas.

—Lo sabes perfectamente —confieso mirándole a los ojos.

—Pero quiero escucharlo —pide apoyando su frente en la mía.

—Yo te amo Edwin, te ame desde el principio, desde que yo te vi mi corazón te di, nada en el mundo te supera a ti —respondo las lágrimas recorren mis mejillas.

Me abraza, entierro mi cabeza en su cuello.

¿Por que nunca me dice la verdad?

Me duele, duele no escuchar la verdad.

El tiempo transcurre, el viento frío golpea con fuerza.

—Deberíamos irnos Arzul —dice alejándose de mi.

Asiento.

Me toma de la mano, abre la puerta del coche entro, cierra la puerta, rodea el coche, ocupa su lugar.

El viaje de vuelta a casa, se hace incomodo, todo esta en silencio.

Aparca el coche frente a mi casa. Abro la puerta.

—Espera —pide Edwin tomando mi mano

—¿Que pasa? —preguntó con un hilo de voz.

—Algún día sabrás la verdad Arzul, pero dame tiempo, necesito aclarar lo todo —contesta, no hace falta una explicación su voz sincera lo dice todo.

—Entiendo, no hace falta —respondo mirándolo a los ojos.

—Gracias.

Me da un tierno beso, salgo del coche, le hago adiós con mi mano, entró a casa, voy directo a mi habitación, dejo caerme cansada en la cama.

Fue ahí en ese momento, en aquel lugar donde yo sentí que mi corazón se rompía en mil pedazos.

Donde un temblor destruiría mi vida, esto solo era una réplica.

Esto apenas estaba a punto de comenzar.

El terremoto lo destruiría.

                         ←★♥∞♥★→

                                 

Después de lo que paso en la playa, Edwin se volvió diferente, cambio muchos, evitaba mis llamadas y mensajes, no asistía al instituto, ya no lo veía seguido, a veces iba a verme, aunque todo el tiempo estábamos en silencio.

Las preocupaciones llegaron a mi vida, todo empezó a doler, al ver la transformación de Edwin, trataba de entablar una conversación con él, a veces él las evitaba, otras tenía miedo que se enojara, deje que aquello me carcomiera por dentro, no quería hacerlo enojar, ya era suficiente con lo que tenia. Sus ojeras empezaron a aparecer, su piel pálida, ya casi no comía, o eso me había dicho Daliza.

—No se lo he notado muy raro —comente preocupada.

—Entiendo Keyla.

—¿Así es él Daliza?

—No lo se Keyla, no se que pasa, intento preguntarle, aunque siempre se da la vuelta, y se va —contesta tomando un sorbo de su gaseosa.

—Tengo miedo —confieso angustiada.

—Tranquila a veces suele pasarle eso, es mejor que le des su espacio.

—Lo hago.

—Se que es difícil para ti, pero a veces hay que vivir pruebas solos.

—Tienes razón.

—¿Han peleado?

—No —contestó negando con la cabezas.

—Comprendo.

Asiento.

—Bien tengo que irme, si pasa algo dímelo, cuentas conmigo —dijo poniéndose de pie.

—Gracias Daliza.

Me da un beso en la mejilla, sale de la cafetería.

Vuelvo a casa a duras penas, cenó, después subo a mi habitación, me doy una ducha, me arreglo ya que hoy habrá una fiesta con algunos amigos del Josh, él me invito a ir, así que mas da, han sido buenos conmigo, seria horrible rechazar una invitación de ellos, bajo a la cocina por un vaso de agua, entonces mi móvil suena.

Josh: Ya estoy afuera de tu casa.

Termino el vaso de agua, salgo de casa, veo su coche es un B 800 ZED, color negro, me monto en el.

—Hola Keyla —saluda con esa sonrisa que suele regalarle a todo el mundo.

—Hola Josh —saludo mientras me colocó el cinturón de seguridad.

—Pensé que no vendrías —dice poniendo el coche en marcha adentrándose a la carretera.

—Pues ya estoy aquí.

—Si ya te vi.

—¿Y Charles? —preguntó mirando los asientos de atrás.

—Pasaremos por él no te preocupes.

—Okey no lo hago.

La ruta hacia la casa de Charles fue tan corta, así que prácticamente hemos llegado, Josh le escribe un mensaje y antes de enviarlo, Charles ya esta dentro el coche.

