Entre dos placeres ©

By yeimy_Mora

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Atlas Bradford es estudiante de medicina, su vida está llena de tranquilidad hasta que su padre se vuelve a c... More

Advertencia:
Prólogo:
1. [La granja de los Riggs ]
2. [Una decisión]
3. [La propuesta de matrimonio]
4. [La mudanza]
5. [Día de actividades]
6. [Nuestra boda]
7. [Luna de ¿Qué? ]
8. [Visita al mar]
9. [Mi hijastro]
10. [Es solo tú mejor amigo]
11. [Noche de películas]
12. [Reuniones]
13. [Verdades ]
14. [La dueña de mis fantasías +18]
15. [Corazones rotos]
16. [Revelaciones]
17. [De regreso a la granja]
18. [Los abuelos Riggs]
19. [El doctor]
20. [Hola, me llaman Romeo+18]
21. [Sorpresas]
22. [Problemas en el paraíso]
23. [Noche de travesuras]
24. [Desayuno familiar]
25. [Teodoro Bradford]
26. [Conociendo a mi suegro]
27. [Patrimonio Bradford]
29. [Fuertes emociones]
30. [Pasiones ocultas +18]
31. [No es lo que parece]
32. [Traiciones]
33. [Falsas acusaciones]
Epílogo
Capítulo Extra

28. [El gran día]

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By yeimy_Mora

28. [El gran día]

Adeline:

Mi regreso a Florida no fue del todo placentero, los días habían pasado y aún no había rastro de Atlas por ningún lado; pasaba mis noches sola después de ir a la universidad.

« No tenía su compañía »

Hernán me ignoraba, ya no aparecía en la casa a dormir, muchas veces me pregunté por qué los hombres Bradford se habían desatendido tanto de su hogar.

Yo me encargaba de limpiar, cocinar y lavar mi ropa.

« No tenía nada más que hacer »

No volví a conversar con el señor Teodoro, este me había prometido visitarme pronto, dijo que vendría a la graduación de Atlas y lo estaba esperando.

« De verdad necesitaba un abrazo sincero »

Mis sentimientos se encontraban en una balanza donde ganaba la tristeza y decepción; Hernán no me había invitado como su acompañante a la graduación de su hijo y por parte de Atlas no me hablaba.

Tan solo me observaba cuando llegaba a casa a altas horas de la noche; no intentaba ser amable conmigo y en ese momento me di cuenta de que me odiaba, me odiaba tanto que no soportaba hablarme.

« Quería regresar con mis abuelos »

« Odiaba sentirme tan vacía »

Terminé las clases de contabilidad en la mañana, tendría la tarde libre y sin ánimos de apresurarme a la casa; entré a la cafetería de la institución a comer.

« No quería almorzar en casa »

— Hola señorita — Alguien detrás de mí saludó, tomé mi pedido y caminé a una mesa a sentarme, mi compañero llegó a mi lado con una sonrisa amable.

— Hola Adrián ¿Cómo estás? — Respondí a su saludo, Adrián era mi compañero en las clases de contabilidad; no hablábamos mucho mientras se desarrollaban las lecciones, pero al menos siempre estaba dispuesto a ayudarme cuando no entendía algo.

«Agradecía eso »

— Yo estoy muy bien pero te veo apagada ¿Te sientes bien? — Asentí sin prestarle mucha atención a su amabilidad, tenía muchas ganas de llorar y no quería hacerlo delante de él.

« ¿Por qué dejaba que Atlas me afectara tanto?»

« Lo extrañaba de verdad»

— No es nada, tan solo estoy algo triste porque no he podido visitar a mi familia — Mentí.

— Lo sé, es difícil cuando vives al otro lado del mundo pero mira el lado positivo; pronto te graduarás con un técnico que te abrirá muchas puertas. — Dijo este, dejó su bolsa a mi lado y antes de levantarse para pedir algo de comer, habló: — Sé que es complicado pero eres una chica fuerte, nunca olvides que la valentía te lleva a muchos lugares, hay que pasar por momentos difíciles para alcanzar el éxito. — Asentí sonriendo, me sentía triste pero saber que alguien pasaba por lo mismo o tal vez pasaba por situaciones similares de sacrificio me hacía sentir en compañía.

« Al menos mi familia me apoyaba »

« Al menos contaba con mis abuelos »

Esperé a que Adrián regresara a la mesa con su almuerzo para empezar a comer, este me compró un chocolate amablemente para subir mi ánimo, le sonreí agradecida y terminé con mi comida.

