Vuelta a Empezar (Editando..)...

By Silvia15

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Fernanda es una joven que le encanta modelar los diseños de su madre, una gran diseñadora. Tiene una hermana... More

Prólogo
Cap.1 Nuevo refugiado en casa
Cap.2 Esto no era nada fácil
Cap.3 ¿Dulce pelea?
Cap.4 Cambio repentino por una pesadilla
Cap.5 Fuerte dolor
Cap.6 Preocuparse
Cap.7 Pensar en una persona no deseada
Cap.8 Noticias
Cap.9 Volver a casa
Cap.10 Recordar
Cap.11 Cambiar
Cap.12 Se fue, pero lo busco
Cap.13 El desfile
Cap.14 Pensamientos que no comprendía
Cap.15 ¿Segundas oportunidades?
Cap.16 Reconocer sentimientos
Cap.17 Por primera vez me había gustado
Cap.18 Me gusta mucho
Cap.19 Empezar a odiar
Cap.20 Noche perfecta de lo normal
Cap.21 Tratarnos mejor
RESUMEN DEL CAP.22
Cap.22 Dolor intenso
RESUMEN DEL CAP.23
Cap.23 Aguantar
Cap.24 Secuestro
Cap.25 Maldigo el día de mi estúpida elección
Cap.26 Paralizada por un beso
Cap.27 París
Cap.28 No estaba preparada
Cap.29 Problema resuelto
Cap.30 Aprender a callarme cuando toca
CONCURSO
Cap.32 Vuelta a empezar
RESUMEN cap.33
Cap.33 Nada de secretos y mentiras
Cap.34 Todo estaba cambiando
Cap.35 Hoy
Cap.36 Estaba harta de todo esto
RESUMEN Cap.37
Cap.37 ¿Detener la boda?
Resumen del Cap.38
Resumen Cap.38
Cap.38 El reencuentro
Horario de los últimos capítulos
Resumen del cap.39
Cap.39 Todo comenzaba a encajar
....
Minijuegoo
Resumen del cap.40
Cap.40 Pasará sin más
Epílogo
Extra
¡AVISO!
Aviso

Cap.31 Pensar estupideces

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By Silvia15

Cap.31 Pensar estupideces

Mery

Me golpeó y quedé inconsciente.

Fernanda

Seguía mudo sin pronunciar palabra. Le pedí mil veces que se largara, pero ni puto caso. Y perdón por hablar así, pero me estaba volviendo a cabrear.

-Es imposible.- dijo al fin.

Pensaba que se iba a ir, pero no. Se sentó el sofá. Y con la cara confundida, aun.

-Bueno, ya da igual si fuera o no imposible.- dije queriendo pasar de tema.

-¿Cómo que, que da igual?- se levantó de golpe y alzando la voz.

Le iba a decir de todo en ese instante, pero por lo buena persona que soy. Me voy a contener para no liarla.

-Da igual, porque ya no estoy embarazada.- dije lo más normal que pude.

-¿Cómo que no estas embarazada? Si me acabas de ....- no le dejé terminar lo que pensaba decir.

Ya no aguantaba esta sensación. Ya no aguantaba recordar esa parte de mi vida. Lo del embarazo improvisto por una noche loca con un chico que pensaba no volver a ver jamás. Pero por desgracia, el destino me hizo esto. Seguro que quiere que recapacite, que cambie y que vuelva a ser la chica buena. Pero no seré así. Seré como soy y punto.

-Estaba, pero aborté.- al escucharme se puso pálido. Eso si que no me lo esperaba.- ¿Estás bien?- dije al acercarme.

-¿Cómo has sido capaz de hacer eso?- dijo algo alterado.

-¿Qué pensabas? ¿Qué iba a ser madre tan joven y encima soltera? Y cuando se hiciera mayor y me preguntara por el padre le digo... << Hijo/a tu padre fue polvo de una noche, no lo volví a ver.>> Piensa un poco con esa cabecita que tienes antes de hablarme como lo estas haciendo desde que llegaste a MI casa.- dije señalando con el dedo su cabeza.

-A mi no me hables así.- dijo acercándose.

-No me das miedo. Pero estas en MI casa, metete eso en la cabeza también.- dije al poner una sonrisa victoriosa.

Se volvió a callar y se dirigió hacia la puerta.

Pensé que me iba a alegrar porque al fin se va. Pero me sentía fatal. Me había pasado bastante, le he tratado mal. Pero el tampoco se queda atrás.

