- yo los volví a la vida pero no les advertí del precio... - decía la Catrina con arrepentimiento - si yo pudiera lo pagaría yo, no es justo para ellos
- amor mío - dijo Xhilbalba dijo tomándola de los brazos llevándola hacia él - tu has hecho tu parte permitiéndoles estar juntos de nuevo, no debes sentirte culpable
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- ay mija creí que no volvería a verte - decía la mamá de Maya abrazándola -
- la Catrina mamá - explico feliz - ella fue quien nos permitió volver
- bendita sea la catrina mija - dijo el padre de Maya - ahora ninguna profecía nos alejara de nuevo
<Eso espero> pensó Zats mientras veía la escena. Todo era demasiado sencillo para ser verdad, aunque no quería pensar mal y solo quería disfrutar a Maya, algo no lo convencía...
- ¡Vamos a comer! - dijo Maya abrazándolo sorpresivamente por detrás - ¡Mis padres harán una gran fiesta y quiero comer todo lo posible! ¡Aunque fui muerta no deje de tener hambre!
Zats sonrió eternecido, pero miro el atardecer con un semblante de angustia que Maya noto enseguida.
- ¿No estás feliz? - pregunto Maya sorprendida - ¿Que pasa?
Zats negó con la cabeza.
- ¿Cómo podría no ser feliz amor mío? Si por fin estoy contigo - respondió forzando una sonrisa -
- algo te pasa - insistió Maya - ¿Verdad?