« No quería volver a casa »

« Pero tenía que hacerlo »

Mientras hablaba con Adrián revisé varias veces mi celular, Hernán no me había escrito y por más que odiara la idea de estar a su lado; de verdad quería asistir a la graduación de su hijo.

Quería felicitarlo y decirle lo orgullosa que me sentía de él, de haber compartido y conocido a alguien que me llenaba internamente.

« Lo quería »

« Quería mucho a Atlas »

— ¿Esperas un mensaje? — Me preguntó de pronto Adrián y reflexioné sobre su interrogante.

Estaba esperando un mensaje de texto que no iba a llegar nunca por parte de los Bradford, Atlas me odiaba y Hernán también.

« ¿Por qué era tan patética esperando? »

— No lo sé, creo que me dejé ilusionar por alguien que nunca valió la pena.

— Eres joven y bonita, no creo que tengas que esperar por un mensaje cuando muchos hombres morirían por salir contigo.

— Muchas gracias de verdad — Tomé mi bolso de la mesa y me despedí: — Tengo que irme pero fue un placer compartir mi almuerzo contigo.

— No es nada, el placer fue mío. — Adrián sonrió y también se levantó de la mesa.

« ¿Por qué no podía gustarme él? »

— Gracias por ser tan amable, necesitamos más chicos como tú en este mundo. — Mi comentario le sacó una carcajada verdadera, también reí; Adrián se acercó a mi lado y besó mi mejilla.

— Eres muy divertida — Sonreí por última vez y salí de la cafetería.

No quería volver a casa así que tomé el transporte público y recorrí varios lugares de Florida que aún no conocía.

Al menos me quitaría el peso de encima, olvidaría la graduación de mi hijastro y dejaría de pensar en lo que pasaría después, al menos podría olvidarme por un momento de mis problemas sentimentales y enfocarme en prendas de ropa bonita, en tiendas de zapatos y relojerías.

Olvidaría todo lo referente a los Bradford, tenía que cerrar mi corazón hacia Atlas; no tuvimos ninguna relación sería y ya sentía que no podía continuar con un corazón roto.

« Él no me quería »

« Tenía que aceptarlo »

(.........)

Atlas:

Mi gran día llegó, no sé por qué sentía una opresión en el pecho tan fuerte cuando se suponía que debía estar feliz, debía sentirme como el chico más afortunado de cumplir su sueño pero no era así.

« Me sentía vacío »

« Me sentía solo »

Odiaba tanto no hablarle a Adeline, odiaba tanto pensar que ella estaba sola con papá en casa, odiaba pensar que besaba sus labios con pasión como lo hacía conmigo.

« La extrañaba tanto »

La semana de vacaciones fue un infierno para mí, papá me obligó a trabajar cuando lo único que quería era estar en Londres con el abuelo, mostrarle la gran cuidad a mi madrastra para que conociera el lugar que alguna vez me hizo feliz.

Quedarme en casa de Marco era una de las cosas más incómodas que había experimentado, tenía que tener mi ropa reunida en mi mochila porque no quería volver a casa y verla.

Sabía que si lo hacía le rogaría que se quedara a mi lado y es era algo que ella no estaba dispuesta hacer por mí, la quería tanto que tenía que dejarla marcharse después del contrato, tenía que regresar a su granja aunque me partiera el corazón enterarme de que muchos pretendientes podían conquistarla.

« No quería eso »

« Pero tenía que hacerme la idea de perderla »

« Aunque nunca me lo perdonaría »

Me negaba a pensar en una futuro donde ella no estuviera para mí, pero sabía que así debía ser; papá nunca la dejaría en paz y no sabía si tenía las agallas de luchar por algo falso.

« Aún no sabía por qué Adeline cumplía con el contrato»

« Aún no sabía si su ambición ganaba y por eso seguía con papá »

Odiaba tanto saber que le mintió en la cara a mi abuelo, a un hombre que solo pedía que su hijo fuera feliz.

« Adeline le siguió el juego a papá »

« Su codicia ganó la partida »

« Dolía admitirlo pero tenía que olvidarla »

Dejé mis pensamientos de lado porque aunque intentaba con todas mis fuerzas sonreír con alegría por mi éxito; mis ojos no reflejaban nada más que mi alma penando por un amor imposible.

« Por la dueña de mis sueños »

— Atlas... — Marco llegó a mi lado, estaba terminando de vestirme; llevaba un traje de color negro, camisa blanca y la corbata haciendo juego con los colores oscuros que hoy representaban mi estado de ánimo.

Quería verme elegante para una persona en particular, mis dedos picaban por escribirle y decirle que no podía faltar a mi graduación pero sabía que papá la llevaría como su acompañante y eso me hacía retroceder.

