La Leyenda de las Facciones y...

By CamiloNavasAlvear

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Athena, después de siglos desde que existe, ha decidido expandirse y formar alianzas con el resto de seres, i... More

Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Capitulo 29
Capitulo 30
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Capitulo 32
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Capitulo 34
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Capitulo 36
Capitulo 37
Capitulo 38
Capitulo 39
Capitulo 40
Capitulo 41
Capitulo 42
Capitulo 43
Capitulo 44
Capitulo 45
Capitulo 46
Capitulo 47
Capitulo 48
Capitulo 49
Capitulo 51
Capitulo 52
Capitulo 53
Capitulo 54
Capitulo 55
Capitulo 56

Capitulo 50

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By CamiloNavasAlvear

Sirzechs había llevado a Shoko a la oficina que usaba en la mansión Gremory cuando venía de visita y traía algo de su trabajo. La oficina, comparado con el resto de la mansión, era modesta. Muebles elegantes pero que no destacan demasiado, una decoración que hace juego con el interior de la mansión, una ventana semi-tapada por las cortinas de un rojo vino, un sofá para tres personas con reposabrazos altos. El escritorio principal adornado con lápices para escribir en la esquina superior izquierda ordenados correcta y elegantemente. La silla estaba hecha de la mejor madera y cojines del Inframundo. Aunque más silla, parecía trono.

-Bonito lugar- dijo Shoko, contemplando la habitación mientras tomaba asiento en la silla delante del escritorio.

-Fue Grayfia quien la decoro. Personalmente, no me hubiera molestado algo más simple- dijo Sirzechs, sentándose en la silla principal.

-Aunque sea la casa de sus Padres, esta es su oficina. La oficina de un Maou debe verse como tal- dijo secamente la Maid, colocándose detrás del asiento de su señor/esposo.

-Ves-.

Shoko sonrió ante el corto intercambio. Puede que no haya interactuado mucho con ambos, menos con Grayfia más allá del trato profesional, pero se notaba cuanto se preocupaba ella por Sirzechs, tanto en lo personal como en lo laboral.

-Bueno, ¿qué necesitabas hablar?- Pregunto Sirzechs.

-Es sobre... mi, más o menos- dijo Shoko, insegura de que decir. -Tengo algunas dudas con respecto, bueno, lo que sería mi lado demoniaco-.

-Intentaré responderte lo que sea-.

-Bueno... ¿cómo funciona exactamente que sea mitad Demonio? Puede que me enterara hasta ahora, pero mi cuerpo no se ve diferente al de un humano y sabría si me hubieran salido alas como a ustedes. Tampoco tengo aura demoniaca como el resto, y mucho menos tengo los poderes que Rías y tu tienen-.

Sirzechs tarareo, pensando un poco antes de responder.

-Comenzando al revés... tu no tienes los Poderes de la Destrucción porque esa poder no proviene de los Gremory, sino de los Bael, la Casa de la que viene mi Madre. La Casa Gremory se especializa en tener grandes reservas Mágicas y manipulación de la Magia, siendo de las familias Demoniacas con mejor dominio del poder Mágico y Demoniaco- empezó el pelirrojo explicando. -Como nunca has hecho Magia, no has podido usar el potencial de la sangre, y desconozco si influye en algo con la manipulación del Cosmos, al ser ese un poder más del alma que de la sangre-.

Shoko pensó en sus inicios. Le costo mucho controlar su Cosmos, en parte debido a la influencia del Cosmos de Eris. Fue cuando se deshizo de esa influencia que pudo usar el Cosmos correctamente, aunque no tuvo un gran poder. Su poder estuvo, en el mejor caso, igual al de Seiya y el resto de Bronce durante el Torneo Galáctico. Fue después, por el entrenamiento de Marín, que ella aprendió los principios y a como controlar bien el Cosmos con sus emociones, alcanzando el poder de un Caballero de Plata estándar.

Mii le había comentado una vez que tuvo un gran avance para no haber tenido entrenamiento de Saintia antes, que incluso se le podría llamar prodigio. ¿Fue su sangre Gremory, tal vez? ¿O fue que ella era una chica de fuertes emociones, y las emociones potencian el Cosmos?

-El que no tengas aura demoniaca o alas... no es un caso extraño en los mitad Demonio- continuo Sirzechs.

-¿En serio?-.

El pelirrojo asintió. -Después de la Guerra Civil, los Demonios estaban al borde de la extinción, como ya sabes, para evitar eso se crearon las Piezas Demoniacas, pero no fue la única alternativa; Falbium sugirió la idea de procrear con humanos y especies de otras razas para dar a luz seres mitad Demonio. No hace falta decir que fue un completo escándalo para las facción purista que fue rechazada de inmediato-.