-Espera, lo siento.- dije al seguirlo.- No quería decirte todo eso. Pero es que me pusiste de los nervios.- se dio la vuelta y me miró.- No tenías ningún derecho a venir y hablarme como lo hiciste. Eso me cabreó y por eso pasó todo esto. Perdón.

-¿Entonces no abortaste?

Por dios. ¿Solo le interesaba saber eso? Que imbécil de tío, en serio. Y yo que pensaba que podríamos a llegar a ser buenos amigos. Me equivocaba.

-Si aborté. Allí si que no me pasé. Te dije la verdad.- me miró raro.- Antes de mirarme así, ponte en mi lugar.

-Vale, perdón por ponerme así. Apenas nos conocemos y te digo todo eso. Lo siento. No volveré a aparecer por tu casa más. Y perdoname por dejarte embarazada, no quería causarte un problema como ese.

Se notaba muy disgustado y lamentado.

No pude ni decirle lo que pensaba, se fue.

Me quedé en la entrada de la sala de estar sin saber que hacer. Estaba bloqueada. Creo que era la primera vez que me pasaba esto. Hoy ha comenzado muy bien mi día. ¡Que digo! A comenzado de maravilla.

Pero para olvidarme de todo esto, me iba a dar un baño de espuma super relajante. Me sentiría mucho mejor. Porque sino, acabaría peleando con todo el mundo y más con el primero que se me cruce por delante, eso lo tenía más que claro.

Unos minutos después...

El baño fue de lo mejor. Al salir me puse ropa cómoda y pensaba salir a dar una vuelta. Estando en casa no me alegraba demasiado. Estaba nerviosa, sin saber que hacer, aburrida. Marcos no estaba y me pasaba todos los días con el, ahora era tan diferente todo. Ni tampoco logré hacer amigos aquí. Y los que hice la última vez que vine, perdí el contacto con ellos.

Cuando salí a pasear, pude observar gente de todas las edades por mi alrededor.

Algunos estaban felices con sus familiares, pero otros iban solos, marginados y tristes, como yo. Por lo menos no era la única.

Encontré una plaza cerca y decidí ir a sentarme un rato y mirar a la gente que pasaba. Así no me aburría.

Al principio miraba y miraba, pero seguía con mi aburrimiento, así que decidí llamar a Marcos para ver como le iba y cuando volvería. Le echaba de menos, no voy a mentir.

-Hola preciosa.- se escuchó decir.

-Hola.- un simple y único 'HOLA'.

-¿Qué te pasa?- ya se dio cuenta de mi insignificante 'hola'.

-Nada, estos días han sido muy raros sin ti.- pude escuchar como soltaba una carcajada por mi comentario, pero a mi no me hacia ni una pizca de gracia.

-Que raro escuchar eso de ti.- y volvió a soltar una carcajada y otra más.. Idiota que era, pensé.

-Ja, ja.. Hablo en serio, no se que hacer. Eras tu al que se le ocurrían planes para hacer. ¿Cuándo volverás?- parecía super necesitaba.

Mejor dicho, parecía que lo necesitaba demasiado. Pero no en el mal sentido, si no que quería tener a mi mejor amigo (que me quiere como algo más que una amiga, pero por lo menos ya no es como antes) conmigo. Y haciendome reír cada dos por tres.

-No lo se, pero creo que no será pronto.

¿QUÉ? ¿Fue lo que acababa de oír? Dijo que no será pronto.

-¿Qué quieres decir?- podía notar como echaba humos por mi cara.

-Mi abuelo esta bastante enfermo Fer, no sé si me podré irme todavía. Mi madre me necesita aquí para ayudarla con todo esto. No le es para nada fácil ver a su padre enfermo.- vale, tenía razón. Debía de estar con su familia.

-Pues ojala se recupere así puedas volver.

-Hasta entonces intenta quedar con Paul. El seguro que se hará tu amigo.- no era mala idea.- Te iba a decir que llamases también a Ian, pero el no es muy buena influencia para ti.- eso no lo entendía.

-¿Cómo?- quise saber un poco más del tema.

-Es un mujeriego, se acuesta con todas. Y solo puede ser amigo de chicos, no es buena influencia ser amigo de una chica. Y como soy 'tu papá' como dices tu, pues prefiero que quedes con Paul.

-Si tu lo dices.- dije al rodear los ojos.

-Te paso su número por mensaje, y ya hablamos. Adiós preciosa.- y colgó.

Me quedé otra vez en mi mundo.

No quería seguir en esa plaza, así que me decidí por irme ya a casa. Tendría que pensar algunas cosas que me acaban de venir en la cabeza. Como siempre. Perdida en mis pensamientos. Y hasta llegar a mi apartamento seguía pensando en todo lo que me rondaba. Hasta que...

