Atención!! Esto puede contener cosas específicas y traumáticas, leanlo bajo su propio consentimiento
Tn:
Anagan:
Mindy:
✦✧✦
L
as calles de Kanto están en completo silencio, luces apagadas, la gente duerme y los sueños van apareciendo en las cabezas de las personas.
Pero…
No todo es felicidad, en este mismo instante un hombre está siendo asesinado por la asesina más famosa de todo Japón, Sangre X
Su apodo es a causa de la cantidad de sangre que ha derramado por sus víctimas. Literalmente, vacía los cuerpos dejándolos sin sangre y la X… Es por que no se sabe su identidad.
Las pocas cosas que se saben de ella son escasas, es una mujer, joven (no pasa de 18), tiene buena forma física y solo mata hombres.
4 cosas que no le sirven a la policía en nada para descubrir a esta criminal.
Ante los gritos del hombre de mediana edad la fémina lo único que hace es clavarle el cuchillo en la garganta para callarlos.
Tras matarlo empieza con la exanguinación del cuerpo, al acabar se marcha de allí dejando el cadáver blanco como la nieve.
𝘕𝘢𝘳𝘳𝘢 𝘛𝘯: Tras darme una ducha larga voy hacia mi habitación con la toalla observando el uniforme del Fukurodani en silencio.
— Odio estudiar — murmuro mirando mis zapatos llenos de sangre.
Tras ponerme mi pijama y lavarlos me meto en la cama con una leve sonrisa acomodándose para dormir.
Al día siguiente en el bus me encuentro viendo las noticias de ese asesinato, el que yo cometí por el que disfruté escuchando sus gritos y súplicas que callé con mi arma.
Los recuerdos pasan por mi mente haciendo que empiece a sonreír levemente sin poder evitarlo, el mismo hecho de escuchar sus gritos y súplicas en mi mente me hace sentirme la chica más feliz del mundo.
Al llegar a mi parada bajo agarrando mi mochila mientras observo la preparatoria, saco mi teléfono observándolo mientras camino hacia el interior, ya en el, guardo el teléfono y los auriculares observando a los alumnos hablar entre ellos.
Vuelvo a mirar al frente soltando un suspiro mientras busco el aula de primero número dos.
Al encontrarlo entro acomodando mi mochila, observo a los demás alumnos hablar entre ellos, decido no hacerles caso y sentarme, saco una libreta pequeña comenzando a dibujar hasta que escucho una voz.
— Holaa, ¿eres nueva? — pregunta sonriendo una chica.
Tiene el pelo de color canela, atado con una coleta, y sus ojos son de color azul grisáceo, se pueden ver pecas en las mejillas y en su tabique.
— Si… — contesto analizándola de arriba a abajo.
— Soy Kaori, mánager del club de voleibol, ¿y tú? ¿Ya estás en algún club?
— Tn, y no — mi cara sigue siendo seria, demasiado.
— Si quieres puedes acompañarme al entrenamiento de hoy, verás que es divertido.
— Bueno.
— Bien — sonríe emocionada. — ¿Puedo sentarme a tu lado?
— Haz lo que quieras — bajo la mirada a la libreta continuando con el dibujo.
Al final de las clases le sigo de cerca mirando mi teléfono mientras no deja de hablar, que pesada joder.
Al llegar guardo el móvil, al elevar la mirada lo detengo en un chico en específico.
Su pelo es rubio claro, medio largo y sucio, con ojos amarillos estrechos y una constitución promedio.
— Kaori, ¿quién es tu amiga? — pregunta un chico bastante atractivo con el número 5.
— Es nueva en el instituto, se llama Tn — sonríe ella para luego mirarme. — Te los presentaré
— No hace…
— Él es Bokuto, el capitán, el de al lado es Akaashi, el subcapitán — sonríe. — Y luego están Tatsuki Waahio, Yamato Sakurui, Akinori Konoha, Shūichi Anahori, Haruki Komi y Wataru Onaga. Y por último, la otra mánager Yukie Shirofuku.
— Un placer — hago una ligera reverencia para volver a mirar a Akinori en silencio.