-No entiendo como puedes tener a todos esos tipos en puestos altos. Estoy segura que sería más fácil si los quitas-.

-No estoy en desacuerdo contigo, pero muchos son descendientes de los primeros Demonios y de familias que ayudaron a construir el Inframundo en sus inicios hasta lo que es ahora. No puedo retirarlos como si fueran peste, tienen demasiado poder político y me niego a que el Inframundo colapse porque su gobierno tiene una lucha interna. Menos en esta época donde varios podrían usar cualquier excusa para dar información clasificada para nuestros enemigos-.

Pero Sirzechs ya tenía un plan con sus amigos para limpiar el Consejo Demoniaco. Sabe que muchos de los concejales apoyan en secreto a la Facción de los Viejo Maou de la Brigada del Khaos y les dan información. El ataque a la reunión y la captura de Gasper fue prueba suficiente. Quiere usar a sus enemigos para encerrar o eliminar a los conspiradores que han envenenado por la política del Inframundo de las viejas costumbres, las mismas costumbres que casi los llevan a la extinción.

Claro que no piensa eliminar a todos. Hay algunos concejales que si pueden ver el valor de las acciones de las nuevas generaciones, y otros que estaba obligado a mantener por la estabilidad social del Inframundo, como era el caso de los Bael. Por suerte esta en buenos términos con el viejo.

-Aunque eso no evito que surgieran medios Demonios...- Sirzechs siguió con el tema principal. -Incluso desde antes de la Gran Guerra, los Demonios ya procreaban con otras razas. Debido a la baja natalidad de los Demonios, no eran muchos los casos de hijos Mitad Demonio, pero existían, mayormente con humanos. En esos casos, el hijo puede terminar de dos maneras: o puede que su cuerpo y alma se inclinaran más a su parte humana, haciendo que sus poderes Demoniacos fueran muy bajos o hasta nulos. O puede que se inclinaran más al lado Demoniaco, donde tiene todos los poderes y rasgos Demoniacos de su progenitor, pudiendo aprovecharlos. Para cual sea el lado al que se incline depende de la genética de los padres, sobre todo el de la madre, al ser quien engendra al bebé-.

Sirzechs tomo dos bolígrafos de su escritorio. Uno azul y otro rojo.

-Tomemos como ejemplo a ti...- levanto el bolígrafo rojo. -...y al Emperador Dragón Blanco- levanto el azul. -Tu caso es del que se inclina más al de un humano, ya que no tienes aura Demoniaca y ni siquiera alas de Demonio. Tienes la sangre de un Demonio, pero no los poderes o a las alas. Vali es todo lo contrario, es el segundo grupo, del tipo que nace con los poderes de su padre. Al ser el descendiente de un poderoso Demonio, él heredero sus capacidades genéticas. Una de las razones por las que es tan poderoso es porque combina sus habilidades naturales de Demonio con la Sacred Gear que le fue dada por su parte humana-.

-Básicamente... a pesar de ser Mitad Demonio, soy más humana- resumió Shoko su situación.

-Si, aunque igual tienes ciertas ventajas gracias a tu sangre: fuerza, resistencia y reflejos superiores al de un humano, aunque no al nivel de un Demonio puro, también vives más que un humano normal-.

-¿Cuánto?- Como chica, Shoko estaba muy interesada en saber cuanto viviría, pero sobre todo, cuanto más podría verse joven.

-Hmm...- Sirzechs lo pensó un segundo. -No sabría decírtelo bien, ya que tengo entendido que los Caballeros de Athena pueden vivir pocos siglos y hasta donde sabemos, un Mitad Demonio puede vivir casi 200 años, y eso siendo nacido de una humana normal, pero es difícil de decir con exactitud tu caso. Puedo pedirle a Ajuka que te haga un estudio para hacerlo más exacto. Aunque si te puedo asegurar que no tendrás arrugas o canas a los 50-.

Shoko suspiro. Al menos no tendría que preocuparse por esa edad. Sirzechs río.

-¿Algo más en lo que te pueda ayudar, hermana?-.

Shoko sintió un escalofrío por la forma en que fue llamada. Sirzechs no dijo en un termino insultante o que sonara perturbador, sino que lo dijo en el sentido de aceptación familiar, de que la veía como su hermana a pesar de que no sabía de ella hasta hace unos días.

