-¿Si?
-Mire, hemos encontrado que la última llamada que hizo Ryan fue a este número, ¿es usted algún familiar?
-Soy su ami...Novia ¿Por qué?
-Siento decirle que su novio, Ryan, a tenido un accidente, esta camino al hospital. ¿Podría decirle a sus familiares lo ocurrido?
-Claro-Dije entre lágrimas.
Fuí corriendo a la habitación de mi abuela y le conté lo ocurrido, ella me dijo que se encargaba de avisar a sus padres, que yo fuera para allá. Pedí un taxi. Estaba llorando.
-¿Esta bien señorita?
-¿Usted que cree? ¡Le llamo a las 2 de la mañana, le digo que me lleve al hospital y estoy llorando! ¿Usted que cree?
-Lo siento.
Llegamos al destino.
-¿Cuánto le debo?-Le dije al hombre cincuenton.
-Tranquila, ve, no me page, espero que todo este bien.
-Gracias.
Salí corriendo. Y en recepción pregunte por él. Me dijo que estaba en la habitación 422 pero que no podía entrar.
-¿Pero qué le ha ocurrido?
-Un coche se lo llevo por delante.-
No podía parar de llorar. Al cabo de un rato llegaron mi abuela, los padres de Ryan, Mary, Dani, Josh y Marc (A estos 4 últimos yo les había llamado)
Todos estabamos muy afectados pero sobre todo la madre de Ryan, mi abuela, Mary, Marc y yo. El médico apareció.
-Ryan, esta en estado muy grave, Tuvo un accidente, el hombre que le atropello llamó pero cuando fuímos allí solo estaba él, siento decirles que Ryan se encuentra en coma, ha sufrido daños graves, y si despierta... Dudo que recuerde todas las cosas.
-¿Y lo podemos ver?-Dijo la madre de Ryan llorando.
-Sí, de uno en uno.
Primero entró la madre de Ryan, luego el padre, mi abuela, ahora me tocaba a mí. Me acerque hacia él y me sente en la cama. Tenía la cama llena de rasguños.
-Ryan... Se que no me oyes, pero joder, no me hagas esto, no, ahora todo estaba bien, estábamos juntos, joder. Necesito que te pongas bien, necesito tus besos, caricias, abrazos, hablar contigo... Te necesito a ti. Te amo muchísimo, eres lo mejor que me ha pasado ¿Sabes? Quiero estar contigo, no me puedes dejar, por favor-Dije abrazándole, luego le di un beso en los labios.-Te amo.
Salí a fuera destrozada, entraron los demás, todos salieron igual que yo, no lo conocía desde hace mucho, apenas hara un mes, pero le he cogido tanto cariño... No puede irse ahora, no me puede dejar así, le quiero tanto.
Los días pasaban y Ryan no daba señales, los médicos cada vez daban menos esperanzas que despertara. Me pasaba todo el día en el hospital.Mi vida ahora era un asco. Me sentía culpable por lo suedido si el no me hubiera hecho todo eso, el se hubiera quedado en casa y ahora él estaría sano.
Una tarde estaba sentada en una de las sillas de hospital junto Mary, Josh y los padres de Ryan. Los chicos se iban turnando, para poder descansar. Yo muy pocas veces me iba a casa, aunque ellos me insistian que me fuera y que si ocurria algo me avisarían, solamente iba a casa para ducharme, y dormir alguna vez. De repente empezó a entrar médicos y enfermeras en la habitación 422, la de Ryan.
-¿Qué pasa?-Grito la madre de Ryan.
Al cabo de dos horas. Todo se calmo y un médico salió.
-Tenemos noticias. Ryan a despertado.
-Bien-Llorabamos-¿Cuándo podremos verlo?
-No he acabado, Ryan a perdido la memoria del último mes, no recuerda nada de lo sucedido, lo último que recuerda es ir camino a la casa del campo. -Es allí cuando mi corazón se rompió en mil. No me recordaba. Me levante de la silla y corrí hacia la salida. Lloraba mucho. Me alegraba porque despertara ¡Pero no se acordaba de mí! Josh me siguió.
-¿Qué te pasa?-Me dijo-Ryan a despertado.
-Y me alegro, pero no me recuerda.
-Cómo que.. Ostia...
-Pues eso.
Me abrazó fuerte.
-Entra, ves a verlo, alomejor...-No le dije terminar.
-Josh, tanto como tú, como yo sabemos que no me va a recordar.-Dije sentandome en el suelo.-Ves a verlo, te echara de menos.
-Cristina...
-Ryan, ves. Me voy a casa a descansar-Dicho eso me levante y me fuí a casa.
-Cristina ¿Qué tal Ryan?
-Ha despertado, abuela.
-¡Eso es genial! ¿Por qué esa cara?
-No me recuerda.
-¿Qué?
-Pues eso, no recuerda el último mes.
-Pero...
-No hay peros, no me recuerda, voy a descansar.
Me duche, seque mi pelo y me hice una coleta alta. Empecé a mirar el armario para cogerme algo cómodo cuando ví su sudadera, la cogí y la abrace. En cuanto salga del hospital se la devolvere. Me puse una camiseta de tirantes y unos shorts, me tumbe en la cama y me quede dormida después de mucho rato llorando.
(Narra Ryan)
Después de estar tres días en observación me dieron el alta. Para mi sorpresa cuando desperté. ¡Ya había pasado medio verano! Y no me acuerdo de nada. Todos me han hablado de una chica nueva que vinó y congeniamos muy bien, pero yo no me acuerdo absolutamente nada de ella. Y a ella no le debo importar mucho porque nunca ha venido a visitarme. ¡Vaya amiga! Estaba sentado en el sofá cuando sonó el timbre, mi madre abrió la puerta. Conversaron un poco, y luego una chica de melena rizada, ojos verdes, realmente muy guapa, entro junto mi madre.
