Subastada al mejor postor

By SarahiSalinas_

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[Contenido +18 y +21] Desde recién nacidas somos arrancadas de los brazos de nuestras madres o algunas son de... More

Sinopsis
Personajes principales
1. Origen
2. Dulces dieciocho años
3. Llego el día
4. La subasta
5. Los Friedrich, una nueva vida
6. Jayden Friedrich
7. Beso
8. Secretos y una perforación
9. Un rubio de ojos grises
10. Boda a medias
11. Luna de miel o hiel
12. Eso que huelo ¿acaso son celos?
13. Locuras que llevan nuestro nombre
14. Te llevaré a las estrellas y al mismo tiempo al infierno a sentir las llamas
15. Lo que pasa en las Vegas, se queda en las Vegas
16. La correcta
17. Después de todo el pasado regresa
18. Decisiones
19. ¿Soy una Klein?
20. La libertad que merece
21. Nueva integrante
23. El tiempo lo sana todo ¿O no?
24. Solo piel
25. ¡Quiero un papá!
26. Reencuentro inesperado
27. Volverte a ver
28. Hablar, solo quiero hablar
29. Antes de lo esperado
30. La verdad
31. Un paso a la vez
32. ¿Aún queda una segunda oportunidad?
33. Escándalo
34. Unas cuantas verdades
35. Bésame hasta que me harte
36. Dilema
37. Aguarda, aún falta algo...
38. La venganza se sirve en un platillo frío
Epílogo

22. Divorcio

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By SarahiSalinas_

Al dar luz a un bebé no es fácil, te deja molida sin ganas de mover ningún músculo de tu cuerpo.

Se han llevado a mi bebé a la incubadora, necesitan mantenerla en cuidados y ver si no nació malita. Solo pido que sea fuerte, y que no tenga absolutamente nada. Se con certeza que nació de ocho meses y puede traerle complicaciones.

Mi madre me ha dicho que descanse un poco, que duerma mientras pueda. También me ha avisado que Alec ya viene en camino.

Intento dormir, cierro los ojos y en nada me quedo dormida.

Puedo sentir unos pasos y unos murmullos a lo lejos.
La luz es cegadora así que abro de poco a poco los ojos hasta acostumbrarme.

—Ya has despertado Elaine —es mi mamá la que se encuentra aquí.

—Si, creo que ya descanse un poco —aún así sigue un poco el cansancio.

—De ahora en adelante ya no te quedará tanto tiempo para descansar —se a lo que se refiere—. Bueno me he hecho ideas ya y aún no se que vas hacer.

—Acerca de eso. Ya tengo mi respuesta —lo hice desde que tuve aquel sueño—. La voy a cuidar, me voy hacer cargo de ella. Cuando la sostuve tuve tantas ganas de aferrarme a ella y no soltarla, de protegerla de cualquier mal; así que me la voy a quedar y trataré de ser una buena mamá.

—Lo vas hacer hija, serás una buena madre. Te ayudare en lo que necesites —se acerca a mi, se sienta en el borde de la cama.

—¿Dónde está papá?

—Afuera, está ansioso por verte.

—Dile que pase, ¿sabes cómo está la niña?

—Ella está bien, tu padre la ha visto de lejos muere de ganas por sostenerla —yo también quiero verla—. Iré a decirle que venga.

Suspiro cansada, quiero ver a mi bebé.

—¿Cómo te sientes ma princesse?

Un poco cansada pero de ahí no paso —solo es por el parto—, yo creo que ya no seré una princesse —lo pronunció tratando de sonar un perfecto francés— Eileen acapara ese título.

—No importa, siempre serás mi princesa —se sienta a mi lado—, lo serás siempre.

Entra la enfermera que sostiene en sus brazos a mi bebé.

—Buenos días mami primeriza —saluda tan alegre—. Traigo a una hermosa bebé para que coma.

Me da a mi hija, la tomo en los brazos. Es tan tranquila.

Bajo la manga de la bata. Al inicio siento el tirón de la succión de mi pecho, con un poco de dolor que es pasajero no me quejo.

Es raro sentir la succión, puedo acostumbrarme.

Come mientras mantiene esos ojitos cerrados, en un momento suelta mi pecho. Se ha quedado dormida.

