¡Feliz cumpleaños a nuestro querido Yibo!
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Habíamos capturado a un pequeño número de jóvenes, que estaban consumiendo drogas en un club conocido. Al parecer algo pasó, uno de ellos se bañó en alcohol y se prendió fuego, provocando conmoción en muchos de los que estaban allí. Acudimos rápidamente al llamado apenas lo supimos, llovía muy fuerte.
Al llegar a la escena nos encontramos con la chica muerta en el suelo, carbonizada completamente. Habían logrado apagarla pero nada podía hacerse, ya estaba muerta. Su grupo de amigos habían sido detenidos y retenidos en el lugar cuando intentaron huir, Wan MengMeng estaba entre ellos, en aparente estado de shock. Los dirigimos al auto y los llevamos a la estación, dejándolos en una habitación aislada mientras investigábamos y recaudábamos pruebas.
Revisamos todo el club, al parecer algunos habían logrado huir sin llevarse la mercancía, otros pudieron llevarse solo un poco. Recaudamos todo, confiscando grandes cantidades de capsulas y otras sustancias dañinas. Nos llevamos cada caja y bolsas llenas con evidencias, volviendo a la estación para comenzar con el papeleo, y el conteo de cada gramo o kilo del material confiscado.
Nos llevó gran parte de la noche, era casi media noche cuando fuimos avisados de la llegada de un hombre. Vimos a un sospechoso entrar a la comisaria luciendo preocupado, o al menos fingiendo estarlo, yendo directamente a la oficina del director Lin. Yang Yi y otros colegas observaron, avisando al resto para que estuvieran alerta.
Acudí a su encuentro para saber que ocurría, él y yo observamos, notando una actitud extraña en ese hombre. Sabíamos quién era, ya que teníamos su expediente con su foto y habíamos hecho una investigación más profunda y meticulosa, encontrando bastantes pruebas que lo vinculaba en el narcotráfico.
Su hija es una adicta.
Tratamos de no acercarnos mucho, pero vimos por la ventana de la oficina del director Lin, como hablaba muy amigablemente con él. Este noto lo extraño que era que él llegara tan pronto, a esas horas y más aun sabiendo que su hija estaba aquí; ni siquiera habíamos comenzado con los interrogatorios.
Todos los que estábamos dentro de esta estación solo sabíamos lo que paso, evitamos por todos los medios que no se divulgara la información. Había algunos civiles que grabaron la muerte de esa chica, pero habíamos logrado confiscar todos los teléfonos y eliminar los videos, antes de que se filtrara la información.
Con Yang Yi nos apartamos, dejando que el director Lin se ocupe de esto. Mientras continuamos trasladando a los detenidos a diferentes salas, revisando evidencias y preparando la sala de interrogatorios. Comenzamos a pasarlos uno a uno, haciéndoles preguntas relacionadas con lo que paso.
Muchos seguían en completo shock, otros estaban aterrados, ninguno quiso estar vinculado directamente con la joven muerta. Fingieron solo estar ahí de casualidad, aunque casi todos dijeron lo mismo: la chica había consumido algo y comenzó a comportarse extraño. Solo dos dijeron que nunca la habían visto actuar así, siempre había sido una chica divertida hasta que llego su final.
Lan Anran y yo hicimos los interrogatorios, estábamos por entrevistar a MengMeng pero el director Lin nos dijo que podía irse; Lan Anran y yo intercambiamos miradas sin entender. Aunque ella no había dicho una palabra desde que llego, debíamos interrogarla o al menos hacer el intento, y hacerle pruebas. El director Lin nos dijo que ella no hablaría, ya que el shock era muy grande y debía ser revisada por un médico.
O eso dijo su padre a su espalda, y el director retrasmitió sus palabras.
El resto de los sospechosos siguieron con el interrogatorio normal, siendo Yang Yi y el capitán Liu quienes todavía quedaban los interrogarían; primero se le harían las pruebas de sangre y orina. Lan Anran y yo seguimos con el papeleo, caminando hacia donde estaba el director Lin y el padre de MengMeng, Wan Heda. El hombre se acercó a su hija, quien se rodeaba con sus propios brazos, sin hablar.