—Hola, ya llego por quien lloraban.

—¿Llorar por ti? —pregunto Josh con sarcasmo.

—Si de mi.

—Si tu lo dices —contesta Josh poniendo los ojos en blanco, arranca el coche, reiniciando el viajé.

—¿Y Edwin? —preguntó Charles.

—No lo se —dije encogiéndome de hombros.

—Tranquilo Charles seguramente estará durmiendo —responde Josh de mal humor.

—Eso esperó —dijo Charles mirando su móvil.

En cambio yo voy en silencio escuchando la conversación de ambos.

—Nos vamos a emborrachar hasta que perdamos el conocimiento —comenta Charles emocionado.

—Sera de lo mejor —contestó Josh ansioso.

—Bueno pero procuren no matarse —dije jugando con mi móvil.

—No te preocupes Keyla, de todos modos sabes manejar —contestó Josh.

—Asi que no hay problema —concluye Charles.

—¡Llegamos! —grita Josh bajando del coche.

Charles y yo hacemos lo mismo, nos adentramos los tres a la fiesta, la música electrónica retumba por toda la casa, barriles de cerveza dispersados por todos lados, chicas y chicos no deben rebasar los veinte, bailan, toman, fuman, de todo hacen, algunos de los chicos solo tienen pantalón, dejando al descubierto de su cintura para arriba, chicas en traje de baño, ropa interior o bañador, recorren los pasillos seduciendo a los chicos, así que prácticamente me siento fuera de lugar, con blusa blanca, sudadera azul, jeans ajustados, tacones abotinados, así que, que más da si estoy fuera de lugar.

Josh me toma del brazo acercándome a él.

—Mantente cerca de mi —susurro cerca de mi oído.

Nos adentramos en la multitud, Charles se perdió no se por donde, así que me mantengo cerca de mi única guía, nos acercamos a una enorme isla con barra americana, donde hay una variedad de bebidas alcohólicas, Vino —a quién demonios se le ocurre meter eso—, vodka, sidra, ron, tequila, cerveza, chupitos, cócteles, whisky, brandy margaritas, mojitos y otras bebidas que para ser sincera no recuerdo su nombre.

Josh toma un vaso de vodka rosa.

—Yo te recomiendo el agua, es bueno para la salud, y no hace daño —me dice tomando un trago de su bebida.

Niego con mi cabeza, tomo un vaso y me sirvo un poco de agua, ya que no pienso tomar alguna de esas cosas, quien sabe que tendrán.

—¿Quieres bailar? —pregunta Josh desde el otro lado de la barra.

—No se me da muy bien esas cosas —confieso.

Por que es verdad, siempre que solía asistir a alguna fiesta, me la pasaba explorando la casa.

—Pues tampoco yo se —dice probando un cóctel.

Josh se la pasa probando todas las bebidas, diciendo cual es buena para mi y cual no, después de un tiempo llega a la conclusión de que ninguno es apto para mi.

Además, al cabo que ni quería.

Lo veo tiene una lata de bebida energética.

—¿Que es eso?

—Una lata de red bull.

—¿Y que vas a hacer? —preguntó enarcando un ceja.

—Experimentar —contesto echando el contenido de la lata en un vaso seguido de tequila, vodka y brandy.

—Experimentar —imito su voz.

—Si.

—¿Y quien sera tu rata de laboratorio?

—Oye tampoco me ofendas —contesta llevando una mano al corazón, fingiendo que eso dolió.

—No fue mi intención —declaro evitando las ganas de reír. 

—¿Ah no?

—No, es que me recuerdas a Oscár, cuando solía hacer fiestas, mezclaba diferentes bebidas, lo cual le hacia perder la conciencia, terminaba yéndose a no se donde, cuando en realidad la fiesta era en casa.

Al terminar de hablar Josh se carcajea y yo lo acompaño.

—No se nota que sea así, parece un santurrón —dijo Josh negando con la cabeza a la vez que reía.

—Solo es así cuando le conviene.

—Ya veo.

—¿Has visto a Charles? —preguntó cambiando de tema.

—No Josh, debería ir a buscarlo.

—No, ya aparecerá —contesta tambaleándose.