“Es muy lindo” pienso sonriendo un poco.
— Kaori, hoy el entrenador esta enfermo, así que tenemos que dirigir el entrenamiento nosotros — dice Yukie.
— Sí — sonríe como niña pequeña para verme. — Puedes quedarte si quieres, no creo que haya problemas.
— Gracias — le dedico una pequeña sonrisa
Después del entrenamiento y mientras ellos se van a cambiar yo observo a las dos chicas.
— ¿Y no podría unirme como mánager? — pregunto acomodando mi cabello.
Necesito seguir viendo a Akinori, ese chico tiene que ser mío, sea como sea.
— No — contesta Yukie. — Solo se permiten dos mánagers por equipo, tendrás que esperar al año que viene.
— Es que Yukie y los de tercero se van — explica Kaori. — Es decir, Bokuto, Tatsuki, Yamato, Komi y Akinori.
No puedo esperar al año que viene… Tendré que hacerla desaparecer, llamaré a Anagan cuando llegue a casa.
— Oh bueno, es que tenía muchas ganas — bajo un poco la cabeza.
— Tranquila, si queda una vacante te avisaré — me sonríe Kaori.
— Que no va a quedar — sigue Yukie recogiendo las botellas.
— Gracias, debo irme, perderé el bus — me levanto y salgo de allí.
Al cabo de un rato cuando veo salir a Yukie con Kaori le saco una foto disimulada a la castaña para marcharme hacia el bus.
Ya en casa marco el número de mi amigo.
— ¿Anagan? — pregunto.
— Vaya, la hermosa princesa decide…
— Cierra la boca y escucha. ¿Dijiste que estarías dispuesto a ir a la cárcel por mí? ¿Verdad?
— Si, lo dije y no lo cambio.
— Quiero que mates a alguien, juega al gato y al ratón con ella o haz lo que quieras pero no la quiero ver viva
— ¿Y quién es?
— Yukie Shirofuku, te mandaré una foto, esta noche la quiero muerta, ya sabes que hacer — cuelgo y tras mandarle la foto rompo el teléfono de prepago y giro por una rejilla de la alcantarilla.
Tras volver a entrar sonrío levemente.
— Akinori será mío definitivamente.
Al día siguiente mientras estoy en el bus observo las noticias en mi teléfono.
— Noticia de última hora, una familia es encontrada brutalmente asesinada en su casa, según la policía se vió más violencia sobre la hija Yukie Shirofuku. La policía ya ha detenido a un sospechoso del asesinato, Anagan Smith, aún estamos esperando confirmación sobre si es el asesino o no — explica la presentadora.
Ante eso sonrío levemente.
“Ese imbécil ha hecho bien su trabajo” sonrío complacida.
Ya en el aula me encuentro dibujando cuando observo a Kaori sentándose a mi lado.
— ¿Viste las noticias? Es horrible… — dice notablemente afligida.
— Si… — bajo un poco la cabeza. — Ese tipo se merece la pena de muerte, no le da derecho a acabar con una vida así como así.
— Escuché que ya detuvieron a alguien, espero que le den la peor de las condenas.
— Yo también, Yukie no merecía morir así.
— Va a haber un acto hoy, y… Referente a lo del club supongo que ya puedes unirte.
— Pero sería de insensibles unirse justo cuando ha muerto la otra mánager.
— La verdad es que voy a necesitar mucha ayuda ahora que ella no está, así que preferiría que te unieras cuanto antes
— Está bien, le presentaré mi solicitud al entrenador.
— ¡¡Bien!! Ya verás seremos super amigas — sonríe. — ¿Puedo acompañarte?
— Sí, está bien, me esforzaré mucho — le dedico una leve sonrisa.
A la hora del entrenamiento me encuentro caminando hacia el club sola, Kaori, tenía que hablar con un profesor, así que le dije que le esperaría.
Entro al gimnasio mirando mi teléfono en silencio escuchando los golpes del balón, al escuchar como me llaman elevo la cabeza viendo a los chicos.