Nos agradeció llevándosela tan rápido que no nos dio tiempo a nada, así sin decir palabra alguna. Todos nos acercamos al director Lin, haciéndole todo tipo de preguntas; el capitán Liu vino poco después escuchando nuestras voces. Tanto el capitán Liu como Yang Yi, Lan Anran y yo le preguntamos si ya habían realizado todas las pruebas correspondientes antes de dejarla ir, ya que era demasiado pronto para liberarla si no habíamos podido interrogarla.
El director Lin dijo que su padre presento un certificado médico, con la supuestas enfermedades de su hija, desgraciadamente no podíamos retenerla allí y no teníamos motivos para hacerlo, sin evidencia contundente. Ella estaba allí, pero nadie la vio consumiendo o junto a la víctima; solo la vieron parada allí mirando lo ocurrido, como otras veinte personas.
Ninguno declaro estar vinculado directamente a la víctima.
El director Lin dijo que el certificado decía, según lo que leyó él mismo, ella tenía epilepsia intermitente desde pequeña. Ella es muy propensa a tener convulsiones, y no debe ser estimulada. Si le pasaba algo mientras la teníamos retenida, no sería nada fácil para nosotros y para su padre.
Wan Heda casi amenazo al director Lin diciendo que podría llamar a su amigo, el vicegobernador del distrito, si teníamos algún problema con su hija. Supuestamente el vicegobernador del distrito había visto crecer a su hija, la conocía y no permitiría que se pusiera en duda su inocencia.
Estábamos en un aprieto si no la dejábamos ir.
Desgraciadamente si a ella le ocurría algo aquí, ¿quién se haría responsable por eso? Seria toda nuestra culpa. Iba a reclamar, ya que no podíamos dejar ir a esa chica así como así, pero el director Lin nos ordenó seguir con nuestro trabajo. Llamo al capitán Liu a su oficina, dejándonos al resto allí, viendo con impotencia como ese maldito se llevaba a su hija así nada más.
Me sentía demasiado molesto, pero no podía hacer nada sin salir perjudicado. Ya suficientes problemas teníamos, no queríamos salir perjudicados nosotros. Todos regresamos a nuestros deberes, acomode la evidencia junto a Lan Anran, a quien me había dicho que todo esto le parecía demasiado raro.
Y era verdad; Wan Heda había venido por su hija demasiado rápido, apenas íbamos a interrogarla o realizarle las pruebas. En eso tenía razón, era demasiado sospechoso. Sabíamos que estaba vinculado al narcotráfico, lo que no sabíamos eran cuantas personas trabajaban para él de incógnito.
No me quedaría quieto en esta situación, haría algo para llegar al final de este asunto. Investigaría por mi cuenta, aunque eso fuera arriesgado. Sabía que él tenía unas fábricas cerca del muelle, entraría en alguna de ellas para recaudar información o algo importante que lo vincule directamente.
Por ahora necesitaba la ayuda de un doctor, alguien que trabaje fuera de la estación de policía y del caso; ya tenía una idea de quién podía ser. Dije a Lan Anran que investigaría por mi cuenta, ella dijo que me ayudaría pero me negué. Haría esto solo, esta situación no podía quedarse así.
Al salir del ascensor, camine hasta su puerta y golpee. Gu Wei no tardó mucho en abrir, mirándome sorprendido. – Oficial Chen Yu... – logro decir, antes de que lo interrumpiera mostrándole al archivo que quería que viera. Miro el folder en mis manos y después a mí, alzando una ceja.
– Necesito su ayuda, sé que es repentino y que usted no tiene nada que ver, pero necesito la opinión de alguien que atendió a una de las víctimas –dije. Hay muchos términos y tipos de trastornos, o efectos, de las cápsulas amarillas en las autopsias de aquellos que murieron de sobredosis. Necesitaba la ayuda de un doctor que al menos había llegado a atender a una de las víctimas con vida, antes de su inevitable final, para al menos tener una pista de quién puede estar creando esta droga.
El doctor Gu Wei asintió dejándome espacio para entrar a su casa, me guío al sillón donde saque los papeles para que los revisara. Lo vi leer hoja por hoja del informé de la autopsia que hizo el doctor forense de la estación. Él me explicó muchas cosas y términos que no había llegado a entender muy bien cuando lo leí la primera vez, muchas fórmulas y componentes que crean esas letales nuevas cápsulas, y que provocaron la muerte de esas personas.