« Iría de la mano de mi padre »

« No iría por mi éxito »

«Iría por aparentar ante la sociedad »

Sonreí hacia Marco, miré a mi amigo y recordé el montón de sacrificios que tuvimos que hacer por llegar hasta aquí, el día más importante de nuestras vidas y yo lo celebraba como un aguafiestas que solo pensaba en la mujer de su padre.

« Que suerte tenía »

— ¿Listo para irnos? — Asentí hacia él — Mis padres llegarán directo del aeropuerto.

— Vámonos, no quiero llegar tarde a la ceremonia — Hablé, Marco asintió y me siguió fuera de su habitación; el lugar que se había convertido en mi cuarto, en el testigo de mis desvelas  por una mujer que me enloquecía.

« Mi tristeza era por ella »

« Porque la necesitaba a mi lado »

— ¿Sabes a qué horas llegará Hernán? — Negué hacia mi amigo; no había hablado con papá desde hace dos días, la última vez que escuché su voz le había recordado  la fecha y la hora de mi graduación.

« Ni siquiera sabía si iba a llegar »

— ¿Irá tu madrastra? Digo no es que quiera verla en un vestido ajustado, maquillada y entrando al salón como la reina que es pero... — Marco se calló ante mi mirada, odiaba el hecho de que mi mejor amigo la viera con ojos lujuriosos pero no podía culparlo porque yo también la deseaba.

« Era una tentación andante »

— Lo siento — Continuó Marco: — Pero sabes que es verdad, tu madrastra es joven y hermosa — Negué hacia él antes de que mis palabras dolidas salieran; no quería decirle el hecho de que era una interesada, que tenía que tener un contrato vigente para mantener una relación seria.

« No abandonó a papá »

«Eso me hacía ver que no me quería »

— Dejemos de hablar de ella, estoy cansado de escucharla en todos lados — Admití, mi cabeza no dejaba de rogar por su nombre; no quería escucharla también fuera de ella porque sabía que eso me llevaría al límite.

« Necesitaba un trago de alcohol »

« Eso me haría olvidar »

(.........)

— Gracias a la educación que dejó la  Universidad de Tampa nos aseguramos que nuestros profesionales alcancen un nivel de educación superior que no solo los capacita como trabajadores aptos para cualquier puesto si no que también los prepara para afrontar diferentes situaciones sociales que pueden suceder, nuestra universidad se encarga de capacitarlos para resolver problemas que incorporen el trabajo en equipo y la expresión de ideas creativas — El director de la universidad estaba dando su discurso, todos los graduados nos encontrábamos en el salón, después de la ceremonia iríamos a almorzar para celebrar nuestro triunfo, a pesar de que no toda nuestra generación se graduó; ya que habían apenas veinte profesionales en la reunión, estaba muy impresionado con los resultados.

— Así que sin más espera, quiero darles mis  sinceras felicitaciones a estos jóvenes que no solo dieron todo de si mismos si no que lograron alcanzar su sueño. — Continuó el director: — Muchas felicidades Doctores y Doctoras, para nuestra universidad fue un placer tenerlos como alumnos. — Todos nos  levantamos de las sillas y empezamos a aplaudir.

Lo había logrado, oficialmente me había graduado, alcancé mi meta con mucho esfuerzo y a pesar de que mi yo del pasado no podría creer que ahora estaba enamorado, sonreí complacido con los resultados que obtuve.

« Era cierto »

« Estaba enamorado de mi madrastra »

« Aunque fuera un amor prohibido »

Papá aún no había entrado a la ceremonia, moría por ver a mi madrastra y escuchar de sus labios las felicitaciones que tendría para mí.

« Quería verla »

« Aunque no fuera lo correcto »

Marco llegó a mi lado y ambos estrechamos nuestras  manos para luego felicitarnos, el director y los encargados de las oficinas de orientación empezaron a entregar los títulos de la carrera concluída, después de felicitar a algunos compañeros me acerqué a recibir mi certificado.

Marco me acompañó a la salida, aún no veía a papá y eso me confirmó de que no se interesó por acompañarme en mi día.

« Ya no le importaba »

Los padres de Marco me felicitaron, su madre me abrazó para luego darle dos besos a su hijo.

« Estaban tan felices y orgullosos de él »

Internamente le dediqué mi éxito a mamá, la extrañaba tanto; quería que me envolviera en sus brazos y me dijera que todo estaba bien.

Caminé hacia la salida del salón, llegué al estacionamiento mientras buscaba en mi aplicación un taxi que me llevara al restaurante donde celebraría mi triunfo.