—Sabes mejor lo voy a buscar además, no quiero que te caigas y termines en un hoyo de víboras ¡No te muevas! —ordeno saliendo de la cocina.

Paso por el salón donde esta la pista de baile, lo buscó no hay nada, así que busco los baños, lo llamo desde fuera.

—Charles ¿Estas aquí? —pregunto con voz bajita.

—¿A quien buscas hermosa?

Me giro es Lewis, me estudia de pies a cabeza, me mira a los ojos regalando su mejor sonrisa.

—Busco a Charles.

—El mejor amigo de Edwin ¿Cierto? —él enarca una ceja.

—Si ese —digo apoyando mi cuerpo, en la pared.

—Mm ¿Viniste sola? —pregunta acercándose a mi.

—No vine con Charles y Josh.

—¿Y el amor de tu vida?

—A ti que te importa —contesto irritada.

—Solo es curiosidad.

—Pues no se nota —pongo los ojos en blanco.

—Uy perdón.

—Si claro.

El silencio aparece, mientras él me examina.

Joder dejame darle un puñetazo en la cara.

Adelante eso sera divertido.

—¿Que quieres? —preguntó irritada de que me mire así.

—Contemplar a la hermosura que tengo —dice de manera seductora.

Ya en serio dejame darle un puñetazo.

Todo a su tiempo conciencia.

—Lástima que no tengas la oportunidad —contesto con sarcasmo.

—¿Quien dijo que no? —me dice tomandome de los brazos.

—Estas loco —escupo intentando alejarme de su agarre, imposible me tiene bien agarrada.

—Un día seras mía —dice mirándome a los ojos, mientras acaricia mi mejilla

—Un día cuando abras los ojos y sepas quien es Edwin O' Brien, te arrepentirás de haberlo conocido, entonces me tendrás entre tus piernas, te daré todo lo que él no pudo hacer, seras mía como siempre lo quise.

—Imbécil —mascullo.

—Yo solo te digo la verdad hermosa —dibuja una sonrisa de lujuria.

—Tus mierdas me importan un bledo —gruñi soltándome de su agarre.

—Di lo que quieras niña, lo que quiero lo consigo.

—Estupido.

—Gracias, por cierto tu amiguito esta en la terraza —añade saliendo por la puerta.

Salgo de ahí, subo por las escaleras buscando a Charles, no lo niego me perdí un montón de veces.

—Hola hermosa —saluda un chico rozando su mano con la mía.

Pongo los ojos en blanco y sigo mi camino.

Abro una puerta, hay varios sofás, las paredes son de cristal, ahí esta la terraza, fuera hay una mesa donde hay chicos alrededor de esta, voy directo a esa puerta que da a la terraza.

—¡Charles!.

Todos los chicos me miran sorprendimos, mi mirada viaja sobre ellos, entonces lo veo, no a Charles sino a Edwin, esta inclinado sobre la mesa, donde hay tres lineas blancas, alrededor hay armas, cigarros, y un montón de mierdas.

Mi mirada se detiene en las tres líneas es cocaína, a mi nadie me va a engañar, he visto un millón de veces esa porquería, Papá y Oscár la usaban.

Mi corazón se detuvo al ver a Edwin inhalar las tres lineas, dejándose caer en la silla, echo su cabeza hacia atrás, su frecuencia cardíaca aumentaba.

Y yo estoy ahí quieta como una estatua, con los ojos como platos, mirando aquella escena.

Es lo que estuvo haciendo todo este tiempo, por eso falto a clase.

Pero eso no fue lo peor, de la nada tres hombres trajeron a un hombre con la cabeza cubierta, Edwin tomó el arma y en un abrir y cerrar de ojos le disparo en la frente, en el cuello y el corazón.

—¿Quieres un poco preciosa? —me pregunto un chico ofreciéndome un porro.

Eso hizo que Edwin desviara su mirada hacia mi.

Dios mio que estúpida fuiste.

Las lágrimas empezaron a caer por mis mejillas, salí de ahí corriendo.

—¡Arzul espera! —cerre la puerta de golpe.

Baje las escaleras buscando a Josh en la cocina, me acerque a él.

—¿Que pasa? —preguntó preocupado.

—Quiero irme a casa ahora —pedi desesperada.