En estas semanas nuevas muertes fueron notificadas, por unas supuestas nuevas cápsulas amarillas con otro tipo de componentes o materiales diferentes en la fabricación, al parecer que provoca efectos muy raros en quienes las prueban. A tal punto de que quienes las consumen enloquecen, volviéndose seres completamente diferentes, irracionales, tanto que algunos llegan a autolesionarse, sin sentir ningún tipo de dolor hasta que mueren de manera horrible.
Todo esto revolucionó a la sociedad, casi somos atacados por no poder encontrar una solución a este problema. Muchos operativos fueron realizados últimamente, muchos fueron encerrados e interrogados. Pocos supieron decirnos quién había distribuido esa nueva droga, solo pudimos capturar a uno de ellos, uno realmente cercano a los que están más arriba y a su hija, quien al parecer está muy grave por la muerte de una de sus amistades frente a ella.
Anoté cada palabra importante que Gu Wei dijo, teniendo una mejor idea de cómo fue creada, distribuida y que efecto tiene, también me explicó que paso con esas personas que murieron. Que pasó con sus mentes, con sus cuerpos, y porque llegaron a autolesionarse así.
Pasamos casi tres horas con esto, investigando y sacando conclusiones. Por suerte le había hecho firmar un acuerdo, que explicaba que el doctor Gu Wei no podía comentar nada de lo que hablamos, aunque haya sido de ayuda para el caso.
Estuvimos tan concentrados, buscando pistas y sacando conclusiones, tanto que ni siquiera me di cuenta lo cerca que estábamos el uno del otro. Nuestras piernas estaban casi pegadas en el sillón, ambos inclinados hacia adelante, dónde muchos papeles estaban esparcidos. Nuestras manos se rosaron varias veces, aunque a ninguno pareció importarle realmente.
Me incline para tomar unos papeles que estaban junto al doctor Gu Wei, estirando mi brazo pasando delante de su torso, me incline para alcanzarlos quedando casi sobre él. Ambos nos quedamos muy quietos. Tanteaba con mis dedos disculpándome, tratando de tomar rápidamente los papeles, pero estos se deslizaban de mis dedos.
Mi rostro estaba muy cerca del suyo, tanto que si giraba un poco su cabeza, nuestros labios se rosarían sin problema. Podía notar como sus mejillas se ponían rosas, cómo apretaba sus labios juntos y como mantenía su mirada al frente o a un lado, me aleje rápidamente disculpándome con él nuevamente.
El doctor negó con la cabeza, tomando los papeles el mismo entregándomelos. Comencé a leerlos, revisando lo que decía en ellos. Mire de reojo como el doctor Gu apretaba sus manos en sus muslos, convirtiéndolas en puños. Levanté un poco más mi vista, notando cómo su torso se movía un poco rápido por su respiración acelerada, su rostro se puso más rojo.
Mi atención fue completamente desviada a él y sus leves movimientos, cómo se alejo disimuladamente de mi cuerpo, y tomo algunos papeles fingiendo leerlos. Sus labios estaban entre abiertos, mordiendo cada cierto tiempo su labio inferior. Mi vista quedó en sus labios, sobre ese lunar.
Me obligue a bajar la vista a los papeles, pero no podía concentrarme en ellos. El doctor Gu Wei se levantó repentinamente del sillón. – ¿Q-Quiere café, oficial? –preguntó alejándose de mí, encaminándose a la cocina, sin siquiera esperar que le contestará. Veía como se movía de un lado al otro, buscando vaya uno a saber qué.
Escuché un ronroneo, mire hacia el suelo viendo a la gata del doctor Gu. Ella paso su pelaje por mi pierna, baje mi mano para acariciarla un poco. Escuche su ronroneo, sintiendo como ella se deslizaba y movía su cuerpo. – Jianguo no molestes al oficial. Lo siento. – Escuche desde la cocina.
Levanté mi vista lo suficiente para ver al doctor Gu caminando hacia nosotros, inclinándose para acariciar a la gata que se acostó contra mi pierna, recibiendo las caricias de su dueño. –No me molesta –dije, continuando con mis caricias al pequeño felino. Cerró sus ojos, moviendo sus uñitas cada vez más cerca de mí.
