Soñar es necesario para la vi...

By Tinaris_Yellow01

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Cuando los amigos de su crush lo confunden con el chico al que este se iba a declarar (y cabe recalcar que se... More

Booktrailer:
Prólogo:
Capítulo I:
Capítulo II:
Capítulo III:
Capítulo IV:
Capítulo V:
Capítulo VI:
Capítulo VII:
Capítulo VIII:
Capítulo IX:
Capítulo X:
Capítulo XI:
Capítulo XII:
Capítulo XIII:
Capítulo XIV:
Capítulo XV:
Capítulo XVI:
Capítulo XVII:
Capítulo XVIII:
Capítulo XIX:
Capítulo XX:
Capítulo XXI:
Capítulo XXII:
Capítulo XXIII:
Capítulo XXIV:
Capítulo XXV:
Capítulo XXVI:
Capítulo XXVII:
Capítulo XXVIII:
Capítulo XXIX:
Capítulo XXX:
Capítulo XXXI:
Capítulo XXXII:
Capítulo XXXIII:
Capítulo XXXIV:
Capítulo XXXV:
Capítulo XXXVI:
Capítulo XXXVII:
Capítulo XXXVIII
Capítulo XXXIX
Capítulo XL
Capítulo XLI
Capítulo XLII
Capítulo XLIII:
Capítulo XLIV:
Capítulo XLV:
Capítulo XLVI:
Capítulo XLVII:
Capítulo XLVIII:
Capítulo XLIX:
Capítulo L:
Capítulo LI:
Capítulo LII:
Capítulo LIII:
Capítulo LIV:
Capítulo LV:
Capítulo LVI:
Capítulo LVII:
Capítulo LVIII:
Capítulo LIX:
Capítulo LX:
Capítulo LXI:
Capítulo LXII:
Capítulo LXIII:
Capítulo LXIV:
Capítulo LXV:
Capítulo LXVI:
Capítulo LXVII:
Capítulo LXVIII:
Capítulo LXIX:
Capítulo LXX:
Capítulo LXX [2]:
Capítulo LXX [3]:
Capítulo LXX [4]:
Capítulo LXXI:
Capítulo LXXI [2]:
Capítulo LXXI [3]:
Capítulo LXXII:
Capítulo LXXII [2]:
Capítulo LXXIII:
Capítulo LXXIV:
Capítulo LXXV:
Capítulo LXXVI:
Capítulo LXXVII:
Capítulo LXXVII [2]:
Capítulo LXXVIII:
Capítulo LXXIX:
Capítulo LXXX:
Capítulo LXXXI:
Capítulo LXXXII:

Capítulo LXXXIII:

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By Tinaris_Yellow01

La respiración de YoonGi es agitada, está muy nervioso, tanto que no se da cuenta que está mordiendo sus dedos de la mano.

Se llegó el día, el día que tanto estaba temiendo: la competencia de piano. Se siente muy nervioso, siente mucha presión, tanta que también quiere vomitar y eso que está seguro de que no tiene nada en el estómago pues no desayuno nada por la mañana. Está detrás de escena del escenario, puede escuchar los aplausos y también los gritos cada que un participante es llamado y sale a dar su presentación.

Cierra los ojos cuando siente un ardor en su dedo, es hasta ese momento que se percata de que se está lastimando, toma aire y lo deja salir en un bufido: está cansado. Pero recuerda a TaeHyung, a los dos acostados con las piernas extendidas contra la pared y respirando de a poco, decide hacer lo mismo así que vuelve a cerrar los ojos y comienza a respirar, no puede acostarse, pero no cree que eso interfiera, trata de recordar lo que Tae decía mientras lo guiaba en el ejercicio y hacer lo que recuerda.

—Min YoonGi —el llamado de alguien hace que abra los ojos de manera tranquila y se encuentra con una mujer alta, más alta que él, tiene unos cascos puestos con un micrófono incluido, también tiene una paleta de madera que la ayuda a apoya los papeles.

— ¿Sí? Soy yo. —Informa dando un paso al frente, los ojos de la mujer que forma parte del staff caen sobre él y se acerca acortando la distancia.

—Sigues tú después de HiJin —informa.

Esas palabras no ayudan al pálido. Las ganas de vomitar regresan y la inquietud en el estómago también, de manera inconsciente se lleva una mano al área y suelta aire.

—Ah —la mujer parece recordar y regresa los pasos que dio, YoonGi la mira y nota que toma algo entre los papeles de su paleta—, te enviaron esto.

Baja la mirada y se encuentra con la chica sosteniendo una hoja, no se preocupa en ocultar su confusión pero aun así sostiene el papel y murmura un "gracias". El staff se aleja y lo deja solo, ansioso y tembloroso, sin dejar de sostenerse el estómago se percata de que es la mitad de una hoja doblada, la abre con las dos manos y abre los ojos sorprendido.

La hoja ya abierta está entre sus manos y la boca hace lo mismo a los pocos segundos: es un dibujo, un monito dibujado en perfectos trazos, tiene las manos hechas puño y los brazos alzados, y en la parte de arriba tiene escrito un "¡Fighting!", la sorpresa aún le está invadiendo, pero siente sus piernas volverse gelatina y que los ojos se le aguadan cuando lee lo que está escrito en la esquina inferior derecha: de TaeHyung.

Sonríe de manera suave y luego comienza a reír, conmocionado, no sabe cómo sentirse hasta ese momento, solo sabe algo y lo tiene muy claro: ama mucho a TaeHyung, al chico dorado que tanto le gusta.

—Min Yoongi, es tu turno, acércate. —Informa un chico.

—...Ah sí —responde aún con la conmoción muy presente, titubea un poco pero guarda el papel después de doblarlo en uno de los bolsillos del saco de vestir que tiene puesto. Se acerca a la orilla de la tarima, justo a un costado del escenario.

—Excelente trabajo HiJin —alza la voz pese a tener el micrófono el presentador, lo pasa de largo y se posiciona al centro del escenario mientras parece despedir al chico con una sonrisa. Desde su lugar YoonGi logra ver que la mirada del hombre da a parar al frente, al público—, ahora, un participante principiante —mira las tarjetas entre sus manos—, en su primera competencia después de varios años, Min YoonGi, ¡recíbanlo con una fuerte ovación! —exclama apuntando en su dirección.

YoonGi toma aire y camina hacia el piano posicionado a un costado izquierdo del escenario, los aplausos se escuchan lejanos y los latidos de su corazón los siente en sus oídos. Sus manos sudan, su labio inferior está siendo presa de sus dientes, su corazón está latiendo muy fuerte, no sabe sí podrá hacerlo, se sienta en el banco y mira las notas de su canción en el atril. Por el bien de su integridad no dirige la mirada al público, porque sabe que no podrá encontrar desde su lugar a quien realmente quiere ver y quien le transmitirá que toda la paz que necesita, por el bien de su integridad y también de las personas que están en primera fila, pues no deja de lado las náuseas que ha estado sintiendo desde temprano.