Pero el escuchar a alguien que no era Kyoko llamarla así... era incómodo para ella. No es que Sirzechs tuviera la culpa. Él se había comportado bien con ella hasta ahora. El problema era suyo.

-...De hecho, si- dijo. -¿Qué me va a pasar en termino de los Gremory?-.

-¿A que te refieres?-.

-Aunque... Zeoticus...- aun no podía llamar a ese hombre su Padre, algo que Sirzechs noto y no dijo nada. Ella necesitaba más tiempo. -...amo a mi madre, soy una hija ilegitima a los ojos de tu gobierno. ¿No podría perjudicar la imagen de tu familia si esto saliera a la luz?-.

Sirzechs entendió el razonamiento y tenía algo de razón. Que hayan hijos ilegítimos entre Demonios no era raro, pero que una Mitad Humana-Demonio aparezca, siendo la hija de una familia querida y de buen nombre como los Gremory, de la cual provenía un Maou, y que además era una servidora de una Diosa de un Panteón externo... eso sin duda haría levantar voces.

-Sin duda tocaría a nuestra familia, pero nada de lo que no pueda recuperarse. Tal vez algunos enemigos políticos de Papa intenten usarlo para desprestigiarlo, pero como ninguna de tus acciones han sido contra el Inframundo y que defendiste a mi Madre y Hermana de un ataque, no hay mucho que puedan usar para dañarlos, así que no te preocupes. Aunque tal vez, muchos te mirarán de manera desagradable- Sirzechs se encogió de hombros. -Aunque claro, los únicos que lo sabemos somos nosotros y Grayfia, así que no hay manera que se enteren... a menos que Papa decida presentarte a la sociedad-.

-¿Crees que lo hará?-.

-Honestamente...si. No me sorprendería si ya lo tuviera planeado- confeso sin pena. -Pero creo que decidirá preguntarte a ti primero para saber si quieres o no. Él lo haría solo para que todos sepan que eres su hija y eres aceptada como tal, aunque eso podría traerte problemas-.

-Si me permite decir...- hablo Grayfia por primera vez desde que entraron. -Creo que es un tema que Shoko-san debe discutir con Zeoticus-sama-.

-Estoy de acuerdo- concordó Sirzechs.

-Lo se...- suspiro Shoko resignada. -Es solo que... no es fácil verlo. No es que él haya hecho algo malo o que no debió decirme. Estoy agradecida que lo dijera, de verdad. También entiendo que alejarse de mi Mama fue decisión de ambos, más de ella. Es solo que...-.

-Para ti es un desconocido, alguien del que solo conoces por ser familiar de Rias, ¿no?- Señalo Sirzechs. -Entiendo lo que dices. Solo me puedo imaginar lo incómoda que te deberás sentir con todo esto-.

Sirzechs sabe que tuvo la suerte de tener Padres amorosos como los suyos que lo cuidaron y enseñaron lo mejor que pudieron, suerte que no todos tienen, independiente de la raza que sea. Gracias a sus Padres es que es el hombre que es ahora.

Pero por eso mismo, para Shoko, que creció solo con un Padre adoptivo, que sabe de su Madre por boca de otros, y que nunca le intereso conocer a su Padre, es que de repente tenerlo cerca debe ser incomodó, como mínimo. No puede ayudarla en ese lado, es algo que ella y Papa tienen que resolver por su cuenta.

Pero no significa que la dejara sola.

-Solo quiero que sepas, que eres mi hermana menor. Aunque apenas hemos intercambiado palabra, desde esa noche, ya te considero como miembro de mi familia y haré todo lo que este a mi poder para ayudarte- declaro honestamente. -No te pediré que me trates como un hermano o me llames así, se que tomará tiempo, pero estoy dispuesto a intentarlo, a compensar los años que no estuve contigo, aun si fue algo que estaba fuera de mi poder-.

Shoko sonrió, de verdad feliz y halagada. Puede que no se conocieran mucho, pero podía asegurar que Sirzechs era de las personas más honestas que conocía, y conocía a muchos. Aun no esta segura de como sentirse con todo esto de su familia... pero al menos le alegra que no la rechacen. Una parte de ella extrañaba tener una familia. Sus amigas y el Santuario, aunque son como su familia, no era exactamente lo mismo.

-No creo que pueda llamarte hermano, no pronto pero... no me desagradaría-.

De repente, su expresión cambia drásticamente.

-¿Qué pasa?- Pregunto Sirzechs.

-Siento una perturbación en el Cosmos-.
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(En el Santuario)

Ahora si, lo que todos quieren ver.