— Kaori viene ahora, dijo que tenía que hablar con un profesor por una nota — explico guardando el móvil. — ¿Os relleno las botellas?
— Claro, te acompañaré — me sonríe Akinori.
Una pequeña sonrisa se escapa de mis labios asintiendo.
En la fuente mientras se rellenan lo miro con un leve sonrojo en mis mejillas.
“Es tan guapo…” murmuro sonriendo.
— ¿Y te mudaste hace poco? — pregunta cerrando la botella y guardándola a la vez que le entrego otra.
— Mm se puede decir que sí, antes iba a Nekoma pero me expulsaron por pelearme con una zorra que se creía más que yo.
— Uu — sonríe. — Una chica peligrosa, me gusta — ríe un poco. — Este viernes vamos a ir a cenar todo el equipo a una hamburguesería cercana, supongo que querrás venir.
— Depende, ¿vas tú? — sonrío burlona.
— Si — me dedica una sonrisa socarrona. — ¿Por qué? ¿Quieres que te lleve y te traiga? Por qué no me importaría si es para pasar tiempo contigo linda — acaricia mi barbilla suave.
— ¿A qué hora?
— ¿22.00?
— Perfecto — cojo la botella cerrándola.
El viernes por la noche me encuentro preparándome, me decido por un body negro, una falda de cuadros rojos y negros plisada con unas Converse negras.
Agarro mi bandolera y al escuchar la puerta bajo deprisa, abriendo la puerta viendo a Akinori sonreírme.
— Estás muy linda — me sonríe acomodando mi cabello.
— Gracias Akinori san — aparto suave un mechón cerrando la puerta con llave.
— ¿No vives con tus padres? — pregunta metiendo las manos en los bolsillos.
— No, mi padre fue asesinado por mi madre, y ella ahora está en la cárcel de cadena perpetua, y desde que tengo 14 años vivo sola — le sonrío guardando mis llaves.
— Oh, lo siento.
— Nah, no te preocupes, lo tengo superado.
Tal vez porque yo los maté… Esos hijos de puta no merecían vivir, e hice bien, nunca volví a pensar en esas cosas horribles, me siento bien conmigo misma a pesar de todas esas vidas que le he arrebatado a esos hombres.
Se lo merecían por sucios pervertidos.
— Me alegro de que lo hayas superado — comienza a caminar a mi lado. — Debe ser algo muy traumático.
— Lo es, pero solo espero que estén en un lugar mejor — miro al hermoso cielo nocturno.
— Seguro que sí — me sonríe mientras roza sus dedos con mi mano, pero al momento los quita. — ¿Y tienes novio?
— No, me puso los cuernos con mi ex mejor amiga hace 1 año.
Y le corté la polla, se la hice tragar y luego le corté verticalmente la garganta mientras observaba cómo se desangraba pidiendo auxilio, aún sueño con eso, los mejores sueños de mi vida… Y a ella la dejé en estado vegetativo, y ahí sigue.
— Yo no te engañaría sabes — ríe un poco adelantándose para mirar bien mi rostro
— ¿Ah no? Mejor, así no tendría que irme con el chico guapito de cara o el bipolar — le dedico una sonrisa de labios cerrados.
— ¿Guapito de cara? ¿Bipolar? — ríe un poco. — No deberías llamarlos así tontita, puede irte mal.
— Es la verdad — me detengo sonriéndole.
— No puedo decir nada — ríe otro poco.
— ¿Y tú? ¿Vives solo?
— Si, ya me independicé y bien feliz que estoy, sin normas sin nada.
— Y sin que nadie te diga a quién puedes traer
— Exacto — ríe un poco. — Así que tú también llevas gente a casa.
— Mm no, solo llevé a mi ex y a los minutos se fue.
Se fue con la puta esa que tiene muerte cerebral, ja, que se joda por zorra. Aún recuerdo los gritos de ese hijo de puta preocupándose por la zorra inmunda de mierda. Si tanto la quería que no se involucrara con ella, cuando un hombre empieza a salir conmigo pasa a ser de mi propiedad para siempre no tiene manera de romper conmigo porque lo mataré de la peor manera posible.