—Es un soleil —lo digo por sus cabellos rubios casi dorados.

—Será el soleil de la familia —afirma papá—. Será una niña muy amada, la amaremos como te amamos a ti y a tu hermano —aprieta mi mano.

—Me ha contado tu madre con lo que has decidido —sonríe—. Estaremos para cualquier cosa apoyándote en lo que necesites, no lo olvides.

Antes de poder contestar le suena el teléfono, lo saca de su pantalón.

—Es Alec, iré a contestar —sale de la habitación.

Saliendo veo como la doctora que me ha atendido estos últimos meses entra.

—Dentro de una hora te daré el alta y podrás ir a casa a descansar y empezar a cuidar de tu bebé —me hace saber—, los resultados han salido bien acerca de tu hija, no veo ninguna complicación. Aún así, cualquier cosa o inconveniente acude aquí.

Mamá hace de nuevo su aparición con una maleta en su mano.

—Traigo tu ropa, y aquí están las cosas de la niña que trajimos —me deja la bolsa a un lado.

—Puedas sostenerla mientras me visto —se la tiendo.

—Ve, yo me encargo.

Me pongo un conjunto de un pantalón de tela con una sudadera muy cómoda. Salimos de la habitación para ir directo al coche de mi padre quién ya nos espera en el estacionamiento.

—Alec viene ya en camino —comenta a las dos.

Llegamos a casa, subo los escalones con mi hija en brazos. Me encierro en la habitación, quiero dormir poco mientras ella sigue en sus sueño.

Me tumbó en mi cama que siento un alivio. Cierro los ojos y no tardo nada en caer dormida.

Toc, toc, toc.

Alguien toca la puerta, el sonido hace que me despierte. Antes de ir abrir mi vista viaja a la cuna donde descansa Eileen, sigue dormida mi niña.

Giro el pomo de la puerta, del otro lado se encuentra Alec.

—Ya has regresado.

—Lo he hecho —entra a la habitación—. Mamá me marco anoche diciendo que ya nació mi sobrina.

—Así es, se adelantó todo salió bien.

—Y con que una niña —veo la alegría en su cara—. Lo sabía, quiero verla.

—Ven a verla —se acerca a la cuna.

—Es tan hermosa y perfecta —la ve con tanto cariño—. ¿Le has puesto como el nombre que buscamos?

—Claro que lo hice, le queda tan bien.

—Ya lo veo —acaricia sus manitas.

—¿Dónde está?

—Abajo en la sala —lo dice sin apartar la mirada de su sobrina—. No le he dicho que eres mi hermana y que e ido por ella a petición tuya.

—Iré a verla —me preparo para verla de nuevo—. Te encargo —le hago seña al bulto que descansa tan cómoda.

—Si, ve

—Cualquier cosa llévala a mi —añado.

Se queda ahí cuidándola. Será un excelente tío.

Bajo con cuidado cada peldaño, me voy directo a la sala.

Esta sentada en uno de los sofás, tiene su mirada gacha su cabello negro cuelga por los dos lados de su perfil.

—Riley —alza muy rápido la mirada.

—Elaine —susurra sin poder creerlo.

Veo aquellos ojos verde esmeralda que hace que tenga una facciones de muñeca junto con su perfil tan delicado.

Corre a mi a abrazarme.

—Eres tú —la abrazo por igual—. No puedo creer que te vea de nuevo.

—Lo dijimos, aquí estamos de nuevo juntas —sus ojos quieren llorar.

—¿Qué haces aquí?

—Está es mi casa —agrego.

—¿Cómo es que he terminado aquí?

—Madame Ricci vino hace unos meses atrás, le pedí que no te subastara —le cuento—. Me dijo que fuera a la subasta para adquirirte.

—Pero no fuiste, fue un chico de cabello extremadamente rubio, casi al tuyo —rio al saber que se refiere a mi hermano.

—Es mi hermano

Su cara es de asombro.

—Es mi hermano de sangre, encontré a mi familia de sangre Riley —aclaro.

—¿Me lo dices en serio?

—Si, todo inicio cuándo...

De ahí le empiezo a narrar todo lo que sucedió en un año. Le cuento quién me compro y que esa persona lo hacía con un solo fin; casarme con su hijo.