-¡ESPERA!-.

Amaterasu se detuvo justo cuando su mano iba alcanzar la puerta. Se giro, sorprendida por el grito que Athena dio. Incluso Mii la miro con los ojos abiertos.

-...¿Sucede algo, Athena?- La miro de frente, juntando sus manos, ocasionando que sus túnicas las cubrieran.

La Diosa de la Guerra se dio cuenta de su reacción fue demasiado fuerte. Suerte que no elevo su Cosmos o hubiera puesto a todo el Santuario en pánico sin razón. Tomo aire y suspiro, un ejercicio básico pero útil para reunir la calma y no perderla.

Ella era Athena, la Diosa Protectora de la Tierra, la hija favorita de Zeus, archienemiga de Poseidón y Hades. También era Saori Kido, la líder del conglomerado más poderoso de Japón, y uno de los más poderosos del Mundo. Ella no perdía la paciencia tan fácil. Si, cuando era más joven era propensa a perderla más fácil, pero mientras más despertaba como Athena y más crecía, su inmadurez había desaparecido, no quedando rastros de la niña mimada que fue de niña, sino de una mujer poderosa, una líder, alguien que no se deja intimidar ni por los mismos Dioses.

Pero Amaterasu logro sacudirla como pocos en su existencia, y solo por el tema de un matrimonio... un matrimonio entre ella y...

-Es solo que... tu idea es... repentina, hasta para mi. Si vas a donde Seiya y le dices esto de inmediato, ¿como crees que reaccionar?-.

Era un punto justo. Cualquier persona normal no sabría reaccionar bien a una propuesta de un matrimonio que sale de la nada, menos uno arreglado, aun si se piensa hacer con la intención de que las parejas se amen. Y como Seiya era todo menos normal, su reacción sería todo menos normal.

-Tienes un punto pero...- sus ojos se agudizaron. -¿Es solo por eso?-.

-Bueno...- Saori jugo nerviosa con los dedos de su mano antes de relajarse y ser firme. -Me preocupA la reacción de Seiya, además de como podría tomarlo el Santuario en general. Sabes que no tenemos la mejor relación con cualquier otro Dios, y algunos podrían no ver bien que Seiya se case con una Diosa ajena del Panteón. También esta en como lo verían el resto de Olímpicos esta acción. Ya hay demasiada tensión en contra mía, y no quiero sumar más enemigos innecesariamente con Ares afuera-.

Aunque los argumentos recién dados eran convincentes y entendibles... Amaterasu sabía que había más.

Al inicio, vio las preguntas y dudas de Athena como lógicas. ¿Ella, una Diosa de otro Panteón, queriendo casarse con el mejor guerrero de Athena? Aunque eran aliados, podría verse como si intentara llevarlo a su lado, reduciendo el poder militar del Santuario y fortaleciendo el suyo. Cualquiera pensaría eso, por eso Amaterasu vino, asegurándole que su boda y posterior vida matrimonial con Seiya no serían impedimento para su labor como Caballero, que todo seguiría igual.

Pero ahora tenía otras sospechas... su su instinto femenino era correcto... era posible que Athena no fuera la Diosa pura que todo creían.

-No importa. Athena, Shoko, o quien sea. Nadie se meterá en mi historia de amor- pensó decidida. -Entiendo lo que dices y tienes razón. Pero tengo una idea-.

Amaterasu vino bien armada.
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-Nada como el hogar- suspiro Seiya, entrando en los pasillos de su Templo, siendo recibido por los grandes pilares. -¡Seika! ¿Estas aquí?- No recibió respuesta. -Debe seguir en su trabajo. Espero que a Shoko le vaya bien con los Gremory. Me hubiera gustado ver el combate de Rias y Sona, suerte que le pedí una grabación a Sirzechs antes de irme- murmuro para si mismo. -Y debo dejar de hablar solo-.

Iba de camino a la zona privada del templo cuando sintió el Cosmos de Athena y la energía de Amaterasu acercarse a su templo. El primero no se sorprendió, pero si del segundo. No esperaba que Amaterasu estuviera justo ahora.

Llegaron en pocos segundos. La Diosa pelinegra, al ver al castaño, no se aguanto más y salto a sus brazos. Seiya la atrapo con torpeza envolviendo sus brazos en su cintura mientras ella rodeaba su cuello con sus manos. La fuerza con la que Amaterasu se lanzo hizo que ambos giraran un poco antes de detenerse.