Cierra los ojos y toma una exhalación, de acuerdo, debe hacerlo ya, decide ignorar las luces que lo apuntan y el sonido casi inexistente de los espectadores. La tarea no es difícil cuando sus dedos tocan las teclas del piano, todo se esfuma y como siempre sucede solo es él y el piano que toca. La canción se desliza por las puntas de sus dedos y continúa en las teclas, se siente tan bien, como un peso menos sobre sus hombros.

Su cuerpo se mueve de manera firme y fuerte, ante cada movimiento y cada nota que da, incluso su cabello que su madre se esmeró en dejar bien quieto por la mañana lo siente caer a cada costado de su cabeza. Las notas se sienten en sus dedos, se sienten en su pecho, por todas partes, puede escuchar de manera clara las correcciones del profesor Jisoo y las hace en cada momento.

La canción termina y sus hombros caen a cada costado de su cuerpo, su cabeza también caer a la altura de su pecho y cierra los ojos con fuerza, ¿lo hizo bien? La pregunta es un poco respondida porque los aplausos comienzan a llegar a sus oídos, abre los ojos sorprendido y sin nada de sutileza dirige la mirada al público, se pone de pie y hace una reverencia, justo como le dijo el profesor Park que lo hiciera al terminar. No logra ver al público, todo está opacado por las luces blancas que le dan directo en la cara.

— ¡Ese fue Min YoonGi, damas y caballeros! —La voz del presentador lo hace dejar de escuchar todo como sí de eco se tratase y dirige su mirada a la derecha, el hombre se está acercando con una sonrisa, Yoongi le da una reverencia y se dirige al otro lado del escenario.

Se sostiene del muro a su costado y toma aire. Lo hizo, logro presentarse sin desmayarse, estuvo a punto de hacerlo, pero no sucedió, se separa del muro y echa la cabeza hacia atrás, de a poco una sonrisa se dibuja en su rostro y luego comienza a reír.

Dios, en serio lo hizo. Se acerca a los concursantes que ya pasaron y observa al resto por medio de la transmisión que pasan por la pantalla televisiva.

Después de YoonGi pasaron 5 concursantes más y luego todos ingresaron al centro del escenario y aguardaron en silencio en espera del presentador.

—Muy bien, aquí tengo el sobre con los tres primeros lugares —indica el hombre y muestra el objeto mencionado en su mano derecha—, antes de anunciar a los ganadores quiero decirles que todos que ya son ganadores por el simple hecho de estar aquí.

Las palabras provocan que YoonGi sonría de lado y quiera reír con ironía, él no lo cree de esa manera, pero se controla y vuelve a tener su rostro con un gesto neutro.

—Comencemos —indica—, el concursante que obtiene el tercer lugar, es... —hay un silencio suspensivo y YoonGi quiere gritarle que lo diga de manera rápida, pero se controla apretando en agarre en sus manos entrelazadas detrás de su espalda—, ¡Kim HiJin! —anuncia con la voz alzada y un deje de emoción.

Todos en el auditorio gritan y los aplausos se comienzan a escuchar, YoonGi hace lo mismo y luego observa al aludido acercarse al presentador y tomar el trofeo que una mujer de vestido largo le tiende con una sonrisa. Cuando los aplausos y los gritos se detienen todo el auditorio vuelve a estar en completo silencio.

—Felicidades HiJin —pronuncia el presentador con una sonrisa y pasa de los concursantes al público—, ahora, el segundo lugar.

Bien, ahora las ganas de vomitar regresaron, maldición ¿en serio se va a poner en vergüenza en su primer concurso después de años? Pasa saliva de manera sonora y coloca su mano derecha sobre su estómago, pide de manera mental no vomitar.

— ¡Min YoonGi! Del estudio Jisoo's studio.

Las palabras se quedan en los oídos de Yoongi y los percibe como un eco, la bola gigante de luz lo apunta y da directo en la cara. ¿Qué hace dicho el presentador? ¿Él? ¿Segundo lugar? La ola de gritos y aplausos llegan a sus oídos como una especie de despertar de un sueño.

Se acerca a paso apresurado a la mujer que sostiene el premio y le sonríe de manera algo forzada, tal vez está cansada de estarlo haciendo desde hace un buen tiempo. El por su parte hace una reverencia y sostiene el trofeo, mira hacía el público y hace otra reverencia, aprieta los labios y mira hacia arriba, trata de manera inútil encontrar a TaeHyung, pero de nuevo los gritos y aplausos lo hacen regresar a la realidad, en especial porque el presentador lo guía de nuevo a su lugar.

El primer lugar se lo lleva una chica de nombre JiMin, toman unas cuantas fotografías, unas de los primeros lugares, otras de todos los participantes, de ellos con los jueces y Yoongi por primera vez en su vida siente sus mejillas acalambrada de tanto estar sonriendo.

Los dejan ser libre y él por su parte corre por sus cosas, se cuelga la bolsa deportiva que llevo y sale a la recepción del lugar.

— ¡Yoonie! —Grita alguien, vuelve a la voz y se encuentra con su madre alzando una mano para que la mire, la mujer tiene una sonrisa enorme en el rostro que es inevitable para él no regresarle el gesto.

Los dos se encuentran y el menor se permite abrazarla, escucha la risa de su madre y la carga en medio del abrazo, cuando la baja la mujer sostiene su rostro y continúa sonriendo.

—Lo hiciste genial, tan perfecto —asiente y las palabras son solo pegamento de los pedazos de él mismo que están tirados a su alrededor—. Felicidades por tu segundo lugar, sé lo mucho que te costó.

Las lágrimas amenazan con llegar, pero se lo niega, sacude la cabeza y comienza a reír.

—Gracias, mamá.

Se separa de su madre y cuando mira por encima de ella se encuentra con el resto con caras de emoción, se ríe y rodea los ojos, listo para recibir el exceso de amor y cariño que está seguro sus amigos le darán.

— ¡Lo hiciste genial! —Chilla Hoseok y se acerca junto al resto para abrazarlo.

Son muchos los brazos que lo rodean y también las palabras que le dicen, tantas que no logra distinguir a quién de sus amigos pertenece alguna.

Pero sí llama su atención una calidez que se posiciona encima de su mano derecha, que está apoyada sobre una espalda, mira hacía la persona y se encuentra con TaeHyung, le es imposible no sonreírle y volver su mano para que su palma sujete la del menor, entrelazando los dedos. Todos se separan de él y le hacen llegar un ramo de rosas que Jin-Ha tenía oculto junto a Jungkook.