Nuevamente estábamos muy cerca, nuestras cabezas casi se rosaban, mientras acariciábamos a Jianguo. Levanté mi vista, viendo el rostro de Gu Wei muy cerca, vi como sus labios se volvían un puchero o en forma de pato, mientras rascaba a su gata detrás de su cabeza.
Pase saliva, al parecer llamando su atención, porque sus ojos me miraron. Vi como él también paso saliva, cómo su rostro volvía a tomar color y sus dientes de conejo capturaron su labio inferior. Sentí que mi pulso de acelero por esa acción. – Doctor Gu, –dije apenas audible. – Y-Yo... Creo que debería irme.
Él suspiro, asintiendo con sus labios apretados en una línea.
Se alejo rápido volviendo a la cocina, yo comencé a acomodar los papeles, guardándolos en sus respectivos sobres y carpetas. El doctor Gu me daba la espalda cuando termine de guardar todo y me encamine a la puerta, apareció poco después para abrirme y despedirse sin mirarme.
No quise mirarlo mucho, mientras veía como se cerraba la puerta y mis pasos me llevaron al ascensor. Cuando las puertas metálicas se cerraron deje caer mi cabeza hacia atrás, tenía mi vista al techo, preguntándome qué estaba haciendo. Yo tenía una novia, él es un doctor respetado y también un sospechoso, aun a mi parecer. Aunque no tuviera ninguna prueba en su contra, su actitud algunas veces me parecía sospechosa.
Una vez llegue a mi auto entre, pero no arranque, ni hice nada más que mirar al frente. Me incline para mirar hacia el edificio del doctor Gu Wei, busque sus ventanas y note que las luces estaban apagadas, pero sabía que él estaba allí viéndome. Sus cortinas apenas dejaban ver su silueta, pero sé que estaba allí.
Apreté el volante con mis manos mirando hacia su ventana, su silueta en la oscuridad. Diez minutos después decidí arrancar finalmente el auto, tenía mucho que investigar y cosas que hacer, no podía darme el lujo de perder el tiempo mirando al doctor escondido en la oscuridad de su departamento.
Llegando a mí departamento note las luces apagadas, así que solo traspase la cafetería y me fui directo hacia arriba. Deje los papeles sobre la mesa dejándome caer en el sillón, exhalando un sonoro suspiro. Pase mi mano por mi rostro, recordando nuevamente. Cerré mis ojos con fuerza, golpeándome con el puño la frente. Tonto, tonto, tonto, tonto – me decía una y otra vez.
Trate de concentrarme en los papeles cuando me reincorpore, pero no pude. Cada intentaba concentrarme, a mi mente llegaban los sucesos de hace apenas un rato. Deje caer mi cabeza entre mis rodillas, pasando mis dedos por mis cabellos. Me deje caer hacia atrás. Como era más que obvio que no podría concentrarme esta noche, solo me quite algo de ropa y me fui a la cama a intentar dormir.
Los días siguientes cuando me presentaba en la estación, todo parecía como siempre.
Me concentre en lo importante: el caso. Hable con unos colegas de lo encontrado hace unos días, de las operativas sorpresas que hicimos recientemente, confiscando grandes camiones que tenían grandes cantidades de droga, escondida entre cajas con supuestos productos que serían entregados por el país.
Asistí a reuniones, escuche y analice cada prueba encontrada en esos camiones, y como podíamos adelantarnos a ellos para poder desmantelarlos poco a poco. Al salir solo me dirigí a mi escritorio, leyendo los nuevos archivos, analizando cámaras y depósitos con camiones o mercancía parecida; allí es donde transportaban las drogas.
Yang Yi lucia serio, se acercó hasta mí seis días después y me mostro una noticia en Weibo; una que me hizo fruncir el ceño y llenarme de indignación. Estaban difamando y hablando pestes del doctor Gu Wei. Medico sin escrúpulos fue expuesto decían. Habían subido una fotografía que al parecer le habían tomado de frente, justo frente a su rostro, adjuntado a un texto en el cual lo llamaban un mal doctor, quien se cree dueño del hospital y cosas así.
Cada comentario publicado y leído me hacia enfurecer mas.
Esto tenía que ser una vil mentira.