Sonrío sin poder evitarlo al recordar cada puñalada que le dí, como su sangre, saltaba impactando en las paredes, como poco a poco su cuerpo se volvía pálido a causa de la pérdida de sangre.
— Oye — me despierto por su voz.
— ¿Si? — le miro.
— ¿Te apetece que pasemos de la cena y vayamos a mi casa? — me sonríe travieso.
— Acepto — le devuelvo la sonrisa.
Cuando ya estamos en su cuarto él comienza a besarme apasionadamente mientras se quita la ropa con delicadeza, tras quedar en boxers me levanta la falda a la vez que se separa un poco para respirar, lleva sus manos a mi body comenzando a masturbarme por encima de este mientras lleva sus labios a mi cuello dejando marcas.
Suelto leves gemidos, observo como se muerde el labio disfrutando de verme así.
Quita mi falda seguido de la otra prenda dejándome completamente expuesta.
Empieza a masturbarme a la vez que con su otra mano baja su boxer y se masturba con mis gemidos.
Agarro su mano mordiendo mi labio a la vez que más gemidos salen de mi boca, no pasa mucho tiempo hasta que siento como lo ingresa de una vez en mi interior provocando un gemido más fuerte.
Sus embestidas son fuertes y algo rápidas mientras lleva mis manos encima de mi cabeza, vuelve a besarme mientras va cada vez más rápido.
Su lengua explora por completo mi cavidad bucal, subo mis piernas a sus hombros para sentir más placer
No sé cuanto tiempo pasa hasta que comienzo a sentir un cosquilleo en mi interior.
— V voy a corre… — empiezo pero me calla besándome a la vez que acelera sus movimientos torpes.
En ese instante nos corremos a la vez, suelto un gemido sonoro dentro de su boca.
Se separa sudoroso para acomodar mi cabello besando mis labios despacio.
— Gimes bien — ríe un poco.
— Y tu follas bien… — sonrío. — Entonces… Ahora somos novios — me acerco a besar sus labios pero se separa.
— ¿Novios? No, yo no quiero nada serio con nadie — se ríe de forma burlona. — ¿En serio creíste que íbamos a salir juntos solo por follar? Eres inocente.
Mi cara se cambia a una seria a la vez que comienzo a vestirme.
— Pero oye, nada impide que nos divirta…
— Déjame en paz — tras esto me voy de allí dando un portazo.
El amor va y viene, no tengo que aferrarme a un hijo de puta como él.
Tan pronto llego a casa me hago una coleta alta para ponerme mi atuendo completo negro.
Subo mi máscara tapando mi rostro mientras agarro mi cuchillo apretandolo con fuerza.
— Un hombre más, da igual… Todos son iguales
Tras llegar a su casa al ver la luz apagada me pongo la capucha que tapa mi rostro para mover la manilla observando que está abierto.
Subo a su habitación notando cómo duerme, saco el cuchillo destapándole provocando que se despierte antes de que diga nada clavo el arma en el ojo provocando un grito de dolor de su parte, para que no mueva sus extremidades las inmovilizo clavándolo en sus articulaciones y luego mirarle mal.
— ¿Quién cojones eres? — pregunta lloriqueando del dolor.
Me levanto la capucha dejando ver parte de mi rostro.
— ¿¡Tn!?
— Llámame Sangre X — acto seguido me levanto para clavar con fuerza el cuchillo en su aparato reproductor sacando otro grito de dolor de él. — Nadie me humilla ni me usa y menos un cabrón como tú.
Para callar sus gritos le corto la yugular haciendo que muera al instante mientras sigue desangrándose.
Tras terminar con la exanguinación me voy de allí.
Luego de ducharme comienzo a hacer la maleta, después de terminarla agarro el teléfono de prepago.
— ¿Mindy?
— ¿Qué ocurre Tn? — pregunta.
— Déjame la casa libre, voy a mudarme a Tokyo.
— Está bien, te dejo las llaves en la planta.
Cuelgo y lo rompo para tirarlo a la alcantarilla y luego irme al tren.
“Aún queda Sangre X para rato” pienso.