Le digo que me case, que me enamoré de Jayden y que él esta enamorada de otra; que Alec era su mejor amigo.

Que hui de ahí para empezar de nuevo ya que su ex pareja regreso. Que ella ganó y que yo tuve que hacerme a un lado.

—Todo fue una locura de tu vida en un año —sigue procesado la información que le acabo de dar.

Unos pasos se escuchan detrás de nosotras. Volteo a ver a Alec con una bebé que llora en sus brazos.

—Al parecer ya le dio hambre —me la ofrece.

—¿Es tu hija? —la pregunta viene de Riley.

—Lo es, está madrugada nació —afirmo.

—¿Es del hombre del que me hablaste?

—De Jayden —trato de no recordar.

Mi hermano nos observa y decido presentarlos seguro que él no lo ha hecho.

—Riley, este es mi hermano Alec —señalo al chico que está a mi lado—, Alec ella es Riley mi mejor amiga.

—Un gusto, oficialmente sabes mi nombre —observa mucho a mi amiga.

—Gracias por sacarme de ahí, te quiero mucho.

—Yo también te quiero eres como una hermana para mí.

—No seremos de sangre pero de corazón si —agrega ella.

Mi hermano solo es un espectador que no aparta la mirada de las dos, en especial en Riley.

¿Quién no lo haría?, la chica es guapa.

—Tu hija es tan hermosa, como tú Elaine.

—Los genes de esta familia son puro atractivo —alaba Alec—. Mírame que soy un bombón andante.

Me hecho a reír a las ocurrencias de él.

A Riley se le tiñen las mejillas de lo apenada que está.

Tomo su mano para hacerle saber que no está sola, que no lo estará en adelante. Juntas las dos, como siempre.

—He mandado a preparar una habitación para ti, serás parte de mi familia de ahora en adelante —la sostengo con una mano.

—Gracias Elaine

—No hay de que. Merecemos disfrutar del mundo sin ataduras y crear una vida nueva —busco su mirada.

—Bueno chicas, yo me voy yendo las dejo tengo trabajo que hacer —se va alejando—. Y bienvenida Riley.

Veo la mirada tímida de mi amiga.

—Me pone de los nervios tu hermano —es sincera.

—Es un dulce Alec, es tan cariñoso.

—Quiero ayudar en algo en lo que sea, no me gusta la idea de no hacer nada —aclara segura.

—Por el momento instálate y después buscamos algo además aún no te presento a mis padres, vamos te los presentaré —hago una seña para que me siga.

Me dirijo al jardín donde seguro podrían estar. Los veo sentados en la mesa del jardín.

—Mamá, papá —llamo su atención—. Quiero presentarles a Riley —muestro su figura—; Riley ellos son mis padres Irina y Zarik Klein.

—Un gusto y gracias por recibirme en su casa. Gracias por todo.

—Lo haría de todo corazón, bienvenida a la casa Klein siéntete en casa y en familia —mi papá es tan noble y amable con todos.

Ahora ya se de dónde vienen todas las actitudes de Alec.

Mi papá sostiene a Eileen en sus brazos. La mece para que no se despierte.

—Tiene tu cabello Irina.

—Tiene todo lo de un Klein —agrega mamá—. Será todo un angelito.

Años más después supe que solo tenía la apariencia de un angelito.

—Hija, no quiero presionarte pero es momento que haga saber que tengo a mi hija a mi lado —declara—. La próxima semana estaremos anunciando a toda la sociedad que encontré a mi hija.

La noticia me cae como agua fría. Se lo que significa, focos de atención en mi, en la familia y que probablemente llegue a muchos lados la noticia, he visto lo grande que es papá con su empresa.
Lo que más temo es que Jayden lo sepa y venga.

—Antes de hacer esto, el abogado me hizo saber que ya están listos los papeles del divorcio mañana se va a pasar por aquí para que los firmes y se los hará llegar a Jayden —es hora de seguir.

—Esta bien

—¿Estás segura hija?, es lo que quieres —es mamá quién pregunta.

—Lo estoy mamá, quiero avanzar. Lo necesito.

—He pensado mucho lo que dijo tu hermano si quieres unirte a nosotros en la empresa serás muy bien bienvenida. Me encanta la idea de Alec, de que entres como imagen para la empresa. Serías un excelente modelo —comenta.