-¡Seiya! ¡Ha pasado mucho tiempo! Te extrañe- dijo Amaterasu, con una expresión que radiante de felicidad. Solo ver a Seiya le provocaba una sonrisa en el rostro que duraba todo el día.

-Es un gusto verte, Amaterasu- dijo el castaño a modo de saludo. -Y no ha pasado tanto, apenas un mes-.

-Para mi es demasiado tiempo el no verte o escucharte-.

Athena tosió fuertemente, haciendo que ambos la vieran. -¿No deberías apartarte un poco, Amaterasu? Seiya debe estar cansado después de volver de su viaje-.

-Pero me gusta estar así- Amaterasu hizo un puchero, pegándose más a Seiya. -¿Te estoy molestando, Seiya?-.

-N-No...- respondió Seiya, mirando a cualquier parte menos abajo. Podía sentir los grandes pechos de Amaterasu en su torso, y lo abrazaba de tal manera que hizo resbalar un poco su kimono, mostrando un delicioso escote que dejo de ver después de dos segundos. -Pe-Pero debo ordenar mis cosas...- levanto su bolsa.

-Ha, no hace falta que ordenes cuando te vas-.

-¿Eh?-.

Amaterasu se separo de mala gana de Seiya. -Después, tendrás tiempo para después- se dijo a si misma. -Verás, Seiya, hable con Athena y... ¡te vienes al Taka no Hama!-.

-¡¿Ha?!- Sagitario abrió los ojos sorprendido. Acaba de llegar, ¿y ya se va de nuevo? -Athena, una explicación por favor-.

La Diosa Griega se cruzo de brazos. -Verás... Amaterasu solicita tu ayuda, ya que ha habido algunas opiniones en contra de nuestra Alianza entre los Dioses Menores, y creemos que un Caballero Dorado conviviendo con los Dioses podría ayudar a mostrar la buena fe del Santuario y que planeamos respetar y mantener esta alianza- explico con algo de amargura que Seiya no reconoció. -Te elegimos a ti, debido a que eres muy conocido por el incidente de Kagutsuchi hace 7 años-.

-Oh, bien...- aunque sorpresivo, Seiya no tuvo problemas en aceptar la misión al escuchar la situación. -¿Pero no sería peligroso que me fuera con Ares y los Berserkers al acecho? ¿Cuánto tiempo estaría fuera?-.

-No tenemos un tiempo estimado, pero no debería ser mucho tiempo. Sobre Ares, hasta no saber nada, estamos a la espera. Pero cuando te necesitemos, tendrás que venir de inmediato. ¿Te quedo claro?-.

-Como el agua, Athena. ¿Cuándo parto?-.

-Esta tarde, si te parece- dijo Amaterasu. Ella prefería irse ahora con él, pero Seiya debe estar algo cansado por el viaje desde el Inframundo, así que puede esperar. -Si quieres, puedo explicarte algunas cosas que necesitas saber, solo para no insultar sin querer a nadie-.

-Agradecería mucho eso- dijo Seiya con un asentimiento.

Athena los miro hablar con el ceño fruncido. Todo lo que dijeron ahora era cierto, pero no toda la verdad. Este era el mismo plan de Amaterasu sobre el matrimonio arreglado, solo que contado de otro modo para no decirlo directamente a Seiya. No tenía dudas de que la Diosa del Sol usaría esta oportunidad para acercarse a Seiya de una manera más... intima.

Sus dedos se enterraron en la piel de sus brazos con fuerza.

-¿Por que me molesta?- Pensó irritada. -No es solo con Amaterasu, es igual cuando esta con Shoko. Si Seiya decide salir con alguna de ellas, esta en su derecho ser feliz. No soy nadie para interponerme-.

Pero aun así... dolía el pensar a Seiya con alguna de las dos, o con cualquier chica en general.

Celos... que sentimientos tan impropios de una Diosa.

-Por cierto, también necesitaré llevarme a tu Caballero de Aries por unos días. Te lo devolveré pronto-.

-¿Eh?- A Saori si le sorprendió eso. ¿Para que quiere Amaterasu a Kiki?- ¿Para que lo necesitas?-.

-Estoy trabajando en el regalo que te hable, pero necesitaré alguien que conozca de armaduras- respondió la pelinegra.
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(Al día siguiente, en el Inframundo)

-¿A donde vamos, Presidenta?- Pregunto Xenovia.

La peliazul y la pelirroja iban por los pasillos de la mansión hasta la sala de invitados. Rías le había pedido a su hermano llamar a alguien, ya que se le ocurrió algo que podría darle ventaja en el Rating Game contra Sona. Algo que ella no esperaría.