— Muchas felicidades doctor Bradford — Una voz a mis espaldas me hizo cerrar los ojos con estrés.

« ¿Por qué mi vida tenía que ser tan difícil? »

— Hijo, muchas felicidades. — Habló papá, me volteé rogándole al cielo que me diera paciencia para poder lidiar con alguien que odiaba.

« ¿Qué hacia ella aquí? »

— Gracias — Contesté y caminé a su lado, papá me dió la mano para luego palmar mi espalda.

Se veía demacrado y el olor a alcohol en su cuerpo era fuerte, había estado tomando y por eso llegó tarde.

— ¿No vas a saludarme? — Me preguntó Mirian y la miré mal, la última vez que la había visto le dejé en claro que no quería volver a verla.

— No es una grata sorpresa verte, creo que te dejé en claro que no... — Papá me interrumpió:

— No es momento de pelear, tenemos que celebrar.

— ¿Dónde está Adeline? — Pregunté antes de poder contenerme, no tenía que preguntar por ella pero no podía esperar más.

« La necesitaba »

— No lo sé, no me respondió los mensajes. — Asentí hacia papá, Mirian caminó detrás de nosotros y papá me dió las llaves de su auto para conducir.

— Conduce tú, me duele mucho la cabeza  — Volví asentir incómodo, entré al auto y salí del estacionamiento.

— Papá llegará al restaurante directamente, está muy apenado pero su su vuelo se atrasó — Sonreí agradecido, al menos el abuelo estaría conmigo; quería abrazarlo y decirle lo mucho que lo extrañaba.

Sería parte de mi celebración, no podía contenerme; de verdad necesitaba un abrazo sincero que me diera ánimos.

Adeline no quiso llegar a mi graduación y eso me dolía tanto, saber que ya no le importaba mi vida solo me hacía pensar en tomar mis cosas y marcharme a otro país.

« No soportaba la idea de verla con otro »

« Tenía que alejarme desesperadamente de ella  para intentar olvidarla »

(.........)

— Hijo — Estábamos registrando nuestro almuerzo, el mesero nos trajo el menú, una voz a mis espaldas me hizo levantarme de la mesa de inmediato; miré a mi abuelo que estaba en la puerta del local y sonreí realmente. — ¿Quién es mi muchacho triunfador? ¿O puedo llamarte oficialmente Doctor Altas?

— ¡Abuelo! — No podía culpar el sentimiento que me hacía sentir como un niño de nuevo, el abuelo había sido uno de los pilares más importantes que tenía a mi lado desde que mamá se suicidó, llegó a convertirse en mi padre porque Hernán nunca estuvo para apoyarme.

El abuelo me crió con amor mientras que mi padre se refugiaba en las mujeres y el alcohol.

— Estás tan alto y grande — El abuelo palmeó mi espalda. — ¿En qué momento creciste tanto? — Preguntó y sonreí.

— Gracias por venir. — Dije.

— Muchas felicidades hijo, sé por todo lo que pasaste, sé cómo luchaste para conseguir este sueño que solo es tuyo, disfrútalo; ama mucho lo que vayas hacer de hoy en adelante y nunca olvides de que me haces sentir el hombre más afortunado al saber que tengo un nieto tan capaz y disciplinado que logró alcanzar sus metas.

— Muchas gracias — Volví agradecer con el corazón en la garganta, no era fácil para mí expresar mis sentimientos pero sus palabras llenas de sinceridad me querían hacer llorar.

El abuelo de verdad me apoyaba, me sentía tan eufórico y feliz de saber que tenía a alguien que nunca cuestionaría mis desiciones.

— Tú mamá debe de estar muy feliz, tiene un hijo increíble — Asentí porque después de su oración no encontraba palabras.

« Estaba seguro de que mi voz sonaría quebrada»

« Era un momento tan emotivo »

— Papá, bienvenido — Saludó Hernán a mi abuelo, Mirian sonrió hacia su dirección y el abuelo la saludó con un asentamiento de cabeza.

« Tampoco le agradaba su presencia »

— ¿Dónde está Adeline? Se supone que esto es un triunfo familiar ¿O no? — Preguntó el abuelo después de sentarse en la mesa.

« Yo también me preguntaba lo mismo »

« ¿Dónde estaba mi madrastra? »

— Hablé con ella hace unos minutos, me dijo que se sentía muy mal y que no podría venir — Quedé impresionado ante la habilidad tan grande que tenía Hernán para mentir, al principio me había dicho que Adeline no contestó sus mensajes y ahora sospechaba que no estaba diciendo la verdad.

Adeline tal vez si quería venir, pero papá no la invitó.