-Ryan, esta chica es Cristina, es una chica nueva, es la nieta de Mariana, te llevabas muy bien con ella. Os dejo solos.
Ella le sonrió a mi madre.
-Hola.-Me dijo.
-Hola ¿A sí que eres tu la chica nueva con la que me llevaba tan tan bien?
-Sí-Sonrió con tristeza.
-¿Y por qué no me has venido a ver ni una sola vez al hospital?
-El tiempo que estuvistes en coma, pasaba las 24 horas del día allí, pocas veces iba a mi casa. Pero cuando despertastes y me dijeron que no recordabas el último mes, pues ¿Para qué ir a verte? Yo me moria de ganas. Pero para ti soy una desconocida. ¿Qué sentido tiene?Hoy he venido para darte una cosa.
-¿Qué es?
-Es tu sudadera, me la dejastes cuando nos conocimos, una historia larga, y bueno me dijistes que me la quedara, bueno y otras historias largas también, pero creo que mejor será devolvertela.-Me dijo dandome una bolsa. Dentro estaba mi sudadera preferida.
-Ya veo que me importabas mucho...-Dije
-¿Cómo?
-Es mi sudadera favorita, no se la dejo a cualquiera.
Ella sonrió otra vez con tristeza.
-Carla
-Cristina-Me corigió.
-Cristina, lo siento. ¿Tu y yo éramos más que amigos?
-¿Qué? ¿Cómo?
-Pues eso si éramos novios.
Estuvo unos segundos callada hasta que por fin respondió.
-No, éramos muy buenos amigos, te debo mucho.
Le sonreí.
-Sera mejor que me vaya. Que te vaya bien todo.
-Parece una despedida definitiva.
-Lo es.
-¿Por qué?
-Es lo mejor.
Se acercó a mi y me abrazó y pude notar como lloraba. Yo le abrace, me daba pena.
-No llores.
-No lloro-Dijo apartandose y limpiandose las lágrimas.
-Gracias, Ryan, te quiero-No me dio tiempo a reaccionar porque ella se fue corriendo. Me asome por la ventana y ví como corría y lloraba. Sentí rabia por hacerla sufrir así. ¡Quería recordarla! Pero, tengo la sensación que me ha mentido, creo que ella y yo éramos más que amigos.
Llame a Mary.
-Rubia.
-¡Ryan! ¿Qué tal?
-Bueno ¿Puedes venir a casa?
-Claro que sí. Ahora mismo voy.
-Vale, hasta luego.
En media hora Mary llegó.
-Hola Ryan-Dijo dandome un monton de besos seguidos en una de mis mejillas.
-Hola rubia.
-¿Qué ocurre?
-Mary... Esa tal Cristina y yo...¿Éramos novios?
Mary se quedo callada.
-¿No crees qué eso deberías preguntarselo a ella?
-Me ha dicho que no.
-Pues ya sabes la respuesta.
-No la creo.
-¿Por qué?
Me encogí de hombros.
-Espero recordarla pronto, está sufriendo mucho.
-Eso espero, Ryan, pero tranquilo.
Suspiré.
-Ryan, vamos a dar una vuelta con los demás.
-Vale.
Quedámos con todos menos con Cristina.
-¿Y Cristina?-Pregunté.
-Para no recordarla la tienes muy presente, eh.-Dijo Marc.
Yo me enrojecí.
-¡Yo soy un mujeriego! ¡No me he enamorado de ella, ni antes, ni lo hare!
-Hola-Dijo Cristina detrás mío.-Sólo venía para darte esto, Dani, te lo olvidastes en mi casa.
-Gracias-Dijo Dani. Me gire. Tenía los ojos humedos como si fuera a llorar en cualquier momento.
Todos me miraron como si acabara de decir algo espantoso.
-¿Qué he dicho?-Dije.
Cristina me dio la espalda. Yo la gire para verla, estaba llorando.
-Ves, tu y yo éramos novios.-Le dije.
-¿Pero qué dices?-Dijo limpiándose la cara.
-Pues eso, sí no, no te hubiera molestado lo que dije.
-No sé de que hablas.
-Cristina puedes aceptar de una puta vez que tu y yo éramos novios.
-¿QUÉ MÁS TE DA? JODER. SI, SI, SI, Y SI, ÉRAMOS NOVIOS, ME LO PEDISTES DE UNA FORMA INCREIBLE ANTES DE TENER EL ACCIDENTE, DESPUÉS DE DEJARME EN CASA, LO TUVISTES, Y YA! ¿Contento?-Dijo esto en un susurro.
-¿De una forma increible?
-Sí, me pusistes un camino de velas, me preparastes una cena, y luego pues me dijistes lo que sentias y pasámos una gran noche.
-¡Esta tía esta como una cabra! ¡Yo nunca haria algo tan cursi!
Ella me miró con odio. Y se fue corriendo.
-Ryan, es verdad, te enamorastes locamente de ella, y le hicistes eso... Te costo mucho reconocerlo, pero si que lo éstabas. Ryan, no tenías que haberla tratado así-Dijo Dani, después corrió tras ella.
-Ryan... Deberías tener más tacto...-Dijo Josh.
-¡Pero joder, que yo no me enamoro!
-Pues eso cambió cuando ella apareció.-Dijo Mary.
Me quede pensativo.
-¿Lo siento?-Dije.
-No es a nosotros a quien le tienes que pedir lo siento.-Dijo Marc.
Suspiré.
-Me voy a casa.
Me fuí a casa enfadado, pero en el fondo, sabía que ellos tenían razón, me había pasado cuatro pueblos con ella.