Era una mañana cualquiera en el pueblo de Karakura, Ichigo ya se había despertado desde hace un rato y miraba con fervor la puerta de su armario.. Tenía dibujada una sonrisa en sus labios. Ya que desde el interior del closet salía un ronquido muy peculiar.
En realidad jamás lo había escuchado con detenimiento.
"¿Qué estará soñando Rukia?"
Poco después decidió pararse ya que la espalda lo estaba matando.
Mientras se incorporaba en su totalidad escucho la voz de la Pelinegra.
-Ichigo...-susurraba.
Ichigo se asombró ya que lo había nombrado, pero pues decidió no darle demasiada importancia y comenzó a vestirse; cuando de repente.
-¡Ichigo no te vayas!.- decía entre gritos.
De pronto se escuchó un fuerte ruido en el armario, Ichigo fue corriendo
-¿Rukia estas bien?- dijo un poco alterado.
-Si, ¡ay!,mi cabeza -Rozándose el cabello -Creo que... creo que si me pegue fuerte.-Viéndose la Mano.
La mano de Rukia estaba Manchada de sangre.
-¡Tonta! Ven para acá.- dijo él mientras se acercaba.
-No te preoucup...
No logro terminar la frase cuando Ichigo ya la había tomado en brazos.
-Ichigo ¿qué es lo que haces?-dijo sonrojada.
-Tonta te abriste la cabeza, de seguro has de estar mareada, sería una grosería de mi parte que te dejara así, ahora espérame mientras voy por agua y vendas.- dijo él mientras estaba sonriendo.
-Está bien.
Rukia se quedó sentada en la cama de Ichigo y recordaba porque razón se había golpeado...
-Sentí tan real aquello... mi sueño.
De repente la puerta se abrió e Ichigo apareció con una charola llena de vendas agua y otras cosas.
-A ver, vamos a revisarte.
-Ya te dije que no es nada de importancia- respondió la pelinegra.
-Cállate y déjame ver ¿qué tal si es peor de lo que piensas y hay que suturar?- dijo mientras la examinaba.
-Sabes que este no es un cuerpo real-dijo mientras trataba de retirar la mano de su amigo.
-Pero aun así sangras y te puedes lastimar.
-Pero, ichigo...
-Te he dicho que te calles tonta, ahora baja la cabeza.
-¿Sabes que te detesto?- dijo enojada.
-Eso no parecía mientras estabas soñando...-dijo triunfante.
Rukia se quedó asombrada ¿Acaso el idiota la había escuchado decir su nombre?, más bien, ¿lo había nombrado?.
-¿De qué hablas tonto?.
-De que gritaste mi nombre mientras dormías, dijiste Ichigo una vez y después gritaste Ichigo no te vayas ¿Qué soñabas?-preguntó.
-Nada importante idiota.
-Ah, disculpa, ni porque uno se preocupa por ti- dijo Ichigo poniendo una venda.
-¿Ya terminaste?-Contestó Rukia molesta.
-Sí, ya termine. Solo te hiciste una buena herida.
-Si ya vi, me vendaste la mitad de la cabeza inútil.
-Pues sí, para que se te cicatrice más rápido tonta.
-Deja de fastidiar- Rukia se paró de la cama, pero al comenzar a caminar sintió que el cuarto se movía y cayó al suelo.
-¿Rukia estas bien? Rukia, ¡Rukia!.