—Si, me gusta y creo que lo aceptare quiero hacer algo con mi vida. Quiero aprender de todo, quiero mejorar —afirmo—. Lo haré.

—Riley también quiere hacer algo, no le gusta la idea de estar sin hacer nada —vuelvo hablar, mi amigo ha permanecido en silencio a mi lado.

—Encontraremos algo para ella a menos que también quería unirse al modelaje —la observa papá.

—Es muy bonita, tiene cara de muñeca —mamá habla alabando la belleza de Riley—, eres una niña muy hermosa.

—Gracias —veo como se le tiñen las mejillas—.

Ya ha habido mucho. No debo de estancarme, haré mi vida útil.

Mi divorcio está casi listo. Ya no habrá lazo que me una a Jayden.

Mi hija, es mía, solo mía.

Que si no le di la oportunidad de ser padre también. Seré egoísta, él también lo fue. Queriendo a otra mujer y me tenía a su lado, solo me lastimó.

Si no me quiso a mi puede que tampoco me aceptará embarazada. No lo iba a atar con un bebé en camino, no soy así.

Así no es el amor, no ata y no asfixia es libre.

Las horas que restan para pasar el siguiente día no se sienten, la noche llega, duermo poco. Eileen se despierta unas cuantas veces en la noche para pedir de comer.
La tomo, la meso, beso su frente.

La última vez que despierta falta una hora para que se cuele la luz por los ventanales. Vuelvo a dormir poco.

Me remuevo en la cama. Abro los ojos, ya es de día. Me levanto y hago mi rutina mañanera, tomo un baño, me aseo.

Le doy una mirada a mi hija quien sigue dormida, seguro no tardará en despertar.

Al salir del baño, empieza a dar un llanto desesperado. Me acercó lo más rápido. No tardó en tomarla en mis brazos. Le doy de comer, mientras lo hago me fijo si está limpia de su pañal, me doy cuenta que está sucio, la cambio para que se sienta más cómoda.

La llevo en brazos mientras bajo a desayunar.
Al llegar al comedor ya están todos aquí, me he dormido de más.

—Buenos días familia

Me contestan sonriendo.

—¿Qué tal la primera noche?

—Bien, no me quejo creo que por el momento —rio—, me gusta sostenerla.

—Hare que alguien traiga la mecedora para que no tengas que sostenerla mientras comes —habla papá.

Minutos después la traen y la coloco ahí mientras yo desayuno.

Hoy vendrá el abogado para la firma. Justo cuando estoy pensando en eso me llama mi madre para decirme que ya ha llegado.

Estamos en el despacho de papá, el abogado está sentado en unos de los sofás de aquí adentro.

—Aquí están los documentos que debe de firmar, solo será eso. No se pide nada a cambio solo el divorcio su padre me lo ordeno para que fuera más fácil el divorcio —me hace saber.

—Hija, no necesitas nada de los Friedrich mucho menos su dinero —tiene razón.

—¿Dónde firmo?

—Aquí —señala, me ofrece el lapicero.

Lo sostengo en mi mano y por un instante lo pienso muy bien. Veo las letras, no las leo solo las veo.

No dudes, solo hazlo y acaba con esto.

Esa soy yo animándome hacer lo que creo que es correcto para mí.

Y sin más firmo, lo hago. De ahí ya no hay vuelta atrás.
Solo falta la firma de él y ya no quedará nada.

Mantengo mi miedo y tristeza con ganas de llorar por un lado, me duele hasta donde hemos llegado por un momento me hice la ilusión de estar siempre a su lado.

—Esta tarde vuelo para Washington —indica el abogado—. Que tengan buen día.

Puedo ver cómo papá lo despide.

Si en un futuro tengo la oportunidad de volver a enamorarme lo haré. Una segunda oportunidad para el amor.

°•✮•°

Jayden Friedrich


Estos meses han sido lo peor parte de mi vida. Me visto atascado en un bucle de tristeza y coraje.

Extrañar a una mujer, estar colado por ella hasta los huesos como para dejar a un lado mi vida.

He abandonado todo por durante meses, me siento miserable como para seguir.