—Oh —abre la boca por la sorpresa y mira a sus amigos, las sonrisas que adornan sus rostros lo hacen reír y asentir con la cabeza—. Gracias chicos, es hermoso.

— ¡A festejar tu segundo lugar! —Jin-Ha grita y el resto le sigue.

—Haremos una comida tranquila en casa —indica su madre y se muestra tímida cuando tiene la mirada de todos sobre ella—, ¿quieren acompañarnos?

Todos están de acuerdo y caminan hacía la salida, Yoongi va hablando con Jin-Ha y Jungkook cuando se percata de que TaeHyung camina pasándolos de largo, está por llamarlo cuando se percata de que el menor se acerca a los Hal-abeojis y a Joshua.

Sin duda ese es el día que más ha sonreído en su vida, sonrisas verdaderas y geninuas, que nacen desde adentro. Su mirada conecta con la de los mayores y se ríe cuando Joshua se acerca abriendo los brazos.

— ¡Lo hiciste genial, Hyung! Me pusiste los pelos de punta —dice Joshua y lo abraza por los hombros.

—Gracias, me alegra que te haya gustado —sonríe y se acerca a los Hal-abeojis.

—Lo hiciste grandioso, Yoongi, excelente —Jungsu le alza el pulgar repetidas veces y una sonrisa enorme está en su rostro.

Hace una reverencia y se reincorpora.

—Gracias, Hal-abeoji.

—Excelente trabajo, Yoonie —asiente Hyung-sik.

—Gracias, señor Choi.

—La mamá de Hyung nos invitó a su casa a festejar a Hyung, voy a ir. —Informa TaeHyung.

Yoongi sostiene el ramo entre sus dos manos y alza ambas cejas, cayendo en cuenta.

—Sí ustedes quieren, pueden venir con nosotros, será una comida pequeña, pero es para pasar el rato y un buen momento —explica. Recibe la mirada de los mayores y luego observa cómo se miran entre ellos.

—Está bien. —Responde JungSu con una sonrisa.

La afirmación de la asistencia hace sonreír a Yoongi y que asienta con la cabeza. Dirige su mirada a Tae y hace el mismo gesto también.

—Bueno, entonces vámonos, en marchaaa —Hoseok alza la mano y dirige el camino.

Yoongi apresura su paso y sostiene la mano de TaeHyung, el menor lo mira y él por su parte le sonríe.

—Gracias por venir.

—Quería venir a verte, me gusta cuando tocas piano.

— ¿Sólo cuando toco piano? —Logra pronunciar pesé a los gritos internos que está dando, alza una ceja y sonríe.

—Me gustas siempre, Hyung.

Está siendo sincero. Deduce el mayor y sonríe.

—Me gustas siempre, TaeHyung.

El pelo-café sonríe y vuelve su mirada al frente. Yoongi hace lo mismo y luego regresa unos segundos al más alto, sus ojos entrecerrándose por la luz del sol.

—Por cierto —llama—, me ayudó mucho el mini tú que me diste.

— ¿Mini yo?

Yoongi asiente con la cabeza sin borrar su sonrisa, aprieta el ramo con su antebrazo, una ola de emoción lo carcome y sonríe por ello.

—El mini tú.

— ¿Te gustó?

—Bastante, ¿podrías hacerlo en las próximas competencias? —lo mira y se siente tan dichoso que bate las pestañas.

—Tenía pensado hacerlo sin que me lo dijeras. —Asiente mirándolo por el rabillo del ojo.

Yoongi sonríe y apoya su mentón en el hombro del más alto.

—Gracias.

—De nada, Hyung.

— ¿Te digo algo?

—Claro.

—También me ayudó el ejercicio de la respiración. Me estaba poniendo muy nervioso y recordé eso, así que lo hice, me sentí tranquilo haciéndolo.

TaeHyung para ese punto ya está mirando a Yoongi y le está sonriendo de manera suave.

—Me alegra, Hyung.

Llegan a la casa de YoonGi y por un segundo se queda de pie, todos ingresan riendo a su casa y es Tae el que se detiene a mirarlo.

— ¿Qué ocurre?

Yoongi lo mira luego de inspeccionar alrededor, Tae está frente a él y le mira con confusión, él por su parte suspira y niega con la cabeza.

—Nunca antes nadie había venido a mi casa, siempre trate de que Hoseok y JungKook se mantuvieran lejos por sí las dudas. —Encoge los hombros y sonríe de lado.

— ¿Por Sang? —Ladea la cabeza, abre la boca cuando Yoongi asiente con la cabeza—. Ya veo, bueno dudo que ocurra algo, todo está bien, Hyung. Debería estarlo.

YoonGi lo mira algo inseguro pero decide confiar en el menor, porque tiene razón en lo que dice, ya debería estarlo, ya todo debería estar bien. Además, Sang no ha estado presente desde hace algunas semanas, una sonrisa se va dibujando en su rostro de a poco y asiente con la cabeza.

—Tienes razón.

— ¡Ey, chicos! —Hoseok se asoma por la puerta de la cerca y los busca hasta parar en ellos—, ¿vienen? —ladea la cabeza.

—Sí, ya vamos —YoonGi asiente y dirige a Tae hacia la puerta del porche, sin soltar su mano.

Su madre propuso hacer ramen y carne que tenía en el refrigerador guardada, los Hal-abeoji le ayudaron y tal parece agregaron algo al menú, pero YoonGi no le tomo mucha importancia porque los mayores los regañaron y dijeron que no se metieran en lo que estaban haciendo, que disfrutaran del triunfo de Min.

—Bueno, bueno, podemos descargar algún juego en el celular —JinHa toma la palabra.

Propone eso ya que quisieron jugar algún juego de mesa pero YoonGi no tiene ninguno.

—Buena idea —Hoseok asiente y toma su celular—, veamos qué hay.

Al final se deciden por jugar en una aplicación llamada Charadas, que se trata de adivinar el objeto que te muestran en la pantalla. Para hacerlo más interesante se dividieron en equipos y gana el que acumule mayor número de objetos adivinados

— ¡México!

— ¿Qué? —Pregunta JungKook que tiene el celular en la frente y tiene que adivinar en base a las pistas que le dan.

— ¡No! —Dice YoonGi.

— ¡Sí! —le sigue Jin—, México, en el escudo.

Todo alrededor es un caos, hay gritos y el equipo contrario trata de distraer a JungKook, incluso JinHa le está gritando cerca de la cara.

— ¿Ah? ¿Águila?

— ¡Sí! —Hoseok y Jin gritan ante la anotación, se ponen de pie y se ponen a bailar de manera graciosa.

— ¡Chicos! —Llama YoonGi.

— ¿Sí?/¿Eh? —responden los otros dos festejados.

