Termina de dejarlo ir...
Deja de ver su muro cada cinco minutos para chequear que no sale con alguien más.
Deja de mirar su última conexión, esperando verlo en línea.
Deja de leer sus chats viejos, con miles de recuerdos, risas, y momentos felices.
Deja de buscar sus antiguas publicaciones, dónde parecían la pareja ideal.
Deja de hablar con sus amigos, solo para saber de él.
Deja de llorar y de sentirte insuficiente.
Deja de dormirte con el teléfono en la mano esperando un mensaje o una llamada de él.
Asimila de una vez por todas, que él no volverá. Y que aunque no lo entiendas hoy, no lo necesitas para ser feliz.
Y por último, deja de pensar que hiciste algo mal, porque tú único error fue darle mucho más amor del que el sabía valorar.