He vaciado la mayoría de las gavetas de mis bebidas alcohólicas, me arrastró como un zombie por toda mi casa.

La ausencia se siente por todos lados, me acostumbre a verla todos los días, sentirla.

Me he hundido en mi propio hoyo. La barba me ha crecido que no me he desecho de ella, es tanto la desgana que me he descuidado por completo.

Ahora solo hay una sombra del hombre que era antes.

Ha dejado mi mundo patas para arriba.

¿Dónde estarás Elaine?

—Jayden debes de asearte, mírate ¿dónde está el hombre de antes? —es Erick dándome otra de sus regañadas.

—No lo se, se fue con la mujer que me abandono y dejo a esta miseria andante —contesto cortante—. No te metas más, se lo que hago con mi vida.

—Pues al parecer no eres muy consiente de ello. Llevas meses metido aquí, bebiendo sin parar, este no es Jayden el que conozco. Esto que ahora está aquí enfrente mío es un total desconocido —vale eso no me lo había dicho—. Necesitas volver a tu rutina antes de que todo se te venga encima y acabes entre los escombros.

—Mi vida ya se me vino encima, no lo ves —hago señal de todo lo que hay a mi alrededor—. Ella se fue, me dejó, la cagué y me abandono. Ya estoy entre los escombros.

—Sal de ahí y regresa al mundo y enfrenta tus mierdas. Ya pasaste mucho lamentándote por toda la casa es hora de que salgas —me reclama—. Se hombre y hazlo, el duelo paso.

—No lo entiendes —subo las escaleras.

—Tal vez no lo haga; pero necesitas ese empujón para que regreses a la realidad. Te lo estoy dando para que no hagas más miserable tu vida —veo la preocupación en sus ojos.

Caigo en cuenta que es el único que se ha preocupado en verdad por mi. Mi padre no ha venido ni una sola vez a verme.

Nuestra relación no es la mejor, nunca lo fue.

Mi madre está al otro lado del mundo, no quiero correr a ella y que vea lo mierda que estoy. Ella no creo a esta basura.

Me hará bien verla, visitarla. Necesito tal vez un consejo de mi mamá, no me hará daño pasar una temporada con ella después de todo la extraño.

—Gracias por hacerlo saber. Estos últimos meses he estado sumido en mi miseria y debo de salir de ahí —lo admito en voz alta.

—Solo quería hacerte ver la realidad, haz lo demás por tu cuenta —agrega—. Tu padre ha llamado quiere que te presentes hoy en la empresa.

Un dolor de culo.

—¿Ahora que quiere?, no se cansa de joder mi vida.

—No lo se, dijo que es muy importante así que fueras lo más rápido que puedas —me hace saber.

—Iré después de que me bañe y todo lo demás —subo directo a mi habitación.

Me baño, me quitó la barba quedando como antes. Me cambio por uno de mis trajes.

Me subo a mi coche para ir a la empresa y saber que diablos quiere Joshua.

Subo lo más rápido posible a la oficina de mi padre. Hace meses que no me paro por aquí. Abro la puerta sin ni siquiera tocar.

—Vaya hasta que apareces, llevas meses sin venir —me mira con enojo.

—Eso a ti que —respondo con sequedad—. Siempre te he dado igual, dudo que te haya preocupado.

—Eso no es el asunto, hay uno muy importante que atender.

—Dilo de una vez para poder largarme de nuevo —grazno.

—Le han hecho llegar esto al abogado —me da una carpeta.

—¿Qué es?

—El divorcio entre Elaine y tú —lo dice como si nada.

—Estás de coña, yo no me voy a divorciar de mi esposa. No haré lo que tú quieras —advierto de una vez.

—No he sido yo él que ha hecho eso, ya lo tenía planeado pero se me han adelantado —prosigue—. La notificación llegó está mañana.

Me quedo quieto sin poder creer lo que ha dicho mi padre.

—¿Quién la ha enviado?

—Tu quién crees, Elaine ha solicitado el divorcio.

No puedo creerlo.

—No te creo, estás mintiendo está es una de tus otras mentiras para que caiga —agrego seguro.

—Míralo por ti mismo —me tira la carpeta.

La abro para verificar lo que dice. Busco con la mirada.

Es verdad, ahí está el nombre de Elaine pero al lado suyo no está Friedrich.