—Dice angula, no águila.

La cara que hacen Jin y Hoseok provoca la risa del resto, en especial la de YoonGi, quien incluso se echa hacia atrás y se toca el estómago.

—¡Estaban tan seguros de la respuesta! —Logra decir entre jadeos.

Hoseok y Jin se lamentan y se vuelven a sentar.

La madre de YoonGi y los Hal-abeoji prepararon una deliciosa comida, tan deliciosa que YoonGi siente que en realidad ha ganado el primer lugar. No se lo dirá a nadie, pero en medio de la comida y de las conversaciones del resto se permite detenerse y observar lo que hacen, todos están riendo y conversando, su madre tiene una enorme sonrisa mientras ve a sus amigos hacer bobadas, y él se siente igual.

Hacia tanto que no se sentía como lo hace hoy, hacia tanto tiempo que no veía a su madre reír y sonreír como hoy, se siente tan bien. Tal vez sí, sí puede avanzar un poco.

Toma aire y lo deja salir de manera suave, su mirada da a parar en el Señor Choi, quien le sonríe y alza ambas cejas, él por su parte sonríe y vuelve a su plato.

Cerca de las 6 de la tarde sus amigos comenzaron a irse, los primeros fueron Jin y JiMin, los dos lo felicitaron una última vez y le dijeron que lo verían al día siguiente. Luego le siguieron JinHa y JungKook, y al final Hoseok y NamJoon.

—Nos vemos mañana, me divertí mucho hoy, gracias Yoonie, me hiciste olvidarme de las clases y mis clases de baile.

YoonGi por su parte sonríe de manera suave y asiente con la cabeza, está de acuerdo.

—Yo también me divertí mucho. Nos vemos mañana.

—Hasta mañana, —NamJoon despide con la mano y los labios apretados.

En cuanto cierra la puerta regresa por el corredor a la sala, el resto que queda está en el kotatsu y YoonGi se sienta a un costado de TaeHyung después de sonreírle.

—Oh por cierto —su madre lo mira de reojo y se pone de pie a la vez que con las dos manos sostiene los bordes de la olla donde hicieron el ramen—, tu padre me dijo que vio la competencia en línea.

La información llama la atención de YoonGi y por mucho que le moleste nota que eso sí logra descomponerlo, no logra entender sí de buena manera o de mala, pero tiene un efecto en él. Aclara su garganta y sacude la cabeza de manera suave.

—Ah, no me importa —responde de manera cortante, deseando aparentar desinterés. Le mantiene la mirada a TaeHyung cuando el menor lo mira.

Solo espera que no diga nada frente al resto.

—YoonGi... —escucha de su madre.

—Iré con TaeHyung afuera. —Interrumpe y se pone de pie, se vuelve al aludido y con los labios apretados le tiende la mano. — ¿Vamos?

—Está bien. —Toma su mano y se pone de pie para acompañarlo.

Ambos salen de la casa y se dirigen al patio delantero, YoonGi se sienta en medio de un suspiro y baja los hombros y la cabeza. TaeHyung le sigue y se sienta a su lado, hombro con hombro.

—Hyung...

— ¿Me puedes abrazar? Sin decir nada, solo quiero que me abraces. —Se vuelve a mirarlo, TaeHyung guarda silencio sin dejar de mirarlo—. Por favor.

—Bien. —Su brazo derecho rodea a YoonGi y cae sobre sus hombros. El mayor cierra los ojos y se deja acercar a Tae, su mejilla izquierda da a parar en el hombro contrario.

YoonGi no quiere saber de nadie, en especial de su padre, no ahora que está tan feliz y logro algo que nunca creyó lograr, toma aire y lo deja salir por medio de un sonoro suspiro, que vuelve a dejar los hombros del pálido abajo.

— ¿Mejor? —La voz gruesa de Tae llega a sus oídos y aprieta los labios.

—Sí, mejor.

Luego de eso ambos guardan silencio y YoonGi juraría que se puede quedar dormido ahí, en su lugar seguro, después de mucha presión que tuvo las semanas pasadas.

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.

.

Sábado 6 de agosto

— ¡Feliz cumpleaños! ¡Feliz cumpleaños!

TaeHyung siente un peso mayor encima de sí y cierra los ojos con fuerza, luego una opresión en todo su cuerpo, se queja e intenta alejarse pero la fuerza del otro es mayor que él por lo que ahora grita.

— ¡Yaaa! —Abre los ojos y se encuentra con Joshua con una sonrisa, luego lo ve pequeño porque sus ojos se achican al segundo que sus mejillas son abultadas por su hermano menor—, ¡Joshua! —logra pronunciar pese a la presión en sus mejillas.

— ¡Feliz cumpleaños a mi hermano mayor de camino!

— ¡Bájate!

Se queja un poco más mientras Joshua lo abraza y le da besos en las mejillas, cuando al fin es liberado se va a bañar y regresa ya fresco. Varios ya han ido a tomar el desayuno, por lo que él baja y se queda de pie en medio de las escaleras.

— ¡Feliz cumpleaños! —Recibe de parte de todos los que están sentados en las mesas del gran comedor. Se lleva ambas manos a los oídos y cierra un poco los ojos, todo al unísono es muy ruidoso.

Hace una reverencia cuando la hermana Park se lo indica desde una esquina muy lejana, sabe que lo ha hecho bien cuando la mujer le sonríe y asiente con la cabeza, baja las escaleras por completo y se dirige a la mesa usual en la que se sienta y en su asiento en específico.

—Feliz cumpleaños, TaeHyungie —pronuncia su abuelo con una sonrisa cuando se sienta en su lugar.

—Gracias, Hal-beoji —lo mira unos segundos y asiente con la cabeza. Mira el resto de la mesa y se encuentra con diversos platillos, pero lo que más llama su atención son los que le dijo el día anterior a la hermana Park por la noche que quería de desayuno: mini-hotcakes y también sopa de kimchi.

Toma los palillos y toma un poco de todo.

—Buenos días —Joshua llega a la mesa y se sienta a su lado de manera apresurada, sin tomar su plato y servirse toma un hotcake y se lo lleva a la boca—, ¿cómo amaneció el cumpleañero más guapo después de mí? —Pregunta a medias porque está mordiendo el hotcake.

— ¿Por qué hablas como si cumplieras años hoy también? —No lo sabe, pero el tono de su voz es similar a uno molesto.

—Porque compartimos cumpleaños, no lo sabes pero ambos compartimos bolsa de nacimiento.

—Eso es ilógico.

— ¡Yah! —Joshua interrumpe y recibe la mirada de los Hal-abeoji y de TaeHyung—, estoy tratando de ser romántico y no cedes.

—Es que eso no es romántico.