-Vamos a ver a un amigo de mi hermano-.

Llegaron al frente de la puerta. Al abrirla y entrar, Xenovia reconoció al hombre que estaba esperando como el Maou Beelzebub.

-Gracias por haber venido, Beelzebub-sama- dijo Rías.

-Te conozco desde que eras una niña, Rías, no hace falta ser formal en tu propia casa- dijo Ajuka, sentando en una de las sillas del lugar.

-De acuerdo, Ajuka-san...- Rías hizo caso y uso un termino menos formal. -Esta es mi segundo Caballero: Xenovia Quarta-.

-¡U-Un gusto conocerlo, señor!- Dijo Xenovia algo tensa y nerviosa. No espero que la persona que recibirían sería un Maou. ¡Ella no se preparo para esto!

-Igualmente. Y no hace falta estar tensa, jovencita-.

-L-Lo lamento. Es que no espere conocer a otro de los Maou tan pronto-.

-No te preocupes, tu reacción es normal- aseguro el peliverde con una sonrisa. -Sirzechs me dijo que querías pedirme algo. ¿Qué necesitas?-.

Rías asintió. -Quiero pedirle ayuda para cambiar la Pieza Demoniaca de Xenovia por otra-.

Xenovia abrió ampliamente los ojos, apenas pudiendo controlar su lengua para no soltar un gesto de sorpresa.

La reacción de Ajuka fue más calmada. Tarareo un poco, pensando la solicitud. -¿Cuál pieza le quieres cambiar?-.

-Quiero cambiar la pieza de Caballero de Xenovia por la pieza de Torre que aun me queda- Rías mostro dicha pieza entre sus dedos.

-Hmm... aunque ambas piezas equivalen casi lo mismo, y no creo que haya problemas para hacerlo, ¿por que quieres hacerlo?-.

-Presidenta, ¿acaso la he decepcionado como Caballero? ¿No he estado a su altura?- Pregunto Xenovia con voz temblorosa. ¿Hizo algo malo?

-¡No!- Exclamo Rías, viendo a Xenovia. -Tu no hiciste nada malo, Xenovia. Has sido perfecta hasta ahora-.

-¿Entonces...?-.

-Es solo que... tras pensarlo un poco, después de la explicación de Seiya-sensei, vi que la pieza de Caballo no te queda-.

-¿Ah?- La peliazul parpadeo. -¿A que se refiere?-.

Rías se aclaro la garganta para explicarse mejor. -Como ya sabrás, la Pieza de Caballo tiene la característica de darle velocidad al Demonio en el que reencarno. Por eso, en la mayoría de veces, los Demonios con la pieza de Caballo se especializan en velocidad. Yuuto es el mejor ejemplo. Pero ese no es tu caso. Tu te especializas en dar fuertes ataques, abrumando a tu enemigo con tu poder destructivo. Por eso creo que la Torre, la pieza más fuerte físicamente de todas, es la más adecuada para ti- sonrió, colocando una mano en el hombro derecho de Xenovia. -Estoy segura que podrás sacarle el máximo potencial al poder de la pieza-.

Xenovia pensó las palabras. Era cierto que desde que reencarno, era más rápida que antes, pero como dice Rías, la velocidad no era su especialidad. El mes que paso entrenando con Basco Strada se enfoco más en su control de Durandal y su energía para que fuera más precisa y pudiera controlarla mejor, pero eso solo ayudaría a mejorar sus golpes y gastar menos energía.

La velocidad, aunque un factor importante en una pelea, no era su punto fuerte. Como dijo la Presidenta, la pieza de Torre sería mejor para ella.

-Ahora entiendo. Gracias por su consideración, Presidenta-.

-No es nada. Lamento haberte dado un susto, pero era para no arruinar la sorpresa-.

-Veo que tienes buenos siervos, Rías- comento Ajuka, poniéndose de pie. -Con gusto haré tu pedido-.

-¿Puede hacerlo?- Pregunto Xenovia.

-Yo cree las Piezas Demoniacas, claro que puedo- dijo con una risa. -Pasame la pieza, Rías-.

La chica hizo caso y dejo la Torre roja en la mano del Maou.

-¿Y como va a hacerlo, exactamente?- Pregunto Rías, dando unos pasas atrás. Había escuchado del proceso de intercambio de piezas para un Demonio reencarnado, pero esta sería la primera vez que lo vería.

