ADVERTENCIA: ESTE CAPÍTULO CONTIENE ESCENAS DE ÍNDOLE SEXUAL, NO AGREGAN NADA A LA TRAMA POR LO QUE SI TE INCOMODAN PUEDES SALTAR EL CAPÍTULO COMPLETO.
Si es semi importante que lean mi notita a lo último.
ME ACOMODÉ LA TIRITA DEL BAÑADOR Y SALÍ EN DIRECCIÓN A LA PISCINA EN CASA DE ANDREA, hacía un día precioso por lo que habíamos decidido pasarlo en el agua con tal de aprovechar el verano.
Me tomé la libertad de analizarme en el espejo del baño muy brevemente, me veia excepcionalmente bien, quizá tenía algo que ver con el hecho que el bikini que traía me iba pequeño, me hacía ver más... voluminosa.
Bajé por las escaleras descalza hasta la cocina que tenía una puerta directa al patio, Álvaro estaba tumbado boca abajo en una reposera, Andrea e Irina daban vueltas en un inflable y yo me dispuse a irme a tomar un poco de sol, estaba de más pálida.
Me senté sobre la reposera blanca un poco alejada de Álvaro, me puse una toalla abajo.
Escuché unos pasos a mi derecha y gracias a mi campo de visión pude ver unos pies enormes, me pasó la mano por los hombros y me acarició el cuello levemente, alcé la cabeza para verlo.
Dios santo y bendito.
Si no estuviese sentada probablemente me habría caído, me chupé el labio inferior mientras lo analizaba intentando no ser obvia, lo estaba comiendo con los ojos, no había forma que no se diera cuenta, intenté evitar que mi mente volara muy lejos, a fin de cuentas estaba rodeada de gente.
— Que bueno que hayas salido un poco de casa, Casper.— Mirándome desde arriba mientras me acariciaba la nuca no me dejaba mucho más en lo que pensar. Le retiré la mano mientras me removía en mi lugar, últimamente no sabía que era lo que nos pasaba, porque no era la única, él también estaba más intenso que la mierda.
No hacíamos más que provocarnos mutuamente como si se tratase de un juego interno del cual participábamos pero nunca llegabamos a terminar, el siempre me ponía un alto antes de que se me fuese la mano.
Me rompía las pelotas, jugaba conmigo, me torturaba, me pedía que sea directa pero cuando lo era me boludeaba, le pedía que me tocara y lo que hacía era acariciarme los hombros con la yema de los dedos.
— No te podés burlar de mi cuando si no fuera por los tatuajes serías igual de blanco teta que yo.— Clavó uno de sus dedos en mi mejilla y yo hice el amague de morderlo.
Me sonrió pícaro y se arrodilló frente a mi, levanté los ojos al cielo pidiendo perdón por las cosas que se me pasaban por la cabeza. Acarició uno de mis muslos con la mano ante mi atenta mirada, me arrebató el bloqueador solar, nuevamente pedí disculpas a quien tenga que leerme la mente.
— No puedo permitir que te quemes.— Habló divertido, parecía totalmente consciente de todos mis pensamientos con solo mirar la forma en la que me removía
en el lugar, inquieta. Tomó
un poco de protector y me agarró
una pierna, me abstuve de soltar un comentario.— ¿Me dejas que te eche un poco?— Yo solo atiné a asentir con la cabeza, me dejó un beso en el tobillo antes
de comenzar a exparcir la crema a lo largo de mi pierna, como en un masaje.
No sabía cómo se viese de afuera pero para mí esto sonaba tal y como empiezan esas películas eróticas de mal gusto, necesitaba un botón para adelantarla.
Eché la la cabeza hacia atrás levemente, disfrutando la sensación de como sus dedos amazaban literalmente los músculos de mi pierna, más allá de lo erótico era un buen masaje, debía pedirle que lo hiciese más seguido.
Hizo lo mismo con la otra pierna, me apretaba la carne blanda de manera sutil pero no dejaba de mirarme a los ojos, antes de que pudiera darme cuenta subió las manos a mi torso y aplastó una en el centro de mi pecho, lo miré fijamente, lo hacía a propósito, le divertía.
Pasaba la mano por la parte descubierta de mis pechos y subía a la zona de mi clavícula y hombros, presionaba con sus manos tal y como forzaba mis límites, miré rápidamente a mi alrededor asegurándome que nadie realmente nos prestara atención.
Todos estaban en sus mundos, no éramos espectáculo para nadie más que para nosotros mismos.
Bajé la mirada observando como su mano se movía rápidamente por la parte superior de mi torso, tenía la piel erizada, tanto por el frío como por su cercanía. No ayudaba a mi pensamientos, el terminó su cometido.
Estuvo a punto de levantarse victorioso cuando lo tomé del brazo, yo también podía jugar con algo que lo dejara en evidencia.— Pensaba que podrías hecharme un poco en la espalda...— Casi que susurré, sabía que le gustaba que hablara así. Le vaciló la sonrisa cuando comencé a darme vuelta y en vez de quedarme sentada me recosté de espaldas a él en la reposera, dándole buenas vistas.
No era una mujer muy agraciada pero tenía lo mío y estaba feliz con ello, sabía que el también lo estaba por las innumerables veces que lo había encontrado mirándome el culo.