—Así que por estar de novio con YoonGi ya crees ser un experto en el romance.

—Yo no dije eso —defiende—, tú lo dijiste.

—Contigo no se puede —Joshua se ríe y comienza a negar con la cabeza. —Uh, sopa de kimchi, buena elección Hyung.

—Lo sé.

Hyungsik y Jungsu se miran y niegan con la cabeza al ver el comportamiento de sus nietos.

— ¿Vas a practicar hoy también? —Jungsu le pregunta a TaeHyung, el cumpleañero lo mira por encima de sus párpados y asiente con la cabeza.

—Vaya profesor Hwan, no te dio el día libre pese a ser tu cumpleaños. Malo, malo.

—No me molesta ir —Tae encoge los hombros y arruga las cejas.

—Eso es bueno —Hyungsik pronuncia.

—Ya tengo que irme. —Informa el peli-café y se pone de pie—. Iré por mi mochila y me voy.

— ¿Quieres que te haga tu almuerzo?

—Ya lo hice yo, por la noche.

El dato provoca el silencio de Hyungsik.

—Ah, ya veo, está bien. Ve con cuidado, nos vemos más tarde, iremos a festejarte junto a Jungsu y Joshua.

TaeHyung lo mira y aprieta los labios.

—Está bien, nos vemos.

Las tareas que Kim hace son rápidas, aunque igual se toma su tiempo, cuando baja con su mochila se dirige a la cocina y toma su bolsa de papel con el almuerzo, está por irse cuando recuerda a la hermana Park, la busca con la mirada y la encuentra en el extremo contrario a la cocina del comedor, camina hasta ella a grandes pasos y llega a un costado.

—Hermana Park.

—TaeHyungie, ¿sí? —le sonríe de manera suave.

—Ya me voy a practicar —informa y la sonrisa de la mujer crece y asiente con la cabeza.

—Ve con Dios, te esperamos aquí por la tarde. —Lo persigna y da unos cuantos pasos hacia atrás.

—Nos vemos. —Hace una reverencia y se aleja.

Sale del orfanato y se encamina por el corredor del patio delantero, cuando llega al portón Joshua está mirando su celular.

—Adiós —despide en voz alta, recibe la mirada de su hermano menor y sacude la mano.

—Oh, adiós Hyung, suerte en tu clase.

TaeHyung está por salir cuando escucha llamados agitados a sus espadas, se vuelve y se encuentra con Yang, Sunoo y DaeHyun corriendo hacia ellos, cuando llegan es la mayor la que está sonriendo y respirando de manera agitada.

—Ya no te vimos en el comedor, y queríamos felicitarte antes de que te vayas. —Explica tratando de regular su respiración.

—Ah, está bien.

—Así que... feliz cumpleaños, esperamos que te la pases muy bien el día de hoy.

—Feliz cumpleaños TaeTae —dice Sunoo con una sonrisa, que al aludido le es imposible no corresponder.

—Gracias, Sunoo-ssi.

— ¿Vas a practicar? —Pregunta Yang.

—Sí, solo dos horas, el maestro Park dijo que era mi regalo de cumpleaños, es justo creo.

—Es bueno, a decir verdad. —Interviene Joshua y se encoge de hombros.

TaeHyung asiente con la cabeza y suspira.

—Ya me voy o se me hace tarde. —Anuncia.

—Está bien, nosotros también ya nos vamos.

— ¿A dónde van? —Detiene TaeHyung antes de que Joshua comience a caminar.

—Ah, al centro, vamos a pasear y a comprar unos libros que nos pidieron en la preparatoria.

—Está bien. Adiós.

TaeHyung da media vuelta y comienza a caminar en sentido contrario a ellos, alzando la mano cuando los demás lo despiden.

Mientras espera el autobús no puede evitar mirar su celular, JungKook subió una historia con una fotografía de él anunciando que es su cumpleaños número 17. Y hay varias respuestas, decide ver las personas y entre ellas no están sus amigos ni YoonGi Hyung.

Sube al autobús y se dirige escuchando música al estudio de patinaje, llega luego de varias paradas y baja con cuidado, se adentra y saluda a la recepcionista, quien le dice un sonriente "feliz cumpleaños", ingresa a la pista de patinaje y Hwan está de pie en medio de la pista de hielo con las manos en el bolsillo de su largo abrigo, mirando hacia las gradas.

—Llegue —informa en voz alta y se encamina hacia la puerta de los vestidores.

—TaeHyung —detiene el mayor a sus espaldas.

— ¿Sí?

—Hoy no vamos a ensayar ni vamos a estar aquí.

TaeHyung se vuelve a él y percibe que el mayor lo está mirando.

— ¿Profesor Park estás nervioso?

— ¿Qué?

—Tus orejas están rojas y solo se ponen así cuando estás nervioso.

— ¿Cómo es que sabes eso?

—Es algo que solo tú haces, no es difícil de identificar en ti.

Hwan suelta una risa y oculta la sonrisa con una de sus manos.

—Maldición, yah Kim TaeHyung —cuando lo llama su voz sale gruesa y su rostro se pone serio—. Solo hazme caso, ve a la banca del otro lado de la pista y toma tus cosas, vamos a ir a la academia a ver una clase.

— ¿Vamos? —De todo lo que el mayor dijo parece que lo último llamo por encima su atención.

—No pienso ir solo.

— ¿Por qué?

El profesor suelta un suspiro y rodea los ojos.

—Tú mismo lo dijiste, estoy nervioso, ¿quieres ayudarme?

—En realidad no quiero ir a la academia —confiesa—, pero como estás nervioso creo que lo más apropiado es acompañarte.

Hwan suspira y asiente con la cabeza.

—Genial, gracias, ahora apresúrate que tenemos que estar ahí temprano.

TaeHyung asiente con la cabeza y se acerca a la banca que el profesor le indicó, se encuentra con unos patines con los soportes, son unos patines muy bonitos, su color son negro y tiene los bordes blancos, las cuchillas son plateadas y el borde color blanco. Su boca se abre y sostiene los patines con ambas manos, los alza a la altura de su rostro y los observa a mayor detalle.

— ¿Listo? —escucha a su espalda, se vuelve un poco sobre su hombro derecho y se trata del profesor.

—Sí.

—Vamos, llévate tu regalo que no regresaremos aquí.

—Está bien.

Se cuelga los patines sobre el hombro que tiene su mochila y camina hacia la puerta que está siendo sostenida por el mayor.

—Muchas gracias, Señor Park, los patines me encantan, son muy bonitos.

Hwan sonríe y asiente.

—Me alegra que te gusten, feliz cumpleaños, Kim TaeHyung.

—Gracias.