¿Como ocurrió eso?

En vez del mío está uno singular que he visto y he escuchado muchas veces.

«Elaine Klein»

Que posibilidades hay de que lo que estoy pensando en este mismo momento sea verdad. No tengo un porcentaje seguro.

Trago saliva, ignoro lo demás.

No quiero, no lo voy hacer. Es mi esposa y así seguirá por mucho tiempo más.

—No firmaré, que le hagan como puedan pero ahí no irá mi firma —lo digo firme.

—Vas a firmar y acabar de una vez por todas con esto. El contrato acabo y este ridículo matrimonio también tiene que acabar —demanda alzando la voz autoritaria que ha tenido siempre.

—No

—Entiéndelo de una vez, ya no te quiere

—Tu me obligaste a casarme con ella y ahora quieres que me divorcie, no lo haré es mi última palabra.

—Perfecto haz lo que quieras, te daré tiempo para que proceses que esto que hago es lo correcto —lo dice con paciencia—. Jayden, yo logro lo que quiero es cuestión de tiempo.

Salgo de la empresa para dirigirme de nuevo a mi casa.

No lo haré, no le daré el divorcio ella es mi esposa y yo soy su esposo, así tiene que seguir por muchos años más.

Cierro la puerta de mi auto con un sonido fuerte y sordo. Me encamino a mi habitación todo enfurecido.

Todo se está jodiendo cada vez más. Me revuelvo el cabello desesperado.

No aguanto las ganas de saber dónde está, ir a buscarla.

—Dame una señal, ¿dónde carajos estás? —me siento en la cama.

Levanto la vista, me veo en el espejo que tengo en el tocador de enfrente. Hay unas terribles ojeras debajo de mis ojos por la falta de sueño.

No soporto verme. Me levanto y tiro todo lo que hay ahí. Agarró una estatua que está de adorno a un lado y le pego al espejo sin dudarlo los pedazos caen al suelo.

Grito de enojo, de impotencia sin saber que hacer.

—¿Qué estás haciendo Jayden? —es Erick.

—Nada, quiero estar solo déjame en paz —no volteo a verlo.

—Has gritado, has roto el espejo, esto está hecho un desastre ¿qué ocurre? —se acerca a mi pisando los pedazos de vidrios.

—Me ha enviado la solicitud del divorcio —digo incrédulo sin creérmelo—. Ya no me quiere, seguro por eso se fue. No entiendo cómo lo consiguió.

Busco alguna solución en mi cabeza para que no ocurra tal cosa. Me rehusó a todo lo que quiere.

—Tranquilo Jayden tal vez y sea lo mejor para los dos, soltar, dejar pasar el tiempo y no se, en un futuro quizá exista la posibilidad de volver a encontrarse —giro mi cara para ver qué clase de estupidez está soltando.

—No, no quiero. Acaso no sabes que el matrimonio es hasta que la muerte los separe, así tiene que ser —hablo cortante.

—Te recuerdo que tú papá te caso a la fuerza, tu no querías ésto —me rebate con un poco de razón—, son las consecuencias de lo hecho.

—Yo me enamoré de Elaine, lo hice y lo jodí todo.

—Te diste cuenta demasiado tarde, necesitas sanar y volver a avanzar —me anima—, no te estanques.

—Déjame solo, por ahora mis pensamientos no logro ponerlos en orden —todo es abrumador en estos instantes.

«Necesitas sanar y volver a avanzar, no te estanques»

Esas palabras se repiten en mi mente una y otra vez sin poder darle un significado, no quiero darle nada eso significa que hay una razón.

Me siento en una esquina del cuarto, desde donde estoy puedo ver el desastre que he causado en tan solo minutos.

¿Acaso ya no siente nada por mi, como para pedir el divorcio?

Yo siento todo por ella, si tan solo hubiera tenido mis sentimientos claros antes de que todo se fuera a la mierda, nada de esto estaría pasando.

La palabra «divorcio» retumba en mi cabeza sin callarse y olvidar, en todos lados puedo ver en letras neón tal palabra.

Dejaré pasar la orden del divorcio, lo olvidaré y quizá ella también lo olvide.

