—Pero no soy perfecto y de seguro hay más donceles...
Sus palabras fueron cortadas por otras.
—Ante mis ojos eres el doncel más perfecto que he conocido.
—P~Pero soy ciego.
—No mi importa yo seré tus ojos.
—Soy muy descuidado y olvidó las cosas.
—Yo te las recordaré todas.
—Soy muy afectuoso y cursi.
—No me hace mal una dosis de cariño.
—Suelo hacer berrinches cuando no puedo hacer algo.
—Entonces yo te ayudaré y con lo que no puedas hacer.
Cada defecto que mencionaba era respondido por Smith.
—¿Yo en verdad me veo así?. –Preguntó después de haberse quedado sin más defectos por mencionar.
—Yo siempre te he visto como eres y nada de lo que me digas cambiará eso.
Un sonrojo se apoderó de su rostro por la vergüenza que sentía pero aún así sonrió para él.
—Gracias en verdad.
—No es nada.
Volvieron a abrazarse mutuamente pero de una manera más cálida para ellos.
Mientras ellos disfrutaban de su momento en la casa Jongcheveevat se había desatado una fuerte discusión tras el evento ocurrido en la entrada de la escuela.
—Como se le ocurre a ese infeliz aparecer así de la nada en el mismo lugar que tú, ¿que acaso no le quedó claro?.
La ira de aquel hombre no era calmada con nada pues se sentía sumamente humillado ante su hijo mayor.
—Debo tomar medidas extremas con ese muchacho sino seguirá poniendo en vergüenza a esta familia.
—Pero querido no creo...
—No intervengas por él que el ya no es mi hijo es solo un estorbo que debe ser quitado.
Con esas últimas palabras aquel hombre abandono la habitación dejando a su esposa e hijo.
Mew no tardó en seguir el ejemplo de su padre y abandonó la habitación yendo a la suya misma con la ira desbordando de él.
—Maldito infeliz. –Dijo mientras azotaba la puerta de su habitación para cerrarla. —debí suponerlo debo alejarlo de Gulf a como de lugar.
—Ciertamente nada salió como lo pensé desde un inicio.
Suspiró ante el fracaso de salida que habían tenido.
—Bueno nada sale como uno lo planea, es mejor dejar las cosas ir a su curso. –Dijo mientras aún lo tenía abrazado pero está vez lo tenía dandole la espalda.
—Si tienes razón entonces comencemos de nuevo.
-—Me parece bien.
Ciertamente nada les salió como en un inicio lo planearon o pensaron pero no porque su inicio haya sido fatal después debía ser así.
Smith no era de salir mucho y Gulf no conocía muchos lugares así que para ellos no fue problema en pasar tiempo juntos en la casa del mayor, el doncel ayudaba como podía a curar las heridas en los nudillos del varón mientras platicaban de ellos un poco más.
—Entonces no han querido ir con un doctor para arreglar tu vista.
—Bueno no lo sé supongo que ya se resignaron a qué nunca podré ver y no quieren ilusionarse.
Hablar de su ceguera no era problema para él ni tampoco le incomodaba.
—Pero es extraño.
—Puede ser pero creo que solo están preocupados.
No dudaba que fuera así pero se le hacía extraño aquello, suspiró cansado por el sin fin de ideas que pasaban por su mente sobre el asunto.
—Pero cambiando de tema dime qué tal la universidad.
—Nada de otro mundo estoy por terminar la carrera y después me iré del país por algunos años.
—Ahhh te irás.
El cambio de voz del doncel llamó su atención estaba triste y lo sabía, se maldijo mentalmente.
—Si lo siento no te lo había dicho pero me dieron la oportunidad de entrar en uno de los mejores centros médicos pero es fuera del país y...
Sus palabras fueron cortadas por las del doncel.
—¿Volverás verdad?.
Sonrió al hacerse una idea de lo que pensaba el pelinegro.
—Claro volveré porque no puedo dejar a un doncel lindo y tierno a la alcance de todos.
El sonrojo no pasó desapercibido por Smith haciendo su sonrisa más duradera.
—Entonces te estaré esperando hasta que regreses.
Entre esa promesa jurada y más platicas pasaron la tarde juntos sin la interrupción o las miradas desaprobatorias de los familiares del doncel, solo ellos dos basto para tener un agrable momento.
—Esto se está saliendo de nuestras manos Sarut.
—Lo sé pero quién iba a imaginar que eso sucedería.
—Tenemos que alejar a Gulf de él antes de que cause más problemas.
—Si será lo mejor para todos antes de que se sepa la verdad.
Los dos con la firme decisión que tomaron empezarían su plan.
Los días posteriores al enfrentamiento entre los hermanos Jongcheveevat fueron normales, dentro de lo que cabía, Smith siguió visitando al doncel o en ocasiones el doncel pedía que el pasara por él a la escuela y para Mew sus días cada vez peor o eso le parecían a él pues la presión que su padre metía en el cada día era más y más sus estándares para que él fuera un buen líder para la familia era estrictos, y el ver a su hermano mayor junto al doncel no le ayudaba para nada.
Pero quién iba a imaginar que después de esos días llenos de calma y felicidad se verían rotos por la tragedia y las malas decisiones destruyendo al doncel cada vez más sin duda nada sería fácil de afrontar.
—¿Cómo te atreviste eres un maldito infeliz?.
—No se de qué hablas.
—Te juro que si algo malo le llega a pasar a Gulf de mi cuenta corre que está familia sea destruida.
—Porque me hacen esto.
—Es por tu bien hijo, él solo te hará mal.
—No es verdad él me hace bien ustedes son quienes me están matando cada día.
—Ya verás que en unos días cambiarás de opinión.
—¿Qué quieren para que Gulf esté bien, haré lo que sea?.
—Solo alejate de él vete de la ciudad y nunca vuelvas.
—Si con eso me aseguran que Gulf no sufrirá así será?.
—No te vayas por favor Smith eres el único que me apoya por favor.
—No puedo ellos lo han dejado claro Gulf.
—Entonces vamos yo me iré contigo.
Las siguientes decisiones cambiarán el rumbo de sus vidas puede que sea para bien o mal.
Y con esto concluye la primera parte de esta historia espero les haya gustado como a mi me ha gustado adaptarla, nos vemos en la segunda parte.
La segunda parte tardará en llegar ya que la autora está corrigiendo las historias y la segunda parte todavía no está terminada. Así que tendremos que tener mucha paciencia.