Ambos salen del estudio y se suben al auto del mayor, TaeHyung antes ya se ha subido, pero aun así sin importar la cantidad de veces que lo ha hecho ya le sigue asombrando lo enorme y espacioso que es el automóvil. El motor se enciende y comienza su recorrido a manos del mayor, por su parte Tae coloca los patines sobre sus rodillas y decide tomar una fotografía, alude que sería bueno tener una historia de Instagram como recuerdo de este bonito regalo.

Toma la foto y la sube con un emoji de festejo y un "Muchas gracias, profesor Park Hwan, ¡me esforzaré mucho!".

Suspira y deja el celular en sus piernas a un costado de los patines. Ya antes fue a la academia, pero solo a ver una presentación, ahora asistir a ver una clase es diferente y le produce mucha inseguridad y nervios.

Aunque es algo reconfortante saber que no es el único que se siente de esa manera.

.

.

.

YoonGi está limpiando la barra de la zona de dulcería en el cine y Gyeong está limpiando la máquina de sodas.

—Buenas tardes... —escuchan una voz, ambos jóvenes miran en esa dirección y se encuentran con Hyung-sik sonriéndoles de manera suave.

—Señor Choi —dicen ambos al mismo tiempo.

—Hola chicos, me gustaría pedir algo.

—Claro, por aquí Señor Choi —indica YoonGi dirigiéndose a la caja registradora de la zona.

Hyung pide lo que siempre pide cuando va al cine: un refresco mediano y unas palomitas de maíz grandes, YoonGi se encargó de hacer el pedido y se lo tendió por medio de la bandeja.

—Aquí tiene, espero que lo disfrute —sonríe de manera suave.

—Gracias, Yoonie —sonríe tomando la bandeja—, ¿tienes mucho trabajo?

YoonGi ladea la cabeza y niega.

—No en realidad, ¿por qué?

— ¿Te gustaría acompañarme a comer un poco de palomitas?

La pregunta es llamativa para YoonGi, pero se trata de Hal-abeoji Choi, sonríe al hombre y asiente con la cabeza.

—Claro.

Ambos se dirigen a una de las mesas y toman asiento, YoonGi aprieta los labios y observa cómo el anciano come unas cuantas palomitas.

—Puedes tomar algunas sí así lo quieres. —Incita Hyung sik y el pálido sonríe y niega con la cabeza.

—Estoy bien, muchas gracias, Hal-abeoji.

Hay otro breve silencio hasta que Hyungsik aspira aire y lo suelta por medio de un suspiro.

—Aún estoy muy emocionado por la competencia de ayer, lo hiciste excelente —Hal-abeoji sonríe y YoonGi lo mira con los labios apretados, por la vergüenza.

Sus manos se entrelazan y se ocultan entre sus piernas.

—Gracias, Hal-beoji.

De nuevo otro silencio y YoonGi se está debatiendo entre sí hablar o no.

— ¿Tú padre no se ha comunicado contigo aún?

El menor dirige su mirada a su abuelo y este tiene las cejas alzadas, Yoongi por su parte titubea un poco y su boca se cierra y abre al no convencerse de qué decir, decide cerrarla al igual que sus ojos, diciéndose que se concentre.

—No, aún no —confiesa—. Y sí le soy honesto no sé sí respondería a su llamado.

Hyungsik lo mira en silencio y suspira.

—Escucha YoonGi —comienza el mayor—, no sé mucho acerca de qué sucedió entre tu padre y tú, pero no es difícil ver que te es complicado, pero que también quieres acercarte a él.

Ante las palabras el pálido niega con la cabeza y desvía la mirada sin dejar de apretar los labios.

—No en realidad, ya me olvidé de él, es más sencillo así.

Ninguno de los dos dice nada, YoonGi está indeciso, lo sabe por su pierna que sube y baja y por el labio inferior que está mordiendo sin cesar, mira de reojo unas cuantas veces al señor Choi y al final se convence de hacerlo, carraspea y desvía la mirada a la casilla de boletos.

—Usted... ¿cree que mejore? —pregunta al fin, Hyung sik lo mira y ladea la cabeza, YoonGi baja la mirada a su pierna que continúa subiendo y bajando.

— ¿Qué cosa?

El pálido toma aire y lo deja salir en pequeñas bocanadas, le es muy difícil admitir las cosas, abrir su sentir.

—La relación con mi papá —responde—, ¿cree que podamos unirnos sí nos lo proponemos?

Hyung sik guarda silencio unos segundos y asiente con la cabeza, se lleva otro puñado de palomitas a la boca y YoonGi decide hacer lo mismo.

—No tengo muchos recuerdos con él —admite, se detesta porque la voz se le quiebra, siempre detesta que su padre aún tenga efectos sobre él—, sólo sé que luego de que lo encarcelaron, me sentí traicionado.

Su vista se vuelve borrosa y se apresura a limpiar las lágrimas con el dorso de la mano.

—Él... asesinó a su compañero policía por un poco de dinero, dinero que nos fue dado y no sirvió de nada por lo sucio que era. Luego de que lo encarcelaron todo fue un caos, las personas nos acosaban, llamaban interminables veces amenazándonos y diciéndonos cosas horribles, mamá tuvo que comenzar a trabajar el doble que antes, yo también y abandonar mi más grande sueño. —Las lágrimas ya escurren por sus mejillas y se apresura a limpiarlas, maldice y niega con la cabeza. Mira a Hyung sik y el mayor le mira en silencio—. Por eso fue a prisión —enfatiza—, no sé si pueda perdonarlo, realmente lo odiaba, no quería volver a verlo —escupe con rabia, los recuerdos tan vividos—, pero... desde que lo vi —el recuerdo de aquella tarde noche llega a su cabeza y solloza, se muerde el labio inferior por completo—, por más que lo intento, no puedo dejar de pensar en él. De pronto siento que no tengo recuerdos con él.

Comienza a tomar aire y mira hacia arriba, en un intento por dejar de llorar, pero no puede. Hyungsik asiente con la cabeza y le mira con comprensión.

—YoonGi —llama el mayor, recibe la mirada del aludido—, uno algunas veces cree que es el único triste por no alcanzar sus metas, pero no es así —aclara—, tu papá también puede que lo haga. Estoy seguro de que tu papá lo siente, solo que no lo ha expresado. Y claro que hay recuerdos, debes tenerlos —asiente con una suave sonrisa—, estoy seguro de que tu papá creo momentos maravillosos contigo.

Una mano da a parar sobre el hombro del menor, cuando YoonGi lo mira el mayor le está sonriendo aún de manera comprensiva, hacía tanto tiempo que alguien no lo miraba así.

—La relación va a mejorar, YoonGi —afirma con un asentimiento de cabeza—, ya verás, date y dale la oportunidad. Tú puedes, los sueños, lo que te propongas lo vas a lograr. Me gustan más los sueños del futuro que la historia del pasado, ¿de acuerdo?