-Auch!- dije al tocar mi hombro, que me hice daño con alguien. Porque chocamos.

Al levantar la vista me encontré con unos ojos azules, que no habría podido olvidar. Era él. Era Paul. Y a esto si que se le llama casualidad.

-Fer, hola. Que bueno verte. Justo acabo de terminar de hablar con Marcos.- dijo sonriendome.

Yo también le sonreí como algo nerviosa. Y dejé de tocarme el hombro. No sé porque, pero me sentía bastante rara.

La otra noche no hablé casi nada con el. Pero ahora tenerlo frente mi y escucharlo hablar conmigo, era diferente. Algo estaba pasando conmigo. Y espero que no sea lo que estaba pensando en estos momentos. Porque entonces, ya me pasé.

-Hola. Yo también hablé con el.- ahora ya no seguía tan nerviosa. Me estaba relajando poco a poco, eso era bueno.

-Bueno pues si quieres damos una vuelta si te apetece.- seguía sonriendome.

Entonces sus ojos no eran lo único que me gustaba de el. Su sonrisa también era perfecta. Era bastante guapo, creo que más que la otra noche. Y en estos momentos me estaba pasando.

-Me gustaría, pero ya me iba a casa. Si quieres mañana hablamos.- era lo mejor.

No podría estar con el ahora. Iba a cometer alguna locura. Eso lo tengo asumido.

-Como quieras, Marcos me dijo que te pasó mi número y yo ya tengo el tuyo.- y que linda voz tenía...- Mañana te llamaré.- era una voz tan dulce, tierna...- ¿Estás bien?

Mierda.

Otra vez pensando tonterías y sin darme cuenta de lo que me estaba hablando y que encima estaba babeando.

-Si, perdón. Es que estaba pensando en una cosa.- dije al poner una sonrisa falsa.

-Vale.- rió. ¿Quieres que te acompañe?- dijo al pasar de tema.

-No, gracias. No tienes porque molestarte.- antes de darme la vuelta e irme.- Adiós.- y me fui.

Cuando ya estaba algo lejos, di un suspiro.

¿En que estaba pensando? O mejor dicho ¿en que me estoy metiendo? No se porque, pero juntarme con Paul me da muy mala espina. Tengo miedo. Y no en mal sentido de que me puede hacer daño, matarme por la noche si sabe donde vivo, secuestrarme como lo hizo Mer con ayuda de Kevin, descuartizarme, llevarme a un descampado y violarme y yo por más que chille y pida ayuda, nadie habrá por allí. O... ahogarme en mi propio baño, meterme un cuchillo por mi estómago...

¿Pero que?

¿Cómo he podido pensar todo eso? Que paranoias las mías, por dios.

Creo que sirvo para inventar películas de miedo. Podría conseguir un buen trabajo haciendo eso, pero no me interesa en absoluto.

Y al darme cuenta, ya había llegado.

Metí la llave y abrí la puerta. Fui a mi habitación y me cambié de ropa. Me puse algo más cómodo para ir por casa. Luego me eché en el sofá, crucé mis manos y miré el techo. Tendría que arreglar algunas cosas que rondan por mi cabeza.

Edu

Después del cine, nos dirigíamos a la casa de Laura. Nos íbamos a quedar a cenar allí. Para recordar viejos tiempos. No era mi decisión, pero dos mujeres contra un hombre. Pues tenía que cumplir.

-Edu, ¿no piensas confiar en mi?- habló Andrea por el camino.

-Yo confío en ti.- dije con una sonrisa.

-Si confiaras, me lo contarías.- otra vez con el mismo tema.

Ya no sabía que escusa inventar para pasar a hablar de otra cosa. Pero siempre termina volviendo con lo de que me pasaba. Y que le contara lo sucedido por estar muchas de las veces metido en mis pensamientos.

Pero sabía que si lo hacia, la cagaba. Iba a sufrir, y yo no quería eso.

-No quiero verte triste y mal.- espero que ya cambie de parecer.

-Tu no puedes decidir eso. Puede que me ponga triste y eso, pero con tal de verte feliz. Yo también lo estoy. Por eso quiero saberlo, para ayudarte. Porque no estas feliz, y eso si que me pone.- dijo.

Al mirarla vi como le caía una lágrima de los ojos. No me lo pensé ni dos veces y se la limpié con mi pulgar.

-Vale, te contaré.- nos sentamos en un banco cerca de la casa de Laura y le conté todo, desde el comienzo hasta el final.