—¡Josh, Keyla! —grito Charles acercándose a nosotros.

—¿Que pasa Charles? —pregunto Josh confundido.

—Vamos a la mierda todo, salgamos de aquí —escupío Charles enojado.

Charles me tomo del brazo, salimos de ahí, nos montamos en el coche.

—¿Que pa… —Josh iba a preguntar algo pero Charles lo interrumpió.

—A tu casa Josh —ordeno Charles enojado.

Él obedeció arrancando el coche, se dirigió a su casa, trate de contener las lágrimas, no quería llorar.

Gracias al cielo que Josh no estaba tan borracho.

Aparco el coche, salimos, entramos a casa de Josh.

—¿Que esta pesando? —pregunta Josh pidiendo una explicación.

Miro a Josh y después a Charles, ambos se miran fijamente.

—Vamos a decirle la verdad a Keyla, ya fue suficiente —ordeno Charles.

Josh lo miro aturdido, después a mi, yo no se que hacer, las lágrimas surgieron de repente.

—Duele, pero es lo mejor —comento Charles dando bocanadas de aire.

Llevo mis manos hacia mi cara, intentando contener las lágrimas, pero no puedo, tengo miedo, miedo de que la verdad duela.

Josh se acerca a mi, me rodea con un brazo, me derrumbo por completo, no se que hacer.

—Es lo mejor para ella —le dice a Josh.

—Le dolerá.

—Lo se, pero tiene que saberlo, ya se lo hemos ocultado por mucho tiempo.

Los oigo hablar mientras Josh me abraza, mi cara esta apoyada a su pecho, no paro de llorar como una niña pequeña.

—¿Que paso? —pregunta Josh.

Charles tarda un tiempo en no decir nada, respira profundo y sale lo que yo vi.

—Edwin se droga, volvió a caer, y no sólo eso, ha matado a alguien —dijo decepcionado.

—¿Como lo sabes?

—Lo vi Josh, estaba en la terraza.

—Esto no puede estar pasando —contesta Josh confundido.

Silencio incómodo, solo se escuchan mis sollozos.

—Lamento decirte que si, si esta pasando —concluye Charles.

—Esta bien —responde Josh derrotado.

Mi móvil empieza a sonar, antes de que lo tome, Josh lo toma cuelga la llamado y lo apaga, después suena el de él, hace lo mismo, suena el de Charles, también hace lo mismo.

—Bien Keyla, es hora de que sepas la verdad —respondió Charles.

Me aparto de Josh limpio mis lágrimas, lo miro a los ojos, parece dolido.

—¿Que cosa? —pregunto aclarando mi garganta.

—Se fuerte Keyla —me anima Josh.

—Se que... Debimos decírtelo desde el principio, pensé que él no volvería al pasado, pero ahí esta otra vez —dice Charles su voz esta fallando, pero él intenta no hacerlo.

—Asi que es mejor que sepas la verdad de una vez —confeso Charles decidido.

Espero lo que van a decir, intentando contener mis lágrimas.

—¡Ya suéltalo! —exclama Josh desesperado llevándose las manos a la cara.

Charles me mira, yo a él, no estoy lista, no quiero saberlo, quiero salir de aquí, dormir, para después despertarme y decir que solo es un sueño, pero yo lo se, mi cuerpo lo sabe, esto no es un sueño, esto es la realidad.

—Edwin no es realmente lo que crees, no es como él te lo pinto… Edwin es mas peligroso de lo que te imaginas.

Continue Reading

You'll Also Like

59.7M 1.4M 17
Sinopsis Kaethennis ha disfrutado de los placeres de la vida, mucho, casi se puede decir que demasiado. Un alma libre, al menos así se definiría el...
5.6K 993 12
Una histérica mujer de botas rojas. Un hombre que es un imán para los golpes. Un muchacho que no entiende nada de lo que está pasando. Y un perro d...
156M 9.2M 55
PRIMER Y SEGUNDO LIBRO [Primer y segundo libro ¡publicados en papel! Esta es solamente la primera versión de ambas historias] Para Jenna Brown, su pr...
914K 47.7K 36
Melody Roberts es una chica muy sencilla, no es muy sociable y solo tiene una mejor amiga. Vive sola en un pequeño departamento, el cual debe de paga...