°•✮•°

Ha pasado una semana desde que llegó la hoja de mi divorcio y la he hecho a un lado como si nunca la hubiera visto, que tan equivocado estoy por qué está última semana no he podido sacarla de mi cabeza.

En mis sueños aparece Elaine y allí, solo allí puedo ver lo felices que somos.

Hubo uno de mis sueños donde vi que incluso la vi embarazada, tantas son mis ganas de estar con ella que la soñé sosteniendo un bebé mientras yo la observaba desde la puerta del dormitorio. Cuándo me acerque pude ver qué era una niña tan hermosa y perfecta como ella.

¿Será sola una ilusión de lo que no pudimos ser?

Nada me hace olvidarla, creo que nunca lo voy hacer. He intentado que mi padre le pregunté al abogado si sabe de dónde vino la hoja del divorcio y si lo sabe no me lo dirá. Joshua quiere que firme los papeles y yo no quiero.

Me encuentro en el comedor desayunando solo, se siente tan vacío, me acostumbre a verla desayunar conmigo aunque los últimos días que estuve con ella dejo de hacerlo al saber que estaba aquí Heather.

Bebo un poco de café negro, hoy vuelvo a reincorporarme en la empresa tengo que hacer algo ya para despejar mi mente, mantenerla ocupada el mayor tiempo que pueda.

—Buenos días Jayden —saluda Erick—. Vengo a enseñarte esto.

En sus manos sostiene una revista, las cuales nunca veo y reviso, no me gusta ver los chismes de otros, no es lo mío.

—¿Qué tienes que enseñarme?, ya es hora de que me vaya —le digo poniéndome de pie.

—Una noticia que salió, cuando el cartero me la dio la vi en la portada —veo que la portada está volteada tapándola.

—¿Es muy importante?

—Para ti si lo es, aún que por tu estabilidad será mejor que no lo veas. Eso no quita que te vayas a enterar ya sea por mi o por otro medio —noto un nerviosismo en sus manos y su voz.

—Déjate de rodeos Erick y mejor dime o enséñame lo que vayas a mostrar —extiendo mi mano para que me dé la dichosa revista.

—Mejor no —aferra a su pecho aquel papel.

—Ahora dámela, quiero saber —advierto con la poca paciencia que me queda.

—Te va a sorprender mucho e incluso querrás irte.

—Dime —trato de tomar la revista.

La suelta por fin y me la da, la voltea con sumo cuidado, yo solo puedo pensar en lo tarde que se hace para irme.

Lo primero que veo, lo que captan mis ojos. La foto que se encuentra en la portada.

Es ella, mi esposa y no está sola, al lado suyo está Alec, el señor Zarik y supongo que su esposa, una chica que no se quién será.

Me voy a la página del reporte. En letras grandes dice:

"EL CEO DE KLEIN MODELS ENCUENTRA A SU HIJA"

Mis ojos se mueven tan rápido leyendo la noticia, no puedo creer lo que dice este reportaje que fue hecho exclusivamente para la familia Klein.

Solo puedo enfocarme en dos caras en la de Alec mi mejor amigo y en la de mi esposa.

Son hermanos, lo sabía Alec y no me dijo. Con él se fue, todo este tiempo ha estado con él. Con el que se supone que es mi mejor amigo.

La última vez que hablé con él me dijo que se iba a Francia eso quiere decir que todavía se encontraba aquí. Elaine está en Francia.

Tomo la revista en mis manos y me voy a la empresa. Voy intranquilo en todo el camino, mis ojos se dirigen constantemente a la revista que llevo al lado mío.

Subo por el elevador, no saludo a nadie y abro sin tocar la puerta de Joshua.

—¿Ya viste la noticia?

—¿Qué noticia?

—Está —le aviento la revista para que la vea con sus ojos.

No veo asombro, no hay nada.

—¿Y?

Me lleva a una conjetura.

—¿Sabías que era la hermana perdida de Alec? —pregunto incrédulo.

—Vaya que Zarik ya encontró a su hija y es nada menos que Elaine, que pequeño es el mundo —ignora mi pregunta.

—Contéstame a la pregunta que te hice —ordeno.

—A mi también me sorprende la noticia

—No parece

—Pues lo hace

—Me iré a Francia a verla, necesito hablar con ella —aviso dispuesto a irme a hacer las maletas a cada y partir.