« ¿Qué estaba sucediendo? »

— Espero que se encuentre bien, no quiero enterarme después de que ninguno de ustedes quiso invitarla porque me sentiré muy decepcionado.

— ¿Por qué dices eso papá? — Dijo Hernán — Dormí con ella ayer, estoy muy seguro de que admitió que no quería venir.

— ¿Qué vas a pedir de comer, abuelo? — Intenté cambiar el tema, estaba cansado de escuchar las mentiras de Hernán que solo enviaban punzadas de dolor a mi corazón.

No sabía si papá realmente le había pedido que lo acompañara a mi graduación y eso me hirió porque sabía que ella se sentía orgullosa de mí, me lo había dicho antes y hasta ahora lo entendía.

« Había sido tan idiota con ella »

— Creo que un plato de pasta estará bien — Asentí hacia el abuelo y mientras esperaba que el mesero llegara a tomar nuestra orden, me disculpé para luego levantarme de la mesa e ir al baño.

« Necesitaba aire »

« La situación me estaba sofocando »

— Atlas — Mi abuelo llegó al baño de caballeros también, se veía preocupado y entró conmigo para hablar con mayor privacidad. — ¿Qué está pasando? ¿Dónde está Adeline?

— No lo sé, escuchaste lo que dijo papá.

— Altas espero que no me estés mintiendo.

— Abuelo... — Este me interrumpió.

— Ya lo sé todo, Adeline me lo dijo el primer día que la conocí; no podía con la culpa. Encontré a Hernán con otra mujer cuando fuimos al club, Adeline me confesó la verdad sobre ustedes, sobre su relación...

— Abuelo...

— Sé que ella te quiere porque lo vi en sus ojos, habla de ti con tanta pasión y aún así no la invitaste a tu graduación — El abuelo suspiró para luego continuar hablando: — ¿Qué te pasa?  ¿Tanto la quieres que la lastimaste de esa forma?

— Ella es una interesada, está esperando el millón de dólares que...

— ¿No lo ves? ¡No le interesa el dinero de Hernán! El canalla la amenazó con quitarle la granja si se iba, al parecer no estás al pendiente de ella y Atlas yo no te crié así; si no la quieres no la lastimes, es una chica ingenua que no sabe en qué se metió por la presión de salvar a sus abuelos.

— No sabía que papá la había amenazado...

— Me llevaré a Hernán cuando salgamos de aquí, búscala y discúlpate con ella si de verdad la quieres conservar a tu lado.

— Abuelo, no lo sabía...

— Se sentirá muy mal cuando sepa que vino Mirian pero no ella.

— Yo no la invité, papá la trajo para mortificarme la vida, sabe cuánto la odio.

— Por una vez en mi vida me cae bien una chica sencilla como lo es Adeline, no arruines esto hijo — Asentí hacia el abuelo para después verlo salir del baño; estaba sumamente estresado por saber que había sido tan idiota que no la invité cuando tenía que hacerlo.

Quería que ella estuviera presente en la ceremonia y fue mi culpa que no viniera; papá no la trajo consigo, yo tenía que llamarla.

Marqué su número varias veces hasta que la operadora me dijo que estaba fuera de servicio.

« ¿Qué había hecho? »

Me sentía tan estúpido y perdido, me odiaba por no buscarla, por no valorar su valentía de confesarle al abuelo que me quería, que quería estar conmigo.

« Fui tan cruel con ella »

Mojé mi rostro con agua y esperé a que mis ideas se aclararan para ir a buscarla, no tenía mi auto conmigo así que rápidamente llamé un taxi para irme, no tenía ánimos de compartir la mesa con Mirian, no quería ser parte de la farsa de papá.

Estaba cansado de actuar, estaba cansado de ocultar mis sentimientos por Adeline cuando desde el primer día me había conquistado sin siquiera saberlo.

— Tengo que irme — Dije cuando llegué a la mesa, papá me miró con mala cara y antes de que me preguntara por mi decisión, continué hablando: — Marco me llamó, tengo que acompañarlo.

— ¿Quieres ir con él Mirian? — Le preguntó papá a esta y antes de que mi falsa prima hablara, la interrumpí:

— Me voy solo, no necesito compañía, lleva al abuelo a dar una vuelta por la ciudad.

— No te preocupes por mí, ve y acompaña a tu amigo. — Asentí hacia lo más cercano que tenía de una figura paterna y salí del restaurante para subir al taxi.

« Estaba ansioso por llegar a casa »

« Necesitaba verla »

« Necesitaba convencerla de que aún la quería »

« Adeline no tenía idea de cuánto »

(...........)




















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