Las palabras que dice Hal-abeoji se sienten como un abrazo para Yoongi, también un mensaje parecido a un "está bien que lo hagas". Cierra los ojos y aspira el aire, que por primera vez en todo ese rato siente cálido y limpio. Abre los ojos, dirige su mirada a Hyungsik y le asiente con la cabeza.

Y puede que tenga razón, puede que YoonGi en verdad sea mucho más que su pasado, puede que él sea los sueños que tiene y el futuro que quiere.

.

.

.

— ¿Es aquí? —Pregunta Hwan y Tae se vuelve a él ya fuera del auto.

—Sí, es aquí.

—Bien, bueno gracias por acompañarme a la academia, nos vemos el lunes después de tus clases. Diviértete hoy en la noche, adiós.

—Adiós.

TaeHyung comienza a caminar hacia la puerta del consultorio del Doctor Kim, pero a medio camino se percata de las palabras del Señor Park. ¿Uh?

Para TaeHyung, las paredes neutras son la cosa favorita del consultorio del Doctor Kim y muestra de eso es la mirada constante que el menor da a estas.

—Y bien, TaeHyung... ¿cómo has estado?

El aludido lo mira y asiente con la cabeza.

—He estado bien, las cosas que han sucedido fueron buenas, ayer fue la competencia de piano de YoonGi Hyung, obtuvo el 2do lugar y hoy es mi cumpleaños.

—Ya veo, eso es genial ¿cómo te sientes con eso? —SeoJun sonríe de manera suave.

—Bien, no he tenido muchas inquietudes ni me he molestado mucho, aunque sí me puse nervioso cuando regrese a clases y conocí al profesor Kang, aún me da miedo, pero creo que estaré bien, ya lo estoy introduciendo a mi rutina, espero lograr los requisitos de su clase, se me complicara hacer apuntes siempre y participar, pero espero que me ayudes para lograrlo.

—Claro que sí, podríamos practicar aquí —asiente el Doctor y su sonrisa se agranda.

—Está bien.

—Doctor Kim.

— ¿Sí?

— ¿Te puedo decir una inquietud que surgió hace unos minutos afuera de tu consultorio?

—Claro.

TaeHyung carraspea un poco y se remueve en su asiento.

—Como ya te mencione hoy cumplo años, y desde hace meses YoonGi Hyung no dejaba de mencionarlo, a mí no me molestaba pero se me hacía inusual porque nunca nadie le había tomado importancia a mi cumpleaños, o sí —detiene y parece pensar—, pero no tanto como YoonGi Hyung, ¿entiendes?

—Entiendo. —Asiente con la cabeza.

—Hoy que se llegó el día sólo he recibido un "Feliz cumpleaños" con emojis de corazones y fiestas como respuesta a mi historia mostrando el regalo que me dio mi profesor de patinaje. Lo recibí antes de entrar. Y creo que entiendo, o al menos trato de hacerlo —se rasca la oreja y su labio se tuerce a un lado—, que Hyung tiene sus actividades del día y sus preocupaciones, pero me confundió su comportamiento, no esperaba algo extraordinario, pero sí algo diferente a lo que recibí —admite y bufa—. No pude evitar pensar en que tal vez mi comportamiento también puede repercutir en YoonGi Hyung.

SeoJun estudia el rostro de TaeHyung y logra divisar un tanto de preocupación.

—No olvido que algunas personas me han dicho que olvido a los demás y las peleas en las que me he metido por perder el interés, no quiero que pase eso con Hyung, ni que él se sienta así, porque sí es como me siento ahora se siente mal, muy mal. —El peli-café está hablando tan rápido que se queda sin aire. —Yo solo... creo que eso viene de mi nula experiencia por conocer lugares nuevos, ¿comprendes?

—Comprendo, solo quiero que tomes en cuenta lo siguiente: incluso para un neurotípico el comunicarse conlleva esfuerzo y tiempo, ¿bien? —Kim asiente y suspira a la vez que toma una nueva posición en el sofá en el que está sentado—. A su vez creo percibir que tu preocupación radica en que no te permites conocer lugares, porque no sabes cómo son, qué hay, con qué alimentos, personas y sonidos te vas a encontrar.

—Exacto. —TaeHyung interviene—. De hecho eso siempre sucede, cuando cambiamos de rutina o conocemos un lugar nuevo, siempre voy con los Hal-abeoji para sentirme seguro y conozco todo el lugar, cuando veo que todo está en orden se vuelve mi lugar habitual, hasta que llega otro, pero eso puede aburrir, o al menos eso dice Joshua.

—No aburre —Kim niega con la cabeza—, no sí se sabe que tú estás dispuesto a ir a todos los lugares a los que ya fuiste, no se hace un hábito asistir a ese lugar de manera permanente, se van integrando de a poco los nuevos lugares, pero poco a poco —enfatiza con su mano derecha—. ¿Comprendes?

—Eso creo.

—Habías tenido semanas sin tarea, pero llego el momento, ¿tienes dónde escribir?

—Sí —saca su libreta y su lapicero.

—Bien, la tarea de la semana es decirle al menos a una persona, pueden ser más —aclara—, que quieres ir a un lugar que no frecuentas, pero debes informarles a todo el propósito del ejercicio: que es para expandir tus horizontes. ¿De acuerdo?

TaeHyung asiente mientras escribe.

—De acuerdo, lo tengo.

—Perfecto.

—Bien, hemos terminado por hoy, pasa a recepción a pagar tu sesión. —Le tiende su hoja de pago.

—Está bien, nos vemos el martes, Doctor Kim.

—Hasta luego.

Tae sale de la habitación y se acerca a la recepción para pagar, tiene la hoja en sus manos y un escrito en la esquina inferior derecha logra leer un: Feliz cumpleaños, TaeHyung :).

Sonríe y luego no puede evitar comenzar a reír.

El Doctor Kim es genial.

.

.

.

—No entiendo por qué estamos aquí —informa TaeHyung, su tono de voz parece una queja, incluso bufa mientras HyungSik lo sujeta del antebrazo para subir por la colina.

—Hyung, ¿quieres dejar de ser tan quejumbroso y solo seguirnos?

Ante la pregunta de Joshua, TaeHyung decide guardar silencio y continuar ayudando a su abuelo a subir la colina que tiene vista al río. Llegan a la cima y observa que la banca que usualmente usan para sentarse y comer, está ocupada.

— ¡Sorpresa! —Grita el grupo de personas que están en la banca.

TaeHyung no comprende nada a primera instancia, tiene que enfocar mejor para percatarse de que son sus amigos y es YoonGi los que están ahí y han gritado eso. Comienza a sonar una canción animada y todos se acercan corriendo.