-Como sabes, la Pieza Demoniaca es lo que convierte a una persona en un Demonio Reencarnado. Esa pieza esta adherida al cuerpo y alma del sujeto. Si esa pieza es extraída a la fuerza, la persona tendría un colapso, que la mayoría de veces lo mataría. Para realizar el proceso de intercambiar una pieza por otra dentro de una persona, debo sacar la pieza en el interior e introducir la nueva al mismo tiempo- explico Ajuka, creando un Círculo Mágico carmesí con el símbolo de Beelzebub debajo de suyo y de Xenovia. -Es un proceso delicado, ya que el fallo podría matar al Demonio, por eso muchos Demonios piensan con cuidado al darle una pieza a la persona que deseen reencarnar-.

Xenovia trago saliva al oír eso.

-Pero no te preocupes, no te pasara nada- aseguro Ajuka con una sonrisa amable. -Al terminar el ritual te sentirás un poco agotada por unas horas, pero nada más-.

-E-Entiendo...-.

El ritual comenzó. El Círculo Mágico comenzó a liberar un brillo carmesí, iluminando la habitación del mismo tono. Xenovia miro al techo con los ojos abiertos, sintiendo que el aire le faltaba. La pieza de Caballo salió de su pecho, al mismo tiempo que la pieza de Torre flotaba de la mano de Ajuka en esa dirección. Cuando la pieza de Caballo salió del cuerpo de Xenovia, paso de lado a la Torre, que ingreso en el mismo lugar por donde el Caballo salió. Ajuka tomo dicha pieza en su mano, cerrándola.

Dos segundos después, el Círculo Mágico desapareció, la habitación recupero su tono normal de color.

-¿Eso es todo?- Pensó Rías, un poco decepcionada. Esperaba algo un poco más dramático o llamativo, pero el ritual visualmente fue muy simple. Vio a Xenovia tambalear un poco, colapsando. -¡Xenovia!- Corrió, atrapando la chica en brazos, dejándola arrodillada con cuidado.

-Esta listo- dijo Ajuka, mostrando el Caballo a Rías. -Ahora, Xenovia Quarta es tu segunda Torre- dejo caer el Caballo.

-Gracias, Ajuka-san- dijo Rías, atrapando la pieza en su mano.

-No fue nada. Miraré ansioso el Rating Game. Nos vemos- se despidió el peliverde, pasándola de lado, abriendo la puerta para salir.

Cuando la puerta se cerró, Xenovia abrió los ojos. Ajuka no mintió cuando dijo que se iba a sentir agotada, pero no dijo cuanto. No se sentía tan cansada desde que era una novata teniendo sus primeros entrenamientos.

-¿Estas bien, Xenovia?- Pregunto Rías.

-Si... pero si que estoy agotada...- respondió la espadachín.

-Descansa por hoy. Mañana probaremos tu nueva fuerza-.

-Como ordene, Presidenta-.

Rías estaba feliz. A Sona le esperaría una sorpresa. No solo eso, ahora que tiene el Caballo disponible, deja abierto la posibilidad de un nuevo miembro. También aprendió a ser más cuidadosa al elegir a la siguiente persona que reencarnaría, no solo porque ahora le quedaba una pieza, sino que deberá ser compatible para que pueda aprovecharla bien.
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(En el Mundo Humano)

En una paraje perdido, entre los confines de la frontera de India y China, presumiblemente el Tíbet, una zona muy peligrosa a la que ningún humano se acercaría por los riesgos, había una torre oculta por un único camino delgado, que si uno tropieza, caería a unas estacas de roca, donde han caído muchas personas por la cantidad de huesos.

Esa torre era Jamir, el lugar donde todos los reparadores de armadura vienen a entrenar y perfeccionar sus habilidades de reparador para el ejercito de Athena. Este es un lugar sagrado para la gente de Jamir, del pueblo de Mü, ya que fue de los primeros lugares en donde se asentaron luego del colapso de su país durante la Primera Guerra Santa contra Poseidón.

La torre estaba ubicada al final de una colina. Era una torre de cinco pisos con espacio para ventanas, pero sin entrada al nivel del suelo.

La torre fue denominada el "Palacio de Mü".

De la nada, Kiki apareció, vistiendo sus ropas Tibetanas con la caja de su armadura en su espalda. Estaba acompañado por dos personas.

-No me acostumbro a esto- dijo Makoto de León Menor.

-Estamos progresando. Ya no vomitas como la primera vez- dijo Akira de Pez Espada.

Los dos amigos de la infancia de Kiki y Santos de Bronce lo acompañaron a Jamir porque estaba prohibido salir del Santuario solo, aun para un Caballero Dorado. Todos estaban alerta para cualquier ataque de las fuerzas de Ares.