Por lo que habíamos visto en las cámaras, el doctor Gu Wei era un buen doctor, el más dedicado y profesional en su trabajo; jamás haría algo que perjudique a un paciente. Mucho menos dejarlo morir, no si podía evitarlo. Era el más delicado, quien se sacrificaría por todos ellos, quien haría cualquier cosa con tal de salvarlos.
Lo habíamos visto nosotros mismos, cuando lo vigilamos, vimos cómo es realmente cuando un paciente está en peligro de muerte. Jamás lo vimos dejar morir a nadie, o fingir que no le importaba; les importaba más que él mismo. Lo hemos visto correr, de una punta a la otra del hospital, cuando se presentaba una emergencia.
No lo conocíamos del todo, pero sabíamos por el director y subdirector del hospital que él no es capaz de ser negligente. Ha demostrado ser un doctor eficiente, correcto, que se preocupa por otros y mucho más por los pacientes. Ya sea suyos o de otros colegas. No es alguien desinteresado, tal vez se ha arriesgado, después de varias horas de estar en el hospital a realizar una operación, pero estas siempre salieron bien.
Yang Yi al igual que yo, estaba un poco sorprendido de todo esto.
No sabíamos que había pasado, como para que unas personas iniciaran con una difamación así. Era realmente grave lo que se le acusaba, muchos decían que no debería ser doctor, y que el hospital en donde trabajaba lo manejaba a su manera, solo por ser supuesto yerno del director.
Dudaba que eso fuera cierto, porque había visto en primera persona como era él con la hija del subdirector. Como era su trato con el director, con el resto de los directivos y con los demás doctores del hospital. Jamás lo vi ser arrogante, o actuar sabiendo que nadie le haría nada por estar supuestamente resguardado por el subdirector y su hija.
Ha demostrado que no le importa nada más que sus pacientes, jamás ha actuado diferente frente al subdirector o el director, su trato y respeto hacia ellos seguía siendo el mismo que con sus compañeros. No entendía como habían llegado a la conclusión, de que él hacia lo que quería en el hospital. Esa era una acusación bastante grave, una mentira muy grande.
Llegaría al fondo de esto, preguntándole directamente al doctor Gu que era lo que había ocurrido en realidad. Él me diría la verdad. Aunque seguramente no fuera tanto el problema, una difamación así era algo serio. Quienes fueran los que la comenzaron, tendrían que enfrentarse a grandes problemas legales, si esto resultaba ser solo un malentendido.
No se podía acusar a un doctor así, solo por simple maldad o falsos rumores.
Varias cuentas comenzaron a re subir las imágenes que le habían tomado a Gu Wei, dejando largos párrafos de mensajes criticándolo. No podían simplemente hacerlo en base de rumores. Tome mi teléfono, entrando directamente a Weibo para comenzar a denunciar cada publicación y cuenta, ya que no tenían suficiente pruebas para acusarlo así. Solo comenzando los rumores en base en una sola publicación sin evidencias, no podían destruir a una persona así.
Yang Yi observaba lo que hacía, afirmándome que no creía que esos rumores fueran ciertos. Había sido acusado injustamente, ya que no había suficiente investigación, como para realmente admitir que había hecho algo de lo que se le acusaba. No sabía realmente si era verdad o no, pero había visto como era el doctor Gu Wei en el hospital, así que seguía siendo inocente hasta que se demostrara lo contrario.
Detuve mis dedos, notando lo que estaba haciendo.
Suspire suavemente, guardando mi teléfono nuevamente. Si el doctor era culpable o no, la junta médica del hospital llegaría a un veredicto referente a sus acciones. O un castigo, en caso de que sea culpable. Que difundieran rumores que no se sabían si eran ciertos, y denunciar esas publicaciones, no cambiaría nada si resultaba ser verdad todo eso que dicen. Además, siempre podrían volver a publicarlo, una y otra vez, no importa cuántas veces los denuncies.
Mi cabeza y mi corazón no parecían estar de acuerdo.
Uno decía que podía ser culpable de verdad, el otro decía que era inocente y no deberían juzgarlo sin saber que lo llevo a tomar esa decisión. Culpaba a la cercanía que tuvimos por los pensamientos nada claros que tenía ahora. Había visto como era Gu Wei con sus pacientes y como se comportaba en el hospital, al menos si sabía que no era como lo describían esas acusaciones.
Solo sabría la verdad una vez que hable con él personalmente.
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