La sonrisa de YoonGi es grande y está corriendo entre el resto, cuando llega hasta él lo abraza y TaeHyung se siente tan bien. Envuelve la cintura de Hyung con sus brazos y lo apega a su cuerpo.

—Feliz cumpleaños, TaeTae —susurra solo para ambos.

—Quería verte, Hyung.

—Yo también —se separa y le sonríe.

—Creí que no les importaba mi cumpleaños —informa.

—TaeHyung... —llama NamJoon.

Sin haberse dado cuenta, las lágrimas comienzan a caer por las mejillas de Tae, está llorando. Yoongi es el primero que se acerca y limpia el rastro con sus manos.

—Oh... lo sentimos tanto Tae, queríamos que fuera sorpresa, creo que estábamos más nerviosos porque no nos descubrieras que olvidamos no levantar sospechas. —Explica Jimin acercándose a él también.

—Son unos tontos. —Escucha de Yang y como Joshua la regaña.

—Lo sentimos tanto, TaeTae, ¿nos perdonas?

—Está bien —asiente con la cabeza y se limpia las lágrimas restantes.

—Tenemos una noche genial preparada —Yang indica con una sonrisa.

—Asombrosa —toma la palabra JungKook, quien está sosteniendo los hombros de Jin-Ha.

—Vamos a pintar, escuchar música y cantar. —Enumera YoonGi, extiende su mano y le sonríe—, ¿te gusta la idea?

—Me gusta mucho. —Sujeta la mano y todos caminan hacia la banca.

La fiesta es muy divertida, llega un momento en el que la música es muy cansada para él así que se coloca los cascos y continúa pintando su cuadro con YoonGi a un lado. No habla mucho porque ya se sobre-estimulo, y todos parecen entender eso, por lo que solo le preguntan cosas mínimas como sí quiere tal color para su cuadro o él los solicita.

—Ya tengo que irme —YoonGi le dice y él logra percibir su voz, por lo que lo mira y en efecto el pálido lo está mirando.

Tae se apresura a colocar en su cuello los cascos y hacer frente a su Hyung.

— ¿Cómo dices, Hyung?

—Hoseok y NamJoon ya se van, y me iré con ellos. —Aclara con una suave sonrisa.

—Oh, está bien.

— ¿Me acompañas? —Ladea la cabeza.

—Está bien.

Ambos se ponen de pie y YoonGi niega llevar comida que llevaron a la cena, se despide de todos y le pide a Hoseok y a Nam que aguarden un momento. Toma a Tae de la mano y lo acerca a la banca un poco alejada de la otra, en la cual pusieron los regalos. YoonGi toma una caja pequeña del montón y se gira a TaeHyung tendiéndole la caja.

— ¿Para mí? —Cuestiona el menor de los dos.

YoonGi ríe y asiente con la cabeza.

—Regalo para el cumpleañero. —Aclara.

—Gracias, Hyung.

—Ábrelo, quiero que veas lo que es.

—De acuerdo.

TaeHyung comienza a desenvolver la caja, hasta llegar a esta que es color negro y observa que es una caja de la marca Samsung, el menor dirige su mirada a YoonGi y este le sonríe e incita con mayor emoción que lo abra.

La caja se abre con ayuda de sus manos y se encuentra con un par de audífonos, alza la mirada a YoonGi y el pelinegro le sonríe.

—Recordé que hace tiempo me dijiste que te gustaban tus cascos pero los demás no comprenden que es una herramienta para ti —indica YoonGi recordando, de pronto se ve un tanto tímido—, incluso recordé las veces que tienes que irte al baño de Don Pepe para autorregularte y no me gustó verte haciendo eso, así que investigue, y encontré estos audífonos, puedes escuchar música pero también tienen cancelación de sonidos y es muy buena, los probé antes de comprarlos y los apruebo —ríe—, espero que te gusten y te sirvan como tus cascos.

TaeHyung está mirando de manera fija a YoonGi y luego de un momento pasa de mirar a YoonGi y a los audífonos de manera sucesiva.

Yoongi se mantiene de pie, de pronto nervioso ¿fue buena idea? Quizá no, tal vez los cascos tienen a su vez un valor sentimental para TaeHyung, debió indagar más en eso antes de comprar los audífonos. Pero toda aquella inseguridad se va de su cuerpo cuando siente los brazos de Tae enrollarlo en un abrazo y acercarlo al cuerpo ajeno. Tae lo está abrazando y tiene su mentón apoyado en su hombro, él por su parte no se queda atrás y lo abraza de regreso.

—Gracias, Hyung, me encantan, los usaré siempre. —Promete en un susurro el menor.

El pálido sonríe y aprieta el agarre, no quiere soltarlo nunca.

De nuevo la palabra de hace unos días. Pasa saliva y sonríe.

—Te quiero, TaeHyung.

—Te quiero, Hyung.

Se separan y Tae le da un beso corto en los labios, que lo toma desprevenido pero lo hace tan feliz. Su corazón está cálido cuando mientras baja por la colina y vuelve hacia atrás se encuentra con TaeHyung mirando de manera anonadada los audífonos entre sus manos.

.

.

.

"—Y claro que hay recuerdos, debes tenerlos, estoy seguro de que tu papá creo momentos maravillosos contigo".

Cuando YoonGi regreso de la fiesta, acompaño a su madre a cenar, y luego ambos se pusieron a ver una película y cuando la terminaron se fueron a sus habitaciones, pero las palabras que dijo el Señor Choi en el cine no abandonaron a YoonGi aun cuando ya estaba acostado dispuesto a dormir.

Por lo que en medio de la noche encendió su lámpara en la mesita y se subió sobre la silla de su escritorio para alcanzar un álbum de fotos al fondo de la repisa de arriba del ropero de su cuarto.

Las lágrimas se escurren por su rostro, resbalan por sus mejillas y caen por su mentón hasta su playera, las yemas de sus dedos tocan con delicadeza las fotografías, temiendo que un toque brusco rompa los recuerdos.

Hay tantos momentos.

Tantos recuerdos buenos que tiene con su padre.

Mucho más de lo que le gustaría admitir.

Hoy es 2 de abril, día de la concienciación del autismo. 

Les prometo que siempre trato de que sean capítulos cortos ¡pero no lo logroooo! jsjsjsjs pero equis, somos chavos.

¡Este cap me gustó mucho! Fue sencillo de escribir y sentí tan bomnito todo. Ya quiero que lean todo lo que se viene, estamos tan cerca y a la vez tan lejos del final y de todo lo que se viene, que ay no. Espero estén ansiosos y muy satisfechos como yo. ¿Qué es lo que más esperas o no tienes expectativas jajaja?

¡Mucho TaeHyung para ustedes!

TINARIS YELLOW.

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