Ella escuchaba con atención todo. Pero estaba arriesgando. Porque no se como se lo estará tomando todo esto. Seguro que se quiere morir, porque desea que vuelva con ella. Pero no puedo hacer eso, ya es imposible.

He cambiado tanto. No lo puedo creer.

-Ella te quiere. No lo dudes nunca.- dijo con una sonrisa triste.

Se puso mal, tal y como lo sabía. Pero no se puso ni a llorar ni nada. Eso lo agradecía.

-No estoy muy seguro de ello. No me ha llamado desde que se fue.

Si Andrea tuviera razón, entonces Fernanda me hubiera llamado para ver como iba todo. Pero ya veo que se fue para olvidarme. Era raro todo, porque me acostumbraba a verla todos los días, a discutir... Pero ya no era lo mismo. Todo cambió en un abrir y cerrar de ojos.

-Necesita tiempo.- no le hacia mucho caso. Pero bueno.

Llegamos a la casa de Laura al fin y se alegró bastante al vernos.

Fernanda

Tenía que decidir algunas cosas.

Estuve pensando si volver un fin de semana a España. Ya que echaba de menos a mi madre y mi hermana. Y a la vez me vendría bien pasar esos dos días con ellas. Pero luego recordaba que Edu también estaba. Entonces no me sirve.

Tengo que seguir aquí.

No estoy para volverlo a ver todavía. Por más que quisiera, no podía ser. Si vine aquí era para lograr olvidarlo. Aunque por ahora no me ha funcionado. Pero debía seguir intentándolo. Se que un día de estos, el será el pasado.

Al día siguiente...

Tal y como me dijo Paul ayer, hoy me llamó. Íbamos a ir a desayunar a algún lugar. Así que iba a pasar a recogerme. Para mi es algo incómodo. Pero me convenció.

Tocaron a la puerta, seguro que era el. Por suerte ya estaba lista y no tendría que hacerlo esperar para terminar de arreglarme.

-¡Hola!- saludó, luego pude ver como me observaba de arriba a abajo.

Y ahora volví a recordar todo lo que pensé ayer. Mis paranoias. ¿Os acordáis?

-Hola.- dije al poner una sonrisa.

Como ya estaba lista, solo cogí las llaves y cerré la puerta. Luego lo seguí.

-¿Dónde me vas a llevar?- pregunté al fin y al subir a su coche.

-A un lugar que te va a encantar.- seguía con su sonrisa perfecta.

Y la verdad que no me daba cuenta por donde íbamos, porque estaba pendiente de como miraba la carretera. En el coche había un silencio incómodo, solo se podía escuchar la música que ponían de la radio, ya está. Ninguno de los dos se limitaba a hablar.

Luego sentí que el coche se paró. Nos bajamos y entramos en un bar, estaba lleno de gente. No me gustó tanto como el me dijo.

Nos sentamos en una mesa de dos y pedimos algo para desayunar y beber.

-¿Te gusta?- preguntó al quedarse mirandome.

-No está mal.- mentí, al ponerme a mirar alrededor. Esperaba que no se diera cuenta.

-Creo que nos haremos muy buenos amigos. Marcos me habló mucho de ti ¿sabes?- me lo imaginaba.

Hasta Ian había escuchado de mi y encima sabía que a Marcos le interesaba.

-¿Tienes novio, Fer?- esa pregunta me impactó.

No me lo esperaba. Para nada me esperaba que un chico, como él, amigo de mi mejor amigo que siente cosas por mi, me preguntara algo parecido. Y encima después de decir que nos haremos buenos amigos. Aquí había gato encerrado.

Mery

Estaba en una habitación encerrada. Cuando abrí los ojos quería levantarme y saber que todo esto fue una pesadilla. Pero por lo visto no lo era. Kevin cumplió su amenaza. Me hará lo mismo que le hizo a Fernanda.

Tendría que pensar en algo, ya.

Y aquí lo teneis el capii!!! jejje espero q os gustee.. Bueno os quería decir algunas cositas.. Empiezo,, he pensado en hacer un CAPITULO EXTRA para explicar como comencé con la historia, como me venían las ideas, como continuará más o menos... DECIRME QUE OS PARECE, POR FAVOR. Es para saber si quereis y así comienzo a hacerlo... Tambien os quería decir que quedan pocos capitulos, ns cuantos en concreto.. ya os informaré a medida que vaya subiendo los capitulos o por mensajes de mi perfil! Tambien daros las gracias por los votos y comentariosss y por último subí el resumen de dos nuevas historias, pasaros a leerlas a ver que os parecen,, pronto comenzaré a subir capitulos!! UN BESTIOO Y GRACIAS!! :))

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