Kiki vino a Jamir por dos razones: la primera, hacer su rutina de vigilancia por la zona, aunque esta vez solo podría estar unas horas y no unos días como de costumbre. Y la segunda, porque necesita materiales.

Las Diosas Athena y Amaterasu discutieron sobre un pedido de la segunda en que necesitaría su ayuda. Después de reunirse y explicar, acordaron que iría por una semana Taka no Hama para ayudar en la elaboración. Lo necesitaban debido a sus conocimientos como reparador de armaduras.

Pero para el trabajo, necesitaba materiales, nada llamativo. Algo de Orichalcum, un poco de Gammanium y una bolsita de Polvo de Estrellas. Lo típico.

-Ustedes hagan guardia en lo que vuelvo- les dijo a sus amigos, y sin esperar respuesta, salto hacía una de las entrada superiores, ingresando.

-¿Qué se cree, dando ordenes?- Exclamo Makoto.

-Un Caballero Dorado- respondió Akira.

-Como dice Seiya: la armadura no lo es todo-.

-En el Santuario es tu rango, y aunque nos duela, Kiki es nuestro superior-

-Como sea- Makoto miro los alrededores. -Escuche que Kiki vivió en este lugar. No me lo imagino viviendo aquí, el aire es difícil de respirar y la gravedad es más pesada- golpeo el suelo un par de veces. -Claro que como Caballeros, no nos afecta, pero igual me es difícil imaginarlo viviendo aquí antes de que lo conociéramos-.

-Tal vez por eso le gustaba el orfanato; ahí podía estar con más chicos- dedujo Akira.

-Puede ser. Aun así, no se porque hacemos guardia. No me imagino a nadie acercándose a este lugar, menos atacándolo-.

-Recuerda lo que Shiryu-san dice: "en el momento en que bajes la guardia, es cuando tu enemigo ataca"-.

-¡Vamos! ¿Quién atacaría en este lugar tan lejano?-.

Su respuesta se respondió sola cuando algo se estrello frente suyo, levantando humo y asustándolos de la sorpresa. El humo se aparto, mostrando a cinco guerreros con armaduras roja. Berserkers.

-...Creo que empezaré a hablar menos-.

-O mejor cierra la boca-.

-¿Dónde esta el Santo de Aries?- Pregunto el Berserker que iba adelante. Un joven con una armadura roja que protegía el torso, hombros, antebrazos y piernas, pero dejaba expuesto el estomago y había espacio abierto entre las partes de su armadura. -¡Vinimos a matarlo!-.

-¿Cómo sabían que estábamos aquí? No han pasado ni 5 minutos desde que nos fuimos del Santuario- pregunto Makoto.

-No subestimes la vigilancia de los Berserkers- dijo otro Berserker.

Makoto y Akira se vieron y asintieron. Encendieron sus Cosmos, equipándose cada uno con su armadura.

-¿Caballeros de Bronce? ¿Es una broma?- Exclamo indignado un Berserker musculoso de más de 2 metros de alto. -¿Athena se burla de nosotros?-.

-No necesitamos más para acabar con basura como ustedes- dijo Makoto burlonamente.

-No los provoques- dijo Akira, pero ya era tarde.

-¡Mátenlos y vayamos a matar al Santo de Aries! ¡Por el Batallón del Desastre!- Grito el Berserker líder, recibiendo un grito grupal de sus otros 4 camaradas.

-Parece que tienes la acción que querías, Makoto. ¿Feliz?- Pregunto Akira.

-¡Si!-.
............................................

N/A: Hasta aquí el capitulo. Algo básico, lo se, pero aun tarda lo bueno.

Al final decidí saltarme la batalla de Rías y Sona, agregando cosas para llenar el capítulo, como que Xenovia es la nueva Torre, confirmándoles que Rossweisse no se unirá al clan Gremory, y explicando lo que a mi punto sería, porque Shoko no tiene poder demoniaco y Vali si. Aun hay más puntos que explorar más adelante.

También lamento por tardar en actualizar. El clima no ayuda a que uno quiera escribir.

El siguiente capitulo comenzara con Akira y Makoto luchando contra los Berserkers de Ares, una lucha que será parecida a la de Tenma, Yato y Yuzuriha tuvieron con los Espectros al luchar en TLC cuando salvan a Tenma del Inframundo y Asmita muere. No me olvide de estos niños, que tendrán cierta relevancia más a futuro.

Sin nada más que decir me despido. Visiten y comenten el resto de mis historias por favor. CHAO.

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