—Tu no vas a ningún lado Jayden —grita detrás de mi deteniéndome—. Cruzas esa maldita puerta y juro que no verás a tu querida Elaine sana.

—¿Qué pretendes?, ¿Cuáles son tus planes?

—Tengo muchos, Zarik es uno de ellos y eso incluye a tu Elaine —sonríe con maldad.

—No te atrevas a hacerle daño —lo señaló advirtiendo—. Es mi esposa, no lo hagas, déjala fuera de tu venganza absurda que tengas con el papá de Alec.

—Todos los Klein están en mi lista negra. Zarik me quitó a la mujer que quería para mí —aprieta los dientes de enojo.

—Elaine no tiene culpa de tus estupideces, y si la esposa de Zarik lo eligió a él será por algo —no se muy bien su lío—. No es culpa de ella que tú seas tan mierda y un hijo de puta.

—No me hables así que soy tu padre, me debes respeto —grita con autoridad.

—No te debo nada

Busca en sus cajones algo. Saca la carpeta.

—Firma el divorcio —me la avienta.

—Ya te dije que no lo haré.

—Hazlo por el bien de Elaine o ella lo va a pagar —lo veo tan capaz de todo.

—Ni siquiera lo pienses, es mi esposa. No le hagas daño —repito.

—Entonces se buen hijo y hazme caso, firma los malditos papeles —espeta enojado—. Sino ya sabes lo que va a pasar, yo no estoy jugando Jayden.

Veo sus verdaderos colores, su advertencia.

—Es tu última oportunidad, mientras tú estás aquí alguien está vigilando la casa donde vive tu esposa Elaine —me quieto procesando—. Es hora de que tomes una decisión.

—No eres capaz de lastimarla —no puedo creer lo descabellado que es esto.

—Pruébame, soy capaz de todo. Firma —me da el lapicero para que lo haga.

Lo pienso. Con lo que me ha dicho es capaz de lastimar a la mujer que amo y no quiero verla herida.

—¿Si lo firmo me juras que no tentaras contra ella?

—Tienes mi palabras pero a cambio quiero algo más —está aprovechando mi vulnerabilidad—. Quiero que no te hagas a Francia, que mantengas las distancia con Elaine, tu aquí y ella allá.

—Estás acabando conmigo, sabes bien que quiero a Elaine ella me hace feliz.

—No me importan tus tontos sentimientos, mejor apresúrate a firmar —me señala.

Tomo el lapicero, todo sea por el bien de Elaine.

Un papel acabará con nuestro matrimonio eso es todo, pero no quiere decir que acabe con los sentimientos que tengo yo por ella.

Hoy perdí, haré lo posible para buscar la forma de llegar a ella así tenga que buscar la salida toda la vida.

—Has ganado está —firmo.

Ya está hecho. Estamos divorciados.

Ya no soy su esposo, ni ella mi esposa.

—Tengo planes para ti, un futuro para ti hijo —me da repulsión lo que sea que esté planeado.

—Solo cumple tu palabra que yo cumpliré la mía.

¿Cuánto tomara huir de aquí?

Encontraré una salida para poder estar con Eliane, para recuperar a la mujer que amo.

Una segunda oportunidad para volver a estar juntos, solo necesito eso, una segunda oportunidad.



🫧🫧🫧

¡Aquí un nuevo capítulo!

Ya están divorciados 😭 lloremos 💔

De aquí da inicio otra etapa de sus vidas 🥺 separados oficialmente 😔🤧 el siguiente capítulo ya habrá pasado mucho 😬

También ya aparecio de nuevo Riley y también da inicio aquí el romance de Alec.
*Gritos de emoción*
El libro de Alec y Riley, será para un futuro 🤩

Una disculpa si no puse spoiler está semana por instagram pero ocurrió una desgracia cuándo estaba escribiendo el capítulo 🤦 wattpad me borró una parte y tuve que volver a escribir, lo dije por el grupo de WhatsApp.

Denle mucho amor al capítulo ✨❤️ su voto y sus comentarios ✨

Siganme por instagram estoy como @sarahi_salinas04 📚 apoyenme por allá 🫶

Nos vemos hasta el próximo domingo, lean mucho 🥱

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