Reí para mis adentros cuando su toque dejó de ser seguro, me removí bajo sus manos de manera despreocupada y me aparté el cabello para que pudiese hacerlo bien. La crema solar se sintió fría cuando me cayó en la espalda, llevó las manos por encima de esta y la derritió con el calor de los dedos, ahora mas que nunca su tacto era suave.
Sus manos me acariciaban, ya no me masajeaban, volví a acomodarme asegurándome que se de cuenta, sus manos me bailaron por la espalda llevándose por delante la tira del bikini constantemente.
Bajó las manos a mi culo y se mantuvo ahí unos minutos, de a segundos poniéndo más presión de la que debería, bajaba una mano a mis piernas pero siempre volvía a ese punto.
Ya mas suelto, pasó un dedo por debajo de la tirita del bikini y la desató, se inclinó sobre mi espalda y me dejó un beso en el hombro.— Sigue jugando conmigo y verás lo que te va a pasar.— Tenía la voz ronca, seria, me recordaba mucho a cuando era joven, me acerqué a él con mucho cuidado que no se me vea nada.
— Perro ladrador, poco mordedor.— Y así es como conseguí mi propio cometido, quizá él se había olvidado que yo también podía ganar, que el no siempre iba a tener el control. Con un nuevo brillo en los ojos me tomó de la mano y tironeó de mi, tuve que sujetarme la parte de arriba así no caería, miré una última vez dónde la única que parecía darse cuenta que nos íbamos fue Irina, quien me saludó contenta sin realmente analizar la escena.
Entré a los tumbos detrás de Mihail con una sonrisa de oreja a oreja. Estaba serio, abrió el primer baño que vió y me empujó dentro antes de cerrar la puerta, me ví acorralada por él, quién me tomó de las piernas y me apoyó sobre el espacio libre
del lavabo, empujando algún que otro maquillaje. Elevé ambas manos a sus hombros intentando ganar estabilidad, bajó la vista a mi pecho ahora semi descubierto, llevó una de sus manos a la parte superior de mi bikini y tironeó de ella hasta que cedió.
Me acarició la piel con los dedos como si disfrutara ver cómo se ponía chinita, arqueé ligeramente la espalda en su dirección hasta que nuestros pechos se juntaron, intenté besarlo pero me sostuvo del cuello antes de poder, no hacía presión, solo mantenía la mano ahí.
— ¿Que era lo que me habías dicho? — Susurró sobre mi boca, intenté pegarme aún más a él, su mano derecha bajó por mi torso hasta la parte inferior de mi bikini, me miraba a los niños ojos pidiendo permiso, asentí como pude y acabo por deslizarse debajo de ella.
— Que hablas mucho y haces poco.— Reconocí sin miedo, sus dedos se abrieron paso entre mis pliegues, ahogué mis palabras.— Jugando conmigo solo demostrás mi punto.— Intenté picarlo pero no sé inmutó, acarició aquél punto nervioso con sutileza como si quisiera ponerme a prueba, me acercó a él del cuello mientras continuaba, antes de besarme me dijo.
— No tengo por qué demostrarte nada.— Pero lo hizo, más de una vez.
Tomé mi parte de arriba y la até con fuerza para que no volviera a moverse, me miré al espejo unos segundos, estaba brillando, quizá era un efecto visual de la mezcla de sudor y bloqueador recientemente aplicado, pero a menos que me sudaran los ojos ese brillito era auténtico.
Me acomodé levemente el pelo con un poco de agua, mis ojos viajaron a mi compañero, quien se subía el bañador y ataba el cordoncito con una sonrisa en la cara, aparté la vista cuando se giró hacía mi, lo ví acercarse despacio.
Me pasó las manos por la cintura y apoyó su pera en mi hombro, dejándome besitos detrás de la oreja, sonreí levemente.— Te amo, sabes...— Me susurró, me vaciló una sonrisa pero eso él no lo vió, volteé despacio y le rodeé los hombros con mis brazos.
— Es bueno saberlo después de todo.— Lo besé antes que pudiera decir nada, sus pensamientos y dudas se perdieron igual que las mentiras endulzadas que hubiera que tenido que responder.
NOTA DE LA AUTORA:
MUAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJA MUAAAAAAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJA
Ya terminé, en fin, lamento si a alguien no le gustan las escenas spicy, me costó mucho escribir una pensando en Mango Amoli porque he's so babygirl, no puedo imaginarmelo como dominante aunque quiera pero yo soy más bottom que la parte de abajo del bikini, no puedo narrar como top.
Puedo intentarlo.
Avísenme si quieres más escenas así, pero con detalles, aunque es probable que las haga igual, es solo para saber si las subo o no, ahora sí, la verdadera nota:
Ayer me puse re maricona con Taylor, si lloré mucho, pero no pierdo las esperanzas.
Esta puede ser la última actualización en bastante tiempo porque sigo enferma, ayer pensaba que me estaba mejorando y me levanté aún peor hoy, no puedo ni hablar de lo mucho que me duele la garganta y quiero tomarme un tiempo para mí, lo que significa que tampoco voy a estar escribiendo y me quedan solo 2 caps escritos.
Decirles que hay muchos que me encontraron el ig por el easteregg de uno de los últimos caps así que estoy contenta de ver que me siguieron JAKAKAJAJSJA, espero ser aunque sea un poco como la imagen mental que tenían.
👁️👁️
NO SE OLVIDEN DE VOTAR Y COMENTAR 🤍
Los leo.